martes, 28 de agosto de 2018

“La insegura seguridad”



Parece una contradicción, pero está en el ADN de la condición humana, ya  que toda vida  se nutre de alegrías y tristezas, de éxitos y fracasos, de salud y enfermedad, de vida y muerte, pero aun así , buscamos caminos, sendas que nos  “garanticen” una mayor seguridad, un mejor camino, en nuestra vana pretensión de ser inmortales y convertirnos en dioses, algo que sabemos imposible, aunque gracias a la investigación alguna migaja conseguimos,  pues si a principios del siglo XX la media de vida en Occidente era de 40 años, hoy ya la doblamos. 

A nadie se le oculta que la seguridad es uno de los conceptos básicos que preside nuestra vida y al que dedicamos cantidades ingentes de esfuerzo y dinero, y  que el sector de las aseguradores es uno de los más boyantes de nuestra economía, basta para ello fijarse en la multitud de anuncios diarios que se publicitan en las televisiones y que intentan responder a las demandas del usuario, ya en forma seguro de vida, de automóvil, del hogar, de accidentes, o según la profesión del usuario, de mis piernas (en el caso de un futbolista, de una modelo…), de mis manos, (si fuera pianista, guitarrista o pintor), de mis cuadros, de mis caballos, mis cosechas o de fallecimiento…O sea que se puede asegurar todo, aun sabiendo que la seguridad total no existe, que somos efímeros, que cuando menos se piense, surge el obstáculo en forma de tragedia que nos lleva   y si alguien lo duda que se lo pregunte  a los americanos con sus Torres Gemelas, o ahora recientemente a los genoveses con su puente Morandi.

La seguridad ha cotizado y cotiza al alza. Si España no ofreciera al turista la seguridad  que demanda – y a habló del sector puntero de nuestra economía, pues supone el 13,3% del total de empleo, con un número de empleados a fecha de abril de 2.421.139 personas–  los aviones tendrían otro destino.  Opinión que también compartimos los españoles a la hora de desplazarnos y que constantemente repetimos en los encuestas del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), donde al preguntar a los encuestados qué cuales  son las instituciones que más estimamos, reiteradamente se citan a la Guardia Civil y a la Policía. Y es que los españoles como todo ser humano, tendremos defectos, se nos podrá engañar, manipular, robar, pero a pesar de todos  los pesares  sabemos agradecer, estimar, valorar  lo que es dar un paseo , leer el periódico  en el parque  con tranquilidad , tomarse un café en la terraza o bien dormir tranquilamente en su casa. Los españoles aspiramos y apreciamos la sensación de ser libres, de sentirnos seguros, y  sabemos que es responsabilidad de todos, de unos principios, de unos valores, de una responsabilidad, obediencia, pero especialmente de las Fuerzas de Orden y Seguridad  que hacen lo posible y lo imposible para que uno se sienta seguro. No hay sueldo que pueda justificar perder una vida cuando se enfrentan a  situaciones límites por protegernos y defendernos.

 Nadie cuestiona que se mejore la seguridad,  incluso vía impuestos, con más medios, estímulos,  pero con una mayor consideración y  sensibilidad  de los Poderes Públicos hacia ellos , que no den la sensación que se encuentran solos, desprotegidos, y ejemplos recientes hay. No tengo reparo en reconocer que todos los españoles  hemos sentido como propias las vejaciones y desprecios que han tenido que soportar nuestros servidores del Orden los últimos cuatro meses del año 2017 en Cataluña, donde ni siquiera posada les daban y tuvieron que alojarse en barcos fletados al efecto. Espero que aquellas imágenes de auténtica burla y desprecio hacia todos nosotros no se repitan.

 No es de recibo que después de  40 años de Transición  no existe una Ley que les proteja y ampare cuando tienen que ejercer su autoridad en beneficio de todos. Así como no se admite o no debe admitirse que ningún cirujano opere bajo el temor que el paciente le denuncie, de igual manera debe protegerse a la policía y guardia civil cuando tiene que actuar en situaciones límite, de extrema violencia y tensión, a veces provocada intencionadamente.  Creo que mis palabras reflejan el sentir de muchas personas de a pie que han expresado su opinión en las múltiples encuestas del CIS y que piden a los poderes públicos que actúen en consecuencia y  que la seguridad, uno de los más preciados dones que tenemos, vaya a más, pues, recordemos que la seguridad no existe por sí sola, depende de muchos factores, especialmente de  nosotros, es insegura en sí misma.

Una vez llegados aquí supongo que os habéis planteado el motivo de estas letras, cuando ya casi han pasado las fiestas del verano, no hemos tenidos mayores problemas y Siero es un concejo que no destaca por elevados índices de delincuencia, y la respuesta es sencilla. Todo esto es fruto de una amplia y agradable conversación con unos parientes argentinos que nos visitaron el pasado 15 de agosto, día de la Asunción. No conocían España , la recorrieron, y  al preguntarles cuál es la foto que han sacado y que más les ha impresionado me dicen:

-         Una que hicimos en el centro de Madrid a una persona mayor que sacaba dinero de un cajero automático de un Banco. Allá sería imposible. No se usan. No existen.

