domingo, 28 de agosto de 2016

“Quien tuvo, retuvo…"

No hace mucho un exministro socialista de la época González tildaba de políticos de laboratorio, de salón,  a algunos de los nuevos dirigentes actuales que desconocedores de la sociedad que les rodea se atreven a pergeñar medidas, soluciones que la propia sociedad rechaza, mientras que  sus ciudadanos dóciles, engañados y desesperanzados soportan los abusos, desconsideraciones y atropellos que la clase política perpetra desde el pasado 21 de diciembre de 2015, fecha de la primera cita electoral, sin el menor rubor ni arrepentimiento, y sin que se atisbe ninguna solución al problema.

En todo este tiempo, más de ocho meses,  a pesar de las múltiples reuniones, ruedas de prensa, paseos fotográficos por la Carrera de San  Jerónimo, repetición de elecciones…el bloqueo político persiste  y el único rasgo de ingenio, de creatividad, de solvencia política no apareció hasta ayer, cuando en las portadas de los rotativos nacionales aparecían las contundentes palabras del expresidente de Extremadura , Don Juan Carlos Rodríguez Ibarra que, por aquello de” quien tuvo, retuvo”, tildó la pretensión de celebrar las terceras elecciones el día de Navidad  “de chantaje, de acto de corrupción”. ¡Esto se empieza a animar!

 Una vez más se demuestra que en la política como en cualquier otra actividad de la vida, la experiencia es un grado, una seguridad, un aval.  Lo lamentable es que se haya tardado más de 8 meses en reaccionar, ya que de haber sentido de Estado y de oportunidad política este tema se hubiera resuelto el pasado 21 de diciembre, pues antes, ahora y después Rajoy y Sánchez se necesitan, y de persistir en el bloqueo, en la sinrazón, de no cambiar de actitud, de poco sirve convocar nuevas elecciones con los mismos líderes, pues los resultados no sufrirán grandes cambios,  y es aquí donde quizás atisbo la estrategia de Sánchez de bloquear la situación en su vano intento de ganar tiempo o de morir matando.

Si Rodriguez Ibarra ha tenido el coraje de expresar lo que siente ante cita electoral, con la agudeza, frescura y precisión que le caracteriza, creo que quizás no ha reparado en las consecuencias que se derivan de la situación de bloqueo político que quiere imponer su partido, y es que entre los múltiples males y consecuencias de todo tipo, lo más peligroso y lo que está calando más en la voluntad de los ciudadanos es la desconfianza hacia el  sistema parlamentario que optimistamente  nos dimos en referéndum allá por 1978 y que ,de persistir la situación, la previsible reacción de ciudadanos será el silencio, el desprecio, la abstención, el olvido...quizás hasta la propia quiebra del sistema. No nos dejan otro camino. ¿Queremos esto? ¿Es bueno y deseable? Estamos en  época de  reformas y de subsanar errores o fallos del actual sistema vigente, que los hay, y para ello  se necesita altura de miras. El periodista Emilio Romero en una Conferencia pronunciada en el Club Siglo XXI un 5 de marzo de 1981 tildaba a esta nueva  Democracia, que él llamaba la 4ª desde la implantación del sufragio universal,   (la primera la de 1869, y las otras en  1876,1931 y 1978 respectivamente)  de imperfecta y ya entonces denunciaba  que el procedimiento electoral  no se ajustaba a la voluntad nacional y como  prueba recordaba que en la sesión de investidura  de abril de 1979 Suárez obtuvo 183 votos favorables que correspondían a 7.755.405 votantes, mientras que los que votaron en contra fueron 149 que representaban a 8.294.144 ciudadanos . Esto es  y era sabido por todos y hasta ahora , quienes podían cambiarlo, entre ellos el PP y el PSOE, no han querido.

