lunes, 30 de noviembre de 2015

“Ya van cuarenta años…”


Si cuando empecé en el Colegio, allá por 1980, era el profesor más joven del claustro , hoy, pasados treinta y cinco años llevó  el honroso título de ser uno de los profesores más antiguos– perdónenme, no sé por qué, que me niegue a usar el calificativo de “viejo”-  y supongo que estos muchos años son los que han hecho a la revista literaria del Colegio “Cuartodehora” pedirme estas letras, con la única intención de recordar que se cumplen cuarenta años del inicio de la actividad docente del Colegio Los Robles, curso 1975-76, ubicado en una zona llamada “el Cantu Les Cabres”, y donde en otro tiempo , primera mitad del siglo XX- según testimonios del lugar -  jugaba el equipo de fútbol de Pruvia que se hacía llamar el  Olimpia. Eran los tiempos en que la comunicación con Oviedo, Gijón era menos fluida y donde las lecheras acercaban la leche a  Oviedo, mediante caballerías o asnos. Estaba en sus inicios la Urbanización Soto de Llanera.

Pretender encerrar la vida del Colegio en una cuartilla es una meta imposible y creo que tampoco es el cometido que se me ha pedido o al menos yo no lo entiendo así, de ahí que me tome el atrevimiento de recordar o destacar aquellos aspectos que nos singularizan y que pasado un tiempo, cuarenta años,  nos afirman más aún en la idoneidad de nuestro proyecto educativo en una época donde escasea la  educación en valores y donde la frontera  del mal y del bien  se estrecha, infectada por el determinismo y la moral del momento, el éxito fácil y ,a ser posible, sin esfuerzo.

Estas condiciones reinantes en el mundo actual no han sido un impedimento para que el Colegio llevara a cabo su  proyecto educativo, su formación integral , sustentada en los principios de libertad, dignidad y trascendencia, y el mejor reflejo de esto nos lo dan , lo hacen visibles los alumnos que pasan por nuestras aulas. Es muy frecuente que al encontrarme con diferentes profesionales y hablarme de sus colaboradores si alguno fue alumno del colegio me diga:

 - José Antonio, no sé qué  tienen vuestros alumnos, que se nota que son de Los Robles. Se hacen querer. Dejan huella. Tienen un estilo propio : son generosos, buenos compañeros, tienen iniciativa  y capacidad de entrega, obedientes, leales...No pasan desapercibidos y para bien.

Este mismo ambiente lo percibo ,año tras año, en los encuentros que organiza Colegio con las antiguas promociones al cumplirse los diez o quince años de terminar sus estudios y especialmente en el Acto de Imposición de Becas a los veinticinco años – y donde muchos planifican con antelación la jornada y no les importa tener que coger avión o coche para reencontrarse con sus compañeros de Promoción, los que les pedían o dejaban apuntes,  pipas, caramelos o les hacían alguna que otra faena como guardarles la ropa, los zapatos o tirarles alguna que otra bola de papel… los que les guardaron sus primeras confidencias y les acompañaron en sus primeros pasos de adulto, los de la amistad más desinteresada a cambio de nada. Y es que el compañerismo es una de las notas más características de nuestros alumnos y buena prueba es que creo que no existe promoción del colegio que no celebre por  navidades la típica comida o cena, mero pretexto para reunirse  y evocar viejos tiempos. Diferentes profesiones y diferentes responsabilidades con mayor o menor proyección social. En esos momentos son su Promoción, sus compañeros de siempre. Trabajen o estén en paro…

Ahora que tanto se habla de la necesidad de la educación en valores, ahora que hasta en los centros públicos se usan uniformes y la tutoría con alumnos está cobrando importancia no viene mal recordar que esto ya se lleva haciendo en el colegio desde 1975, y que uno de sus impulsores fue don Víctor García Hoz, cuyo libro “Manual Técnico del Profesor”, era consulta obligada    .

Ahora que tanto se habla de éxito, de rendimientos, de porcentajes de selectividad, creo que el mayor logro que ha tenido y tiene el Colegio es  que nuestros alumnos sean personas,  ser personas de bien, en quienes se pueda confiar, personas que tengan criterio, plan de vida para los pocos y los muchos años, y todo ello independientemente de su actividad profesional, pues como me dijo un padre que iba a ser intervenido en una operación con mucho riesgo:  “¡A la puerta de un quirófano que importa que uno sea ingeniero, profesor o  pescadero…!”. En resumen,  personas que sepan qué hacer con su vida, personas con sentido  trascendente – ahí se nota la mano de Familias,  Capellanía y preceptores-   no cosificadas y vacías. Y en esa tarea estamos.

