domingo, 29 de enero de 2017

“Preocupaciones esenciales y existenciales..."



Publicado en La Nueva España 26-2-2017


 No sé por qué, mientras las campanas de San Pedro de Pola replican enfervorecidas,  al estilo Quasimodo, para anunciarnos con sus tañidos que Asturias el pasado año había recuperado 10.000 empleos, mi ánimo estaba bajo, encogido –quizás el frío, las heladas, locales céntricos cerrados , pobres a la puerta de las tiendas, -  y afortunadamente reconozco que no tengo motivo para ello, pues la salud me respeta, el salario me llega y amor me ampara….pero apenas alzo la vista, observo, escucho, leo, vislumbro e incluso palpo una cierta desolación, que provoca estas letras .

Quizás la causante sea el paso de los años que nos coge indefensos ante un frío que nos hace tiritar e incluso castañetear los dientes y más aún al saber que el recibo de la luz sigue su escala ascendente , recorta nuestro salario  y nos obliga a priorizar, pues para todo no nos llega y es esta situación la que me evoca  otras épocas que yo daba ya por resueltas, y es que hasta ahora, en esta sociedad del aplauso y  la mentira, uno pensaba cándidamente que pagando sus impuestos tenía garantizado el viaje a la vejez y el paso a la otra orilla, sin el menor  contratiempo, pero nuevamente la vida me ha demostrado que es imprevisible , variada ,   que la realidad va por un camino y la mentira por otro… y que como siempre la culpa es del chachacha, o sea del dinero,  que no quiere  reproducirse,  que no alcanza para  todo,  que hay menos capacidad de gasto,  que si tomamos el vino por la mañana, por la tarde a pasear, y si hace frío uno se queda sin plan, pues ni encender puede la televisión. ¿Se acuerda alguien de la anciana de Reus que falleció en el incendio de su vivienda? Unos días de plañideras en la prensa y después el silencio. A 31 de diciembre de 2015 la deuda tarifaria que tenía el Estado español con las compañías eléctricas ascendía a 25.056,5 millones de euros y como lo que se debe, se paga…Los paganos, los de siempre,  el sufrido pueblo español. ¿Por qué se ha producido este desfase? ¿Alguien ha pedido explicaciones y responsabilidades de tales hechos? Lo desconozco, sólo sé que algunos ejecutivos de compañías eléctricas tuvieron en su día responsabilidades de Gobierno, era la época de las puertas giratorias, algo que parece que ahora está prohibido o al menos limitado.

 Eran otras las épocas, en que nuestros abuelos sisaban algo del salario para protegerse en la vejez. Ahorraban en todo,  hasta en lo necesario, con una cucharada de azúcar y pequeña para el café  basta. La chaqueta la de siempre y el abrigo el de la boda de su hijo. Camisa una para diario y la otra para el domingo, día del Señor,  y vino, el de barrica, el de Campoviejo  para las grandes ocasiones, y vacaciones, a la playa de Gijón, a San Lorenzo, y con la fiambrera…y todo para que la cuenta corriente aumente, que era la garantía de su vejez, en previsión de achaques, dolencias, operaciones, fármacos... Esa filosofía del ahorro, del  tanto tienes, tanto vales ,  uno  la consideraba anticuada e innecesaria, pues con la Seguridad Social y el incipiente Estado del Bienestar nos bastaba. Nosotros a trabajar y pagar impuestos, que ahorre  “Ruton”, pero una vez más se repite la historia, si no hace mucho fueron los desahucios, ahora la luz, el gasto sanitario…, y es que a pesar que  el Principado de Asturias  dedica el 40% de su presupuesto  a gasto sanitario – las multitudes que recorren a diario la Sala de Consultas externas del HUCA apabullan, asustan. Dan la impresión de ser los extras de una película de abultado presupuesto en pleno rodaje - ,  las listas de espera no disminuyen con la rapidez necesaria, incluso en temas serios. Hace unos días le llegó a un amigo una notificación del Insalud  donde le decía que, por problemas de reestructuración del servicio,  la consulta concedida para el mes de abril se trasladaba a setiembre…

El hecho habla por sí solo  y me da pie a plantearme la siguiente reflexión.  Nunca he puesto pegas al pago de impuestos, siempre los he considerado necesarios y agradezco pagar y no tener que hacer uso de los mismos, pero ahora me entra la alarma… Si estoy enfermo, si mis dolores son persistentes y no puedo acudir al especialista, si no tengo dinero …¿qué hago? ¿Tendría razón mi abuelo y debería ser más cuidadoso con mis gastos?