Al escuchar esta respuesta me acordé de una propuesta de  los escritores Fernando Aramburu y Manuel Vilas que decían que el Ministerio de Asuntos Exteriores debía obligar a todo español a estar un año fuera del país para que lo apreciáramos más. Un saludo.

                                                    José Antonio Noval Cueto



viernes, 24 de agosto de 2018

“El día que muera Francisco Franco…”



Nunca pensé tener que escribir estas letras y más después de cuarenta y tres años de su fallecimiento pero el decreto ley aprobado a mediodía por el Gobierno, me obliga a ello y me traslada a la Plaza Feijoo de Oviedo , sede entonces de la Facultad de Filosofía y Letras , y a una clase de Literatura de finales de los 70, poco después de la muerte de Franco, cuando un profesor para evidenciar el desarraigo y desconocimiento de España que tenían los exiliados españoles en Méjico –  ejemplo válido para cualquier otro lugar- nos comentó el argumento de un cuento titulado “El día que muera Francisco Franco”, cuyo autor creo, si mal no recuerdo, que era Francisco Ayala y que tiene como protagonista a un camarero de un café en el que todas las tardes se suelen reunir los exiliados españoles, y  que ,después de muchos días y tardes de café,  escucha que en todas las mesas se hablaba el mismo tema y no era otro que “el día que muera Francisco Franco”, y él, el camarero,  lleno de curiosidad y de una extraña generosidad, viene a España y decide satisfacer sus deseos, que no son otros que asesinar a Franco. Cumplido el objetivo y ya en Méjico, reincorporado nuevamente a su trabajo comprueba con asombro que sus clientes, los exiliados, siguen hablando del día que muera Francisco Franco.

  Algo así nos está pasando ahora en España, después de haber dado televisión y sepultura a Franco un 20 de noviembre de 1975, o sea hace casi 43 años, no sé cuantos meses, semanas y días…pero si unos desentierran a Bolívar, aquí a Franco, que los últimos días vuelve a cabalgar como el Cid, después de muerto, y  está generando unas retenciones de tráfico en la A-6 nunca vistas, que ni en época de nieves y hielos, y el responsable de todo esto es un gobierno hipotecado que quiere evidenciar que la culpa de todo lo que ha pasado y pasa en España es de Franco: de la mala conservación de las infraestructuras, de los pantanos – despectivamente le llamaban Paco Pantanos- ; de las pagas extra que vacían la Caja de las pensiones; de haber implantado la Sanidad para todo españolito que tanto dinero nos cuesta, o de haber impulsado la construcción de viviendas sociales, ahora que tenemos  burbuja en la vivienda.

De los casi 46 millones de españoles desconozco cuántos han vivido y coincidido con Franco, sé que en el  patio lateral  de casa, donde jugábamos al balón, cuando empezaba a llover, Benjamín llamaba a su madre y le decía:

-         Mamá…llama a Franco y dile que pare de llover.

En el mes de mayo, cuando era la época de pescar, los niños de mi barrio, el Cruce Nuevo de Lugones, nos agolpábamos en las aceras, pegados a la valla para ver pasar a Franco y  a su escolta. Nunca nos poníamos de acuerdo sobre qué coche llevaba a Franco, quizás el de los cristales verde oscuros,  el tercero, el quinto…De su fallecimiento empezó a informar Radio Nacional de España hacia las 6 de la mañana con esa música que presagia problemas,   malas noticias, muerte…

Han pasado 43 años, se pactó una Transición y ahora, incomprensiblemente seguimos  diciendo “el día que muera Francisco Franco”. Parece que algunos no quieren que desaparezca de nuestras vidas, que nos acompañe, que justifique su inexistente programa político, que oculte sus desaciertos políticos - del Aquarius a la expulsión de migrantes  y eso que el Presidente dijo que  “con este Gobierno lo que ha empezado es la política migratoria que no había hasta ahora”- , que les reporte algún voto, pero con todo, lo más grave es que después de casi ochenta años, aún no nos hemos  puesto de acuerdo para levantar un Acta objetiva y rigurosa, una Historia que contente a todos,  de lo ocurrido  en los años 30 en España, especialmente del 1936 a 1939, y es que entre las versiones de los vencedores y las de los vencidos la verdad, la objetividad y el rigor se tambalean.

Ochenta años después de terminar la Guerra Civil estamos inmersos en otra Guerra, la de la memoria y no con el noble fin de aclarar hechos, situaciones, sino con la única intención de tensionar, de fragmentar, de enfrentar a la sociedad española, sembrar odio y esto es algo que la mayoría de la población crítica, desecha, y es que sus mayores les dijeron: Que nunca se repita, que no ocurra más…Hoy, como ha dicho recientemente José Luis Garci , sería imposible la Transición política que entre todos nos hemos dado  y que pasará a la Historia como uno de nuestros periodos más florecientes.