Dentro del posibilismo político en que nos movemos en Europa, no viene  mal recordar que en el Congreso Extraordinario de 29 de setiembre de 1.979, el PSOE  abandonó el marxismo y encauzó su proa  hacía los diques de la socialdemocracia, y en estos caladeros se le permitió formar gobierno y rendir grandes servicios a esta nación .¿Qué ha cambiado ahora? ¿La crisis económica? ¿La situación política? En este contexto es oportuno recordar la llamada del presidente Obama a don José Luis Rodríguez Zapatero un 11 de mayo de 2010 donde le exhortaba a emprender las reformas necesarias para superar los problemas económicos que sufre España y la Unión Europea en su conjunto, o dicho de otro modo,  que reconozca  que la crisis económica azotaba al país y que debía combatir el problema. Las consecuencias y penalidades las conocemos todos y aún persisten. Hemos  pasado y aún pasamos momentos cruciales, de tensión, que ponen en peligro nuestro bienestar, nuestros logros, baste citar el problema del “brexit” , el lacerante y difícil tema de los refugiados, el terrorismo islámico,   las dificultades para lograr un empleo estable (casi un 20% de parados, casi cuatro millones de personas sin trabajo) y si esto no fuera bastante se cierne sobre todos la amenaza separatista y la quiebra de la unidad de España. ¿Quién da más? Y ante esto  alguna organización política mira para otro lado y favorece con su inoperancia que los problemas no se resuelvan, vayan a más.

En tiempos difíciles como los que vivimos creo que es una frivolidad no colaborar, con los peligros ya denunciados, y más atreverse a invitar al PP a que busque apoyos en aquellas fuerzas que quieren la ruptura y la ruina de España, cuando el sentido común pide que se achique el agua que inunda el barco entre todos, y es en tiempos así donde se demuestra la seriedad y solvencia de quienes tienen una única preocupación, un único proyecto, que no es otro que el progreso de España y sus gentes.

En aquella conferencia de 5 marzo de 1981 Emilio Romero llamaba a “fabricar la quinta democracia que se proponga estos dos objetivos: que sea moderna, con identidad y con respuesta a nuestros problemas actuales…y que haga imposible la inestabilidad institucional que produce ingobernabilidad” . A eso nos convocan los ciudadanos. Los políticos que -como diría Emilio Romero- practican la libido de la estrategia  y cierto masoquismo de la zozobra no los necesita España.

No quiero concluir estas letras sin agradecer a don Juan Carlos Rodríguez Ibarra su lozana crítica  que me ha permitido escribir estas letras que demandan una política ajustada a la realidad, a las necesidades del día a día, pues aún hay muchas neveras vacías y muchas personas sin futuro


                               José Antonio Noval Cueto.

jueves, 25 de agosto de 2016

“Una novela histórica que sorprende…”


No es la primera vez que reivindico mi papel de lector y afirmo que la felicidad en la tierra tiene para mi forma de libro, mullida butaca y abundante luz natural, y también no es la primera vez que alerto de los timos o posibles engaños de la lectura de libros que algunos pesebristas intelectuales nos  aconsejan, y que han hecho que muchos lectores como yo nos refugiemos en lo seguro , en los clásicos, en las muchas lecturas de siglos anteriores que reclaman nuestra atención, pero este verano ,desconozco los motivos, quizás la mera  intuición, la curiosidad insatisfecha, la portada del libro o la coloación del mismo en el anaquel de la Biblioteca de Pola, amén de otros motivos, hice una excepción y me adentré en la lectura de la novela histórica titulada “El hombre que amaba los perros”, del autor cubano Leonardo Padura, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2015 , Premio Nacional de Literatura de Cuba  2012, entre otros muchos premios.

Esta extensa novela de 573 páginas, editada por la Editorial Tusquets, ha sido un duro -genocidio soviético y alemán-  y auténtico deleite y eso , tengo que confesarlo, que no soy amante de la novela negra, cuya influencia  empapa y mueve la trama argumental de esta novela donde la historia de la primera mitad   del S.XX se convierte en materia narrativa al  enmarcar las figuras de sus principales  protagonistas como son  Liev Davidovich Trotski y su asesino Ramón Mercader del Río. En torno a ellos y condicionando su vida y futuro las luchas y purgas de Stalin, la guerra civil española, la II Guerra Mundial, el pacto de no agresión entre Hitler y Stalín, la invasión de Polonia, Checoslovaquia, las tímidas reformas de la era de Jruschov, la situación de Cuba y la frustración de los balseros cubanos de los 90 y su éxodo hacia Miami. Por sus  páginas deambulan personajes muy conocidos del momento como Edouart Daladier, Largo Caballero, Andreu Nín, Diego Rivera, Frida Kahlo, Dolores Ibarruri y la Casa de España en Moscú…