Estos últimos días de enero, fríos y opacos,  a pesar del replique victorioso de las campanas de San Pedro, me han entristecido el alma y me han  devuelto a la esencia de las cosas, y me han recordado aquellas palabras de los clásicos que dicen: “La vejez es el invierno de la vida, donde toda incomodidad tiene asiento”, o las de la astuta Celestina cuando decía que “ …la vejez no es sino mesón de enfermedades…vecina de la muerte, choza sin rama que se llueve por cada parte, cayado de mimbre que con poca carga se dobla”. 

                                                José Antonio Noval Cueto.


sábado, 21 de enero de 2017

“La plegaria guadalupana..."




La noticia surge cuando menos se espera y esto me ha ocurrido a mí  el pasado  12 de diciembre, con motivo de la festividad de la Virgen de Guadalupe y entregar en Siero el Premio Derechos Humanos al sacerdote mejicano don Alejandro Solalinde Guerra. Al concluir el acto a eso de las 21:15 horas de la tarde, tuve la oportunidad  de felicitarle,  agradecerle las bellas palabras que dedicó a su patrona  “La morenita del Tepeyac” y balbucear esa oración que suele acompañar  su estampa y  que dice “Dulce Madre no me dejes, tus ojos de mi no apartes…”.   A esa misma hora fallecía en Roma el Prelado del Opus Dei, Don Javier Echevarria, al que  momentos antes de su muerte  le acercaron un retrato de la Guadalupana  , aunque ya no la percibía con nitidez, les dijo que sentía su fuerza, su ayuda. ¡Qué extraña coincidencia! La Virgen de Guadalupe era noticia en Méjico, en Siero, en Roma y en otros muchos lugares que ni siquiera imagino.

Todo esto me ha dado pie  para  recordar la vinculación que siempre ha habido entre Asturias y Méjico, y basta para ello evocar algunos indianos cuyos apellidos o bustos habitan las calles , plazas o avenidas de Méjico, de España, como  los hermanos Huerta, naturales de Sierra(Nava), benefactores de la primera entidad de apoyo a los emigrantes españoles necesitados,  el  Sanatorio Español de Méjico, fundado en 1907 por el madrileño, de Cinchón, Don Eduardo Villalobos; de don Salvador Vega Berros, natural de Sariego, cuyo Colegio Público lleva su nombre; del poleso Juan Hevia ; en Traspando recibíamos todos los veranos a Don Antonio, el tío de los David, el de Ramos y en Lieres o en Pola recibimos a Faustino. En mi época de estudiante coincidí con Manolo Arias, fallecido en plena juventud;  con don José Antonio Gómez Haces , y ya en carrera con el tevergano Nicieza, fallecido no hace mucho. En la actualidad suenan nombres como Plácido Arango, Antonio Suárez y otros muchos que están en la mente de todos y que muestran los estrechos lazos que existe entre ambas comunidades.

Estrecha vinculación que  ha resistido en los tiempos más difíciles de nuestro pasado reciente, donde Méjico fue cobijo de muchos emigrantes y exilados de la guerra civil , y donde la España de postguerra  llenó el  vació institucional que generaba la incomunicación institucional  - según cuenta Francisco Umbral en su libro “Memorias de un niño de derechas”:  “gracias a la presencia entre nosotros  de cantantes mejicanos de renombrada fama como Jorge Negrete, El Trío Calaveras, Irma Vila, el indio Fernández,  Dolores del Río y el genial Cantinflas”  . Eran los tiempos de allá en el rancho grande, allá donde vivía, había una rancherita que alegre me decía, posteriormente llegarían los tiempos de "El Rey" y "Volver, volver..." de Vicente Fernández...", pero el embrujo de lo que fue Méjico lo recibí de labios de un indiano naviego en el finca recreativa de "Las Virtudes", en Villayón , a principios del 2.000.

