Hace unos días en plena calle Diego de León de Madrid pasaba
un autobús con su carrocería pintada con la imagen de la Virgen de Guadalupe,-
no sería mala idea que algún día los viéramos pintados en Oviedo con la imagen
de nuestra Patrona y Madre, la Santina, la Virgen de Covadonga - , y hoy antes
de escribir me llega el sonido de la “Plegaria Guadalupana”, del Trío Calaveras -
soy de los que me gusta la canción en mi lengua, y entre los muchos motivos,
porque conozco su contenido. La canción no sólo es música, también es texto-, y
en su estribillo figura el título de este escrito: “Haz que mi patria se libre
de la maldita ambición”, y es que no es fácil titular un escrito y más aún usar
la palabra “patria”, sin que surjan confusiones o malas interpretaciones, pues
hablar de ”patrias” y de “madres” como recientemente he dicho no está muy de
modo, y eso que afortunadamente la demografía crece en Asturias, gracias, en
parte , a la emigración. Los necesitamos. En una economía basada en el consumo
es bueno recordar que EEUU tiene 340,1 millones de habitantes, UE 448 millones
y China 1411 millones…Siempre que hablo de patria me refiero a la patria
natural, de origen, no a la patria intelectual, que algunos incomprensiblemente
anteponen a la natural .Con razón decía Antonio Machado que en España lo mejor es el pueblo.
Lo cierto es que en
las portadas de prensa de los últimos años, de los últimos meses, de los
últimos días, de hoy y casi me atrevería a decir de siempre, la palabra
dominante es “corrupción”, ya de unos y de otros, y la única explicación que se
aporta es el “y tú más”. En este panorama de corrupción sistémica en que se
mueve la vida española es difícil encontrar estímulos, motivación, de la que
tan necesitados estamos todos. Ya en 1930 Manuel Azaña afirmaba que el sistema
política funcionaba con dos motores: el autoritarismo despótico y la
corrupción” , y más recientemente el historiador Paul Prestón decía y
transcribo: “La violencia, la corrupción y la incompetencia de la clase
política han traicionado a la población española desde 1833 y casi con toda seguridad
desde antes”, pero aun así, a pesar de todos los pesares, y a pesar de los
continuos abusos y despropósitos que vemos y padecemos, soy de los que cree que
son más las personas dignas, de buena voluntad, que dedican ímprobos esfuerzos
a solucionar y resolver los problemas que angustian y preocupan a sus vecinos
que los deshonestos, de ambición desmedida e irresponsables que anteponen
descaradamente su interés al de todos, pero afortunadamente son más los buenos
que los malos, y una prueba de todo ello lo tenemos en la ágil y eficiente
Administración Local, la más cercana al ciudadano, a donde primero se acude,
con 8131 ayuntamientos y 67.031 concejales. La clase de tropa como vulgarmente
se la denomina ha sabido estar a buen nivel y ha evitado que se judicialice en
exceso la vida municipal.
Creo que es el momento de reivindicar la dignidad de la
política, de la buena política, la de los que prefieren la ética a la estética,
la de los que prefieren gestión a tensión, la de los que buscan aunar acuerdos,
pactos, compromisos, la de los que buscan más lo que les une que lo que les separa,
ejemplos hemos tenido y tenemos. Y es que en política más allá de las siglas,
de los programas, de las ideas, el elemento principal lo forman las personas y
son éstas las que engrandecen o empequeñecen al partido. Al político más allá
de su preparación personal, le pido que tenga capacidad para decir sí o no, o
dicho de otro modo, que se represente a sí mismo. Las ideologías van a menos
cuando las personas que las predican no están a la altura del credo que
difunden y ejemplos de estos abundan a lo largo de la Historia.
De la clase de tropa, del municipalismo, hay algunas personas, no muchas, que han
pasado a desempeñar puestos de más responsabilidad en las Autonomías e incluso
en el Gobierno de la Nación , y casi todas ellas se suelen caracterizar por su
buen olfato político, por su disponibilidad, por su diálogo, por su cercanía, y un buen ejemplo lo tenemos en la persona de
Don Antonio Trevín Lombán, (Alcalde de Llanes, Presidente del Principado,
Delegado de Gobierno y nuevamente aspirante a la Alcaldía de Llanes, mientras
su salud se lo permitió y también miembro y fundador de la AEX (Asociación de
Exalcaldes de Asturias), fallecido el pasado 23 de julio, con con quien la AEX (Asociación de ExAlcaldes)
hemos compartido unos momentos inolvidables el pasado 10 de abril , primero en
el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Llanes y después en el típico
restaurante de la zona, donde hablamos de todo, desde la tortilla de merluza
hasta la emigración…Al día siguiente nos hizo llegar su elaborada y documentada
crónica del día, en la que no faltaron letras de Serrat como las que dicen: “
Mis amigos son gente / cumplidora/ que acuden cuando saben que yo /espero /si
les roza la muerte disimulan/ que pa’ellos la amistad es lo primero” o la
certera cita de Woody Allen: “ Hay dos tipos de personas en este mundo, las
buenas y las malas. Las buenas duermen mejor,pero las malas parecen disfrutar
mucho de las horas que están despiertas! Creo que estas dos reseñas lo dicen
todo. En esta etapa nerudiana de mi vida permitidme que haga míos estos versos
suyos que dicen: “Yo soy profesor de la vida,/ vago estudiante de la muerte / y
si lo que sé no sirve / no he dicho nada, sino todo” (Pablo Neruda) .
¡Muchas gracias, Antonio, por tanto! ¡Descansa en paz, que
bien merecido lo tienes!
José Antonio Noval Cueto.
P:D “Que
nunca olvidéis en vuestra memoria, en vuestro corazón, que había un hombre que
amaba tanto la política, que se dejó la piel por ella, y se llamaba Antonio Trevín”. (Luisa Fernanda Lledias González, su esposa)