Para hacérnoslo conocer el autor utiliza sabiamente las diferentes técnicas narrativas, entre otras la del  contrapunto o uso alterno de temática en los diferentes capítulos de la novela, ya para hablarnos de Trotski, ya de Ramón Mercader o ya para hablarnos de las vicisitudes del propio  narrador o transmisor de las supuestas memorias de Ramón Mercader. La trama argumental se polariza en dos bloques, una centrada en los personajes históricos y su mundo, así el exilio de Trotski y su deambular por diferentes países hasta que muere en Méjico; ya de la vida, aspiraciones y objetivos de un Ramón Mercader, desde que sale de los frentes de la Sierra de Madrid para cumplir una difícil y cruel misión, de la que le  dicen depender el futuro del proletariado. El otro bloque o meramente literario se centra en el transmisor de la novela, el inseguro Iván Cárdenas Maturell, y su inestable y calamitosa vida familiar. La novela se estructura en tres partes, que se inicia en La Habana, 2004; una segunda parte sin ningún título expreso, y la tercera llamada “Apocalipsis” que nos narra las vicisitudes finales de Ramón Mercader, sus desengaños y la muerte del propio transmisor literario, Iván, que antes de fallecer había concluido su obra y la envia a su amigo Daniel Fonseca Ledesma para que su testimonio no se pierda.

Dicho esto he de reconocer que no es fácil hilar una novela histórica de esta envergadura, de tanta necesidad documental, donde no faltan las digresiones críticas, políticas, históricas, de denuncia,  y saber mantener la tensión, el interés del lector, y todo ello sin descuidar el estilo, la calidad literaria. Como defecto que he observado creo que algunas argumentaciones que adornan o acompañan a algún personaje son excesivas, y pudieran haber abreviado algo la novela. Es novela para debate, pues tiene la valentía de denunciar situaciones que quizás otros, para más tranquilidad , hubiesen evitado, y esto es algo de agradecer en los tiempos que vivimos, donde domina en exceso lo llamado “políticamente correcto”. Por último quisiera dejar constancia de la importancia que cobran los perros en la novela, donde se nos habla de ellos desde los primeros capítulos así de: Tato y Truco, perros de Iván; de la perra Maya, de Trotski; de Churro, perro de Ramón Mercader; de “Ix” y “Dax”, galgos rusos borzoi también de  Ramón Mercader; de “Azteca”, perro de Sieva, nieto de Trotski…Narrado lo casi imposible sorprende o mejor dicho alecciona que Ramón Mercader, confinado en Moscú ,tuviera como única y última ilusión tener un restaurante en la playa de San Feliu de Guisols.

 Hecha esta crítica vivencial de esta estupenda novela histórica, agónica y tétrica como corresponde a la época novelada, quiero dejar constancia de mi admiración ante el personaje de Natalia Sedova, la abnegada, valerosa y sufrida esposa de Trotski.  



                  José Antonio Noval Cueto.

martes, 23 de agosto de 2016

“La calle del Turco…”

“El agá de Licovrisi, sentado en el balcón que da sobre la plaza del pueblo, fuma su ‘chibuqui’ y bebe ‘raki’ (aguardiente)”. Con estas  palabras empieza la novela de Nikos Kazantzaki que la actualidad reciente ha puesto de moda, pues habla de la invasión turca de Grecia y de refugiados huidos de la localidad helena  de San Jorge,  que llevan tres meses caminando, perseguidos, hambrientos y enfermos. Nuevamente   ficción y realidad de aliñan, se mezclan y tenemos los ingredientes necesarios para generar la tensión que padece Europa y teme: refugiados y  Turquía.

No es la primera vez que desde estas líneas alerto, creo razonadamente, de las consecuencias que tiene o puede tener  la política internacional, y más en un mundo como el nuestro donde muchas decisiones nos vienen dadas y tenemos que acatarlas, pue si somos aliados para lo bueno, también hemos de poner la espalda para lo malo. Y esto se ha incrementado y hecho más visible desde el pasado 15 de julio cuando se produce en Turquía un intento de golpe de estado.

