Que la vida está llena de sorpresas y éstas te visitan cuando
menos lo piensas , sin necesidad de gran pirotécnica verbal, y esto me ha
pasado el domingo en la Iglesia de Santa María de Lieres, cuando el párroco don
Roberto, ante la bella Virgen de la Esperanza que preside el retablo del
presbiterio - una de las imágenes marianas más bellas que conozco-, en la misa funeral de ese domingo canta ese
bello y conocido villancico de Adviento titulado “La Virgen sueña caminos”, que
bien entonado por el sacerdote es toda una bella y profunda homilía que
reivindica el poder de la imaginación, del sueño, en estos aciagos, confusos e
inciertos tiempos que nos toca vivir, y es que sin sueños, sin imaginación, no
hay avances, investigación, vida, ya que
la razón , por sí sola,- gran descubrimiento de estos tiempos- no basta
para explicar lo que vemos y sentimos .
Ni que decir tiene que las sorpresas pueden ser negativas, bastantes tenemos todos los días en las portadas y teletipos televisivos y eso
que el periodismo, como decía Clarín, no debe generar nerviosismo. (El pasado
sábado en la estación de Chamartín no pude entrar en el ascensor a causa del
excremento de una mascota que su dueño, señor de cierta edad, se negaba a
recoger). O positivas que como buscador de la Buena Nueva y ahora que el Niño
se acerca, son las que me interesan. Y son éstas las que mueven y alegran la
vida, las que “entusiasman” y deben empezar por no mentir, por no prometer lo
imposible, por no explotar los sentimientos y la confianza que otros hayan
depositado en nosotros, en cualquier terreno de la vida, ya en el terreno sentimental,
empresarial, político…; presentar la
vida como es , con luces y sombras, realidades y fantasías, que sin esfuerzo no se consigue nada y que
sin la ayuda de los demás no somos nada; respetar los derechos humanos, entre ellos el
de nacer y disfrutar de una infancia feliz, y el de disponer de una información
objetiva y veraz, el derecho a un trabajo digno y a una vivienda acorde con los
necesidades y tiempos que vivimos…El Observatorio de la Vivienda, en 2020,
decía que la media de viviendas sociales en la UE era del 9% sobre el total,
mientras que en España no llegaba al 2,5%...Supongo y deseo que esta situación
se haya revertido.
En resumen, respetar entre todos el marco jurídico de
convivencia que nos hemos dado. Si hacemos y respetamos esto ya tenemos la
bandera de la esperanza fijada al mástil, sólo falta arriarla con el esfuerzo
diario de cada uno.
La semana pasada ante la vida tan mecánica y agitada que
llevamos planteaba la duda de si el ser humano existe, hoy a las puertas de la
Navidad, por mucho laicismo que nos vendan, las luces, los árboles y los
Misterios y pesebres se preparan para la llegada del Salvador y quien más y
quien menos hace su balance anual y alimenta su esperanza… yo, desde esta
columna, solo pido que se respete la voluntad y el deseo de ser eterno y que se
nos prepare para ello…y es que como dice Isaías 11,1-10, : “La justicia ceñirá
su cintura y la fidelidad ceñirá sus caderas. El lobo habitará con el cordero y
el leopardo se recostará junto al cabrito…la vaca y el oso vivirán en
compañía…”
¡Que la esperanza habite en nuestros corazones!
Continúa el villancico:
“…el sol le dice a la
luna que no se duerma…
A la ciudad de
Belén vendrá la estrella
Vendrá con todo
el que quiera cruzar la
Estrella.”
P.D Lula da Silva, cristiano de la Comunidad de Base de San Bernardo
do Campo, líder sindical y político , al ser investido Presidente de Brasil,
por primera vez, un 6 de enero de 2003, digo: “Ruego a Dios sabiduría para
gobernar, discernimiento para juzgar , serenidad para administrar, coraje para
decidir y un corazón del tamaño de
Brasil para sentirme unido a cada ciudadano y ciudadana de este país en el día
a día de los próximos cuatro años”.
¡Que la esperanza sea una realidad de nuestras vidas,
depende, en mucho, de cada uno de nosotros! ¡Que tengamos la responsabilidad de
vivir con dignidad!
José Antonio Noval Cueto.

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