Todo vale para llegar al Poder, conseguir votos, y ya que no hacemos gestión ni resolvemos problemas , tensionemos con propaganda, publicidad, polémicas, pasado…Hoy cuarenta y tres años después de su muerte, el gran problema de España sigue siendo Franco – de ahí la necesidad de un decreto-ley urgente; pensé que el propio presidente Sánchez explicaría y justificaría la necesidad- y es que da la impresión que algunos  aún lo  necesitan para conseguir  votos y exhibir su credencial de progresista. De los pobres que se ocupe Cáritas.

                                               José Antonio Noval Cueto.



lunes, 20 de agosto de 2018

“A Xuacu gustai Blasa…”


Han acabado las fiestas del Carmen de Traspando y en este pueblo sierense vuelve a ser noticia el ciclismo, convertida ahora en carrera de “chapes”  entre Antón y Xuacu, como en otro tiempo, no hace mucho, algunas décadas, subían el mítico Piqueru , con premio en la cima, Julio Jiménez, Martín Piñera, Pérez Frances…, pero esta vez no hubo necesidad de sirenas de guardias de tráfico, ni caravana de motos que apoyase a los corredores. Ahora sólo hizo falta la palabra, el gesto, el movimiento en escena de cuatro actores, dos hombres (Antón y Xuacu) y dos mujeres (Telva y Blasa) y un sobrio decorado: fuente, plaza y casa…que nos sitúan en el otoño de 1947 y a través de sus avatares y juegos nos  desgranan sus preocupaciones. Entre escena y escena una grabación, que hace las veces de coro griego,   prepara  al espectador  lo que va a encontrarse. Y todo ello transcurre en una pequeña carpa situada en el patio de las Escuelas, que también para la ocasión muestran una original exposición con fotografías de cursos y alumnos  del pueblo, así como pupitres y libros de la época, donde no puede faltar la Enciclopedia Älvarez , Fábulas , una edición antigua del “Viaje a la Alcarria” entre otros, así como  la  peonza con su cuerda correspondiente.
Una vez más el teatro, el género más popular en España – según Clarín- y de más abolengo, sirvió de espejo de una época, de unas costumbres y de unos tiempos muy diferentes a los actuales. Estamos en la inmediata postguerra donde la escasez y la necesidad tenían su trono. Época de juegos colectivos: chapes, banzones – hoy canicas-, peonza, escondite, cascayu…y ya en los inicios de la adolescencia el pudor, la ternura, las primeras miradas, el primer beso, y a ello contribuyó un argumento muy bien interpretado que buscaba contrastar tiempos, comparar y sacar los aspectos positivos y negativos, las bondades del pasado y los obstáculos del presente; que no todo tiempo pasado fue malo, ni todo tiempo futuro mejor, y es que y aquí viene la queja, la denuncia: Los pueblos se despueblan, quedan “cuatro vieyos”.
La puesta en escena sencilla, natural, original y cada personaje muy metido en su papel. Una de las sorpresas mejor guardadas fue la incontinencia urinaria de Xuacu y la solución técnica diseñada. Limitación que  siempre se hacía presente cuando el abusón de Antón le presionaba o cuando Blasa, “ la de la nariz de pasa” se hacía la encontradiza y le hablaba; por el medio referencias a la mitología asturiana  como el “cordobeyu” o a los ases del ciclismo de la época, en las figuras de Berrendero y Langarica.  Para este contraste de épocas el autor sitúa a los personajes en la Navidad, Antroxu y Cuaresma, y así se desliza la trama, donde poco a poco descubrimos que a “Xuacu gustai Blasa”. Todo expresado en un lenguaje sencillo, fácil comprensivo – el bable nuestro, de Siero, Valdesoto, Traspando…-, con imágenes originales , y de manera constante y como corresponde al juego de niños y sus secretos, el juramento – no eran los tiempos del prometo ni del imperativo legal-  el  “juro por mi pá, mio má, mi güelu, mi güela y las terribles consecuencias del incumplimiento: “que el pelo, que los ojos, que tu lengua sea tan larga como el “mangu” de una fesoria…”. Concluye la obra con el reencuentro de aquellos niños ya convertidos  en “vieyos”, y la casa de sus encuentros infantiles en venta, y es que en los pueblos “Ya sólo quedamos cuatro vieyos”.
Mensaje muy actual y que exige una pronta respuesta de la Administración y más ahora que tanto se habla del Plan de la Asturias Central, donde el medio rural ha de tener el tratamiento adecuado. Tema de por sí grave y más aún en la Asturias de las alas, donde la despoblación adquiere tintes alarmantes. En Traspando ya no tenemos escuela.
No pueden empezar mejor unas fiestas que con el amparo del teatro, y después el reencuentro de familiares y amigos que regresan para venerar a la Patrona, la Virgen del Carmen y revindicar sus orígenes: soy de Traspando y como tal ejerzo. Los demás ingredientes los típicos de una romería asturiana: parchís, bollu preñau, botella de sidra y música baile para la verbena amenizada por el Duo Duende, que fue del agrado de todos. El plato fuerte,el domingo, día 19, con la Misa Procesión de la Virgen del Carmen por el pueblo, música de gaita y tambor,  y la siempre esperada  actuación del  Coro del Hogar de Pensionistas del Berrón que nunca defrauda. Posteriormente subasta de la tradicional cesta, sesión vermut y comida de hermandad a base de fabada, pitu  caleya y arroz con leche., y todo ello en un día espléndido  Ingredientes básicos para pasar un día feliz con los nuestros y entre los nuestros.
  Una vez más y desde hace 10 años la Asociación de Vecinos de Traspando hace lo posible y lo imposible para que nosotros, los vecinos, celebremos a nuestra Patrona. ¡Muchas gracias! ¡Ah, se me olvidaba deciros que  la partida de “chapes” entre Berrendero y Langarica o mejor entre Antón y Xuacu acabó en empate!
Ha sido un placer una vez más gozar de la presencia  entre nosotros del Grupo de Teatro San Félix de Valdesoto  y su obra “Ello yera una vez”, y  una vez más  decir aquello de “que de casta le viene al galgo”, pues pocos pueblos de España tienen su naturalidad  y capacidad interpretativa.
  ¡Viva la Virgen del Carmen y hasta el próximo año!