No tengo ningún reparo en confesaros que el problema de Turquía se agiganta, tiene gran calado y puede tener unas consecuencias muy nefastas para la Unión Europea. Desde ese día Turquía  acapara todas las portadas de los periódicos europeos y americanos, y da la impresión que lo que menos importa son los fallecidos, más de 290, cantidad nada despreciable – quizás pensemos que nos cae algo lejos- , y se nos habla de las medidas que el presidente Erdogan está tomando para garantizar el orden vigente como que ha cerrado 130 medios de comunicación, que 27.000 profesores serán apartados de la docencia, que se conceda la libertad condicional  a 38.000 presos comunes para ubicar a los nuevos detenidos - número aumenta de manera progresiva- , que si EEUU y Occidente son los responsables del golpe de Estado,  que  si el Presidente turco se entrevista con el presidente  Putin  para establecer lazos y hablar de Siria, y en este momento en que escribo la olla se carga de intensidad a raíz de la  masacre producida por un  adolescente suicida en una boda kurda…

Todo esto deja perplejo y asustado al mundo occidental, ya que Turquía es miembro de la  OTAN  y su ejército es el segundo más numeroso de la Alianza, y además, no hace mucho se pensó que Turquía, previo pago, sería el muro que frenase la emigración de la ingente multitud de refugiados que viene hacia a Europa, la “tierra prometida”, “la de los territorios que manan leche y miel”, procedente de las convulsas zonas de Oriente.

Ante esta confusa y peligrosa situación uno no sabe qué hacer. Desconoce cuál es la solución adecuada y si es aconsejable que Turquía entre en la Unión Europea. No sabe si son más las diferencias o las semejanzas que se dan entre Europa y Turquía o si lo que prima es el pragmatismo o el interés más inmediato. ¿Puede prescindir Europa de su colaboración o estamos ayudando a crear, como decía Oriana Fallaci, el Estado Islámico de Europa? ¿En qué ha quedado la llamada Alianza de Civilizaciones? Todo son dudas, incertidumbre, caos, y después de ocho meses de gobierno en funciones, la única respuesta es el silencio, el no comentar, o la convivencia del bikini y el burkini.  De todo ello demanda información el sufrido ciudadano.

La Historia nos cuenta que Cervantes participó en la batalla de Lepanto, un 7 de octubre de 1571, tildada por él como la “más grande ocasión que vieron los siglos”, con el objetivo de frenar el avance turco, y que en Madrid,  en la entonces  llamada calle del Turco, hoy calle Marqués de Cubas - como se ve la tentación de cambiar el nombre de las calles no es típico de ahora -  fue asesinado el general  catalán y Presidente del Consejo de Ministros don Juan Prim y Prats, conde de Reus y Marqués de Castillejos un 30 de diciembre de 1.870, y sobre este atentado aún perdura la confusión, la duda, la imprecisión. Mientras tanto la Presidenta de las Cortes, doña Ana Pastor,  convoca el próximo día 30 de Agosto la sesión de investidura como presidente del candidato don Mariano Rajoy Brey. ¿Habrá sorpresa? ¿Tendremos Gobierno? Parece que como en el referéndum de la OTAN, de entrada: No.


                                José Antonio Noval Cueto.

lunes, 15 de agosto de 2016

“El vendedor de noticias…”

La inmediatez de la radio , de la televisión  y, más recientemente, la llegada de Internet, han hecho que el vendedor y pregonero de noticias haya desaparecido, y que los viandantes saturados por el exceso informativo seamos impermeables a cualquier noticia, ya nos hable de horror, miedo , muerto;  ya nos airee promesas y paraísos que sólo duran veinticuatro horas. Nuestra capacidad de asombro, de curiosidad y mejora está bajo mínimos, y quizás -  según  algunos sesudos intelectuales-  la causa de todo ello se viene sembrando desde mediados del S.XX, cuando después de la II Guerra Mundial, la única doctrina imperante fue la nada, el nihilismo, la angustia  y sus frutos  la duda, la inseguridad y el miedo a vivir…¡Qué lejos los tiempos en que nuestros bisabuelos plantaban un roble o un castaño para disfrute y solaz de las generaciones venideras! Ahora sólo importa el disfrute, el gozo, el presente. No hay un antes ni un después. La única ideología es la nada. Y con la nada no se puede erigir, levantar, construir ningún proyecto sólido, duradero, que justifique una vida, una entrega, una lucha,  una existencia. La Filosofía, la Historia y la Literatura estén en vías de extinción  y sus supuestos cultivadores y defensores se han trocado en pesebristas más preocupados de su beneficio, su éxito, su progreso, que de testimoniar que la verdad objetiva, absoluta, existe y exige entrega, protección, trinchera…, pero en el pecado llevan la penitencia, y es que el tiempo pasa, no se detiene, la muerte acecha y el raterillo intelectual no encuentra respuesta a sus amarguras. Y si esto le pasa a algunas o muchas de las cabezas pensantes de nuestro país, no tiene que sorprendernos que se cuestione todo  hasta nuestra propia existencia como nación, por mucha verdad que sea que el rey Fernando de Aragón se casó con Isabel de Castilla o que Colón saliera de Palos de Moguer en busca de las Indias.