Sé que me estoy quedando sin espacio , pero en esto pequeño recuerdo no puedo dejar de  hacer hincapié en la importancia que han tenido y tienen las familias en la vida del Colegio Los Robles. Han sido y son nuestra marca distintiva. Siempre hemos tenido padres de alta calidad humana y eso se nota a la hora de formar esas personas que han sido- por desgracia algunos alumnos ya no están con nosotros - , son y deben ser  referentes en una sociedad donde domina más la conducta de la trucha que la del salmón.


                                    José Antonio Noval Cueto

sábado, 21 de noviembre de 2015

“Día Internacional del niño”

Siempre he defendido que la política es cercanía, trabajo, oportunidad, y es la oportunidad de celebrarse hoy el “Día Internacional del niño” – malo cuando hay que celebrar la importancia del niño en el futuro de los pueblos- lo que provoca estas letras, que quieren ser una llamada, una reflexión, un aviso sobre el lema que bautiza esta festividad que no es otro que “ Somos igual de importantes que los mayores”, contenido que se queda corto, pues, en mi humilde opinión, y en   las circunstancias actuales el niño cobra cada vez más importancia.

Estamos en precampaña electoral, se acerca galopante el 20  de diciembre, y va siendo el momento que las fuerzas políticas vayan desgranando sus propuestas y mejor si coincide con celebraciones como la de hoy. Y eso es lo que ha hecho acertadamente el líder de Ciudadanos , Albert Rivera, al airear sus propuestas para conciliar la vida laboral y familiar - uno de los problemas más importantes pendientes de resolver, pues debe preocuparnos que las madres sean madres por primera vez pasada la treintena y eso si se lo plantean  -  que consiste básicamente en elevar a seis meses el permiso por nacimiento de hijo y poder  repartirlo entre ambos cónyuges .

Comunicado muy oportuno para los tiempos que vivimos donde uno de los problemas de la vieja Europa y más concretamente España, Asturias, es el excesivo envejecimiento de nuestra población y la falta del lógico relevo generacional que garantice nuestro futuro – baste citar que Asturias cuenta con más del doble de población de mayores de 64 años que menores de 16-, todo ello facilitado por nuestro aumento de la  esperanza de vida, una de las más altas de Europa,  que se aproxima a los ochenta y dos años de media .

Los niños son si cave más importantes que los mayores, representan el futuro, el porvenir, el necesario relevo generacional, aportan el optimismo que la sociedad necesita  para justificar una vida, un  destino y más aún en el mundo rural donde hay que buscarlos con lupa y su nacimiento se convierte en fiesta y júbilo para todo el pueblo. Ya, por desgracia,  no se oyen gritos en las plazas ,y en los paseos y avenidas pasean o deambulan personas con tres piernas o en sillas de rueda, empujadas por personas de otras latitudes.

Ante esta situación de emergencia, de desconfianza en nosotros mismos,  las soluciones no sólo no aparecen, sino que si  alguna surge, se obstruye,  se archiva, se penaliza, y esto es lo que ha ocurrido recientemente en el Parlamento asturiano el pasado mes de octubre al rechazar una Iniciativa Legal popular (ILP) en apoyo de mujer embarazada y avalada por 23.000 firmas y que llevaba tramitándose desde el 2010 , dando la impresión que el problema antes citado no existe, que ya somos muchos y tocamos a poco, haciendo caso omiso de aquellos versos de Neruda que  dicen “si el paso más grande de la muerte es el nacer, el paso menor de la vida es el morir”.

Decía la madre Teresa que siempre que nace un niño/a es que Dios sigue confiando en el hombre, pero nosotros, los terrícolas , en esta cultura de mercado, miedo y muerte que nos hemos proporcionado , carecemos del coraje necesario para dejar, como decía Neruda, “como herencia la fe en nuestros destinos”, y todo ocurre por cerrar nuestros ojos y nuestro corazón a las necesidades del otro, del prójimo , al que vemos como invasor, refugiado, que huye de la miseria y muerte que le rodea, en busca de una esperanza, de una ilusión, de un paraíso en la tierra y sirva como muestra la historia del adolescente afgano que conduce a su abuela en silla de ruedas hacia los territorios que manan leche y miel, hacia la próspera y gélida Europa.  ¿En qué se diferencian de nosotros? En que tienen una razón para vivir y nosotros, impregnados de nihilismo, egoísmo  y consumo, somos hijos de nosotros mismos, de la nada, del desencanto, no tenemos consistencia, solidez y ni siquiera proyecto, pues ni  la generosidad de nacer tenemos.


