lunes, 27 de febrero de 2017

“Otra vuelta de tuerca”




No es la primera vez que se ha tratado este tema y supongo que no será la última. Os confieso que siempre me ha preocupado esa pereza mental que tenemos los españoles en clasificar la realidad bajo la óptica de la pareja,la eterna pareja española que diría Francisco Umbral, que si Ponce o Tomás, Zapatero o Rajoy, Barcelona o Madrid, que mal o bien, que blanco o negro, izquierda o derecha o que si público o privado, y eso que según los expertos para ganar las elecciones hay que poner el balón en el centro y que sea flexible. Hoy no sé porque quiero pararme en el eterno problema de lo privado y lo público y  es que a pesar de que pasan los años, a pesar de los fracasos económicas y miserias que trajo la economía colectivizada en la URSS, todavía hay predicadores de ese mundo de ruina, miseria, hambre y apatía .La mejor evidencia de esto nos la suministró hace ya unas décadas, un afamado periodista polaco Kapuscinski en su libro “Viajes con Herodoto”, que al salir por primera vez de su Polonia natal , en el año  1956, y llegar al aeropuerto de Roma nos dice que tres cosas le llamaron la atención: 1. Las tiendas estaban repletas. 2. Las vendedoras no estaban sentadas, sino de pie y con la mirada pendiente de la puerta de entrada. 3 Las vendedoras respondían a las preguntas que se les hacía...No se puede decir más con menos palabras.

Dicho lo dicho, ya va siendo hora de dejar de sacralizar lo público e infravalorar lo privado. Ambas se necesitan, se complementan, no pueden existir la una sin la otra, y este es el reto de mentalidad que tenemos pendiente y que aún no hemos ni siquiera planteado. Lo que sí debe preocuparnos a todos es que las cosas funcionen bien, independientemente de su titularidad, de si es público o privado  y esta es la asignatura que nadie quiere estudiar,  preparar ni plantear, porque todos sabemos que detrás de ella hay planteamiento ideológicos obsoletos e incluso intereses de grupo, que impiden no sólo el debate, sino incluso el diálogo. La persona que no puede valerse  y busca una residencia, lo único que le importa es la calidad del servicio, que le traten bien, ya sea privada o pública. No se entiende bien el mapa laboral que rige a unos y a otros, y que  sea más ágil y operativa la toma de decisiones en una empresa privada que en la Administración, donde para bajar o subir el precio de un servicio tarda más de sesenta días y eso siempre que haya acuerdo, con la consiguiente pérdida de competencia ante el sector, mientras que la privada no tarda ni veinticuatro horas. ¿Si cualquier empresa reconoce y prima a los empleados más solventes y resolutivos no deben hacerlo las Administraciones? Ahora que está de actualidad la Justicia ¿no sorprendería que no pasara nada, por muy brillante que haya sido su oposición ,si hubiera un juez que estropease todo lo que toca y que su irresponsabilidad y parcialidad dejase indefensos a los afectados una vez y otra vez?

 No se puede dar la espalda al problema y es que los hechos hablan por sí solos  .  Ayer, domingo, 26 de febrero, el periódico La Nueva España  nos informaba  que el área comercial de Paredes había  aportado al Ayuntamiento de Siero desde 2.011 la cantidad de 3.238.803 euros , que el IBI del 2016 ascendió a 433.167 euros y  que el volumen de empleos ascendía a 2.000. Datos que hablan por sí solos de la bondad de esa instalación que genera un tejido social  y  que aporta unos ingresos muy necesarios para las arcas municipales ahora que otras tasas o impuestos han disminuido como las licencias de construcción,  de apertura de locales…

Esta es la realidad en que nos movemos y tenemos que asimilarla. No todo puede ser público - ¿no me imaginó un Centro Comercial público?-  ni todo privado ¿La Guardia Civil?.  Dialoguen, hablen y que corra el papel. Lo que sí sé es que sin lo privado el sector público se paraliza, y a la inversa.  Ambos se necesitan. Coordínense. Los usuarios queremos un buen servicio y a un precio adecuado.
                 

               José Antonio Noval Cueto.                                              

sábado, 25 de febrero de 2017

“El arte de lo posible…"




Suele definirse la política como el “arte de lo posible” o incluso rizando el rizo que es “el arte de hacer posible lo posible”, y en este punto en que nos encontramos es útil recurrir a los números, por aquello de que los números cantan, y a partir de ahí que cada uno saque  las conclusiones, posibilidades, expectativas que pueda depararnos la vida. La prueba del algodón nos la ofreció el Banco de España , el pasado 17 de febrero, al comunicar  que la deuda pública al acabar el año 2016 es del 98,98% del PIB, o sea 1.105 billones de euros, o sea que casi todo lo que producimos y vendemos, lo debemos. La crisis económica de estos nueve años se deja notar de modo alarmante, así en el año 2007 sólo debíamos el 35% del PIB, y ahora, al acabar el 2016, debemos el 98,98%,  y , por aportar un dato que considero interesante, la deuda de todas las administraciones asciende a 721.828 millones de euros.

A partir de ahí hay que enfrentarse con la realidad y con las posibilidades que la misma ofrece. Algo difícil en un país  con altas dosis de desencanto, de frustración, incluso de desesperación, pues son muchos los ciudadanos que se consideran timados, engañados , y ejemplos y motivos los tenemos a diario , y si a esto le añadimos altas dosis de visceralidad   que nos hace azules o rojos,  defensores de lo público- como si lo público pudiera subsistir por sí mismo y  los ejemplos recientes alarman -   o detractores de lo privado, del Sporting o del Oviedo, del País o del ABC, de Zapatero o Rajoy, de Ponce o de José Tomás…la situación se complica, aunque afortunadamente esa teoría de la subsistencia, del mal  menor de momento la practicamos  y nos mantiene a flote, y es que en el fondo aún mendigamos una ilusión, una esperanza que nos mantenga vivos, pero, por favor, no más engaños, no más abusos .