He empezado este artículo con el lamento viejo de que ya no hay ni necesitamos voceadores de periódicos que nos digan que el general Prim fue asesinado en la Calle del Turco o que nos acongojen con el tañido de  muerte del torero Víctor Barrios en Teruel  , pero lo que sí necesitamos son portadores de   noticias positivas, escritores centrados, llenos de certezas y que las quieran comunicar, difundir, esperanzados y confiados en el  hombre y en sus posibilidades, buscadores de un mundo mejor,  donde hombre y mujer sean protagonistas del bien, de la bondad, del verdadero progreso -  y digo todo esto porque desde que los jabalíes asaltan e invaden las calles de Oviedo los animales acaparan los titulares de prensa que nos dicen que nace una jirafa en peligro de extinción en el zoo de Barcelona , que en el valle del Huerna se ha sentado una osa y sus crías o que se ha despeñado una cabra en los montes de Somiedo -. Es cierto que casi todo puede ser noticia, si hay un buen coplero, pero estamos necesitados de noticias humanas, que aunque escasean, existen y siempre son un estímulo para todos  como la de : “Mireia .Belmonte: la victoria del esfuerzo sobre el talento”, la de: “Ocho parapléjicos crónicos vuelven a sentir sus piernas” – estoy seguro que no tardando volverán a andar, pero para ello se necesita centrar los objetivos: potenciar la investigación- , o la oportuna y certera frase del Papa   Francisco de : “Dios cuenta contigo por lo que eres y no por lo que tienes…”  entre otras . Podría seguir aportando titulares para la esperanza, para el futuro, para un paraíso en la Tierra compatible con el cielo, pero se necesita mensajero valiente y honesto que quiera ejercer, que acepte ser cola de león antes que cabeza de ratón, dispuesto a defender su verdad, aunque su premio o aguinaldo sea  el futuro, la posteridad, que era el premio que ansiaba nuestro inmortal Cervantes al redactar el prólogo del Quijote y escribir: “Dichosa edad y siglo dichoso aquel adonde saldrán a la luz  las famosas hazañas mías, dignas de entallarse en bronce, esculpirse en mármoles y pintarse en tablas para memoria del futuro”.

 En resumen  el hombre si de verdad quiere ejercer como tal no puede contentarse con la nada, con el vacío; con esto no se forjan personalidades, pueblos, naciones, culturas, civilizaciones como la nuestra. Hace un tiempo escuche un villancico de campanilleros del siglo XVII que decía: “Cuando en España se rezaba el rosario, era España el ama del mundo…”. Frase propia del Siglo de Oro que , aunque cargada de exageración, no deja de encerrar cierta verdad, y es que los pueblos progresan cuando sus gentes participan de un mismo sentir, de unos mismos ideales, de unos mismos objetivos, de un mismo proyecto. Y algo de esto, si los periódicos no mienten, nos falta hoy.


                                            José Antonio Noval Cueto

martes, 9 de agosto de 2016

Acto de entrega de la Medalla de Oro de Siero 2016 a don Manuel Fernández Älvarez, Manolito el Pegu.



Sr. Alcalde, Concejales de las diferentes fuerzas  políticas que integran este Consistorio,  Manolito, esposa  y familia,  vecinos y demás personas que un día como hoy, 9 de agosto, nos acompañáis en este Acto, a todos: ¡Buenos Días!

