martes, 26 de febrero de 2019

“Pregúntame por los Carnavales…”



Suelo ver poco la televisión y lo único los telediarios, ya  el de la 15:00 horas o el de las 21:00 horas de Antena 3 que  a veces lo alterno con el de la 1, para contrastar noticias o buscar noticias diferentes. El otro día, en Antena 3, comentan el desahucio de una vivienda madrileña que al fin ha podido ser desalojada, después de otras dos tentativas anteriores fallidas. Las imágenes duras y desagradables hablan por sí solas y nos intranquilizan a todos, pues uno que  afortunadamente aún no conoce la dureza del colchón de asfalto y puede preservar su intimidad y la de los suyos  entre sus cuatro paredes,  no deja de reconocer que la vida juega malas pasadas y que lo que ha ocurrido a tu vecino, también te puede pasar a ti.

 Después de las imágenes se nos ofrece una rueda de prensa con la Alcaldesa de Madrid, Sra. Carmena, que al preguntarle por el tema, sin contestar, les indica a los periodistas que le pregunten por los Carnavales. Quedé bloqueado. No me entraba en la cabeza que una persona que siempre hizo gala de ser defensora de los menesterosos y desahuciados, nos haya endilgado esa despreciativa respuesta. En este momento en que relato estos hechos aún dudo que la información que se nos haya ofrecido fuese completa, alterada y es que el tema cobra tintes de gravedad. No salgo de mi asombro. Como si el tema no fuera importante. Recuerdo que en el 3º Trimestre del 2018, las ejecuciones judiciales por desahucios ascendieron en Madrid a la cifra de 1.238 y la autonomía que desde hace algunos años las abandera  es Cataluña, con 2.531 en ese mismo periodo.

Desde el año 2007, inicios de la crisis, hasta la actualidad se cuentan por miles las familias que se han quedado sin trabajo, sin vivienda, sin futuro. Todavía este año 2018 según la Plataforma Antidesahucios se superaron las 70.000 ejecuciones, siendo mayor el número de los desahuciados por impago de alquiler. En todo este tiempo se han celebrado tres elecciones municipales y autonómicas, cuatro elecciones generales y aun así el tema está como está.

Siempre he pedido que la sociedad y la política vayan de la mano, que respiren al unísono, ya que es la única manera de evitar problemas y esperanzar al ciudadano, pero lamentablemente no es así y ahora nos encontramos con los niveles de desafección y desencanto que tiene la ciudadanía y donde mejor se pudo apreciar es en la respuesta dada a un problema tan grave y de tanta envergadura como el de las familias que al quedar sin trabajo, sin hogar, sin recursos, no pueden hacer frente a sus obligaciones contraídas.

En una época de crisis aguda, que algunos (PSOE) no sólo ocultaron sino que complicaron con ficticios planes E que nos endeudaban más  y cuando las cifras de paro alcanzaban niveles escalofriantes, la única respuesta que se nos dio fueron los llamados “Juzgados Expres Desahucios” - los primeros se aprobaron en setiembre de 2007 centrados más en los alquileres- ,  mientras saneaban las Cajas y Bancos con aportaciones millonarias de miles de millones de euros.  Con la llegada del PP al Gobierno se siguieron dando esas necesarias subvenciones que evitasen la quiebra del sistema bancario y poco a poco se fue visualizando el problema de los desahucios y alguna normativa se puso en marcha para evitar la tragedia, aunque como siempre no se supo comunicar.

Soy de los que cree que la seguridad jurídica es la mayor garantía que puede ofrecer un Estado a sus ciudadanos y esta debe preservarse, pero aun así creo que quienes han hecho estas aportaciones económicas tan cuantiosas a las Cajas y a la Banca, supongo que algo podrían pedir, sugerir con la sana intención de atemperar, aplazar, diluir  esa sangría económica que conducía  a muchas familias a la ruina, a la miseria y en algunos casos, bastantes, desesperados, a la muerte. Sé que el tema no era fácil, pero debía intentarse, y también aplicar algunas directivas europeas que ya  estaban  en vigor y que supongo que por  desconocimiento del problema y su importancia,   no se aplicaban.