                      José Antonio Noval Cueto

“La calle de la Merced” (Gijón)



El mes de noviembre suele ser la época que creyentes y no creyentes más veneran o recuerdan a sus difuntos, y permítaseme recordar que el día 1, que este año cayó en domingo y se trasladó su festividad al lunes, día 2, han sido miles, mejor dicho millones,  las personas que se desplazaron desde sus domicilios habituales hasta a sus lugares de origen – se habla de más de cinco millones de desplazamientos por carretera- para venerar a sus familiares y amigos difuntos . Es este un tema que está en la agenda de todos los Ayuntamientos  , sea cual sea su ideología, y todos  se preocupan que en todos los cementerios parroquiales del concejo la visita al campo santo se desarrolle con la dignidad que requiere y sin el menor obstáculo, y para ello los días previos se hacen aquellos trabajos que sean necesarios, ya  el acondicionamiento de carreteras y caminos, instalación provisional de contenedores, aparcamientos provisionales , circulación fluida y demás faenas que la ocasión demande. Y que yo sepa nadie nunca ha cuestionado todo esto, a pesar que supone muchos esfuerzos y dineros al erario público.

Da la impresión que el anticiclón que protegía el Cantábrico y quizás la temperatura inusual para estas épocas – hubo días de baño en las playas asturianas- preparó la tormenta política y laica que azotó al Ayuntamiento de Gijón, con propuestas de IU,PSOE y Xixón sí Puede, durante seis días, concretamente del 11 al 17 de noviembre, día en que se reconduce la situación , merced a la sinceridad del grupo Xixón Sí Puede al reconocer que su propuesta de cambiar el nombre de una calle, la Merced, por otro nuevo, dedicado a la persona del primer alcalde de la Transición, don José Manuel Palacios, se había hecho sin la reflexión necesaria  y sin consultar a los afectados, sus vecinos.

El itinerario de los hechos, si no me falla la información, es el que sigue. El Pleno municipal del pasado 11 de noviembre, festividad de San Martín de Tours, patrono de la ciudad de Buenos Aires entre otras muchas, debatía en su punto número 14 la propuesta de Xixón Si Puede, de otorgar una calle al  ya citado alcalde socialista  y la solución que se aprobó con el voto en contra de Ciudadanos y PP era cambiar el nombre de la céntrica calle de La Merced por el de don José Manuel Palacios. En ese mismo pleno se debatió el punto número 20 que era una propuesta de IU de incluir a Gijón en la red de municipios laicos y que fue desestimada al no obtener la mayoría absoluta para hacerlo, y también se debatió una moción presentada por el  PSOE, con fecha 7 de noviembre, donde pedía que todas las ceremonias y actos que hubiera en el Ayuntamiento fueran laicos y no hubiera oficiantes,  petición que también fue desestimada.

Acabado el Pleno , pasado el temporal laicista y aprobado lo que se tenía que aprobar, se pensaba que no habría más problemas, pero está visto que en la tramitación de un expediente municipal, por muy sencillo que parezca, puede surgir lo imprevisto, y esto es lo que paso, que apenas los vecinos y comerciantes de la zona se enteraron, se movilizaron y se sublevaron contra una decisión que no comparten y logran lo impensable y hasta ahora imposible, y es que pasado escasos seis días de su aprobación plenaria, las redes sociales, las pancartas, las protestas de los vecinos lograron su paralización - en el primer día ya habían conseguido 1.500 firmas-  y que el propio grupo proponente de la Moción, Xixón Sí Puede, reconociera su error  y retirase su propuesta, algo no frecuente en la vida política y que les honra dentro de su error o de su impericia, y es que  como dijo su propio portavoz el señor Mario Suárez de Fueyo, en treinta años se han cambiado cincuenta y ocho nombres de calles y no hubo problemas- parece que afortunadamente los tiempos cambian y no todo es asentir- .