  Y es que ha llegado el momento de aplicar de verdad el posibilismo político, de marcar las verdaderas prioridades, preferencias que nos  permita no sólo subsistir, sino avanzar. No se ajusta a criterios de conciencia que nuestros hijos hereden un país en ruina, bastante sufren ya para encontrar trabajo , pero para ello tenemos que apartar los dogmatismos ideológicos, las demagogias interesadas  y empezar a reconocer las realidades, los hechos , las verdades del mundo que vivimos,  y si mi ideología no se acomoda a la verdad objetiva  de los hechos, algo tendré que hacer , por lo menos seguir pensando, pero también actuando en consecuencia.

Este es el gran reto que tienen ante sí  todas las fuerzas políticas si de verdad les preocupa España y el futuro de todos nosotros, así, por ejemplo no se sostiene que después de once años de la promulgación de la Ley de la Dependencia, su aplicación no llegue al total de los afectados, aún hay casi 350.000 personas que carecen de ella, como tampoco se sostiene que el sistema sanitario varíe según la autonomía donde uno vive, o que la fiscalidad no se rija por criterios iguales y otros muchos temas donde impera la desigualdad, la desproporción.

Se dice que toda  crisis genera sus oportunidades, sus cambios, que es el momento de las posibilidades, de adaptarse a la cruda realidad de los hechos.  Y a ello nos debemos dedicar. Uno de nuestros mejores dramaturgos del teatro español, a quien no hace mucho se ha homenajeado y recordado al cumplirse cien años de su nacimiento, Don Antonio Buero Vallejo, hizo del posibilismo en el teatro el éxito de su vida, y su mejor prueba fue “Historia de una escalera”, la mejor  radiografía de la España de postguerra. Y es como dice el mismo Don Antonio  :”Hay que tener razón, pero no a destiempo”.


                                              José Antonio Noval Cueto .

jueves, 23 de febrero de 2017

“El verdadero progreso…“




Hoy los medios de comunicación nos hablan del descubrimiento de un sistema de siete planetas  como la Tierra que podrían acoger vida, tener agua; ayer que la expectativa de vida de las mujeres podría llegar a los 90 años en el año 2030, y hace unos días que los problemas del puente de la variante de Pajares se habían resuelto o que la lluvia puede mitigar el precio de la luz  entre otros muchos... , pero hay noticias o temas que no suelen airearse, que  se silencian, se pasa página, se dice egoístamente a mí no me toca. De vez en cuando algún grito de estupor,  de angustia,  al conocer conductas que rondan la locura, lo  inimaginable, lo nunca visto , y como prueba  algunas noticias o videos que circulan por la red…¡De preocupar!...Denunciamos  la contaminación de la atmósfera, la acústica , incluso la visual, pero la indigencia moral en que se crían y desarrollan nuestros jóvenes se oculta, se calla. ¿De qué se abastecen? ¿Quién les educa? ¿Quién les contamina? La respuesta rápida y fácil: TODOS, o sea la familia, la  sociedad  , el colegio, la universidad , pero especialmente  la cultura de la imagen , especialmente  televisión e internet, que ejercen con frecuencia de niñera, maestra, educadora y cuidadora. Ha llegado el momento de hablar, de pensar, de proteger el orden social y moral que nos hemos dado , de replantearse cuál es nuestra función en la sociedad   y reconocer que el viejo  lema de los 90 de “chaval: trabaja, consume, calla”, no sirve. Uno  no puede ir de sonámbulo por la vida, uno debe ser dueño y protagonista de su propio destino o al menos intentarlo, debe tener alforjas para el camino.

Esta situación que se percibe y se palpa en el ambiente no ha surgido de la noche a la mañana, sino que se ha ido larvando desde mediados del siglo XX y con más intensidad desde 1970,como bien documenta Benedicto XVI, cuando se empezó a decir que no hay nada malo en sí mismo, sino sólo cosas “relativamente malas”, y que lo bueno y lo malo dependía de las circunstancias. A partir de ahí  vienen estas aberraciones, estas tempestades que socaban y ponen en peligro la cultura de Occidente,  y que deben obligarnos a todos, - ciudadano, padres…- y también a los medios de comunicación (TV, Radio, prensa, Internet) a plantearnos  qué contenidos o modelos de conducta  divulgamos, si es que  creemos en el sistema que hemos recibido de nuestros mayores y si queremos no sólo mantenerlo , sino perfeccionarlo, algo que está en peligro y de esto que digo hay abundantes huellas, alarmas, baste como dato  la delicada salud que tiene el matrimonio tradicional, monogámico, de siempre, que fue y es una de las bases del mundo occidental. Si perseguimos las cazas y talas furtivas, con más motivo habrá que protegerse de los  que quieren destruir  nuestro estilo de vida.

Se ha celebrado recientemente los 60 años del inicio de la Televisión Pública Española y veintisiete desde que un 3 de marzo de 1990 empezó a emitir la primera televisión privada. Fui  de esas personas que se alegraron con esa decisión  y que deseé éxito en la andadura, pues facilitaba el deseable pluralismo. El tema no era fácil,  pues la publicidad es la que es y muchos a abastecerse de ella. Sé que toda empresa debe tener beneficios y que  ésta debe ser una de sus preocupaciones, pero siempre he defendido que calidad y beneficio no deben  estar reñidas , y  creo que en esa dirección se debe ir. Hace unos días se comunicó que Mediaset en el año 2015 había triplicado sus beneficios, o sea de 59'5 millones de euros en 2014, pasó a 166’2 millones, y Atresmedia duplicó también sus beneficios, de 46,7 millones de euros en el 2014, a  99,2 millones de euros.