                                               José Antonio Noval Cueto.

P.D  “Mi reino vivirá mientras estén verdes los recuerdos” (José Hierro)




viernes, 17 de agosto de 2018

Plegaria ante la Virgen del Carmen …




Los años se encadenan como cerezas y tan pronto estamos en el 2000 como en el 2018, y nuevamente tenemos una cita con la patrona del pueblo, la Virgen del Carmen, sita en el centro de la localidad y enfrente de la escuela. Encuentro al que no debe faltar nadie de los nacidos y venidos, pues es el día en que la Patrona  se viste de gala y pasea por las calles del pueblo, y cuando nos juntamos y hablamos de alegrías y tristezas, de aventuras y desventuras, de presencias y ausencias, cuando somos de verdad pueblo que palpita y siente, canta y baila.

Mi plegaria y creo que toda plegaria debe tener un componente humano – por eso de que nada de  lo humano nos debe ser ajeno- y un componente espiritual, de mejora, de perfeccionamiento personal y moral, y es en este apartado donde pululan las sombras y las locuras, palabras quizás suaves para calificar conductas tan aberrantes como las que obligan a separar  y enjaular niños de padres inmigrantes,  las que niegan ayuda a seres humanos que se ahogan en las orillas del Mediterráneo o las de los que quieren fracturar la convivencia que nos hemos dado, incumpliendo la  Ley e imponiendo sus caprichos, sus deseos, y lo que es más sorprendente en nombre de una supuesta Ley, la suya; en nombre de una supuesta Democracia, la suya. Es bueno recordar  que la seguridad como tal no existe por si sola ,  que  sin moral no hay Estado y que no basta anunciar o decir que se va a potenciar la “educación en valores”, si no los ejercitamos y cuidamos  y es que sin ellos, la única salida es el caos. Pidamos a la Virgen buscar y defender la verdad allá donde surja y que el reino de la mentira, de la falsa verdad desaparezca de nuestro entorno.

Ya centrados en el aspecto más material de la vida, en la economía, en los euros, no viene  mal recordar que los tres problemas que más nos preocupan a todos y que  vienen  avalados por el último informe del CIS(Centro de Investigaciones Sociológicas) de junio,  son , por orden de importancia: el paro, la corrupción y los partidos políticos y sus personas; aunque el más preferente es el paro, y es aquí donde deben concentrarse nuestras fuerzas y estoy seguro que entre todos algo podemos hacer.¡ Centremos ahí los esfuerzos y no inventemos otros!

Soy de los que cree que no se debe despreciar ninguna fuente de recursos por pequeña que sea ( montaña, mar, sidra, fabes, castañas, arándanos, viñas…) pues gota a gota se llena un vaso, sirva como ejemplo el Turismo que ya en Asturias alcanza casi el 10% del PIB, y eso que el tiempo no siempre ayuda. Hoy mismo la prensa comenta que los viticultores de Cangas reclaman libertad para plantar las viñas y triplicar su producción. Otro tanto debemos hacer nosotros con lo nuestro, pero para ello debemos reclamar nuestro espacio, nuestro apoyo en ese Plan o Estudio del Ärea Central en ciernes, donde el medio rural,  Traspando y otros pueblos, deben tener su respuesta, salvo que se  quiera que los jabalíes se adueñen del territorio.

A esta plegaria se pueden añadir otras muchas peticiones que yo resumiría en respeto a la dignidad humana y en que nadie explote los sentimientos de otro, algo de lo que por desgracia no se habla.

¡Que la Virgen del Carmen nos siga protegiendo y nos ayude a ser mejores y dueños de nosotros mismos! ¡Felices Fiestas del Carmen!
                           
                                José Antonio Noval Cueto.

domingo, 12 de agosto de 2018

“ Un mito en El Bibio...”