No es ninguna exageración ratificar que esa inoperancia facilito las cosas a los populistas, a los demagogos, a los que buscan cualquier pretexto para desestabilizar y hacerse con su cuota de poder, y así no tardando mucho se vieron los resultados en las alcaldías de Barcelona y Madrid. Aquí se inició el fin del bipartidismo. Hoy la crisis económica ha remitido, el paro se ha reducido a la mitad, cifra aún alta, más de tres millones, pero los desahucios persisten y nos hemos encontrado un año 2018 con casi 70.000 ejecuciones judiciales – la mayoría por impago de alquileres- , de ahí mi estupor ante la respuesta que una alcaldesa tan sensible como Carmena nos ofreció en el telediario, donde una vez más se comprueba que predicar no es dar trigo, y que como bien dicen los textos evangélicos: “Por sus obras les conoceréis”.

Esta reflexión que han provocado esas imágenes televisivas vale también para la alcaldesa de la ciudad de más desahucios, Barcelona”, donde se comprueba que no es lo mismo venir a Nava, en agosto de 2008, a impedir un desahucio, que evitarlos en su ciudad natal.

De todo se deduce que ninguna fuerza política tiene el patrimonio de lo social, serán sus hechos los que lo avalen su coherencia y rigor, y una vez más  se comprueba que la mejor labor social que uno puede hacer es que abunde el trabajo y que éste tenga la remuneración que dignifique a una persona. De todo se deduce que  nadie regala nada. Un saludo

                          José Antonio Noval Cueto.



martes, 19 de febrero de 2019

“El prestigio de la Política





Quien más quien menos tiene una idea de lo que debe ser la política y  sabe o intuye que nuestro bienestar y futuro depende de ella  y esta exige al menos una serie de condiciones: a/ Ser conscientes de la responsabilidad que uno asume al desempeñar una actividad política y actuar en consecuencia, ya que sus decisiones para bien o para mal afectan a muchos.  b / Defender  la verdad dígala quien la diga  y respetar  la idiosincrasia y manera de ser de sus vecinos. c/ Que cada político  se represente a sí mismo y no se contente con ser hombre clínex, hombre de usar y tirar; si uno no tiene autonomía para decir “sí “ o “no”, es aconsejable que cambie de actividad si es que puede, así nos evitaríamos sorpresas vergonzosas. Podría efectuar más precisiones, pero con estas me conformo.

Escribo estas letras  ahora que se ciernen sobre nosotros unas campañas electorales que pueden desequilibrar nuestra mente y confundirnos- parece ser que el uso de tranquilizantes para dormir se ha acentuado en Asturias últimamente - , pues el ruido ya es ensordecedor desde que se han convocado las Generales el pasado viernes, 15 de febrero, resaca de San Valentín. Da la impresión que uno, don Pedro Sánchez,  al no sentirse querido ni por los suyos ni por los independentistas,  ha convocado las elecciones para doblegar a todos, especialmente a estos últimos. Desde la primera hora ya se usa artillería pesada y buena prueba de ello es el discurso-mitin de casi  24 minutos que nos largó  para hablarnos de las bonanzas de sus pocos más de ocho meses de gobierno, con ‘su verdad’ como argumento. Parece que ya no sube el diésel, ni la luz, ni se perjudica la financiación autonómica, ni se cierran las térmicas,  ni se colocan sombrillas  esteladas ni cruces en las playas catalanas, ni  los CDR pagan su peaje en las autopistas catalanas y  ni el juez Llarena necesita protección . Lo cierto, a día de hoy, es que en  los viajes del INSERSO siempre hay  plazas para Cataluña.

Arrecian las interesadas estadísticas, los pronósticos sin el menor rigor y pudor, con la única intención de llevar a las ovejas al redil, o dicho de manera más cruda, de reconducir el voto del indefenso. No se diferencia lo público de lo privado, y hemos de  prepararnos a una campaña electoral donde la mentira y el todo vale van a ser las armas de combate, y donde la imagen de última hora va intentar solapar, vedar, ocultar las aviesas intenciones que sustentan las ambiciones y vanidades de algunos, cuyos destellos ya hemos visto a lo largo de estos últimos meses.