 Pero lo que nunca ocurrió, puede ocurrir y más aún en política, y una vez más se demuestra que cuando la sociedad civil se moviliza en defensa de lo que cree justo no hay dique, ni muro que la frene, y es que como decía uno de los vecinos:” el nombre de la Merced es cosa de todos, forma parte de la memoria  histórica de Gijón y de sus vecinos”.

Expuesto esto vaya por delante mi enhorabuena al vecindario y comerciantes  de la Merced por la defensa que han hecho y hacen de lo suyo,  y creo muy oportuno recordar unas palabras muy certeras de otro afectado cuando dice que un Ayuntamiento debe estar para solucionar problemas y no para generarlos, y al dictado de esto creo que lo mínimo que se debe  pedir a un representante público es que respete la idiosincrasia de su ciudad, aunque no la comparta …Por último sólo me queda desear que la declaración institucional del pasado pleno del 11 de noviembre en Gijón en apoyo y defensa del Centro Especial de Empleo APTA sea una realidad. 


                                     José Antonio Noval Cueto.

sábado, 14 de noviembre de 2015

“Mi Transición española”


A pesar del título, lejos de mi tener protagonismo en este escrito que surge de la necesidad de alertar, especialmente a los más jóvenes, de la importancia que ha supuesto para España este tiempo político llamado como Transición, que toma su inicio a raíz de la muerte de Franco, en noviembre de 1975.

Puede sorprender que uno se atreva a escribir sobre algo de lo que se ha divulgado mucho, casi diría todo, pero   , a veces, uno comprueba con asombro que  cosas, temas o hechos que uno da por conocidos, para los más jóvenes no lo son, y esto me paso hace unos días en una comida con colegas de profesión, pero  de  mucho más jóvenes, nacidos después de los 80.

No hay duda que el atractivo de una buena comida no consiste sólo en saborear unos platos bien elaborados, regados con un buen vino, sino también acompañarla de una conversación amena sobre los temas más variados y que interesen a todos. Y en esas estamos  cuando surgen los siguientes asuntos:  fútbol  , vacaciones,  fin de semana, política, impuestos, problemas del trabajo … La ventaja que tiene compartir mesas con personas jóvenes, vitales, dinámicas, es que te trasladan su optimismo, su manera de vivir, que si bici de montaña, padell, alpinismo, atletismo, baile de salón…; de enfermedades no se habla, no toman el sintrón . La sobremesa se alargaba al hilo de Benitez, Luis Enrique, Cristiano, Messi, votaciones, corrupción y si la Transición sí o no… Y no tiene nada de sorprendente que surja este tema, ahora que algún líder de izquierda y algunas fuerzas emergentes la cuestionen e incluso lleguen a descalificarla y presentarla como un pacto urdido a espaldas del pueblo, que si en origen pudo darse, el desenlace de los hechos ha demostrado fehacientemente que no es cierto, y permítaseme recordar las palabras de un hombre clave de la época como  Santiago Carrillo que dice “La Transición no fue un regalo generoso de los franquistas. Fue conquistado por el pueblo a lo largo de muchos años de lucha y resistencia…”.

Si ellos tienen ilusiones, ambiciones, proyectos; uno tienen experiencias, recuerdos y esto se ha puesto  en evidencia al abordar el tema de la Transición y el día a día de la misma y los años previos, y lo que sí me sorprendió es que a pesar de la abundancia de libros y ensayos sobre la materia,  hay  cosas cotidianas de la época que no se conocen  como la implantación del calendario universitario de Julio Rodríguez, el llamado calendario juliano - ahora que la Consejería de Educación ha presentado la propuesta para debate de un nuevo calendario escolar- que hizo que el primer curso de carrera empezara en todas las facultades en enero de 1974, con la intención de hacer coincidir el año natural y el académico; el movimiento reivindicativo de los PNN (Profesores no numerarios) , o la tensión política que se vivía en las aulas, especialmente en las Facultades de Letras, Derecho, Medicina… donde no era extraño encontrarse en los vestíbulos o en los pasillos  a  grupos de extrema derecha, los llamados “ guerrilleros de Cristo” que quitaban carteles de los tablones de anuncios o amedrentaban con cadenas y gritos…Quien les habla también recuerda la repercusión del llamado enero negro o asesinato de los abogados de Atocha, una 24 de enero de 1977, compañeros de la actual alcaldesa de Madrid o la tensión generada con la legalización del Partido Comunista en la Semana Santa de 1997, concretamente el 9 de abril, Sábado Santo . En este breve recuerdo no olvido los permisos militares de fin de semana Oviedo-Madrid y regreso, en los autocares Braña, y como uno de ellos al bajarme de madrugada en el Paseo de la Florida pasaban los tanques del ejército. La prensa del día alertaba del intento de sublevación militar conocido  como Operación Galaxía…. ¿Alguien puede defender que todos estos hechos y hasta el mismísimo 23-F eran fruto de un pacto, de un acuerdo, de una mera puesta en escena? La respuesta es no, y seguro que omito hechos  que pueden ahondar más en lo que estoy diciendo. No hace mucho el periodista Miguel Ángel Aguilar al hablar de la Transición decía : “Vivíamos en un tobogán, en una montaña rusa, con el estómago en la boca, entre los terroristas y los golpistas que pensaban : cuanto peor, mejor. Ni la izquierda rompía con ETA ni los militares se reconciliaban con la idea de una Constitución, por la que sentían todo el recelo del mundo…”