Resultados económicos excelentes que me permiten recordar que el verdadero progreso de una sociedad, concretamente España,  debe ir arropado por el bien y la moral, y es ahí donde todos los medios de comunicación tienen  hacer una importante labor pedagógica que  nos beneficie a todos, y este partido no se puede perder, porque no hay repetición. Ha llegado el momento de plantearse qué progreso queremos. ¿Si protegemos y cuidamos la naturaleza no debemos velar y cuidar al ser humano?¿Si prevenimos y combatimos la obesidad y diabetes de niños y jóvenes, no debe preocuparnos los referentes, contenidos y pautas de conducta que reciben?


                                     José Antonio Noval Cueto  

miércoles, 22 de febrero de 2017

“Noticias del Nora….”


Cuando uno acumula años y vivencias las referencias al pasado vienen en cualquier momento y eso me ha ocurrido a mí otro día al contemplar un viejo y cuidado aparato de Radio, del año 1952, marca Nora Egmont 53. Desconocía que hubiera aparatos de radio  de válvulas que se llamasen así , como también ignoraba que existiera  una princesa , muy cercana y muy natural, preocupada por los avatares del presente y de nombre Nora de Liechtenstein, viuda del Marqués de Mariño,  nacida en Zurit(Suiza) en el año 1.950.  Siempre que aparece la palabra “Nora”, surge el nombre “río” y  me hace evocar a muchas personas  que han hecho del Nora su defensa, su  canto, su prosa, su poema, y entre estas tengo que citar al impulsor y creador del Grupo Musical “Xentiquina”, Don Ignacio Fonseca, que en sus artículos y más aún en el Pregón de Fiestas del Carmín, hizo del Nora la idea central de su argumentario, su loa, su alabanza; a Don Joaquín Vigil “El Guaxu”, Hijo Predilecto de Siero y uno de los mejores cronistas de Siero como se refleja en su libro “Aquellos tiempos”,  cuya lectura recomiendo , pues es fiel reflejo del personaje, una prosa fresca, transparente, cantarina, directa y enamorada; al poeta Rufino Campal , que lleva el Nora y a su Pola de Siero en cada verso que escribe, con la sana  pretensión de inmortalizarlos y sirvan como prueba estos que dicen : “Caminos por las orillas de mi río Nora, amados sueños de luz, entre palpitar de sombras, viejos álamos inclinados en reverencia generosa, un tiempo dichoso y lleno de ilusiones”; al cronista de Siero don Juan Domínguez Carazo, Presidente del Club Kayac de piragüismo , impulsor de este deporte y celoso protector del Nora, o  al querido y añorado maestro y poeta Don Cándido Sánchez Gutiérrez que en su bello poema “La molinera del Nora”, canta la tristeza de la molinera porque le han robado el corazón.

 Afortunadamente el Nora y sus gentes siguen siendo noticia, “no les han robado el corazón”, y  por motivos muy positivos y es que sus sendas  tanto en Pola como en Lugones son de los espacios de ocio más transitados y apreciados , aunque esto no es óbice para que se potencie y mejore en todo lo que sea necesario. No son lejanos los tiempos en que el Nora era la piscina natural y donde uno se iniciaba en la natación, ya en la “playina”, pozo de poca profundidad , para iniciados, o en el “pozón “ para los más expertos, con estupendas caídas y lanzamientos a sus profundidades, y parece ser que ambos procedimientos y técnicas se dieron en la Pola´, en el Nora, y en Lugones, en el río Noreña, que nosotros llamáblamos "Blimales".

Ahora que preocupa la disminución de hielo en la Antártida y  que  tanto se habla de medioambiente, de limpieza de la atmósfera es el momento de limpiar íntegramente nuestros ríos, nuestro Nora, y de solucionar las inundaciones que anegan zonas de nuestro concejo siempre que llega la época de lluvias. Y todo ello por diferentes motivos, primero y principalmente  por  la seguridad de los vecinos afectados, también porque puede ser una fuente de recursos importante que no se deben desdeñar, y más ahora que el sector servicios y concretamente el turismo está alcanzado unas cuotas de mercado importantes, pues somos una Comarca céntrica, de unos 323 km cuadrados y con una población fija de más de 70.000 vecinos. Un vergel de esta extensión con sus aguas limpias y aptas no es fácil de encontrar. A todo ello hemos de añadir que desde la Alcaldía de Siero se  ha comunicado la decisión de ejecutar los avales de 2,4 millones de euros para ejecutar el parque público de Paredes. Espero y deseo que la solución tomada  llegue a buen puerto, y lamento que no se hubiera ejecutado cuando se autorizó la inauguración del Centro, en abril de 2001, como era compromiso firmado por las partes .

Ahora que el invierno parece irse discretamente, el río Nora pide nuestra ayuda y hace suyos esos expresivos versos de Don Cándido Sánchez Gutiérrez que dicen:
              “Río dormido
                  ¡despierta!
              que hoy tus riberas de ensueño
              dormidas parecen muertas.”


                                                       José Antonio Noval Cueto.

martes, 21 de febrero de 2017

“Tengo miedo…”


No es fácil saber qué puede ser noticia, ya que los interés y gustos de cada uno son muy dispares, y menos intuir o saber que le obliga a uno a escribir , aunque percibe que ante determinadas vivencias o experiencias no puede quedar mudo, impasible .Su conciencia no sólo no se lo permite, sino que le  obliga a escribir , y esto es lo que me pasó a mí, ayer, después de ver por tercera vez una de las mejores películas de la historia del cine “Ben-Hur”- la más taquillera después de “Lo que el viento se llevó” - rodada en 1959, con 11 óscar y con Charlton Heston  como protagonista. Vaya por delante que no soy cinéfilo, que prefiero antes la lectura que la imagen, pero, ayer, al enterarme que una cadena de televisión emitía la clásica película, la del 59, la de Heston, y a una hora que me venía bien, hice todo lo posible por verla y al acabarla, sabía que sería protagonista de estas letras, de este escrito, y no es para menos, pues Ben-Hur , la de siempre –no he visto la nueva versión de 2016,pero la crítica no es muy favorable- nunca defrauda.

