sábado, 20 de marzo de 2021

“Gestión o Tensión…”

Hace ya tiempo que en mis escritos he mostrado y muestro mi preocupación por la despersonalización existente en la vida española, y el injustificado desprecio de las esencias patrias, que existen y conforman nuestra manera de ver el mundo, y si alguno lo duda basta recalar en nuestros clásicos en busca de socorro y ayuda, así, hace ya un tiempo , la santa de Ávila, Santa Teresa nos dijo aquello de que “En tiempos de tribulación no hacer mudanzas”, consejo  del que no hacemos caso, y basta para comprobarlo  analizar el presente, donde unos abaratan la luz de la gran industria -véase Alemania-, otros la encarecen- España- Unos bajan impuestos , otros, como nosotros,  los subimos y hacemos de la recaudación nuestro principal objetivo de Gobierno, véase el IVA de las mascarillas

No creo que nadie dude que estamos en tiempos de tribulación ya que   las cifras hablan por sí solas: más de cinco millones de parados- incluidos ERTES y Cursos de Formación-, más de 100.000 fallecidos, cierres de negocios, clases on-line, bloqueos informáticos, centros de salud desbordados, colas de hambre ,  falta de liquidez en nuestras administraciones y la única preocupación de nuestro dirigentes son las estrategias de poder con epicentro en Murcia. No les importa conectar y menos resolver los problemas que agobian y desesperan al ciudadano, no conectan con su dolor  ni les importa, las visitas a hospitales y residencias no se prodigan. Su única preocupación es “y de lo mío qué”. Todo esto evidencia su categoría humana y moral y sin moral no hay pueblo que subsista y menos aun que progrese . La situación parece que va a ir a más, véase ahora los dimes y diretes con el precio de los alquileres, reforma laboral, independencia de los jueces, ley de educación, eutanasia, regeneración política...

No se puede ser Gobierno a cualquier precio, y menos para complicarnos la vida a todos. Nadie se puede considerar engañado, se conocían bien, se necesitaban para sus diferentes estrategias y así culminar su asalto al poder,  y gozar de ventajas y prebendas. ¿Móviles?¿Motivos?¿Intereses?¿Guerras energéticas? ¿El mero ansia de poder y enfrentar a los ciudadanos e incrementar las diferencias entre regiones- las baterías catalanas y el litio extremeño? Alguien debe decir: ¡Basta! Los políticos y militantes aspirantes a empleo callan. Solo la Unión Europea está impidiendo que el problema vaya a más y es que como ya decía Ortega “la solución viene de Europa”. ¿Hasta cuándo?

Ha llegado el momento de que la sociedad civil recobre su protagonismo ,se implique y se haga notar en las decisiones de Gobierno . No todo vale. Hemos de dignificar la política y cuidar que ésta esté al servicio de todos, no de una arrogante  minoría nacionalista que decide nuestro destino.

Ha llegado el momento, señores, de no hacer dejación de funciones; de escoger entre Gestión o Tensión, de resolver problemas y no  generarlos; de que la ley y no el escrache rija el destino de todos , en resumen ,que impere el derecho y no el frustrante populismo de ocasión, que desprecia y tergiversa el pasado  y complica el futuro. Todo esto y más se juega en las próximas elecciones madrileñas del 4 de mayo. Los aspirantes son de sobra conocidos, algunos por su ineficacia y verborrea, otros por su compromiso y entrega. La elección no es difícil, siempre que los medios de comunicación se dediquen a informar y no a manipular, con silencios o informaciones interesadas,  y respeten el derecho que tiene todo ciudadano a recibir una información contrastada y   veraz – sería interesante conocer el accionariado e integrantes de sus Consejos de Dirección- y es que aún  pesa sobre nuestras espaldas el falso episodio de los terroristas suicidas de Atocha y sus funestas consecuencias.

Ha llegado la hora de que la política de altura y de sentido común  regrese a los parlamentos y que la dialéctica y la persuasión documentada y razonada encaucen las soluciones que el país necesita y siempre recordando que la política es el arte de hacer posible lo posible.

