Mañana 3 de agosto de 2025 cuando los fieles y peregrinos
saquen en andas a la Virgen del Buen Suceso, en el Carbayu, se cumplirán cien años que esta iniciativa
festiva tuvo su origen . Eran tiempos difíciles, complicados, dolorosos –
conflictos en el Norte de África, Guerra del Rif - cuando Antón el Pegu tuvo la idea poner en
marcha estos festejos con la idea de favorecer el encuentro, el descanso, la
diversión entre familiares, amigos,
vecinos y venidos, después de un año de intenso trabajo, no exento de penas y
dificultades, y que es el origen o
esencia de toda romería asturiana. Algo que si era necesario entonces, lo es
más hoy, en una sociedad tecnificada, donde el ser humano cada vez se aísla más
y el egoísmo y la insolidaridad alcanza niveles inimaginables, que ponen en
peligro las bases de una sociedad que se dice humana, y más ahora que el
peligro afecta a la propia existencia de las romerías, algo típico de la
cultura asturiana, que se ven afectadas por la abundancia de nuevas formas de
diversión, como es la abundancia de festivales en los que prima la finalidad
económica y rápida. No obstante, a pesar de todos los pesares, las fiestas de
Nuestra Señora del Carbayu gozan de buena salud y es una de las más importantes del centro de Asturias,
gracias a la colaboración y entrega de muchos, pero especialmente de Manolito
el Pegu, nieto de Antón, que desde que nació, allá por 1938 se entregó y fundó
en la misma, y que ha dejado una constancia artística de la misma en su
original Museo de la Romería, en el que recrea sus vivencias y recuerdos de las
Fiestas del Carbayu de 1952. ¡Muchas gracias, Manolito! ¡ Que la Virgen del
Buen Suceso te premie tanta generosidad , que Dios te tenga en la Gloria y que
nosotros sepamos estar a la altura de tan importante legado!.
Querer sintetizar en un artículo una historia de cien años de
la Sociedad de Festejos del Carbayu es una pretensión inútil, pues seguro que
muchos aspectos, anécdotas, hechos y vivencias se nos escapan de las manos , de
ahí que vais a permitirme que desgrane algunos recuerdos que perduran en mi , así las carreras ciclistas en la calle
de La Estación o Avenida José Tartiere, en las que ya destacaban los hermanos
Cima, las actividades de protocolo que
se celebraban en el cine Avenida, algún que otro “Haiga” de procedencia cubana
y especialmente las visitas al “prau” de la fiesta, días previos a la misma, en
las que los niños de entonces vivíamos con inquietud y cierto nerviosismo la
llegada de las diferentes barracas, así “el tiro”, “las lanchas”, para mayores
y menores, “la noria” y como gran novedad los coches de coche, pero lo que
siempre más nos impresionó fueron las pasadas en moto en un recinto redondo, de
poco espacio, cuyo nombre no recuerdo y siempre generando escalofríos al
espectador. Esos días previos tensos, nerviosos nos los pasábamos deseando que
hiciera buen tiempo, que no se nos aguaran las fiestas. No había por entonces
esas grandes carpas que hoy protegen recintos festivos. En el plano sentimental
allí han surgido muchos noviazgos, casorios y familias, con solo que la
orquesta tocara y se bailarán unas piezas. Aún recuerdo el paseíllo de los
mozos , por medio de la multitud de
danzantes , en busca de bailarina, sonrisa y charla…¡Cómo han cambiado los
tiempos!
En estos cien años han pasado muchas cosas, la vida va muy
rápida, pero quizás más de lo esperado. ¡Cuánto costaba antes que una carta, en
sobre blanco y bordes azules , llegara a las Américas!, y si llegaba. Hoy ,en cuestión de segundos, te comunicas con
tu prójimo de Rosario de Santa Fe (Argentina).¡Vivir para ver! Pero quizás lo
que evidencia mejor los cambios sean los avances en Medicina, que a han
permitido que el promedio de vida pasara de los 40 años a principios del 1900,
a los ochenta dos y ochenta cuatro actuales.
Mientras escribo estas letras, resuena los voladores que
indican o avisan del inicio de la verbena de la Virgen de la Salud, en el
“prau” del Omeo , el de siempre, junto a la carretera N-634, en Lieres. Festividad con mucho arraigo y devoción,
aunque ya se vean menos jinetes por los alrededores. Era frecuente por sus laderas
cercanas bajaran peregrinos a caballo, procedentes de San Martín del rey
Aurelio, Langreo, Bimenes, La Llovera…¡Cuántas veces alternábamos de una
romería a otra en el mismo día, por ver si encontrábamos a la moza que nos
gustaba o por el afán de aventura y la impaciencia del joven . ¡Estaba muy de
moda eso de cortejar lejos, a bordo de una R-6, matrícula O-143.066!… ¡Cómo se
pasa la vida!¡Parece que fue ayer! ¡Muchas gracias a todas las Comisiones de
Festejos que se preocupan y trabajan
desinteresadamente para que sus
parroquias y sus gentes lo pasen bien, disfruten!.
¡Enhorabuena la Sociedad de Festejos del Buen Suceso del
Carbayu, de Lugones en su centenario!
José
Antonio Noval Cueto
O.P . Hace unos días una
pancarta brasileña decía: “Eu quiero dezirte una cousa: Eu te
quiero…”¡Que expresión más sencilla y bonita. Soy de los que cree que el amor
existe!.
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