Hechas estas consideraciones no viene mal recordar que el gran enemigo del hombre es el hombre mismo, que no somos perfectos, que tenemos fallos, que solemos caer setenta veces en la misma piedra, llámese  ambición , vanidad, riqueza, poder, y no tenemos la humildad suficiente para reconocer el error y rectificar, y eso sí que es lo que demandan los tiempos actuales, entonar el mea culpa, hacer los cambios que sean necesarios e ilusionar a un pueblo que ha escrito una de las páginas más importantes de la historia de España y dejar de escudarse en el sistema, llámese Transición, para justificar los muchos errores que a título individual o como partido se hayan cometido en este periodo.

Todo esto no hubiera podido lograrse si no hubiera existido una ingeniería jurídica que diseñada por el Presidente de las Cortes y profesor del Rey, Don Torcuato Fernández-Miranda, y mediante el principio  de “la ley a la ley”, facilitase el paso de un sistema autoritario a un régimen monárquico parlamentario, en la persona de don Juan Carlos de Borbón, de cuyo nombramiento se cumplen cuarenta años el próximo 22 de Noviembre de 2015.

De todo se desprende que demos al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, o dicho en romance paladino, que cada palo aguante su vela y no olvidemos lo que nos decía la llamada Musa de la Transición, la bella  Carmen Díaz de Rivera: “La solución está en nosotros mismos, en los ciudadanos. Sobre todo, en esos jóvenes españoles, que han de aprender del pasado para no cometer los mismos errores que sus mayores”


                                        José Antonio Noval Cueto.

sábado, 7 de noviembre de 2015

“Ponga un Mauricio en  su vida…”

El próximo día 22 de noviembre los argentinos tienen que decidir si rompen con el multisecular e inoperante peronismo de segunda mitad del siglo XX y principios del s.XXI o si abren la puerta a M.M, o sea a Mauricio Macrí,  la esperanza de última hora. Respuesta que si no es sencilla para un argentino,  fervoroso del mito y la sicología, menos para mí,  desconocedor de esa realidad.

Hechas estar apreciaciones tengo que confesarles como ha llegado hasta mí la figura emergente del conservador  Mauricio Macri , y no podía ser de otro modo más  que  a través de amigos y  parientes argentinos – recuerdo que el padrón de españoles en el extranjero 2015 asigna a Argentina la cantidad de 423.006 españoles o descendientes de españoles – y ha sido una de ellos, concretamente Claudia, quien a mediados de agosto , me enviaba un pequeño relato, impregnado de ternura , titulado “Tito el Caleserito”, donde su autor, un tal Mauricio Macri recordaba que no hay trabajos pequeños y agradecía los 75 años de profesión de Tito el Caleserito, propietario de una calesita en la Plaza Arenales, en Villa Devoto,   que al día siguiente cerraba su calesita, en busca del merecido descanso, y decía: “ Me cuesta imaginar una tarea más importante que la de Tito , que lleva a pasear niños en el primer viaje solos de sus vidas…”.