Después de 130 años de la inauguración de la plaza de toros municipal de Gijón, El Bibio, supongo que por su arena han pasado muchos mitos del toreo, de aquellos que han engrandecido la historia del arte de cúchares, pero, a quien os escribe, lo vivido ayer fue algo único, exclusivo, que dudo que se vuelva a repetir y por ello me dispongo a contarlo, sabedor que me quedaré corto, que quizás no capte ese momento sublime que se da en la plaza cuando toro y torero se entienden, se necesitan ,se entregan, aun sabiendo que en ese juego habrá un solo ganador .

Desde hace muchos años, - desde que mi amigo Basilio me llevó a una corrida de Diego Puerta, Jaime Ostos, El Cordobés…-  suelo acudir al coso del Bibio y en esta ocasión  mi interés se centraba en el diestro peruano Roca Reyes,  al que acompañan otros dos grandes diestros como Juan José Padilla y Morante de la Puebla,  y todo ello a raíz de sus triunfos en Las Ventas y más recientemente en Pamplona .

La plaza casi llena, un día espléndido, temperatura agradable y suave brisa. La corrida, algo inusual, empezó con cierto retraso, a las 6:40 horas de la tarde y los seis toros de Montalvo , con pesos que oscilaban  de 525 kg.  a 581 kgr dieron un juego desigual. Los dos primeros que abrieron plaza, de nombre “Fanfarrón “ y “Chivato”, fueron los peores del lote, mansos, de poco embiste. El primero alcanzó a Juan José Padilla cuando iba a matar y el segundo , a pesar de sus limitaciones, permitió a Morante de la Puebla sacar algo de partido y que después de una certera estocada, lograra una oreja. A partir de ese momento la corrida cambió de rumbo, y en el tercero de la tarde, de nombre “Candelito” , el de menos peso, abrió la puerta al mito, a  lo casi  nunca visto, y el responsable de ello un joven, un adolescente de 21 años, limeño y de nombre Andrés Roca Rey, zanquilargo, de andares lentos, medidos, majestuosos. Apenas salió el toro y sin que sus subalternos lo templaran con sus capotes, lo recibió con unos pasos medidos, ajustados; entreteniendo  y envolviendo al toro,  invitándolo a pasarlo bien en un juego donde el instinto del animal y la inteligencia del hombre se enfrentan primero con la capa, y después sin pica y con sus correspondientes pares de banderillas – en este caso blancas como corresponde a la bandera de Perú; las de Padilla de azul y blanco de Jerez y rojo sangre las de Morante- empieza el diálogo entre toro y torero, que con el temple de su muleta elaboró los pases más artísticos que mis ojos han visto, y todo sin inmutarse, serio, erguido, seguro. Naturales, pases de pecho, pases en redondo, cambios de muleta por atrás y entre la tanda de pases… respiros…, engaños, movimientos de muleta adelante y atrás, las astas pegaditas al torero y el toro entregado, enamorado, y en un alarde de técnica,  poco visto, prescinde del estoque, que arroja a la arena y evidencia aún más su temple,  su dominio. Trabajado el toro ya sólo queda el desenlace, silencio en la plaza. El torero observa, prepara al toro, busca la certera estocada y acierta. El toro cae fulminado.  El público alborozado, saca pañuelos, pide trofeo, justicia, mérito. La faena impecable, y eso que el toro tenía debilidad, le faltaba algo de garra. Debajo casi de la Presidencia, en el tendido de sol mi amigo José Ramón y familia enarbola la bandera peruana. Al fin el exigente Presidente concede el trofeo  y después de mucho rogar, dos orejas. Paseíllo, flores, abanicos, sombreros y ante su bandera  saluda con los ojos y lleva la montera al corazón. Primera parte de la corrida. Se acondiciona y se riega la plaza. Entre nosotros un recuerdo para José María Pemán y su  cuento de “La plaza de Cantalapiedra”, o sus bellas poesías, algo que ahora, incomprensiblemente no se lee.

El cuarto toro de la tarde, de nombre “Cinchuelo”, el mejor de la tarde, le toca en suerte al vendaval jerezano  y experto Juan José Padilla, que ya vuelto de la enfermería, supo sacarle provecho y enhebra una buena faena llena de valentía, de entrega, y así sin que apenas le toquen sus subalternos le recibe con la capa de rodillas, pone todos los pares de banderillas, el último  cuando el toro menos lo esperaba, de paso, casi diría  de espaldas, y todos milimétricamente colocados para que no interfieran al estoque. El resto de la faena y con la impetuosidad que le caracteriza siguió los cánones que marca la tauromaquia y finaliza con una estupenda estocada donde el toro se despide de un torero sentada en las tablas bajas del coso. Se armó la traca. Padilla goza de justa y merecida fama en esta tierra. Es un torero que trasmite, contagia y comunica con el público. Saborea su triunfo  y arropado con mantón de manila y apoyado en su bandera pirata se despide del público, no sin antes besar la arena de la plaza, como muestra de agradecimiento y cariño. ¿Qué hará Juan José Padilla cuando no oiga los aplausos del público?