Una vez más y ahora con mayor motivo vamos a asistir a un duro enfrentamiento entre la sociedad virtual , basada en  publicidad, imagen y mentira, y la España real,  que pide  trabajo, dignidad, paz y bienestar ;  que está cansada que se la engañe y time, que está harta de no poder decir y expresar lo que quiere y siente, lo que ve bien y lo que ve mal; de  que la programen y le marquen la ruta, y que intuye que tras lo políticamente correcto se oculta una manipulación que encubre intereses  difíciles de entender y menos aún de explicar  , como   esa pretensión de dialogar, ¿qué?, e incluso gobernar con quienes quieren destruir nuestra democracia y fragmentar España.

Lo mínimo que se le puede pedir a un político es que sea predecible, y en esta España cibernética y anárquica, se hace cada día más difícil encontrarlos, de ahí la preocupación que os traslado en estas letras, pues nos va mucho en ello. Lo único cierto, a día de hoy, es que el nuevo ejecutivo que salga de las urnas debe hacer frente a un ajuste de 13.200 millones de euros y que nuestra deuda pública alcanzó el pasado diciembre el nivel más alto de nuestra historia 1.170 billones de euros. Yo siempre he dicho que los números cantan, pero no hace mucho un concejal madrileño ha intentado dar respuesta a mi preocupación al decirme  :”La deuda pública no es un problema, los estados no quiebran”. ¿Lo crees?

                    
                                         José Antonio Noval Cueto.


P.D  Me gustaría saber cuánto ha costado el Consejo de Ministros celebrado en Barcelona en el mes de diciembre.



viernes, 15 de febrero de 2019

“La fuerza de la natalidad…”


Mientras la Europa cristiana se estanca y se despuebla, la Europa musulmana se reproduce y hace de la natalidad su fuerza de choque, tal es así que ya tiene alcalde en Londres  y no tardando mucho el futuro presidente alemán puede ser de  origen turco, ya que es el colectivo más numeroso y prolífico de Alemania. En España ya hace años que se ha dado la alarma por la falta de población y más aún en Asturias con una media de edad de más de 48 años y donde encontrar un niño en los pueblos de Siero, concejo con futuro y bien comunicado, es uno de los tesoros más apreciados y como tal lo reseñan en sus Libros de Fiestas;  mientras tanto y desde hace años voces autorizadas nos dicen  que el problema demográfico supera al medioambiental y que España, de seguir en esta línea,  necesita más de 5.000.000 de emigrantes que garanticen el relevo generacional.

De todo esto se deduce que las políticas antinatalista de los años 80 que buscaban repartir riqueza entre menos personas nos han llevado a la situación actual que hace peligrar el mismo sistema de seguridad social, y todo ello en nombre de un falso y equivocado progresismo. Esta es la situación y exige cambios, planes, soluciones.

El nacimiento siempre ha sido motivo de alegría, de esperanza,  de vitalidad, casi de perduración y de inmortalidad en nuestra cultura
, de ahí esa frase  que decimos de que debería haber un niño pequeño en todas las casas, pero hoy se ha convertido en tema de preocupación, de temor, de miedo, como si los jóvenes huyeran del  compromiso, de la vida real – cuando se tienen hijos- y  no virtual, la de viaje de fin de semana y cena,   y no es así. Son muchos los que ansían tener su hogar, tener su familia, pero la realidad les acecha y los dirigentes políticos, que usan del decreto-ley cuando les place y gastan lo no escrito, miran para otro lado, que es un truco  más viejo que  coger el móvil para no saludar, y a lo más que llegan es aumentar un semana o dos el permiso de maternidad o paternidad, y eso no es resolver el problema. Fruto de todo ello la mujer tarda en tener familia, si se atreve, a partir de los treinta años e incluso hay quien ni se lo piensa ante el temor a quedarse sin trabajo.  Esta es la situación en la que nos encontramos. La  sociedad despoblada, sin niños y gritos escolares – se cierran escuelas, casas y  pueblos - y las autoridades ni se lo plantean y menos buscar alternativas que pongan en evidencia su ideología. Hace unos días he leído que el futuro plan de la Asturias central buscaba combatir el tema, creo, en verdad, que el problema es de más calado.