Si empecé estas letras con el apoyo de Santa Teresa, quiero concluirlas con ella, cuando nos dijo que  “en todo es menester experiencia y discreción”… Olvidemos la política espectáculo por la rigurosa y responsable  que tanto se necesita. El próximo 4 de mayo los madrileños tienen que escoger entre resolver problemas o generarlos, entre Gestión o Tensión, entre libertad o presión, entre progreso o miseria, entre ser o no ser. Ellos dirán.

 

                                      José Antonio Noval Cueto.







jueves, 11 de marzo de 2021

“Colonialismo ideológico…”

No creo exagerar si digo que una de las palabras más usadas , manoseadas y citadas siempre que la ocasión lo pide, es la de libertad, con mera forma, protocolo polivalente que encubre los propósitos más dispares y antagónicos, desde la más noble utopía hasta la más villana e inhumana maldad, y para descubrirlo y valorarla basta con enfrentarla con los hechos que la encumbran o derriban como un castillo de naipes, y es que la verdad  objetiva existe, no depende del color del cristal con el que se mira. Un dictamen del Consejo de Estado sobre la tramitación de los Fondos de Ayuda Europeos, aunque no sea pertinente, dada la trascendencia del tema no se puede silenciar en un Estado libre y democrático como es España.

Desde hace ya algún tiempo tengo el complejo o sensación de sentirme colonizado y basta para ello fijarse en el mundo de la cultura, del cine, de la música. Si hacemos un seguimiento de la cartelera cinematográfica y de las revistas culturales, vemos, con asombro que dominan las semblanzas y críticas interesadas de películas americanas, de libros y música inglesa. La cultura angloamericana alcanza tal grado de penetración que alarma, asusta  y recuerda la colonización americana de Filipinas, o nación de Felipe II,  que en menos de cincuenta años- especialmente a raíz de la Segunda Guerra Mundial-  hizo desaparecer el español como lengua oficial de la nación en el año 1987, siendo presidenta Corazón Aquino.  A todo esto hemos de añadir la cantidad de locutores y columnistas que sin necesidad y cuando incluso hay palabras españolas más certeras y precisas, tiran del anglicismo para darse tono y progresía.  Éstos sólo se deben utilizar cuando sea pertinente, o sea que no haya significado equivalente en castellano.

Tomas el pincho de la mañana y en vez de escuchar un bolero, una samba, un tango, un fandango, un fado, una toná o agradable música ambiente … nuevamente música inglesa  que no te dice nada, que no entiendes, que te deja insensible, como si fueras habitante de otra galaxia, de otro mundo, y eso que tenemos cantantes y compositores del máximo nivel, pero que no aireamos y menos premiamos. Coges el coche, pones la radio, y más de lo mismo. Todos los días o casi todos, a la misma hora, siempre las mismas canciones y con claro predominio de la música y letra en inglés; español, de rebote, cuando se acuerdan. A tal extremo llega el tema que ya hay emisoras especializadas en castellano o  de petición de canciones de encargo, dedicadas, donde uno puede oír toná, canciones tradicionales o escuchar cantantes de todas las épocas y  especialidades. La música europea y especialmente del Sur, también en pequeñas dosis, cuando se acuerdan. La época  de Edith Piaf, Adamo,  Rita Pavone, Albano, Rafaela Carra… ha pasado.

Hace ya algún tiempo, a mediados de los 80, con motivo de un viaje de estudios por Cataluña, recalé en Calella de Mar y me encontré que la mayoría de los bares, restaurantes, comercios ofrecían sus productos y ofertas principalmente en francés e inglés, muy pocos en catalán y en castellano casi ninguno. Me sorprendió el servilismo de la muestra, pero como dicen los pragmáticos la pela es la pela, y lo que interesa es que el turista se encuentre como en casa y gaste sus dineros. Las cuestiones de esencias e identidades las dejamos para mejor ocasión.

Siempre he reconocido que nuestra economía y progreso real depende , en mucho, de la política internacional; que EEUU , Europa e Hispanoamérica son nuestros mejores clientes , que los debemos cuidar, que debemos ser buenos profesionales, rigurosos , responsables,  y hacer llegar nuestros productos a cualquier rincón del orbe e incluso a Marte, pero esto no es incompatible con defender y conservar las esencias que España como nación tiene; nuestra manera de ser, de vivir, algo que últimamente veo en peligro, bien por el azote nacionalista que padecemos- hace tiempo que no escucho una jota-  o bien  porque  arrastramos un secular complejo de inferioridad que nos hace valorar más lo extranjero que lo propio. Dicho de otro modo, valoremos las cosas en su justa medida, busquemos y admiremos lo mejor, pero no despreciemos lo nuestro y más cuando somos poseedores de una historia grandiosa y un idioma que hablan más de 500 millones de personas.