Mis primeras palabras - en este Salón de Plenos, donde reside la Soberanía popular y que ha sido y es testigo de los acontecimientos más importantes y decisivos de este concejo - son de AGRADECIMIENTO, de GRATITUD, ya que gracias a todos vosotros, a  vuestra comprensión y apoyo hoy se hace realidad una propuesta que quien os habla presentó por Registro en Lugones, el pasado 30 de julio de 2015, hace poco más de un año, y  esto es algo que quiero subrayar y destacar antes que me introduzca en el mundo del recuerdo  para evocar un Lugones que perdura y vive  en la memoria de muchos de nosotros, y que ha condicionado y sigue condicionando la identidad de esta parroquia y de sus vecinos,  a uno de los cuales tenemos hoy la dicha de honrar.

Mi propuesta, mi petición, serían solo meras  palabras, meras intenciones, si no viniesen acompañadas por los hechos, por los afectos y por el sentir si no todos,  de casi todos los vecinos de Lugones, de Siero y de todo aquel que haya tenido y tenga la oportunidad de conocer y tratar al homenajeado. Y  es que la trayectoria de don Manuel Antonio Fernández Älvarez,  Manolito el Pegu  como le conocemos todos, habla por sí sola, pues creo que en la historia de las fiestas y romerías de Siero, de Asturias  pocas personas pueden presentar un palmarés, una biografía, una entrega como la tuya, que llevas involucrado en las Fiestas del Carbayu o Virgen del Buen Suceso  -  permíteme la exageración-  desde que naciste  un 4 de agosto de 1938 hasta la actualidad, ya como socio, ya como directivo, casi y sin casi son 78 años . Con ser importante esto que estoy diciendo sé que no sería justo si omitiera otros muchos méritos  que adornan tu persona , especialmente el de estar siempre disponible para todos y hacer de tu parroquia, de tu Lugones del alma un lugar agradable, confortable, humano y solidario, y de ello hay abundantes pruebas como constan en mi escrito.  No hace mucho  ,  después de una delicada intervención quirúrgica, me decías que tu mejor lugar de vacaciones, donde mejor te encontrabas era y es en el Carbayu (Lugones).

Al inicio de mi intervención os dije que iba a introducirme en el mundo del recuerdo, en aquel Lugones de los años 60 y 70, en la llamada, por algunos analistas, década prodigiosa. En aquel Lugones de entonces nos conocíamos todos, ya viviésemos en el Resbalón, en Paredes , en el Carbayu, en la carretera de Viella  o en el Cruce Nuevo, como yo, donde lo que hoy es inicio de la Avenida Gijón, poco más allá del Cruce Nuevo, estaba la tienda de Cesáreo y Nedina, y en la parte trasera había un amplio patio donde se colocaban pilas de tablones de madera, alineados de forma cuadrangular y que sus esquinas, a modo de escalera, permitían el ascenso a su cima y deslizarse en el interior para ocultarse de los supuestos adversarios o perseguidores. Esta madera pertenecía a un taller de carpintería que regentaba los hermanos Carril, Pepe (Pepe la Torre como se le conoce) y su hermano Lolo, ya fallecido. En ese mismo patio había una cuadra alta y estrecha donde las lecheras que venían de Santa Rosa, Pruvia y alrededores  dejaban sus caballerías para coger el tranvía o autobús e irse a Oviedo, y desde el techo del mismo , en las peleas entre indios y vaqueros, americanos o alemanes, saltaban los aguerridos niños de la época al prau o huerta de Crisanto, para demostrar valentía, coraje ¡Afortunadamente nunca hubo heridos!