Mientras se halla la solución nos encontramos con una Asturias con 1.028.244 vecinos, de los que un 52% son mujeres y un 48% hombres, y con un Siero con 51.662 personas, que viene a ser el 5,02% de la población asturiana, y con una influencia dentro de la vida española casi imperceptible, pues cualquier pequeño barrio de Madrid tiene más población que toda Asturias, y esto tiene consecuencias prácticas llamadas comunicación, aviones, futuro, y es que por mucho énfasis que pongan nuestros ocho diputados por Asturias en un parlamento de 350 , conseguirán menos que Andalucía , la región más poblada de España, con sus 24 diputados en el Parlamento nacional. Ventaja evidente y práctica de una mayor natalidad, que no siempre se acompaña con más riqueza, pues , incomprensiblemente, es la región de más paro de España, y es que quizás los padres de la Patria no son equitativos en el reparto de la riqueza.

                                      José Antonio Noval Cueto






miércoles, 13 de febrero de 2019

“La misma, pero más fuerte…”







Que nos estamos robotizando y que siempre lo hemos estado, en mayor o menor medida, es una verdad que no admite discusión. Quien más o quien menos  se levanta , desayuna, come y cena casi siempre a la misma hora e incluso puede comprobarse en los flujos de circulación según sea hora punta o se televise un partido de fútbol Barcelona-Madrid. Esto, repito, que  siempre se ha dado desde que el hombre es hombre y tiene que ganarse el sustento, cobra ahora tintes de más gravedad y es que últimamente observo que casi todos los periódicos, emisoras de radio y televisiones  repiten las mismas  noticias, temas, doctrina, mentiras y falsas verdades sin el menor rubor ni vergüenza, y es que quizás la misma vida sea monótona, repetitiva, carente de sorpresas y es que el ser humano es  siempre el mismo, aunque  las circunstancias sean distintas.

Últimamente el sumario de todos ellos se compone de: 1/ Una elevada dosis de violencia de género, machista. 2/ Guerra Civil y Franco (Memoria Histórica), y  exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos , en respuesta a una amplia demanda social. 3/ Las miserias humanas con su protagonismo bajo la forma de corrupción  que afecta a todo el espectro político quizás por aquello de querer que un golpe de azar  - siempre hemos jugado a la lotería- nos resuelva la vida. 4/ Las necesidades humanas, impregnadas de tristeza y desolación, muestran las enormes colas del paro que obligan a nuestros jóvenes a irse, emigrar – en la última década 41.600 jóvenes abandonaron Asturias -, con la única ventaja y decepción de irse mejor preparados para  beneficiar a otra regiones o naciones. 5/ Promesas incumplidas o Variante de Pajares, algo que llevamos esperando desde hace más de treinta y cinco años para que de una vez acerque nuestras mercancías y personas al resto de España y a  Europa. 6/Diversiones o evasiones  con el fútbol – quizás por aquello de toros y fútbol de la época franquista- que nos hace leer y logra que la prensa deportiva sea la más leída y comprada en España y en el apartado de  Obsesiones y frustraciones, el 7/ , número bíblico por excelencia, el tema catalán, y es que desde la diseñada llegada del señor Zapatero al Gobierno, pasando por Perpiñán y su plan de desestabilizar España,  lo tenemos hasta en la sopa y ahora en la UVI en espera de una sentencia judicial, y es que una vez más se demuestra que los problemas no se resuelven por sí solos. Hemos de proteger nuestros oídos para soportar las mentiras que invadirán nuestras casas y creo que ha llegado el momento que pidamos daños y perjuicios por el exceso de tiempo que se dedica al tema y por  invadir nuestra intimidad familiar, que ya estamos hartos que Torra nos “atorre”;   mientras   Puigdemont en Waterloo a entrevistarse con Napoleón. En todo este tiempo, años, días, horas, las únicas alegrías me la has proporcionado su majestad el rey Felipe VI, con su discurso del 3 de octubre de 2017, y recientemente unas declaraciones del Presidente manchego don Emiliano García-Page un 5 de agosto de 2018 cuando dijo que: “ Antes de que se rompa España, se rompería el PSOE…”

Un vecino mío, buena y noble persona, aficionado a la música , en plena postguerra, después de trabajar con los albañiles, recorría siete kilómetros bicicleta para recibir, siempre que podía, clase de música, y al fin, con mucho esfuerzo, hizo realidad su deseo: tocar una acordeón.  Como no podía ensayar tanto como quisiera, su repertorio era escaso y después de interpretar algunas piezas decía:

-         Ahora va la misma, pero más fuerte.