El texto me gustó  y pude comprobar como la buena literatura, impregnada de naturalidad, sentimientos y vivencias, no deja a nadie indiferente y más cuando evoca épocas tan importantes para el desarrollo armónico de la persona humana como es la infancia. Al concluir su contenido y guardarlo en mi archivo pensé que su autor sería un nuevo valor de las letras o del periodismo argentino, pero mira por donde su autor resultó ser el  Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires , orbe de más de quince millones de personas, y que puede convertirse, si así lo desean los argentinos, en el próximo presidente no peronista,  y todo después de forzar una segunda vuelta o “ballotage” frente al candidato oficial y peronista Daniel Scioli, algo que nunca visto en aquellos contornos  y cuando por primera vez votan los jóvenes de 16 años.

No puedo juzgar lo que no conozco ,  salvo citar los muchos titulares desafortunados que los líderes peronistas nos han proporcionado en las últimas décadas y más concretamente en los últimos tiempos – problema Repsol y Cristina Fernández de Kirchner a raíz del yacimiento petrolífero de Vaca Muerta… -  pero como nieto de un abuelo que pasó cuarenta y cinco años de su vida entre Rosario de Santa Fe y Córdoba , voy a hacerme eco de las impresiones que le produjo  el viaje de regreso de Juan Domingo Perón y su última esposa, Maria Estella Martínez Cartas ,“Isabelita”, a Argentina, un 16 de noviembre de 1972. Por aquel entonces era yo un joven de unos veinte años y mi abuelo ya estaba postrado en la cama, y en su habitación para aliviar su situación y saciar su curiosidad tenía un televisor - eran los tiempos de la tele en blanco y negro-.  Estábamos viendo el telediario cuando se nos trasmiten las imágenes del general Perón y su esposa subiendo las escalerillas del avión que le conducirá de regreso  a su patria. Mi abuelo con cara de asombro, de sorpresa, de estupor, no podía dar crédito a lo que veía, y de manera espontánea, sin que mediara ninguna pregunta, pronunció las siguientes palabras que siempre han martilleado en mi cabeza:

 ¿Cómo se atreve a volver a Argentina esta persona que la arruinó?

Desde entonces a acá las vicisitudes de violencia y locura  que ha sufrido y soportado la nación argentina son de todos conocidas y tan inhumanas y penosas que hacen innecesario cualquier comentario , salvo el gozo que supone la recuperación de 118 nietos por las abuelas de la Plaza de Mayo.

El próximo 22 de noviembre la respuesta corresponde a los argentinos,- aunque supongo que su decisión también en parte o en mucho nos afecta por lo ya antes citado -  y nadie mejor que ellos conocen las bondades o ruindades de su sistema político. El futuro está en sus manos. A mí la cita electoral  me ha hecho recordar las apreciaciones de mi abuelo,   con quien me carteaba desde mi más tierna infancia – era la época de las cartas por avión; de qué no hablaría si hubiera existido correo electrónico…-  y alegrarme, como amante de las letras,  que uno de los aspirantes a la Casa Rosada , Mauricio Macri, sepa narrar, contar las peripecias que han marcado su vida, como esa “Calesita” de Villa Devoto, ya que soy de la opinión que quien se asombra de lo cotidiano y diario, está en condiciones de asumir el reto del futuro, pues sabrá distinguir los diferentes matices del día y aprovechar las oportunidades que la realidad le brinde, y más cuando como dice Neruda:” Nunca estuvimos tan amenazados , la tierra y la familia, el cristal y la miel, la golondrina y el recién nacido”.

                       José Antonio Noval Cueto.

P.D En Argentina y los países de su entorno se llama calesita al tiovivo o barraca circular de caballitos , cochecitos y demás cosas...

domingo, 1 de noviembre de 2015

“Billy el Niño”




Superada la etapa de los tebeos, del capitán Trueno, del Jabato o de las Hazañas Bélicas, nuestra adolescencia se abastecía de las películas de cine, bélicas, históricas, patriotas o del oeste, o bien de las lecturas del Coyote o de las novelas de  Marcial Lafuente Estefania, con aquel protagonista de siete pies de altura, atractivo y bueno que enamora a la ranchera acorralada por el mal y que resolvía sus problemas gracias a su habilidad con el revólver. En los quioscos de prensa,  de chucherías y en Lugones, el bazar de García,  se intercambiaban novelas a un módico precio de cinco pesetas. Los hombres preferían las del oeste; las mujeres, más sentimentales,  las de trama romántica, amorosa, especialmente las de la Corín Tellado. Mientras esto ocurría,  se iba implantando poco a poco la red de bibliotecas en nuestra provincia, con el consiguiente auge de lectura y cultura.