“Ahorita”,  primeros del año, sin tequila en las venas  y  los mariachis en auge , hago mía la petición del indio Juan Diego: “ Virgen guadalupana…Patroncita mexicana. Hoy te traigo otra petición. Has que mi patria se salve, de la maligna ambición…” .


                                       José Antonio Noval Cueto. 

jueves, 19 de enero de 2017

“Mereció la pena..."




Tal día como hoy, hace diez años, viví uno de los momentos más agradables de mi vida – se dice comúnmente que todos tenemos derecho a un momento de gloria -  y eso me pasó a mí en el Salón de Actos del Hotel Lóriga  de Pola de Siero el 19 de enero de 2007 al presentarme como candidato a la Alcaldía de Siero por el Partido Popular. En el acto estuve acompañado por el periodista y eurodiputado don Luis Herrero, por el Presidente del PP asturtiano, don Ovidio Sánchez, demás compañeros de partido, amigos y familiares, entre los que se encontraban mi esposa Beli, mi hija Beatriz y su novio, hoy marido, Älvaro, y mi madre Consuelo, de noventa y uno años. Después de las intervenciones del Presidente del PP de Siero, don Eduardo Martínez y la mía propia, cerró el turno de la palabra, con su habitual tono didáctico y familiar, el ya citado Luis Herrero, que nos habló de prudencia, de sentido común, de ayuda, de responsabilidad, y de la necesidad que la sociedad civil asuma su protagonismo y toque la campana, cuando sea necesario, para ahuyentar los peligros. Se nos invitaba a hacer un ejercicio responsable de la acción política. Terminado la parte política del acto se invitó a los presentes a reponer fuerzas con pinchos de tortilla  , embutidos á variados y la digestiva y vital copa  de vino español,   que fue el pretexto para que todos los presentes se repartiesen por diferentes mesas , intercambiaran palabras y entraran en conversación sobre los temas más variados, donde no faltaba la política, la anécdota, el recuerdo o los deseos…

Ese día, 19 de enero de 2007, se celebraba algo más, que sólo los más allegados a mi sabían, y es que mi madre cumplía noventa y un años, y allí estaba, contenta, satisfecha, muy elegante, preciosa – siempre lo fue, no tenía arrugas- con su traje negro, su camisa blanca, su pelo de peluquería y con esa simpatía desbordante que siempre tuvo, que era su marca de la casa. Saludaba a la gente que conocía y al cabo de un tiempo, en un momento que puede hablar a solas con ella, me dijo, pletórica:

-     -    Mereció la pena.

Yo sabía bien el significado de esas palabras, que eran como el balance de una vida. Ese día, en este acto, donde hasta el propio Luis Herrero la felicitó, encontró la respuesta a una decisión de su vida, quizás la más importante, y es que mis padres allá por 1957 decidieron romper con el pasado, dejar la casería y el molín de Reanes y buscar un futuro mejor, y con ese objetivo se establecieron en Lugones, concretamente en el Cruce Nuevo y en su nuevo negocio, el Bar Madrid; de un día para otro, pasaron de campesinos, molineros a chigreros, y fue en este nuevo destino,  en este paraíso en la tierra que fue y es Lugones para mí, donde  fui forjando mi carácter y  preparándome para desempeñar la función que la sociedad me   tenía asignado .  Aquel 19 de enero de 2007 , cumpleaños de mi madre y de mi presentación como candidato a la Alcaldía por segunda vez, mi madre estaba radiante, feliz satisfecha y lo resumía con su “mereció la pena”, yo, por aquel entonces, ya en la etapa que los expertos llaman la madurez del ser humano, iba camino de cincuenta y dos años.