No quiero concluir estas letras sin referirme a unas palabras muy oportunas que hoy San Lucas nos dice  y es que: “Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra”.

 

                              José Antonio Noval Cueto.




miércoles, 3 de marzo de 2021

“La letra pequeña en España…”

 

Cada vez es más evidente que la vida política y mediática va por un lado y la realidad de dolor, paro y desesperación por otro (omito dar cifras, son demasiado sangrientas); que se airean  unos contenidos y se silencian otros,  que nos informan de lo que quieren y no de todo; que la soberanía del pueblo español no reside en los ciudadanos sino en las élites económicas que conducen al rebaño hacia el redil que les interesa y  que el único apartado que no admite bromas es el económico, sólo así se explica el indulto a un banquero condenado por el Supremo  o la aprobación de fusiones bancarias, a pesar de los quebrantos sociales que acarrean. Cada vez es más evidente que así como aumenta los depósitos de dinero B, se incrementa la letra pequeña en los contratos y decretos , cual las pólizas de los seguros; la objeción fiscal en desuso, las prescripciones, juicios y triquiñuelas en ascenso , y el hombre de a pie al sereno.

Todo esto tiene también su reflejo en la lengua y en la creación y uso de algunos términos. En estos años hay palabras que han tenido y tienen gran arraigo, así “escrache” (palabra del año 2013) “populismo” (del año 2016) “confinamiento” (palabra del año 2020) …pero a mí, desde hace algún tiempo hay una palabra que golpea persistentemente en mi cabeza – quizá por ser asturiano del Centro-  y me refiero a “descarbonización”,término que irrumpe con fuerza en el segundo semestre de 2018, a raíz que el Señor Sánchez nombrará ministra a Teresa Ribera. Me considero persona lectora y especialmente de periódicos y este término “descarbonizar” no se utilizaba mucho, casi era un desconocido en la era Rajoy, ¿por qué?... Lo ignoro. ¿Dejadez? ¿Intereses?  Lo cierto es que desde entonces se anuncia y estimula con tal intensidad - vía subvenciones, de coches eléctricos e híbridos... - que fue escogida como una de las doce palabras del año 2018.

Cerradas las centrales térmicas asturianas, arrinconado el carbón en las Cuencas, un día sí y otro también la guerra energética copa las portadas de los periódicos: gasolineras, gaseras, renovables, hidrógeno verde, eólicas, solares, hidráulicas, mientras, la luz sigue subiendo y para acallar conciencias se arbitran  subvenciones energéticas, de no fácil relleno y tramitación,  para familias sin recursos y la mayoría no muy preparadas…Lo único cierto es que el carbón va a menos y con ello nuestra económica; mientras hemos de buscar otras alternativas energéticas que abaraten los procesos industriales y que sean compatibles con la necesaria protección del medio ambiente .¿Vamos en esa línea? ¿Se han hecho bien los números o nos hemos dejado llevar nuevamente de la improvisación? El tiempo dará respuesta, lo único evidente es que representantes políticos de diferentes tendencias han tenido y tienen puestos de responsabilidad en compañías energéticas de cierta importancia, suponemos que avalados por su profesionalidad y eficiencia, y no por otros motivos.

Hoy, 3 de marzo de 2021 se cumplen veinticinco años del primer triunfo electoral del PP y era su candidato el Sr. Aznar, que aún sigue hablando de “ni en desiertos remotos y ni en montañas lejanas”, mientras que quien escribe aún se sigue preguntando por qué se aprobaron los presupuestos de Rajoy y a los pocos días se le hizo dimitir. Pregunta que está en el subconsciente de muchos, cuya respuesta añoran, pues las casualidades no abundan.

 

                                  José Antonio Noval Cueto.

P.D. Me gustaría saber, a día de hoy, a cuánto asciende la deuda que tiene contraída el Estado con todas las compañías energéticas y el porcentaje de gas que recibimos de Rusia y Argelia.