Era la tercera vez que la veía, y de seguro que la seguiré viendo, a pesar de su duración, tantas veces como pueda y es que no tiene desperdicio.  Lo bueno, lo bien hecho nunca cansa y si además hace bien y quita miedo no viene mal : imágenes, guion- algo que con frecuencia se descuida en las películas actuales , interpretación, dirección, mensaje positivo…algo de lo que estamos tan necesitados en estos tiempos donde la frontera entre el bien y el mal se diluye y que alguno o algunos quieren hacer desaparecer y con ello nuestra manera de entender y estar en la vida. No hace mucho el periodista Peter Seewald en el prefacio a su libro de conversaciones con el papa Benedicto XVI titulado “ Luz del mundo” nos decía : “que hay que desarrollar una nueva sensibilidad para la creación amenazada, oponerse de forma decidida a las fuerzas de destrucción” , y  que el mensaje de Benedicto XVI  es “un dramático llamamiento a la Iglesia y al mundo, a cada individuo: no podemos seguir adelante como hasta ahora…La Humanidad está ante una bifurcación”.  

Han pasado casi cincuenta años desde que vi “Ben-Hur”, por primera vez en el  desaparecido Cine Ayala de Oviedo, acompañado por mi madre  y poco después en el cine Avenida de Lugones, pero la frescura y fuerza de la película sigue vigente. Quizás de niño me impresionó su majestuosidad( 10.000 extras, 2.500 caballos, 200 camellos…) , sus imágenes, la carrera de cuadrigas, la batalla marina , el triunfo del bien sobre el mal; ahora, de mayor, aunque predominen las imágenes, le he dado mucha importancia al guion de Kharl Tunberg  y demás asesores, a los diálogos medidos - algunas de cuyas expresiones copié en mi libreta- ,a la sabia distribución de sus ingredientes  temáticos , a la excelente interpretación de los actores (principales, secundarios el jeque árabe IIderim, Poncio Pilato,…). Comprobé, por desgracia, que escenas de aquella época (año 30 d .C) siguen dándose en la actualidad , así  la codicia que siempre ha acompañado al ser humano desde su nacimiento, véase Caín y Abel, tiene su reflejo en Mesala,  corazón de piedra, antagonista de Ben-Hur, y en muchos líderes políticos del momento que en su afán de poder, de dominio, destruyen todo lo que haya que destruir incluso las amistades de siempre – como hizo Mesala con Ben-Hur y familia- en ese loco afán de hacerse un hueco en la escala social, y que recuerda a   Stalín cuando decía : “Una muerte es una tragedia, pero un millón de muertos es solo estadística”;  o cuando se apela al pragmatismo político para justificar todo tipo de abusos y atropellos, al decir: “En este momento el mundo es Roma”, y más citas o expresiones que tendrían fácil traducción en la época actual.  Sería interesante hacer una transposición cultural de la película al momento de hoy, con   un Ben-Hur paseando por las principales calles de las ciudades más importantes y combatiendo la codicia, implantado la cultura del amor, de lo humano.

En épocas de penuria moral como la que vivimos, películas como ésta son un buen antídoto para combatir el miedo y la angustia que nos rodea ( miedo a perder el trabajo, la familia, la salud …a todo ) y es que la soberbia y sabiduría humana  debe empezar a entonar el mía culpa y reconocer que como decía Esther, la novia de Judá Ben-Hur, : “ …En la vida hay algo más de lo que vemos”.



                       José Antonio Noval Cueto.

sábado, 18 de febrero de 2017

"Fátima llama a la puerta"



Suele ser característico de la cultura hispana el ingenio, la improvisación, el no ajustarse a normas, el salto de mata, la cultura del parche y de ello tenemos un ejemplo reciente que sorprende al preparar la abdicación del rey Juan Carlos donde  hubo que improvisar, interpretar , coser y pegar normas y reglamentos jurídicos que permitieran que su hijo Felipe se convirtiera en rey, algo que después de tantos años de democracia debería estar previsto, pues que yo sepa se enferma, se muere,  aún no tenemos la receta de la inmortalidad.

Con el fin de que esto no me ocurra y ahora que ya va avanzado el invierno del 2017 quiero hacer los deberes , prepararme y prepararos para celebrar un acontecimiento que ha marcado  la vida contemporánea de los últimos cien años, y digo esto tal día como hoy, cuando la Iglesia  venera a Santa Bernardita Soubirous, más conocida como la santa-niña de Lourdes. Y es que el próximo 13 de mayo se cumplen cien años desde que la Virgen María se apareció a tres pastorcillos ( Lucia, Francisco y Jacinta) en Cova da Iria (Fátima), y les hizo partícipes de sus mensajes, secretos y peticiones, y todo ello en un contexto histórico de guerra en Europa, I Guerra Mundial ; con la dinastía de Romanov expulsada del poder y los bolcheviques luchando por el poder, que conseguirían en noviembre de ese año, y antes de ser fusilada Mata-Hari, un 15 de octubre de ese mismo año.