La plaza bullía, el sol aflojaba, se cerraban los abanicos  y el aire refrescaba  . Los ánimos levantados, la alegría se mascaba en el tendido, pero nuevamente surge un contratiempo, al que no voy dedicar muchas líneas, pues no quiero que empañe el sabor de esta tarde de toros. El quinto toro de la tarde, de nombre “Sigiloso”, con 562 Kgr , incumple aquello de  “no hay quinto malo ” e  impacientó a un torero de la categoría de Morante, hasta el extremo, casi nunca visto, que después de cinco tentativas y tres avisos, se negara a matar al toro, algo impropio de torero que se tenga por tal y que una afición tolerante y comprensiva como la del Bibio no se merece.

Se alarga la corrida. Se encienden las luces. Falta el último de la tarde, de nombre “Maestro” y con 568 Kgr. de peso. Se inicia nuevamente el romance, la ronda con la capa, la entrega , el enamoramiento y las armas de  siempre: muleta, pases de estatua, sin mover los pies, naturales, derechazos, temple, capacidad, poderío y una estocada certera. Petición insistente de trofeo y un cicatero presidente le niega incomprensiblemente la segunda oreja, a pesar de las protestas del público. Al final puerta grande para los vencedores de la tarde, uno de azul y oro (Juan José Padilla) y  el otro de verde y oro (Andrés Reyes Roca).

Ahora que toca a fin este escrito, aún sigo con el estupor , la sorpresa, el asombro  del magisterio y poderío taurino de un torero peruano, limeño, de veintiún años, de nombre Andrés y apellidos Roca Reyes, y la única explicación solvente de todo me la ofreció recientemente él mismo cuando dijo: “Yo toreo sólo para mí mismo”, pero, aun así, tu pasión llega al público y de qué manera.

Creo no equivocarme si digo que estamos ante un mito de la tauromaquia. ¡Que Dios te proteja!
                
                                                 José Antonio Noval Cueto.

P.D Este escrito no sería posible sin la ayuda de un experto aficionado salmantino que me fue aclarando algunos lances de la lidia. ¡Muchas gracias!  



jueves, 9 de agosto de 2018

“Matar no es un derecho…”


 

Desde que hoy , día 9 de agosto-  onomástica de la filósofa carmelita judía  Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein en su vida civil),  ejecutada en Auschwitz tal día como hoy de 1942- aparece en las imágenes de los digitales una pancarta de una manifestante argentina con las palabras que titulan este escrito,  fue tal el impacto que sabía que me obligaría a escribir estas letras, sabedor que su contenido no va a ajustarse al “se lleva”, a la moral del momento, como si robar o matar no fuera punible de por sí, por muchas eximentes o pretextos que busquemos.

Y es que desde que se pide y se publicita que se derribe el Acueducto de  Segovia para olvidar la opresión romana ; desde que se dice que las diferencias entre hombre y mujer dependen más de las circunstancias que de la genética- los medicamentos de la mujer no siempre sirven para el hombre -  ; desde que se practica una ecología excluyente, aplicable  sólo a temas políticamente rentables , pero no a todos los temas que puede y debe abarcar: nacimiento y desarrollo del ser humano ; desde que todo se justifica en razón de los intereses de algún grupo de presión o de intereses económicos inconfesables y desde que en esta ceremonia de la confusión la locura arraiga y coge cada vez más fuerza, creo que a mi edad y cuando ya no dependo del favor  , ni del aplauso de nadie, sino de mi conducta y honor – así  me criaron y educaron-, me sea permitido decir : ¡Basta!, y es que uno desde su más tierna infancia debe saber que la vida va en serio y que cada uno es protagonista y responsable de la suya, por mucho que las circunstancias limiten o condicionen su libertad. Se habla de suicidio demográfico, de crisis humanitaria, pero se buscan los argumentos más ladinos y sofisticados – por aquello de contentar a la inteligencia- , para negar lo que no se puede negar,  que es el derecho a nacer de los ya concebidos, de los  que quieren nacer.

Ahora que se celebran los cincuenta años de la encíclica de Pablo VI “Humanae Vitae”; ahora que avanza la despoblación y que las nuevas técnicas agrícolas permiten cosechas espectaculares…aun así aumenta el número de abortos y el número de jóvenes adolescentes embarazadas no disminuye, y eso que muchas de ellas dicen haber recibido información sexológica… aumenta la violencia machista y la percepción de la mujer como mero objeto de placer o ente pasional gana enteros. Creo que ha llegado el momento de plantearse qué modelo de sociedad, de ser humano estamos creando y es que las dosis de infelicidad y angustia que invade a nuestros jóvenes (hombre, mujer) son muy altas y basta para ello fijarse en el botellón de fin de semana y sus consecuencias, y es que los mensajes que reciben desde hace años ya no hay cabeza que lo lleve, que lo soporte. Todos reclaman un momento de felicidad, de felicidad de la buena, démosla.  A todos nos compete. ¿En qué quedan muchas de sus ilusiones y proyectos? En una mala noche, en una mala posada, con una mala compañía (prensa, televisión, cine, libro, amigo/a…).