¡Qué razón tenía mi vecino ¡ . Ahora la vida española lleva ese mismo ritmo: La misma, pero más fuerte. Continúa  la pesadilla catalana: el victimismo separatista de unos  y las ambiciones de poder de otros, y en medio, nosotros, apaleados y despreciados.

                                             José Antonio Noval Cueto.

P.D Al acabar de escribir estas líneas me llegan la noticia que los presupuestos no han sido aprobados en el Congreso.



jueves, 7 de febrero de 2019

“El Cruce Nuevo…”










Si hacemos caso a los descontentos de turno uno ni se levanta de la cama y menos escribe con el cómodo pretexto de para qué, pero afortunadamente uno no pertenece a esa cofradía y cree que  por el mero hecho de nacer algo se debe aportar  a la sociedad, por mínimo que sea, ya mi manera de entender la vida, de encarar las dificultades del momento, mis ilusiones y proyectos y llegado el caso inmortalizar esos recuerdos que  nos pueden motivar y enriquecer. Y esto es lo que quiero hacer, aunque de sobra sé lo difícil  del intento,  ya que la máquina del recuerdo funciona caprichosa y aleatoriamente y las vivencias se nos escapan  o se nos van , debido a que nuestro cerebro se formatea, a veces, sin darnos cuenta.

Hace unos días me encontré mi carnet del Instituto Lugones, correspondiente al año 1970-1971, apertura del Centro educativo, donde estudié mi bachiller superior,  y en la casilla de domicilio pone Cruce-Nuevo(Lugones), teléfono 56, y es precisamente esto uno de los motivos que me lleva a escribir sobre mi barrio, mi paraíso de infancia, y de sus vecinos, maestros anónimos con su conducta y ejemplo, muchos ya en el cielo; otros, los menos, renqueantes por sus calles o sentados en sus casas. El espacio es el mismo, confluencia hoy de la Avenida de Oviedo y Avenida de Gijón, pero sus parcelas han variado de forma; antes casas exentas como la de Leonides o edificios de baja densidad,  como el de Higinio; hoy en altura, de hasta cinco o seis pisos. Ya no tenemos ni cuartel de la Guardia Civil, ni aparcamiento del autobús, ni Hogar del Frente de Juventudes(OJE), ni “praos” sin edificar en la carretera general, todo es ya asfalto y cemento. El cartel de “Lambreta” , lugar de nuestras concentraciones infantiles,  la cuadra de las caballerizas de las lecheras delante de la carpintería de Carril, ni el taller del Pepón el soldador, ni la chatarrería del Quince, ni el de  pilas de afilar de Don Ramón  existen. Otros negocios emblemáticos de la zona como la tienda de Nedina que siempre nos sorprendía con su Belén de Navidad, la vinotería, los bares  Prado, Madrid y Los Avilesinos, la peluquería de Manuel García – experto en cortes a navaja-  han desaparecido y algunos como el Garaje Martínez, la tienda de Antonio y Maria  o muebles Genji han cambiado de actividad, pero aun así, mi barrio, mi paraíso de infancia,  sigue existiendo y siempre que lo visito, al menos una vez a la semana, me salen al encuentro personas de otro tiempo que amables y sonrientes me dan la bienvenida, como Laurentino y María, Baldomero , Fidencio, Cesáreo y Nedina, García y Albertina, Cándido y Teresa,  José y Estelita, Jesús y Carmina,  Martín el brigada y Julia, Sarmiento y Amparo,  Crisanto y esposa, Evelio, Menchu, Chusi, Miguelito el de Anfer, mis padres y hermanos  y otras muchas más que tendría que citar y no entrarían en este texto y que a pesar de las dificultades de entonces – época de pisos de alquiler con derecho a cocina- sabían bien sus obligaciones y deberes y día tras día, entre trabajo, cartas y vino, tejían su futuro y el mío, y me dejaron tan buen recuerdo que reclaman estas letras.