Hoy, nuevamente 19 de enero, pero del 2017, mi madre cumple nuevamente años, concretamente ciento uno, y desde hace casi siete años vive en el cielo, como dice San Agustín “en la habitación de al lado”.  y sé que desde allí vela por todos nosotros, nos ayuda y , a veces, en sueños, nos regaña, nos recuerda nuestras obligaciones y un día como hoy me obliga a escribir, a exponer estas letras que  se cargan de lágrimas para decirte: Mereció la pena tener una madre como tú”.


                                                    Tu hijo Jose. 

sábado, 14 de enero de 2017

“Hay más santos que los que se veneran…”

La cruda y difícil realidad que se vive, aunque parece que el temporal remonta, se observa con solo dar un paseo por cualquier ciudad española, como por ejemplo en Oviedo, donde la alegría de vivir que transmite la calle Uria y aledañas,  no se reproduce en otras,  paralelas, no muy alejadas en dirección a General Elorza, y basta para ello fijarse en las personas que las recorren y en las fachadas de sus envejecidos y mustios edificios donde el cierre de locales o negocios pone su tono más sombrío.

Sería negar la realidad no reconocer que desde el año 2007 han sido muchos los sacrificios que han hecho y hacen los españoles con la sola intención de subsistir, llegar a final de mes y salvar los muebles, y  es aquí, en estas situaciones  casi  límite, donde uno observa   conductas o comportamientos heroicos de amigos, vecinos o compañeros que bien merecen el aplauso de este escrito que reitera una vez más que lo más importante que existe y hay en la naturaleza es el ser humano y este debe ser el elemento a proteger y valorar en todo pacto social , político y económico. Estos días me encontré  con un antiguo alumno, empresario , con actividad en diferentes partes del mundo. Al hablar sobre las dificultades actuales de la empresa en un mundo globalizado  le pregunté que cuál era el elemento más importante de la misma y sin titubear, raudo y veloz, me dijo, la materia humana, las personas. Respiré satisfecho, era y es lo mismo que yo pensaba, no estoy equivocado.

 De todos es sabido que la mejor predicación es el ejemplo, y que  todas las instituciones civiles y religiosos siempre aprovechen la ocasión para loar y divulgar los méritos heroicos de sus miembros llámense Santa Teresa de Jesús Jornet, Santa Teresa de Calcuta  o Don Genaro, Segundo, Isidro y Antonio, los cuatro mártires de Nembra beatificados el pasado 8 de octubre de 2016 en la catedral de Oviedo… – soy de los que piensa que hay más gente buena que mala – pero hay muchos más santos anónimos que no se veneran y con estas palabras quiero hacerme eco de su conducta. Y es que son muchos, aunque yo aquí lo sintetice en pocos, los santos anónimos que con su conducta, con su hacer cotidiano, tratan de dar voz y esperanza a quienes ronda  el desencanto, la desesperación, el olvido. Y al hablar de esto me viene a la cabeza la carroza de la Asociación Nora que desfiló en la Cabalgata de Reyes en  Pola de Siero para hacernos partícipes de su alegría, de su ilusión. ¡Cuántas renuncias para ser apoyo y sostén de otro ,cobijo del indefenso!. Su presencia en el desfile  me lleva a plantearme si en la época de la postverdad, de la mentira con aplauso , somos de verdad conscientes  de quién es el más necesitado y si  actuamos y legislamos en esa dirección –  Ängela Covadonga Bachiller Guerra, primera concejala de España con síndrome de Down, en una entrevista del año 2013 decía que colectivos como el suyo necesitaban "voz y visibilidad"¿han mejorado desde entonces, por ejemplo,  sus condiciones de acceso al mundo laboral?  -  de ahí que ahora, al veros, diga “hay más santos que los que se veneran”.  Por fortuna no sois los únicos – repito que hay más buenos que malos- cuando veo a  esas personas que acompañan a familiares y amigos  con movilidad reducida en sus paseos constantes, lentos y reparadores con su medicina de cariño y paciencia, y así un día y otro … A esas  personas que soportan ultrajes, desprecios, descalificaciones de sus más allegados, pero aun así mantienen su compostura, pues saben que sin ellos el resultado sería peor… A esas personas que en jornadas de trabajo agotadoras mantienen la sonrisa, la ilusión, pues su salario es la  salvación de los suyos. Al escribir esto me viene a la cabeza un recuerdo de mi Lugones de infancia, donde multitud de personas soportaban gripes, fiebres y demás dolencias , iban a trabajar ,como se suele decir, con la cabeza bajo el brazo para no perder  la paga de asistencia anual al trabajo que recibían en diciembre…A esos muchos padres de mi época joven que renunciaban a todo, con tal que su hijo pudiera estudiar o al pobre indigente que reparte lo que  consigue  con su compañero de esquina o al  jubilado  que reparte su pequeña pensión con sus hijos en paro…