De aquella época y gracias a las muchas veces que su figura fue  recreada en el celuloide – la primera en el año 1941, nominada para el Oscar a la mejor fotografía, fue dirigida por David Miller- perdura en nosotros la leyenda de Bill el Niño que periódicamente reaparece en nosotros por diferentes motivos y cuando aún no existe unanimidad en torno al mismo , pues su valoración oscila de villano a héroe, de caballero andante a ángel negro.

En estos últimos tiempos el nombre de Billy el Niño ha vuelto ser noticia en los medios. En primer lugar para referirse a un inspector de policía que lleva este sobrenombre y que es reclamado por la justicia argentina; más recientemente, hace escasos días, para comunicarnos que una foto suya, del auténtico Billy el Niño, jugando con sus compinches a croquet en 1878, está valorada en la actualidad en 5 millones de dólares. No es la única fotografía que existe de Billy, pero sí quizás la más antigua, y digo esto porque en 2007 ya se subastó otra, de finales de 1880 , por el estimable precio de 2,3 millones de dólares.  Y en estos momentos en que escribo mi sorpresa va a más, cuando uno de los relatos de “Historia Universal de la Infamia”, de Jorge Luis Borges, titulado “El asesino desinteresado Bill Harrigan”, se centra en el mítico Billy el Niño. No hay duda que la influencia británica del autor le ha llevado a dedicar un espació a este bandolero, pistolero zurdo , según la tradición, que tiene en su haber el mérito, entre comillas, de haber matado a 21 personas en sus 21 años de vida – todo esto según la leyenda-, pues a día de hoy no hay unanimidad entre los historiadores, y hay quien afirma que no murió un julio de 1881, sino que falleció  como granjero a los 90 años .

Lo que no tiene ninguna duda es que este neoyorquino, de infancia desventurada y casi diríamos trágica, se estableció en la zona de Nuevo México, que las costumbres hispanas y el idioma español fueron parte fundamental de su vida, hasta el punto que su lectura preferida era “La conquista de México”, escrita por Hernán Cortés, e incluso  se dice, no sé si es leyenda o  realidad, que sus últimas palabra fueron en español. Sea por lo que sea, su persona sigue captando adeptos, hasta el extremo que el gobierno de Nuevo México estuvo a punto de concederle un indulto póstumo en el año 2010, algo que conseguirá no tardando mucho en cuanto se disipen algunas dudas sobre la certeza de los hechos que se le imputan acerca del  número de víctimas, si fueron en defensa propia y forzado por las circunstancias en unos tiempos difíciles, en tierra de frontera- después de la independencia de España en 1824, se producen litigios entre Méjico y Estados Unidos para hacerse  con el territorio-  . Lo que si parece que no fue maltratador de mujeres y que nunca ejerció su violencia sobre niños y personas desvalidas.

 En España ,tierra de El Pernales, El Tempranillo, Luis Candelas y Curro Jiménez   entre otros muchos,  tiene últimamente  muchos seguidores el ladrón de guante blanco, quien sin pegar un tiro y sin aparente violencia a través de escritos, empresas virtuales, sonrisas y contactos , está dejando agotadas las reservas del Estado y los problemas sin resolver, con las lógicas consecuencias de quejas ,llantos, separaciones,   desesperaciones,   violencia y muerte, y si no que se lo pregunten al sufrido pueblo español.

En tiempos de desilusión, paro, miseria y fragmentación  territorial ,  y cuando más necesitados estamos de esperanza, de confianza , no viene mal recordar que este belicoso "hispanista" apodado  Billy el Niño  nos tenía en estima  y quizás esto ha contribuido a que lo español cotice mucho en el mismo Nueva York, su ciudad natal, y con la ventaja que esto supone, pues triunfar allí, es triunfar en el mundo. De lo expuesto se deduce que hay muchas formas de ejercer la violencia, y todas perniciosas,  ya con el revólver, colt 45 en la época de Billy, ya con  papel, pluma, sonrisa y móvil,  propia de estos tiempos. Víctimas, todos.