Siempre que voy me indican donde correteaban los caballos de la Guardia Civil, donde jugábamos a la pelota, donde estaban las torres huecas de los tablones del  escondite,  el lugar donde nos colgábamos de la puerta trasera del autobús o cómo de una punta se hacía una espada con solo ponerla en la vía del tren…Eran los tiempos donde los niños jugábamos en la calle y las teles no habían bloqueado nuestra creatividad y nuestra capacidad de relación…Hoy esto no es posible y los niños de una misma calle no se conocen.

Hace tiempo que quiero escribir de  mi barrio, quizá por aquello de que uno es de donde hizo el bachiller, y sé de su dificultad, pero a la ya citada foto se ha sumado  el fallecimiento en estos últimos tiempos de Miguelito, el de Anfer, - el nieto del Filipino- , de mi hermano Avelino, de Enrique el electricista, de Pío o de Carmina la del garaje, ha adelantado la empresa , y es que tantos héroes anónimos  no pueden quedar sin incienso y eso pretenden estas palabras agradecidas hacia un barrio y sus gentes, que tan buenas y perdurables lecciones  me han dado a cambio de nada, ni siquiera de una sonrisa.

Con la perspectiva que da el paso de los años y a pesar de los esfuerzos ímprobos de la Ciencia y de la Inteligencia artificial – afortunadamente ya no se ven piernas de palo-   se comprueba que nacemos, crecemos y morimos. Ya quedamos menos y la única manera que tengo de combatir  esta limitación es escribir para buscar lo imposible, y es que su recuerdo perdure,  su estela no se apague, su ejemplo motive.

A finales de los 90, Javier el de García, nos reunió a muchos  en una cena en el Bar Madrid, que para algunos tuvo sabor a despedida. Espero  volver a repetirla, aunque solo sea para evocar vivencias, compartir y avivar recuerdos y revivir amistades de esas que no se olvidan, desinteresadas, a cambio de nada,  las de nuestra infancia. No hace mucho, en una de mis visitas, Fernando, aún con los ojos asombrados del niño que fue,   me recordaba algo que yo tenía en el olvido, y es que en el bar de mis padres existía una máquina de afeitar eléctrica, donde uno podía mejorar su imagen a un módico precio. Algo impensable hoy, eran otros tiempos. No estábamos aún metidos en la sociedad de consumo ni la influencia americana era tan fuerte. La copla tenía su imperio y los Beatles aún no marcaban tendencia, con Joselito, Marisol y Los Brincos nos bastaba. Nuestras necesidades eran mínimas: comer, vestir y techo para dormir, y para ello antes como ahora necesitábamos y necesitamos trabajo.

Supongo que cuando menos lo piense, continuaré. Ya he hecho lo más difícil: empezar.  ¡Muchas gracias!

martes, 5 de febrero de 2019

“Adiós muchachos…”


 
Leer estas letras seguro que nos lleva a todos a recordar el inolvidable tango del mismo  nombre, escrito por César Vedani, musicado por Julio César Sanders y popularizado desde París, en 1928, por Carlos Gardel,  y  que nuevamente  he escuchado antes de empezar a escribir estas letras por aquello de la influencia que se da  entre música y escritura, y todo debido a que  los Reyes Magos han tenido el acierto de regalarme un libro  que titula así y cuyo autor es don Sergio Ramírez Mercado, político y escritor nicaragüense, Premio Cervantes de las Letras 2017.