Aunque hablo como creyente –su repercusión afecta y llega a todos - , como persona limitada, con miserias y fallos como todos los humanos, sé que hay días , hechos, momentos que dejan huella , que marcan y esto me ocurre a mí siempre que llega el 13 de mayo y recuerdo  que el año 1954 fue  Año Mariano. No sé si podré acompañar ese día  al Papa Francisco   en Fátima, aunque lo voy a intentar, pero independientemente de ello ya llevo un tiempo preparándome para la Celebración,  y para ello me he previsto de un clásico, de un libro claro y ameno que testimonia lo ocurrido y su trascendencia. Se titula “La Virgen de Fátima” y su autor es C. Barthes- recuerden eso de que “un buen libro, un buen amigo y un buen consejo son los tres grandes bienes de la Humanidad”- . No es la primera vez que lo leo, y  ahora, en esta ocasión, extraigo notas que me ayuden a tener más actualizado el mensaje que el Corazón Inmaculado de María depositó en esos tres pastorcillos desde el 13 de mayo al 13 de octubre de 1917,  que puso término a sus seis apariciones con el conocido “milagro del sol”, o prueba evidente  de la presencia de la Virgen María entre nosotros, y que los propios videntes y testigos describen así: “De pronto cesó la lluvia y las nubes, negras desde la mañana, se disiparon. El sol apareció en el cenit como un disco de plata que podían mirar los ojos sin deslumbrarse. Alrededor del disco mate se distingue una brillante corona. De pronto, se pone a temblar, a sacudirse con bruscos movimientos, y, finalmente, da vueltas sobre sí como una rueda de fuego, proyectando en todas direcciones unos haces de luz cuyo color cambia muchas veces. El firmamento, la tierra, los árboles, las rocas, el grupo de videntes y la inmensa multitud aparecen sucesivamente como teñidos de amarillo, verde, rojo, azul, morado…¡Y esto duró dos o tres minutos”.

No quiero cansaros, debo concluir estas letras, pues sé que no tardando mucho volveré a hablar del tema. Ya sólo me queda  recordaros que el próximo lunes, 20 de febrero, se cumplen noventa y siete años de la muerte  de la Beata Jacinta Marto, la más pequeña de las videntes, fallecida un 20 de febrero de 1920. Que estas letras se conviertan en oración para agradecer a la Beata Jacinta lo mucho que ha hecho y hace por todos nosotros.

                                      José Antonio Noval Cueto.


P.D  “Siento no sé qué junto a esos pequeños. Es como algo sobrenatural. Hace bien a mi alma hablar con ellos…” 

viernes, 17 de febrero de 2017

“Hoy, a las 9:45 horas, llama…”




Si el general francés Charles de Gaulle se lamentaba que los franceses no pudieran votar en las elecciones americanas, si uno de los primeros viajes al exterior como presidente de Felipe González fue visitar la América de Reagan, no tiene que sorprendernos que se haya generado mucha curiosidad e inquietud cuando se nos comunicó el pasado 7 de febrero, diecisiete días después de ser Presidente de EEUU,  que Donald Trump llamaría al presidente de España, don Mariano Rajoy Brey. No hay duda que los medios de comunicación pueden convertir en noticia todo lo que les interesa y toca, y más cuando está justificado. Todos a casi todos mientras cenábamos, tomábamos el vino en el bar de la esquina , veíamos el partido de fútbol Barcelona-Atlético de Madrid o leíamos como era mi caso – concretamente un  poema de Gerardo Diego “ Eclipse de luna”…-, sabíamos que en ese momento ambos líderes hablaban y  deseábamos que todo trascurriese bien, y que la buena relación que tenemos   con EEUU perdure, y así parece que ocurrió. En esa breve conversación de unos 15 minutos, el tema dominante fue la seguridad y el terrorismo internacional.

Algo que no tiene que sorprendernos y que creo responde a la preocupación de los países occidentales, y que nuevamente trae a las portadas de hoy uno de los temas más difíciles de embridar, de solucionar, y es el de la emigración irregular que azota las costas del Mediterráneo y lógicamente a nosotros; así, en la mañana de hoy se nos dice que  500 inmigrantes logran entrar en Ceuta, después de saltar la valla de la frontera del Tarajal. ¿Soluciones? Tiene que haberlas como las hay para todo lo humano. Si hemos sido capaces de duplicar la edad media de vida, de 40 a 80 años en sólo un siglo, ¿no seremos capaces de combatir el hambre, la miseria y más cuando el verdadero problema es la distribución del alimento, no su producción, pues hoy afortunadamente tenemos sistemas de producción para saciar a toda la población mundial? Uno no abandona su familia, sus raíces por un mero afán de aventuras. El que más y el que menos sabe que fuera de su hábitat natural no regalan nada, hay mucho desamparo, desprecio, incluso odio, y lo más importante es que falta la sonrisa y el amparo de una madre, de una familia, y sí aun así está dispuesto a esa odisea, donde puede jugarse la vida, es que abundan razones , motivos  para ir en busca de esos territorios donde se dice que manan leche y miel…Sueños que , por desgracia, no son realidad, y donde reina el más cruel egoísmo e individualismo.

La solución no es cerrar los ojos y amurallarnos, blindarnos y expulsar a quien nos perturbe o nos incomode. No creo que para ser Presidente haya que presentar en la muescas del revólver el número de personas que ha deportado – se dice que Bill Clinton deporto a 900.000 personas; George Bush, a 2 millones; Obama, casi 3 millones , y ahora, Trump, promete 11 millones de deportaciones- , pues esta solución fácil, violenta e inhumana,  no frena, sino que duplica la emigración y perjudica la sana convivencia.

La solución pasa por reunirse , por dialogar, por llegar a acuerdos – no se están haciendo avances en la lucha contra el cambio climático y evitar el deterioro del planeta-, por reconocer que todos somos humanos,  Hijos de un mismo Padre, que todos tenemos derecho a una vida, digna, y lo que es más importante, que todos necesitamos de todos. ¿Qué sería de algunos sectores como el turismo, la hostelería sin la aportación de tantos emigrantes?  