En ese taller de carpintería de los hermanos Carril conocí , siendo yo muy niño, a una persona ágil, delgada, no muy alta, simpática, enamorada de su oficio y que de todo hacía broma.  Y ese era y es Manolito. Allí, a los 15 años, empezaste tu andadura como artesano de la madera, carpintero, ebanista. No voy a entrar en las diferencias entre ambas, en aquel entonces no había tantas especialidades como hoy. Uno era profesional al completo. Sabía de todo. Desde entonces hasta acá han sido muchos los muebles que han salido de tu banco, de tu taller,  pero donde tu genio  se revela  con más fuerza y altura es en el Museo de la Romería , tu gran obra, que aúna creatividad, técnica, perseverancia. Y a estos ingredientes hay  que sumar la admiración que sentías y aún sientes por tu abuelo, Fundador y Presidente de las Fiestas del  Carbayu allá por 1925.  Veneración y respeto que se aprecia cuando  pronuncias su nombre o narras una anécdota o una vivencia suya.  Admiración que te motivó a seguir su tarea en la Cofradía y si esto no fuera poco, inmortalizar la Romería en madera, con la pretensión de parar el tiempo y dejar testimonio para las generaciones venideras. Eres, Manolito, artista de una sola  obra  , pero enorme , continúa, inacabable. Obra que se enriquece de año en año, y que dese 1960 hasta la actualidad ha ido dando frutos y seguirá haciéndolo  para deleite de todos, pues quien la visita tiene la sorpresa y el asombro garantizado, pues tu cabeza, tu ingenio no para, no descansa y siempre al servicio de la Romería. Eres el artesano de la Romería , con mayúsculas.  Siempre que habló de la ilusión y  esfuerzo que has dedicado para que el  Museo de la Romería sea una realidad que prestigia a todos,   me viene a la cabeza  el nombre de Justo Gallego Martínez, vecino de Mejorada del Campo (Madrid) que como tú,  desde 1961 lleva toda su vida entregado a construir un sueño, en su caso ,una catedral , y su cúpula ya alcanza los cuarenta metros. Tú  , Manolito, llevas algo más tiempo que él, dedicado a inmortalizar la Romería del Carbayu, del año 1952, última fiesta que contó con la presencia de tu abuelo vivo. Hoy esa obra titánica no hace más que crecer y tu maqueta aumenta, sobresale, desborda, pide más campo, más amplitud, más de todo....

 En aquel pequeño taller de carpintería conocí a Beto, Agustín y Ángel(hermanos de Ordoño),  los gemelos de Villapérez  (Paco y Quique) y otras personas cuyo nombres se me olvidan. Allí se forjaron grandes profesionales y allí basculábamos los críos de entonces nuestras fantasías, nuestras travesuras, nuestras inquietudes; allí se mezclaban el runrún de las máquinas, las risas, los chistes, las bromas de Manolito  y las muecas y cambios de voz de Agustín, que nos confundía antes de lanzar su sonora carcajada. En aquel taller y en tiempos que los bocadillos de anchoas costaban a dos pesetas se forjó este maestro de la madera y excelente vecino, Manolito el Pegu, que en una de esas conversaciones informales me dijo que ser carpintero era el sueño de su vida, sueño que aún perdura ,aunque ahora para recrear los pupitres de las aulas de doña María Luisa, Don José o Don Víctor y  otros docentes de entonces…

Hoy ,amigos, podemos  cantar con esa fuerza que da la alegría , aquella canción de infancia que decía : “Gui,Gui,Gui, los de Lugones, los de Lugones…Gui,Gui,Gui, los de Lugones estamos aquí …Unos beben vino, otros aguardiente y los de Lugones agua de la fuente “ y  es que la Virgen del Buen Suceso, patrona de las Fiestas del Carbayu , en este año 2016 nos trae un “buen suceso”, y es que el Pleno del Ayuntamiento de Siero, de fecha 7 de abril de 2016, ha tenido a bien, y por unanimidad, conceder la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Siero 2016 a Don Manuel Fernández Älvarez, para todos Manolito el Pegu.

Hace un tiempo la poetisa Gloria Fuertes le preguntaba a un carpintero:
¿Dónde vas carpintero
tan de mañana?
Yo me marcho a la guerra
para  pararla…

Yo, un 9 de agosto de 2016 -  festividad de Santa Ediht Stein, filósofa alemana, carmelita, mártir, fallecida en Auschwit en 1942-  , en este Salón de Plenos te preguntó Manolito:
¿Dónde vas Manolito
con tu Museo?
A celebrar la fiesta
y parar el tiempo….
¿con qué herramientas?
Ingenio, banco, serrucho, garlopa, formón, gubia …y la memoria del Abuelo…

Muchas gracias Manolito por tus muchos desvelos y que este merecido galardón que hoy recibes sirva para atenuar la deuda impagable que tenemos contigo.
¡Enhorabuena!