No conocía su obra, pero a raíz de la entrega del Premio y de las entrevistas y críticas literarias que aparecieron en los medios me vi en la necesidad de conocerle – uno sólo es propietario del tiempo que tiene de vida y no lo puede leer todo- y de toda su amplia obra, involuntariamente, sin que haya una razón aparente, empecé por esta autobiografía publicada en 1999, viente años después del triunfo sandinista, en 1979, época en la que Sergio fue  vicepresidente de Nicaragua, y nueve años después de perder el poder en 1990 a manos de Violeta Chamorro. Desde el año 2006 nuevamente  el sandinismo está en el poder, su presidente es Daniel Ortega, pero Sergio ya no le acompaña, ni le aplaude. Hoy la nación vive unos momentos de incertidumbre  y tensión que no parecen deparar nada bueno. En esta edición del libro,  abril de 2018,  se incluye a modo de preámbulo , un  escrito del autor, de setiembre de  2007, titulado “La sombra del caudillo”, donde se pregunta con valentía y pesaroso si el actual gobierno de Daniel Ortega tiene continuidad con la esperanzada revolución sandinista de los ochenta y la respuesta que sucintamente   nos da es: “ Yo digo que no”, y para confirmarlo nos invita a adentrarnos en la honesta lectura de sus 315 páginas, escritas de manera ágil y bien documentada, ya que como dice el autor “Yo estuve allí”. Son sus vivencias. En ningún momento se hace pesado el viaje, uno quiere continuar en el tren, no bajarse y enriquecerse de la vida de otros y comprobar, una vez más, el camino que lleva de la ilusión al desencanto, de la esperanza a la frustración y en todo ello la responsabilidad humana.

Hoy, nosotros, cuarenta años después de aprobada la Constitución podemos plantearnos los mismos interrogantes que   Sergio Ramírez y preguntarnos si aquel llamado espíritu de la Transición sigue vivo, si las palabras “consenso, diálogo, convivencia, tolerancia” tienen fuerza, contenido o son palabras huecas, o  si el respeto a la Ley es de obligado cumplimiento. La respuesta es individual, personal, pero aun así creo que quienes somos de la generación de la Transición, que sus esfuerzos nos costó y no solo materiales, que muertes también hubo, nos preocupa el poco respeto a la verdad y a partir de ahí todo sobra, incluso la Ley. No admitimos que la mentira sea estrategia de partido y menos que se use para dividir o enfrentarnos entre nosotros. Sin sometimiento a la verdad y sin respeto a la moral no hay país que subsista, que se cimente, que anime y aglutine. Hoy, por desgracia, cuando se presume de los avances técnicos que los tiempos deparan, la falsa noticia, el infundio y la calumnia tienen muchos discípulos y las redes sociales dan testimonio abundante de ello. Sorprende que en épocas de aparente y abundante información, haya más desinformación  y que lo que  nos llega  muchas veces más deforma que informa, y a ello se entregan sin el menor rubor  fanáticos del engaño y del desprecio humano. ¿A esto se le puede llamar “progreso”?

Debe ser doloroso, frustrante, que las ilusiones o sueños de juventud se vuelvan amarguras de vejez – de ello trata el libro- , y esto es lo que sentimos muchas personas cuando comprobamos que se nos miente descaradamente, que se quiere mutilar, destruir, lo que tanto trabajo costo levantar y todo ello sin un mínimo argumento razonable, fundamentado y ejemplos de ello los tenemos a diario. No hace mucho un colectivo pedía firmas para derribar el Acueducto de Segovia porque era símbolo de la opresión romana y propuestas de este tipo las tenemos un día sí y otro también.

En Nicaragua, según Sergio Ramírez, la revolución no trajo la anhelada justicia para los oprimidos ni pudo crear riqueza, pero dejó como mejor fruto la democracia. Hoy, en España, hemos creado riqueza, se ha reducido el paro, pero la alarmante falta  de respeto a la ley – barreras de peaje levantadas por piquetes… -  cuestiona nuestra democracia y nos desencanta a todos.  ¿Tan difícil es volver a la senda de la cordura, del sentido común y resolver los verdaderos problemas que mes tras mes traslada el CIS y que no son otros que: paro, corrupción y políticos? ¿A quiénes no les interesa?
¿Por qué?...

Creo que la ha llegado el momento de hacerse la misma pregunta que Sergio Ramírez al plantearse  si preferimos las lealtades personales o las lealtades ideológicas. Él tuvo la valentía y coraje de darnos su respuesta. ¿Nosotros?

                                      José Antonio Noval Cueto