Si entre todos no combatimos la miseria- ¿cuántas personas mueren de hambre  al día y no muy lejos?-, abrimos la puerta al éxodo y ruptura de fronteras, a la violencia y  odio más salvaje transformado en terrorismo religioso.

El  resultado del partido Barcelona- Atlético de Madrid fue de 1-1. No hubo ni vencedores, ni vencidos. Espero y deseo que a partir de ahora triunfe de verdad la especie humana.

La prensa de hoy documenta, una vez más, que uno de los grandes problemas de España sigue siendo y es el norte de África.


                                            José Antonio Noval Cueto.  

miércoles, 15 de febrero de 2017

“El ruido de las campanas"




El ritmo de locura que produce la actualidad va camino de obligarnos a pedir perdón por haber nacido, respirar y vivir, y digo todo esto después que un vecino del barrio de la Seu, en Valencia, haya denunciado a su parroquia por el tañido de sus campanas, que se suelen tocar tres veces al día.En el país del ruido, del botellón, de la noche y demás aditivos, lo único denunciable y punible es el ruido de las campanas de mi pueblo, ya sea iglesia con espadaña o en torre, y me lleva a pensar que así como han desaparecido muchas profesiones y oficios  del pasado, los adanes actuales quieren hacer desaparecer el ruido de las campanas, pues para informarse del horario de misa y demás celebraciones les basta el móvil y su whatsapp,  e incluso para pedir auxilio.

Ahora que tanto se habla de contaminación atmosférica, de contaminación acústica, visual, parece  que le ha llegado el turno a las campanas, independientemente de su intensidad, volumen,   del tipo de forja y antigüedad de las mismas y de la brusquedad y pureza de sus sonidos.Atrás quedan los tiempos de “Ay campanera”, exitoso canción de Joselito y popularizada últimamente por Diana Navarro, cuya letra tensionaba los corazones de los niños de entonces cuando nos decía que “Tú eres la llave de la verdad…tú eres la mejor de las mujeres porque te hizo Dios su pregonera….”; en el olvido han quedado las enseñanzas de muchos campaneros, como el de Granda, que con sus toques convocaba a difunto a sus vecinos y éstos podían saber si el fallecido era mujer o hombre, o de muchos sacristanes, como en mi Lugones de infancia, en época de don Jesús, el entonces sacristán, Gelín Manteiga, “Guevu”, nos aprendía a tocar las campanas, algo muy esencial siempre que había difunto.

En el país del ruido, charanga y pandereta el único ruido que molesta es el de las campanas, no el de las sirenas de las fábricas, ni el de los trenes, coches e incluso aviones que circulan por el entorno. Ese mismo día de conocer la denuncia y polémica que trajo en jaque a Ayuntamiento, Arzobispado y vecinos, en el Parque , mientras leo el periódico , me desconcentra el ruido de un patinete electrónico que transportaba a una chica, con música a alto nivel y  que me retrotrajo a  la citada denuncia.

Mi sensibilidad y sorpresa ante este tema se incrementa quizás porque estoy leyendo una de las mejores novelas europeas, de esas que sorprenden y marcan a uno, que no olvida, y cuyo autor es Víctor Hugo. Se trata de “Nuestra Señora de París”, donde uno de sus personajes principales, Quasimodo, era el campanero del templo y del que nos deja el autor una de las mejores descripciones de su oficio cuando narra:” Empezaba por fin el repiqueteo y toda la torre se ponía a temblar…Quasimodo hervía hasta echar espuma…La campana, lanzada ya y furiosa, mostraba…sus fauces de bronce, de donde surgía aquel trueno de tempestad que podía oírse a cuatro leguas…De pronto el frenesí de la campana se apoderaba de él (Quasimodo)…colgado sobre el abismo, se agarraba al monstruo de bronce…lo oprimía, lo espoleaba…y redobla…”.

Parece que hay personas que no quieren dejar ningún vestigio del pasado y si por ellos fuera harían desaparecer de los cielos de su ciudad las torres de su catedral, porque les impide ver el sol, contaminación visual. Ahora que tanto se habla de contaminación y sus tipos, de lucha contra la obesidad y otras pandemias, ¿no creen que ha llegado el momento de plantearse el tema de la contaminación moral de nuestra sociedad? ¿creen que las cabezas de nuestros jóvenes están preparadas para soportar y digerir tanta contaminación como reciben?

A mí las campanas me trasladan y me llevan a muchos lugares y me evocan muchas cosas , entre otras, despedidas, como las de nuestros indianos en el muelle del Musel o el tañido melancólico que de las mismas poetiza Rosalia de Castro cuando escribe: “Campanas de Bastabales, cando vos oio tocar, mórrome de soidades” (tristezas).


                     José Antonio Noval Cueto.

domingo, 12 de febrero de 2017

“En busca de las esencias"




La vida va tan rápida que uno va a tener que reclamar daños y perjuicios por la lactancia infantil y la enseñanza recibida, pues muchas de las bases de la misma han sido puestas en cuestión, y llevan a uno a asombrarse,  cuestionar   sus principios, sus certezas, e incluso  replantearse si en la naturaleza los seres son  sexuados o asexuados, ya que alguna eminente autoridad de la progresía actual , sin el menor respeto por la biología y anatomía humana, dice que esto depende de las circunstancias,  no de la naturaleza , en clara oposición a los principios ecológicos que dicen defender. Hipótesis que nunca han planteado nuestros clásicos  y que sólo defienden supuestos   intelectuales   con la única obsesión de destruir el pasado y omitir toda referencia a las bases culturales que vertebran lo que hoy llamamos Europa, España, Occidente…en claro desprecio a nuestras esencias, especialmente al cristianismo.