Podría poner más ejemplos, más testimonios  de personas que son todo generosidad, todo humildad, pero creo que con lo dicho cumplo mi obligación de abrir un poquito más los ojos y reflejar conductas verdaderamente humanas, y es que si en todas las épocas era y es necesaria la conciliación, el acuerdo, más en estos momentos de incertidumbres, de agobios, de dificultades ya que según Clarín “ la conciliación es la mamá política de todos los españoles”.
                                  

                                        José Antonio Noval Cueto.

sábado, 7 de enero de 2017

“¿Querrás darles la Buena Noticia? …


Con estas palabras terminaba su columna un conocido periodista que nos invitaba a responder esta  pregunta   que yo como osado o imprudente  intentaré , y entre otros motivos porque yo también  estas Navidades aireé a través de mi “blog” la necesidad  de comunicar la Buena Noticia que no es otra que la del Amor, la del Amor de un Dios que se hace hombre para ayudarnos, para salvarnos, y que aunque el contenido, lo esencial y básico siempre es lo mismo, tiene la particularidad que   cada año se carga de mensaje, matices o circunstancias  - y esto desde hace dos mil dieciséis años-   que la hacen casi nueva,  diferente. Este año empezó con un preámbulo trágico,  atentado de Berlín ; continuó con la masacre de Estambul,    finalizó con cabalgatas de Reyes vigiladas en todo el mundo, en España , pero con  el amor reforzado y la esperanza  viva que  proclama  :”Gloria a Dios en los cielos y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad”.

Dentro de la novedad que trae siempre la Navidad y de las múltiples vivencias que uno experimenta,  hoy quiero compartir con vosotros dos  que demuestran  que esta  época del año a nadie deja indiferente, sea cual sea su credo, su estilo de vida y es que ya decía Clarín, allá por 1878 : “¿Qué persona medianamente instruida no sabe que es absurdo pretender dar un golpe de mano sobre la conciencia de los pueblos? Y es que algo o mucho de reflexión se impone, se necesita, cuando hay quien cambia o quiere cambiar los “farolillos de las Cabalgatas”, por “farolillos de la reivindicación, del todo vale…” .

La primera de esas vivencias tiene toque docente, escolar, y es que los alumnos de 1º de Bachiller ,  el pasado día 22 , me invitaron a ver el Belén que habían hecho , sin mucha decoración, austero, pero cargado de creatividad. En la mesa del profesor habían puesto un muñeco de Coca Cola, de movimientos rítmicos, robotizados y detrás unos botes de Coca-Cola, personalizados con los nombres de José y María, y en un pupitre del fondo del aula, el tradicional Belén con su misterio, sus reyes magos, pastores, pero que tenía la particularidad de haberlo construido con cáscaras de huevo. Durante la visita un alumno iba explicando las intenciones del Belén, y al indicarle la originalidad de los botes personalizados – ignoraba que últimamente el marketing de Coca Cola rotulaba los botes con nombre de persona- me respondió que tuvo que recorrer varias medianas superficies para hacerse con los nombres de María y José. ¿Sera casualidad o indicará algo? ¿Habrá más compras de botes de José y María que la fábrica a producir?  Sea la razón que sea, algo indica. Que cada uno interprete.