Hoy, el  senado argentino ha paralizado la ley del aborto, y entre los muchos argumentos, el más básico es que “Nadie tiene derecho a matar”. Podría buscar muchos ilustres apoyos para defender este aserto, pero me voy a basar en la sabiduría de Blas, mi amigo de infancia, quien me llevaba a plantar patatas a su huerta ya que si no se plantan,  como decía su abuelo,no se comen, y quien no hace mucho, a pesar de la abundante lluvia, plantó fabes . Aró la huerta, trazó los surcos y después depositó la semilla en los mismos. Al cabo de unos días,  no sé si  tres , cuatro o siete días…  los surcos se poblaron de pequeñas plantas, unos más que otros, y la pregunta que me hago es ¿en qué momento germinó la semilla? …Lo ignoro, pero seguro que si no se siembra, la planta no brota.  

Lo ocurrido en Argentina ha sido un triunfo de la vida. Esperemos que vaya a más, y que el apoyo a las familias monoparentales, las más sensibles a la crisis, se incremente.

                                            José Antonio Noval  Cueto.

  P.D  Se me olvidaba deciros que una de las personas que más ha luchado en favor de la dignidad de la mujer ha sido Edith Stein, o sea Santa Teresa Benedicta de la Cruz.



miércoles, 8 de agosto de 2018

“En menos que pasa un año…”



Me veo escribiendo estas letras, hoy, día de la Balesquida, cuando ayer, hace nueve meses, un parto,  leía asombrado  en una cafetería de la Pola la Revista de las Fiestas de San Pedrín, y digo lo de “asombrado”, porque el  contenido que allí se publicaba no era moneda corriente, y más el caudal de sentimiento y afecto que toda la Sociedad de Festejos trasmitía a sus socios , cooperadores y vecinos, por la muerte de don José María Fernández Antón, más conocido como Chema el Veterinario,   su presidente durante más de cuarenta años. Si siempre obliga el papel en blanco  antes de empezar a escribir, más aún en esta ocasión, donde quiera o no quiera  el recuerdo de Chema, con quien coincidí varias veces en la fiesta de la Peña de los Cuatro Jueces,  va a estar presente, pues seguro que su Sariegu o su Vega Pociellu aparecerá en el camino, pues su mero nombre ya las evoca.

Se me ha dado libertad para que os hable de cualquier tema, pero hoy, 22 de mayo, después de un día espectacular, de esos que uno quisiera guardar en el bolsillo, donde todo palpita y borbotea bajo la mirada de un cielo azul muy intenso   y una luz rejuvenecida, nerviosa y brillante, en pleno éxtasis de una  naturaleza primaveral  y su  relajante  concierto de - trinos, brisas, quiquiriquíes, mugidos, relinchos, balidos…-   y con la colaboración estelar del vuelo de parapente que surca los aires de mi casa , no tiene que sorprender que ante tanta plenitud y belleza, sin caer en el grandonismo tan nuestro, uno reconozca que vivimos y estamos  en pleno Paraíso Natural, y la pregunta que me hago es si somos conscientes de ello, si lo cuidamos y potenciamos. 

En pleno auge de la ecología, en época donde se pagan 6.200 euros por “Katy”, una gocha asturcelta, o 11.900 euros por el campanu del Sella, uno debe preguntarse si de verdad se cuida y mima el mundo rural, el campo astur, el Paraíso natural, y máxime cuando lo estamos convirtiendo en nuestro reclamo turístico, y la respuesta  es preocupante, dudosa, y basta para ello fijarse en nuestros ríos, concretamente el Nora –  lejos están los tiempos en que era nuestra piscina de verano- o en los muchos pueblos, cercanos, próximos a las gran ciudades de Oviedo y Gijón que aún no tienen saneamiento o incluso agua corriente, o el mal estado de nuestras carreteras comarcales que ha llevado a un vecino de Tineo a plantar “berzas” en sus baches para reclamar su reparación... Y todo ello se ha consentido con cierta mentalidad pragmática, como queriendo decirnos que el mundo rural no tiene futuro, algo que la documentación oficial  desmiente cuando nos dicen que el sector agroalimentario exportó en el año 2017 más de  50.000 millones de euros, un 6,8% más que el año anterior y supone ya el 18,1% del conjunto de todas las exportaciones de España, y esto sin referirnos a la importancia que tiene el medio rural como impulsor del turismo natural, ecológico. Recuerdo que el sector turístico - y más el turismo rural está en alza -   ya supone más del 11% del PIB asturiano. Nuestros platos preferidos siguen siendo la fabada y el “pitu de caleya”, lo del cachopo es más de ahora.

Han cambiado los tiempos, hay nuevos retos y supongo que esto no es nuevo. Siempre desaparecen oficios y aparecen otros nuevos. Lo que es necesario es tener respuesta, imaginación e ilusión, y ejemplos los tenemos en abundancia,  incluso al lado de casa, así vayamos  a  los inicios de la Central Lechera Asturiana (1968), hoy, una de nuestras empresas más importantes, o hablemos de la importancia que tiene el sector vinícola o el sector sidrero. Siempre hay que estar reciclándose, actualizándose y adelantándose a los problemas y es que “camarón que se duerme se lo lleva la corriente”, y algo de eso hemos padecido en Asturias, que nos ha impedido crecer, mejorar, creer en nuestras posibilidades.  Detectado el problema, la solución es la de siempre: Trabajo, ilusión. No todo depende del individuo, también la Administración tiene implicarse, ilusionar, motivar a sus administrados, a todos nosotros.