En mi artículo anterior reclamaba una defensa de las mismas y  denunciaba y reclamaba una mayor protección y respeto para la música en español, ya que la lengua es sangre del espíritu y más nos puede conmover la letra de nuestras canciones españolas que aquellas cuyo contenido desconocemos. No  han pasado ocho días y nuevamente nuestra falta de personalidad sale a relucir. España, como ya pasó el año pasado,  va a participar en Festival de Eurovisión con una canción en inglés,  mensaje  desconocido para la mayoría de los españoles, ya que, afortunadamente ,   nunca fuimos colonia inglesa y si de algo se lamentan nuestros políticos, periódicamente, y todos nosotros  es que Gibraltar no sea española. Mientras escribo estas letras retumba en mis oídos la letra triunfadora de Massiel allá en 1968, que dice: “Yo canto a la mañana, que ve mi juventud y al sol que día a día nos trae nueva inquietud…”

Siempre me ha sorprendido que en los temas medioambientales y científicos las opiniones menos reclamadas   y respetadas sean las de los científicos, como también me preocupa  que ante los dislates y locuras de la cultura del envase y de la etiqueta falten voces de intelectuales  que denuncien el engaño, la manipulación,  digan ”¡basta!”  e impidan que una falsa cultura, alimentada por la imagen, la mentira y el me apetece se enseñoreé del mundo y evite los  verdaderos retos del momento, o dicho de otro modo que crea con velas y flores se  frena la violencia de cuchillo y pólvora.

Hace ya algún tiempo que alguno de mis amigos me dice que sólo lee a clásicos como Galdós, Baroja , Neruda, aunque eso le suponga ser analfabeto informático, pues prefiere tener sentido crítico, pensar por sí mismo,  que ser mero sobreviviente de la especie humano, seguidor  del ruido y de la imagen . Mi amigo reclama algo más y en ese algo más la base es el ser humano, en toda su dimensión, de ahí esa necesidad de la búsqueda de las esencias que quiero compartir con vosotros y que uno puede encontrar donde menos lo espera. Así hace unos días me encontré con el testimonio de un joven cantante de tonada, casi un adolescente, de nombre David Fernández, que después de cantar tonada y flamenco – no es nuevo el hermanaje   entre ambos-  al preguntarle Chus Pedro que qué era lo que menos le gustaba de su oficio, la respuesta rápida y sin titubeos fue: Cantar en inglés”. También por esos días en  un artículo  titulado “Los antiguos parapetos de Europa”, su autor, el historiador inglés Hugh Thomas dijo: “Con la llegada del cine, nuestra “cultura” tiene más influencia estadounidense que  francesa o española, y no digamos ya alemana o italiana. Dante, Schiller, Proust y García Lorca  son importantes para mí, pero, para la mayoría de mis conciudadanos, Hollywood cuenta mucho más”.

Creo que estos dos ejemplos justifican  por sí solos la necesidad de buscar y defender nuestras esencias. Un saludo.  


                                        José Antonio Noval Cueto.

viernes, 3 de febrero de 2017

“En las Pelayas, Pelayo"



El pasado 2 de febrero, festividad de la Candelaria, una vez más se puso de relieve que en las Pelayas, Pelayo, su santo patrón, desde finales del año 994, y lo digo no sólo por este dato histórico, sino porque se dio la coincidencia que entre los 17 niños  presentados al Señor para su bendición, dentro de la lógica diversidad de nombres que había como Claudia, Valeria, Elena, Álvaro, Mateo, José... dominó el de Pelayo, en dos niños, mientras me sorprendió que no hubiese ninguna Covadonga, digo esto a modo de sugerencia, no de crítica.

He asistido a misa del domingo a las Pelayas en varias ocasiones, pero nunca a esta ceremonia de la Candelaria, donde se conjugó el rigor litúrgico con la cercanía y  el afecto, algo no siempre fácil, ya que como dice el papa Benedicto XVI “…la liturgia es fundamental y nada funciona cuando la liturgia deja de ser ella misma…” . Desde media hora antes de abrirse el templo, en sus escaleras, se fue formando una cola que presagiaba el lleno total, como así se produjo. La ceremonia  larga, como era de esperar,  estuvo también bien organizada  que  entre cantos, procesión de las candelas , misa con la palabra gozosamente meditada y expuesta por el sacerdote Don Abundio,  presentación y bendición personal de cada niño el tiempo se nos fue de las manos, y lo más sorprendente es que  los protagonistas, los niños, tranquilos , diría que contentos, pues no lloraban. y eso que ya llevábamos una hora y media de ceremonia.

 Era la primera vez que atravesaba el Coro, bajaba las escaleras hacia la Sala Capitular y podía contemplar el claustro y todo ello, como recordó el sacerdote, gracias a Dios y a las hermanas que lo permiten – recordemos que el 2 de febrero es también el día de la Vida Contemplativa- y a mi ,ciudadano de este ruidoso mundo, siempre que entro en  un recinto sagrado donde el  silencio se respira y se atisba a Dios -  y eso que ayer éramos multitud-  me obliga, me inquieta, me plantea preguntas de si no  estaremos demasiado concentrados en nosotros mismos, en  nuestros mundanos proyectos, en lo mío, y dejamos fuera lo importante, lo que de verdad  vale, lo que justifica una vida, y ese es el ejemplo que me han transmitido esas veinte monjas, que al pasar por el coro nos agradecían nuestra visita, sonreían, nos decían adiós con la mano, pero no hasta siempre, sino hasta pronto. Me daban hasta un cierto temor o más que temor  respeto, admiración, no me atrevía a mirarles, pues era tanta la felicidad y bondad que traslucían sus rostros, que se volvían en reproche para mí,  como diciéndome tanto anhelar, buscar la felicidad, y mira donde la tienes, aquí  en el borde del  camino.