Esta Navidad aún me deparaba otra sorpresa, otra vivencia que quiero compartir con vosotros y que demuestra que afortunadamente el termómetro del amor, del agradecimiento  aún cotiza en la cesta de la compra y ocurrió de la siguiente manera. El día de Nochebuena, por la mañana, mientras esperaba mi  turno en un pequeño local, entró un señor, de mi edad, de esos que ahora llaman jóvenes mayores, se hizo a un lado con una pequeña bolsa de plástico, mientras esperaba que los demás fuéramos atendidos  , cuando llegó mi turno– yo era el último de la cola- y al sospechar que su intención era entregar el paquete , le cedí el turno. Esperé que intercambiara palabras con el operario, y al concluir se despidió con un rotundo “Feliz Navidad”.  El empleado asombrado no podía dar crédito a lo que pasaba y me decía que esa persona , pensionista de menos de 400 euros, le había regalado esa botella de “Freixenet”, para agradecerle las molestias que se tomaba al tramitarle algún que otro papel. Me comento que su gasto fijo era el alquiler de su cama y que se alimentaba en los comedores de beneficencia, y que su conducta no le permitía pedir.

Mis ojos se salían de las órbitas al comprobar que hay personas que desde la extrema pobreza, desde la casi indigencia tienen la dignidad y humildad de ser agradecido y demostrarlo una fría mañana de Nochebuena. Este episodio ha estado y está presente en mi cabeza y me plantea si son más agradecidos los humildes, los sin nada, que los poderosos,  los que creen que todo se lo deben  únicamente a sí mismos, y es que en este mundo que vivimos la soberbia domina y en todos ámbitos sociales.

Una vez más la Navidad me ha hecho evidente aquellas palabras del agnóstico  Ortega cuando decía que “si Dios se hizo hombre es que es lo más importante que se puede ser”, pero siempre que actuemos como tal y es aquí donde creo que todos podemos hacer más, pues la epidemia de indiferencia que nos azota nos impide alzar la mirada, levantar el vuelo y peligra la supervivencia del ser humano. Hace ya más de cuatrocientos años la pastora Marcela nos dijo que : “ La honra y las virtudes son los adornos del alma, sin los cuales el cuerpo, aunque lo sea, no debe parecernos hermoso…”

He intentado dar respuesta a la pregunta formulada y nuevamente tuve que acudir a Cervantes. Dentro de los propósitos para este año propongo a los lectores  leer o releer El Quijote. Será de inestimable ayuda. En ciento cuarenta y cuatro días, a capítulo diario, se acaba. Un saludo


                                           José Antonio Noval Cueto.

lunes, 2 de enero de 2017

“Ellos se entienden… ¿nosotros?"


