Cuando el termómetro marca 41º en Siero y cuando aún
permanece la duda de si toreará o no Morante en Gijón, me dispongo a cumplir
con mi deseo de escribir estas letras semanales en las que intento dejar claro
que el ser más importante de la naturaleza es el ser humano y a él debemos
proteger y cuidar al máximo , por mucho calor que haya y por mucha violencia
que suscite – recordemos que las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki se
tiraronel 6 de y 9 de agosto de 1945-, y es que me da la impresión que en estos
tiempos confusos, mentirosos y gaseosos,
sin principios ni ataduras, si algo hay que reivindicar y proteger es al ser
humano y es que son muchas las fuerzas del mal interesadas en convertirlo en
espectador inerte, cosa, objeto, sin capacidad de crítica, sin esperanza , mero
pesebre de las circunstancias que le rodean y acogotan. No hace mucho en un
programa televisivo filmado en Brasil, en un amplio muro blanco, tintado con
grandes letras en negro, se decía: “Educación e o futuro”. Algo que conocemos muy
bien las personas de cierta edad, cuando vimos las dificultades que tenía una
familia normal para que sus hijos pudieran acceder a estudios superiores en la
segunda mitad del siglo XX. La educación fue el ascensor social de muchas
familias, basta recordar la importancia que tuvo para las localidades de Pola
de Siero, Lugones y alrededores la apertura de su Instituto de Enseñanza Media
hacia los años 70 del siglo pasado. Hoy, la educación no está en su mejor
momento, y da la impresión que sólo importan las estadísticas y no los
conocimientos. No es normal que casi 15.000 asturianos ni estudien ni trabajen
ni busquen empleo. La educación necesita muchas cosas, pero especialmente una
mayor consideración de la importancia de la labor del profesor y unos
contenidos realistas, ajustados a nuestras necesidades sociales, que faciliten la
integración del alumnado en la sociedad como profesional y ciudadano. Los
problemas no se resuelven por sí solos. Debe haber unas directrices, unos
objetivos, unos contenidos que se resumen en la pregunta: ¿Cómo quiero que sean
los ciudadanos del mañana? ¿Qué bagaje intelectual, moral, principios
necesitan? ¿Qué sensibilidad tienen las familias actuales ante el tema
educativo?... Recuerdo que hacia mediados de los años 20 del siglo XX ya los
mineros del pozo Toral,(Traspando), sabedores de la importancia de que sus
hijos pudieran estudiar, pagaban de su
bolsillo, las clases de sus hijos. No había, por entonces, escuela pública en
el pueblo. El enorme problema de salud mental (más de 65.000 pacientes, muchos
jóvenes) que desborda los dispensarios médicos asturianos, es también, en
mucho, un problema educativo.
A mí el verano me recluye tranquila y gozosamente en
Traspando, localidad situada a unos siete kilómetros de Pola de Siero, que el
17 de agosto, domingo, celebra su tradicional fiesta de La Virgen del Carmen,
con procesión incluida, sesión vermut y posterior comida en el patio de la
escuela para quien lo desee. Ahora que tanto se lleva eso de comida en la calle,-
ya en Avilés, Salas o Lugones…-, aquí
y en multitud de aldeas y parroquias
pequeñas asturianas hace ya muchos años que se celebra y como reseña el mismo
Jovellanos es el origen de nuestra típicas romerías, que buscan propiciar el
disfrute, la diversión, el descanso después de muchos meses de agotador
trabajo. El sábado, 16 de agosto, habrá la típica verbena amenizada por el Dúo
Duende, en la que niños y mayores podrán jugar, charlar y bailar; en resumen,
disfrutar. Jugamos con ventaja. Estamos en casa. Muchos me confiesan que es su
mejor fiesta.
En un año pasan muchas
cosas, no hay casi nacimientos y las personas de más edad nos dejan, entre
ellas: Marina , mi tía Armandina , la única que quedaba de diez
hermanos, y Pepe el Cantu, una de las personas más singulares del pueblo, que a
pesar de ser barrenista en el pozo de Pumarabule, zapatero, buen sidrero y
cocinero, nunca se atrevió a cruzar el
charco, el Atlántico, y eso que se lo pedían con insistencia. ¡Que Dios los
tenga en la Gloria!
Este pueblo bien comunicado, a menos de diez minutos de Pola,
a quince de Sama y Villaviciosa, y a unos veinte o veinticinco de Oviedo, Gijón,
y con un útil apeadero de FEVE en Rivalles,- conseguido gracias a las gestiones
efectuadas por el entonces alcalde pedáneo, Faustino Camino, allá por los años
setenta,- facilita que nuevas familias vengan a instalarse en la zona y
facilitó en su día y sigue facilitando que muchas personas puedan desplazarse a trabajar o a estudiar
diariamente a Pola, Oviedo y demás destinos. Ni que decir tiene que el paseo
invadido de sombra , arboleda, que va desde el Apeadero de Los Corros a
Traspando en estos días de tanto calor es una auténtica delicia. ¡Viva la
Virgen del Carmen!, que como dice una copla antigua hace realidad su deseo de
bajar de lo alto y estar en el valle de Traspando, en la cuidada capilla de San
José. ¡Feliz día!
No quisiera concluir estas palabras sin hacerme eco de una
circunstancia que me ocurrió hace unos días en un bar de la zona. La televisión
estaba puesta y en el programa de “El Hormiguero”, entrevistaban a José Luis
Rodríguez, más conocido como “El Puma”, cantante muy famoso en mi época, con su conocida canción de “El
pavo real”, entre otras, que a sus ochenta y dos años y después de un doble
trasplante de pulmón tuvo el coraje y acierto de decirnos unas palabras
cargadas de optimismo, de sí a la vida
en esta época tan caótica y desnortada, y a la pregunta del
entrevistador de si el amor existe, respondió de manera contundente que el amor
nace, no se hace, o dicho de manera más clara que el amor no es sexo, es algo
más pleno, consistente y duradero. Es vivir para que el otro viva. Oír estas palabras siempre hacen bien y más
cuando uno es joven e impera la confusión. Con razón dice un antiguo refrán:
“Un buen amigo, un buen consejo y un buen libro son los tres grandes bienes de
la juventud”. ¡Muchas gracias, José Luis!
La ansiosa y esperada cumbre de Alaska entre Putin y Trump
concluyó , según palabras del americano, de la siguiente manera: “No hay
acuerdo hasta que haya un acuerdo”…
José Antonio
Noval Cueto.
“Preguntar al amor es cosa rara, / es preguntar cerezas al
cerezo…/ Cuanto conozco lo aprendí del agua,/ del viento, de las cosas
sencillas…
Dame un beso, mi amor, estoy contento. / Beso mi tierra
cuando a ti te beso.”
(Pablo
Neruda)
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