Versos de Pablo Neruda que incorporé en mi anterior artículo
y que sabía que iban a ser el titular de éste , pues uno no puede evadirse de su
condición de ser humano pensante ante el
atropello y reparto del mundo que hacen
dos potencia como Rusia, EEUU , en otro tiempo enemigos hostiles, ahora
colaboradores y beneficiarios del reparto , ante la sangre derramada en Ucrania
desde el 24 de febrero de 2022, ya por acción o por omisión, y que de no mediar
evidencias más contundentes da la impresión que se ha vuelto a poner en marcha
el pacto de no agresión entre Alemania y la Unión Soviética, del 23 de agosto
de 1939 (Pacto Ribbentrop-Mólotov ) y los demás que se defiendan como puedan.
Mientras ocurre esto, la Vieja Europa, confortable, cómoda e insolidaria, -
cada uno va a lo suyo-, parece que muge, pero cada vez pinta menos en la
solución del problema, y Ucrania parece abandonada a su suerte, mientras las
políticas arancelarias americanas lastran el futuro de empresas, naciones y
presentan la incertidumbre como futuro. En España la situación aún se complica
más y vemos que toda una nación, un gobierno, un partido dependen de lo que
decidan y digan Cerdán, Ábalos ,Koldo, Aldama, Leire … y mientras nadie toma la
decisión más lógica y sensata en estas ocasiones que no es otra que permitir
que hable el pueblo soberano…No quiero
extenderme más, pues cada palabra que diga al respecto ensombrece más el
panorama. ¡Volvemos a la España negra de la mano de quienes se titulan
“progresistas”! ¿Habrá algo más
progresista que votar?
También Neruda en sus versos nos habla de patria, algo que
aquí no se lleva – y eso que era comunista-, aquí prefieren hablar de
territorios, o de territorio nacional, más impersonal, menos comprometedor. En
momentos de dolor nos decía : “Que se apaguen las guitarras / que la patria
está de duelo”, y en su célebre poema “Palabras a Europa” : “Yo, americano de
las tierras pobres…Yo , americano errante…mostradme de una patria a otra/ el
infinito hilo de la vida / cosiendo el traje de la primavera….”
Una vez más se demuestra que una cosa es predicar y otra dar
trigo. ¿Quién no recuerda aquella cantinela de la izquierda sierense de
“Reglamento de Participación ciudadana “ o de “Presupuestos participativos”?...
Centrándome ya en la realidad más inmediata, mañana , 13 de
julio, a las 11.30 , se entregarán los premios del XIII edición del Concurso de
Canción Asturiana de Siero y una vez más la protagonista es la “Tonada” en sus
diferentes modalidades. ¡Enhorabuena a todos: ganadores,
organizadores, patrocinadores! El
esfuerzo que hacéis es titánico y la importancia y trascendencia del mismo enorme, y es que todo lo que sea una defensa y
preservación de la tradición, de nuestras costumbres y cantares y la necesidad de
popularizarlos y que lleguen a todos, especialmente a los más jóvenes, tiene un valor impagable y es una manera de
garantizar el futuro, de saber quién somos y hacia donde vamos, pero sin
renunciar a nuestras esencias. Aún ha de avanzarse mucho en este tema, pues no
es de recibo que un asturiano no sepa bailar una muñeira, una jota o aquel
baile que más nos singulariza, y lo mismo puedo decirse de nuestra canción
coral, aún desconocida y no valorada por muchos, y es que en los momentos que
vivimos dependemos mucho del posicionamiento, de lo que se lleva, y esto hace
que perdamos singularidad…y esto no es bueno. Estamos muy colonizados por la
música inglesa y debemos ponerle algún coto, y ese debe ser la calidad y no
otro. Y esto se observa nada que se siga la emisora de cadenas de radio
especializadas. ¡Conservemos lo nuestro sin despreciarlo lo demás, siempre que
lo merezca! ¡Dejémonos llevar por la crítica impresionista, la del “me gusta”,
aunque alguno seudo entendido nos infravalore o ningunee! ¿Cuidado con las
‘romerías’, con tanto festival artificial e interesado?¡Corren peligro!
Siero es capital de asturianía y capital emergente de la
tonada. Merece nuestro aplauso y a seguir en esa dirección., y es que como
decía P. Neruda: “Deber y amor se llaman mis manos”. Yo quiero que cante el
silencio, a ser posible con gaita y tambor.
José
Antonio Noval Cueto.
P.D Para más
aclaración a los lectores, el artículo de Julián Marías sobre Gilberto Freire y
Brasil se publicó en su libro “Hispanoamérica”.