                           José Antonio Noval Cueto

“ Ay campanera”



Cualquier momento es bueno para trasladarse a la región de la melancolía y más cuando menos se espera, sin estar programado, y eso me ocurrió cuando me dirigía al trabajo y  una cadena de radio emitía los primeros compases de una antigua y famosa canción de mi niñez, “Ay  campanera”, interpretada por el genial Joselito, una de las estrellas del cine y la canción allá por los años 60 , cuyas películas se proyectaban con cierta frecuencia en los cines de Lugones (Avenida, Nora)  y que hoy, sin mucha base, sólo con los sentimientos, creo que fue la canción más antigua que recuerdo haber oído y que me evoca aquel aparato de radio, entre cuadrangular o rectangular, con su ventana abierta para escoger las emisoras, con sus botones de nácar, con su chasis bordado en la parte frontal y la carcasa sólida y brillante en su zona trasera. El aire de la época estaba cargado de los sones de la campanera y del “emigrante”, con su sobrecogedora frase de  “cuando me fui de mi España”, muy oportuna para la situación que en aquel entonces se vivía – recuerdo que el año 1962 fue el año que más gente se fue de España, y que las dos principales fuentes de ingresos de nuestra nación fueron durante tiempo las divisas de nuestros emigrantes y el turismo-. Por aquel entonces también se  representaba en nuestro teatro “La Camisa” de Lauro Olmo, que  trataba de este mismo tema: la emigración, el desarraigo.

Eran los tiempos de posguerra, del piso compartido  con derecho a cocina, de los primeros bloques sindicales ,  de la emigración interior o éxodo del campo a la ciudad, y de la copa de guinda, anís corriente, caña u orujo para empezar la jornada. La  sirena de las fábricas (Didier, Metales) y las campanas de la Iglesia se alternaban en sus funciones. La sirena para convocar al trabajo o al descanso; las campanas, para avisar a misa, oración, festividad o muerte , amén de otros menesteres o imprevistos que supusieran una alarma para la ciudad, ya fuego u otra alerta que surgiese . Eran los tiempos del examen concienzudo para  recibir la primera comunión – el catecismo de 2º grado al dedillo- y de la abundancia de aspirantes para ser monaguillos, y donde el sacristán- en mi época era Gelín Manteiga, más conocido como “Huevu”-  enseñaba como ayudar a misa y tocar la campana según los sentimientos del pueblo.

Han pasado algunas décadas y el tañido de la campana,  por motivos que se me escapan –ausencia de campaneros, de voluntarios comprometidos o  por escasez de tiempo…- es eléctrico , ha perdido frescura, limpieza , naturalidad, ya no transmite sentimientos  ,se diría que es neutro, híbrido, transgénico, artificial , símbolo de la sociedad de chicle, del hombre clínex,  de las etiquetas y artificios que nos rodea. Las torres de las iglesias están deshabitadas, badajo y cuerdas ancladas, ya no importa que su tañido se expanda y se oiga en los contornos más alejados, pues en muchos lugares ni vecinos quedan. Ya no hay campaneros ni campaneras, muchas de sus sinfonías o casi todas se han perdido. La última vez que mis oídos escucharon un clamor, un llanto interpretado por campanero tuvo lugar hace ya algunos años en la parroquia de Granda , donde por el toque se sabía si el difunto  era hombre o mujer. En aquella ocasión tocaban por mi amigo Jesús.

A tenor de lo dicho qué lejos quedan aquellos versos que Rosalía de Castro dedicaba a los emigrantes gallegos que se iban para las Américas: “Campanas de Bastabales, cando os oigo tocare, morrome de soidades”.

Hoy, después que Clarín, en un artículo fechado  en junio de 1875, nos dijese que:” Conozco perfectamente el espíritu de mi patria, y sé que jamás se consentiría al muecín llamar a los fieles a la oración al caer la tarde, ni a ninguna hora”, y cuando sabemos que su vaticinio fue erróneo, se nos invita a tocar las campanas para alertar del peligro de desintegración que nos acecha, a escuchar sus sones, a defender lo que somos y lo que seremos, pues todo ello o mucho se dilucida cada día y especialmente el próximo diciembre, concretamente el día 20, cuando se cumplen cuarenta y dos años  del atentado y  muerte del almirante Carrero Blanco. Ese día las campanas de la conciencia y de la responsabilidad tocarán por nosotros, por todos nosotros. ¡Mantén bien abiertos tus oídos y actúa en consecuencia!¡No permitas que nada ni nadie ningunée, desprecie y  perjudique a España!


                                    José Antonio Noval Cueto.