Ayer cumplí el compromiso, la obligación que desde días antes me había impuesto. Vine a Oviedo, paseé y celebré  la ciudad , como en los días de fiesta, y llegada la hora fui  a la Candelaria. Desconozco los motivos por los que no asistí antes y menos porque fui ayer, sólo sé que contemplar, leer el mensaje de esas  miradas justifican mi visita, y me sorprende que aún haya sesudos gabinetes siquiátricos preguntándose qué es la felicidad, cuando el canto de las monjas nos recuerda ese bello salmo que dice: “El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?”


                                              José Antonio Noval Cueto.

miércoles, 1 de febrero de 2017

“Pos nació con mala estrella”



No tengo reparos en deciros que siempre que preparo e hilvano un artículo, uno de los momentos más difíciles es el de titularlo, de ahí que siempre que lo  tengo  la pluma se desliza a una velocidad primorosa-  escribo según manda la tradición, con papel y bolígrafo y después traslado - , y esto me ha pasado a mí, hoy, 1 de febrero, festividad de Santa Brígida, patrona de Irlanda, al escuchar una ranchera de Pedro Infante titulada “El Mala estrella”, que cuenta la historia de un amor no correspondido  cuya letra dice: “Pero él sigue con su sueño, de llegar a ser su dueño, y la muchacha no lo quiere…pos nació con mala estrella…”, algo muy actual en la política del momento, donde hay quien se postula e insiste en repetir la misma copla,  aunque  el pueblo no lo quiera.

Napoleón decía que la música era el ruido menos molesto de todos ; otros que amansa las fieras, que resucita a un muerto y que incluso  puede incrementar la producción de vacas y gallinas, según cuál sea la canción o música que oigan, así se sabe que la música relajada, incrementa la producción, y la más ruidosa y   bailable, la  limita . En las aulas, salvando las distancias,  también se ha utilizado y se utiliza para potenciar  la creatividad de los alumnos en actividades propiamente creativas, como dibujo, pintura,  diseño, taller literario , revista colegial  e incluso en cocina, donde la fabada se condimenta con notas de  gaita y tambor, mientras que la paella pide castañuelas y guitarra. En Lugones, recién abierto el  Instituto, hoy conocido con el nombre de Astures,    don Ramón Menéndez-Manjón Sancho-Miñano, profesor de Arte, pintor  y gran melómano, tuvo el acierto de potenciar la creatividad plástica de sus alumnos mediante la audición de música clásica. Proyecto que fue galardonado  en los años 70.

Todo esto me da pie para plantearos una pregunta que desde  hace  tiempo ronda por mi cabeza y cuya respuesta no encuentro. Creo no descubrir nada nuevo, que a pesar de Trump y del “Brexit”,  estamos influenciados  por la cultura inglesa y  en el apartado de la música, cine, casi colonizados,  y basta darse un paseo  por cualquier pueblo de España y te encuentras con personas que interpretan canciones de los Beatles, de los Rolling, con excelente pronunciación y sin embargo desconocen su significado.¿ Puede uno  sentir , hacer suya uno una canción  cuyo contenido desconoce ? ¿No bastaría con escuchar  sólo su música?  Y digo todo esto porque hace unos días en el teatro Jovellanos de Gijón sonaron los sones de “Las palmeras” de Alberto Cortez, cuya letra sabíamos los niños de entonces y  entonábamos con la guitarra. Letra que junto a otras canciones del momento eran vendidas en los martes de mercado en Pola y a la entrada de las romerías más populares de Siero por personas de movilidad reducida, con su mutilación reflejada en forma de pierna de palo u otras carencias. Canciones que hablaban de romería, como la de Víctor Manuel, por San Cosme y San Damián; la emigración, cuando me fui de mi España, en la voz de Juanito Valderrama, el “Soy minero” de Antonio Molina, “Lo negro está más negro"(Black is Black) de Los Bravos o el quejío de “La Hija de Juan Simón” de Angelillo y del mismo Molina y otras muchas que omito…

Hoy las canciones no cuidan la letra, no buscan emociones - el corazón que no hable- , sino evasiones, huidas , y eso que los estudios de grabación y los medios técnicos son excelentes, de ahí que cuando hay una buena letra encajada en una buena música el éxito está asegurado y basta para ello recordar los poemas musicados por Serrat, o las letras de Sabina, de Carlos Cano, de Alberto Cortez, de Víctor Manuel con  “El abuelo fue picador”, o “El pañuelín de seda” del Presi, aunque las emisoras de radio las silencien…

¿Puede cantarse una canción sin conocer su contenido? ¿Y sentirse? No acabo de encontrar la respuesta y la única solución que hallé me la proporcionó el  Coro de la ONG “Agua de Coco”, de Madagascar, especializado en música góspel,  que actuó en la Iglesia parroquial de San Pedro de Pola de Siero, en el verano del año 2010,y  que para concluir su excelente interpretación,  un vocalista, acompañado por un músico, cantó la bella canción de “Soy minero”. El éxito fue total. Los aplausos, a ritmo de ópera, atronaron durante varios minutos el templo. El intérprete que cantó en castellano, no conocía nuestro idioma y tenía serias deficiencias síquicas, pero eso sí, según su monitor, tenía unas dotes excepcionales para la música. A todos los presentes nos conmocionó. Lo que sintió él no lo puedo saber. Intuyo que una gran alegría al comprobar los efectos , aunque desconociese  el mensaje y lo que para nosotros representaba.

Creo que no sea mucho pedir que música y letra no compitan, que se acoplen, que se unan, que sean nuestras. Y lo demás, que cada uno saque su conclusión, que la tiene. Más esencias y menos consumo.


                                     José Antonio Noval Cueto