                                                                               
Dicen que si no somos como niños no entraremos en el reino de los cielos, y a los que ya tenemos ciertos años es una misiva que nos preocupa y obliga y  hace que ahora  nos lo tomemos más en serio –  objetivo vigente desde que nacemos -  , y es que pasados los espejismos y las ilusiones de niñez y  juventud , situados en las realidades y posibilidades que la vida nos ofrece, uno no tiene reparo en ratificar la afirmación inicial, y basta para ello fijarse en la tierna y cariñosa mirada de un niño pequeño, que parece darnos su dictamen de aprobación o rechazo apenas distingue y capta los mensajes más elementales,  con una única escala, una única medida: el cariño, que nos indica que si no somos como niños no podemos asombrarnos de nada, y si uno no se asombra  no crea, no investiga, no anda, no vive, se frena, se estanca,  se desilusiona, muere, y la mejor prueba de esto que estoy diciendo sucedió una soleada mediodía de noviembre en el parque Alfonso X el Sabio de Pola, a la hora en que suelen comer los señores, hacia las 15:00 h, cuando mi nieto, en plena apoteosis de triunfo, de conquista, era el único ocupante de la zona de juegos infantiles. Saltaba de uno a otro, ya a la cesta, a los columpios, al camión, al tobogán, pero cuando más embebido estaba ,  de repente, casi sin darnos cuenta, de la zona alta del parque llegó un niño , de pantalón crema, nike blanco a juego con playeros blancos, todo vitalidad y fantasía, de un pelo lacio de un negro intensísimo que contrastaba con su tez de un blanco roto  y con unos bellos ojos  también negros, impregnados de dulzura, de alegría, de juego, de magia, pues tal era la agilidad que propiciaba a sus movimientos, que más que andar, volaba, hasta el extremo que sorprendió , asombró y atemorizó a mi nieto, que nunca había presenciado tal prodigio de vitalidad. No sabría decir su edad, aunque algo mayor que mi nieto. De repente la mirada de ambos se encontraron y al darse cuenta de la sorpresa, asombro y temor del pequeño, hizo todo lo posible con risas, gestos y arrumacos por tranquilizarle, pero mi nieto asombrado ante las acrobacias y vitalidad del nuevo compañero, se refugiaba en mis piernas y ocultaba su cara. Después de varias tentativas y a pesar de las indicaciones que yo le hacía y de las invitaciones del recién llegado para que participase de sus habilidades, no había manera de cambiarle de aptitud.  Al persistir en ese bloqueo, decidí irme para casa, no sin pasar por el parque Centro Habana, y al marcharnos también nos acompañó el nuevo niño. Cruzamos las céntricas calles de Pola y en la calle Falo Moro el niño se separó; nosotros para el parque y él para su casa, pero apenas llegamos a la zona de juegos reapareció el niño.  Se hicieron bromas, reían, corrían y jugaban con un pequeño camión de bolsillo que en su día había sido recipiente de caramelos. Risas, balbuceos, juegos, hasta que al cabo de un tiempo el niño educadamente se despidió de mi nieto, a quien tuve que reprender pues no quería devolverle el pequeño camión.

Estas imágenes han calado en mi retina y me han hecho escribir estas palabras. El niño de pelo negro , de mirada dulce, de castellano justo, tenía unos rasgos que denotaban que no era español, sino de otras latitudes, quizás árabe, sahariano, pero lo cierto es que ambos, especialmente mi nieto, pasó del asombro, del temor, al balbuceo, a la sonrisa, al juego.

Hoy, 1 de enero, Jornada Mundial de la Paz, nuevamente la muerte, la sangre ha regado las calles de Estambul y hago mías aquellas palabras de Don Quijote cuando decía “ a Dios Todopoderoso que es gran bellaquería que  gente tan principal como aquí estamos se mate por causas tan livianas…”. Se viva  donde se viva, se piense y se crea como se piense y crea, que no hay ideología, credo, causa que justifique una muerte, y esto es algo que tenemos que airear y defender un día como éste – las batallas semánticas para otro momento- , y es que como decía Pío Baroja” La sangre sólo sirve para hacer morcillas”.  Ahora que los bancos suizos suspenden el secreto bancario vigente en esta nación desde  1934 quizás sea el momento de reivindicar el carácter sagrado de toda vida humana desde su concepción  y juzgar y aislar a aquellas personas o colectividades que trafican con la vida de los demás, las desprecian  o las destruyen sin el menor miramiento. A nosotros nos compete facilitar la distribución y el reparto de lo creado   . Ayudar al necesitado, al que sufre y pena. Hace unos días se comunicaba que España acogía a 189 refugiados más y que estábamos lejos de los 17.000 asignados. Espero que las dificultades se subsanen y se agilicen , pues no se justifica que quien fue refugiado no hace mucho, ahora se niegue a refugiar, si se cumplen las condiciones.  

Si los niños se entienden, juegan y se divierten, ¿por qué nosotros no?¿Quién es el culpable?¿La indiferencia, la dejadez, el afán desmedido de riquezas que taladra personas y pueblos…? Recuerdo que al día sólo se come tres veces.  Ha empezado el año con muerte, desolación, desesperanza y quizás sea el momento de mirar, de mantener  la mirada en el Niño-Dios, en el Dios que se hace hombre por salvarnos y que sólo nos pide que le escuchemos y le acojamos, el resto seguro que lo pone Él.


                                                         José Antonio Noval Cueto.