En resumen tenemos que aprovechar todas nuestras posibilidades de riqueza, llámense leche,  miel, castañas, nueces, guindas, maíz, fabes, andrinos, pesca,  hierro, acero, turismo…pero no debemos descuidar la más importante,  el lugar donde vivimos, nuestro Paraíso Natural, Sariego, Vega Pociellu – el “argayu” de Caso va camino de solución-, Siero...Asturias, España.
 Recuerdo que somos administradores , no dueños de esta riqueza: Cuidémosla. Las generaciones venideras  lo agradecerán.

  Creo que he cumplido el encargo que el Paraíso Natural me ha trasmitido y no quiero concluir estas letras sin recordaros que el verdadero progreso es personal, moral, y de esto sabía mucho Chema y también lo saben los actuales responsables de la Fiesta – su Carta del año pasado lo dice todo - que me han permitido escribir estas letras.

           ¡Viva las Fiestas de San Pedrín!

                                     José Antonio Noval Cueto



jueves, 2 de agosto de 2018

“Lecturas del verano 2018…”


Antes que se malinterpreten mis palabras confieso  que no tengo ninguna vinculación con ningún gremio editorial y que lo único que me mueve a escribir estas palabras es recalcar la importancia de la lectura y más aún desear que el tiempo que dedicado a la misma sea eficaz, útil, placentero, ya nos azote la brisa del mar o el aire de la montaña, pues estamos en verano y el ocio nos invade.

Por esta época y año tras año , por aquello de ser devotos y contribuyentes de la sociedad de consumo, es  frecuente que algunos intelectuales de pesebre y  medios afines practiquen  la publicidad indirecta y nos sugieran lecturas relajantes, casi  diría refrescantes, recién editadas o nuevas reediciones de autores de calidad no contrastada, pero  que ahora cotizan en el mercado,  que están en el candelero, no en el “candelabro” como en su día dijo un afamado ministros , pues todos sabemos que una buena campaña y una mejor distribución generan la necesidad del producto y si alguien duda de mis palabras que se lo pregunte a las empleadas de las librerías que un día sí y otro también tienen que mitigar la angustia del cliente que busca el “importante, inédito y exclusivo libro”  que la noche anterior se presentó en la tertulia de turno .

Son prácticas del mercado,  publicidad y consumo van de la mano, y lo deseable es que cada uno se prevenga y defienda; pero lo que sí me ocupa y preocupa es que poco a poco, por aquello de la inmediatez, por aquello de considerarnos los únicos dueños de lo creado y existente,  despreciamos u olvidamos más el pasado y si citamos alguno de sus escritores, es sólo citarlos, como en otro tiempo citábamos la lista de reyes godos; sus textos y preocupaciones no nos interesan y este es un error que debemos evitar .

Y digo todo esto a raíz de un reciente encuentro con unos amigos, donde entre vino  y café, y   después de abordar muchos temas de actualidad y de los encuentros y desencuentros que se dan entre Historia Y Literatura,   uno de los presentes, Rafa,  hizo una afirmación radical, quizás exagerada, más bien quizás fruto de una vivencia personal de su época estudiantil que de una reflexión profunda, y  nos dijo:

-         “Ya sabéis todos que para mí la Literatura es lo máximo y que en ella me refugio un día sí y otro también, y a pesar de la mucha prosa leída, mi lectura preferida sigue siendo “¡Adiós, Cordera! “, de Clarín.  Ha sido un acierto que el Ayuntamiento de Oviedo haya querido inmortalizar a sus personajes en un pequeño jardín, al final de calle Conde Toreno  ¿Ahora que tanto predomina la imagen la conocerán nuestros jóvenes? Humildemente creo que no debe haber asturiano, si es que por tal se tiene, que no la lea…”

Continua su inspirada disertación,  enhebra episodios y razones , cine y literatura, y concluye acertadamente con aquello de que su lectura ayuda a entender a la Asturias de antes y la de ahora. Sin ella estamos huérfanos, no tenemos entidad.

Otro de los ponentes, Marcelino, apoya su tesis pero  amplia más el abanico, pues cree que todos los cuentos de Clarín responden a ese doble objetivo de testimonio y moralidad que impregna sus páginas, y todo esto sin entrar en sus novelas, auténtico documento del acontecer diario ovetense.

Yo quisiera que el deseo de Rafa se hiciese realidad, y que “ ¡Adiós, Cordera! “, fuese una de nuestras lecturas de verano. Se lee pronto, poco más de treinta páginas, según sea el tipo de letra. “La Chinta”, mujer de Antón, y madre de Rosa y Pinín, a través de sus ojos de moribunda nos dice: “Cuidadla, es vuestro sustento” .

                                            Un saludo.
                                 José Antonio Noval Cueto.