                     José Antonio Noval Cueto.                                     

lunes, 1 de agosto de 2016

“La Muralla” (II)

Hay palabras que no se acaban en sí mismas, que ofrecen una abundante polivalencia y que obligan a uno a ser más preciso, más certero, y esto me pasó a mí ayer al escribir el artículo titulado “Abre la muralla”, que apenas lo concluí, me di cuenta que tenía necesidad de una continuación, de una explicación, pues  hay algunos matices que incorporar a su contenido y voy a intentarlo - aun sabiendo que seré impreciso- , con la vana intención de acotar más su mensaje, ya que las anécdotas e imágenes que engloba exceden a cualquier explicación. Y a los hechos me remito.

Cuando yo era niño en casa de mi abuela había una monumental vaca, de mucha altura y volumen, huesuda en sus patas traseras, con unos cuernos proporcionados y fuertes, un ubre compacto, de mediana   altura,  tirante  y lleno de leche,  que respondía al nombre de “Muralla”. Era la alegría y orgullo del abuelo que llegó a retratarse con ella para ser inmortal. Las vacas eran el sustento de las familias y las carromateras de entonces.  Era vital que la vaca diera mucha leche y tanto o más que los cuernos  permitieran “xuncer” el carro. Nuestra “Muralla” podía colocarse a la derecha o la izquierda , o sea trabajaba a dos manos. Se adelantó a los tiempos actuales, ahora que se habla de la multifunción  y del ocaso y muerte de las ideologías. Siempre estaba disponible para las estrategias de negocio.

En el fútbol , deporte rey por excelencia y opio del pueblo, siempre que se habla de muralla, se habla de defensa, de cierre, de resistencia, de obstáculos, o de técnica del débil, del sin recurso ante el empuje y fuerza del genio, del fuerte, del creativo. Así se dice con frecuencia que una “muralla infranqueable” impidió el triunfo del equipo local.

Y en el mundo de la cultura, del teatro, de la representación y escenografía de un momento, de una época, siempre que hablamos de “La Muralla”, nos referimos a Don Joaquín Calvo Sotelo y a su obra más conocida, estrenada un 6 de octubre de 1954 en el Teatro Lara de Madrid, y que tuvo la osadía, dentro del totalitarismo de la época, de plantear el tema de la restitución, de la devolución de lo robado por Jorge, personaje principal, en plena guerra civil en tierra extremeña. ¿Quién se opone? ¿Quién es su “Muralla? Sus herederos, los que no quieren renunciar a lo injustamente robado. Que se escenificara la restitución de lo robado en plenos años 50 , aunque fuera para plantear  el tema del perdón y devolución de lo robado, ya suponía osadía y atrevimiento y más desde el bando vencedor, desde el llamado teatro tradicional, pero estaba en juego el alma de Jorge…

Por aquel entonces don Joaquín nos dijo que “Hay murallas de piedra. Hay otras tan duras como esas, formadas por los fariseísmos, por los egoísmos , por los perjuicios sociales…” Algo que con el paso de los años no ha ido a menos y basta darse un garbeo por nuestras calles y plazas o leer las noticias de portada de los principales rotativos donde se predica la paz, pero se vende la guerra – los negocios son los negocios- , recientemente más de 10.000 millones de euros vendidos en armas . Se persigue a Estado Islámico, pero se compra su petróleo a precio de ocasión – las cuentas son las cuentas-. Sería interesante conocer sus clientes, seguro que habría sorpresas. Han fallecido más de 3.000 refugiados en las aguas del  Mediterráneo y el único que se queja es el Papa Francisco. Se pierden elecciones y los derrotados se unen para gobernar y dicen respetar la voluntad del pueblo expresa en las urnas  .  Se hacen campañas para proteger especies animales en vías de extinción como el urogallo – recientemente se han concedido 500.000 euros para su conservación -  oso, lobo y nadie se preocupa de la natalidad y del bienestar humano– más de 36.900 familias perdieron su casa en 2015-…: Lo grave de este proceso de animalización del ser humano es que no ha hecho más que empezar y basta citar que el jabalí y el cerdo vietnamita amenazan con apoderarse de Oviedo, ahora que ya quedan escasos restos de su muralla medieval.

En los años cincuenta se hablaba de perdonar, de devolver, de restituir lo robado, de salvar el alma; ahora, la moral del momento no obliga a tanto, disfruta del presente, y lo único que devuelve son facturas impagadas o tarjetas de crédito caducadas. La dignidad, la metafísica y el alma no son temas de su competencia. ¡Así nos va!


                                     José Antonio Noval Cueto