miércoles, 25 de marzo de 2020

“Tengo sed, Tú me la has dado”



En el funeral de Estado que la ciudad de Calcuta celebró en el estadio Netaji  para celebrar las exequias de la Madre Teresa de Calcuta, en la plataforma central preparada para la ocasión sobresalía una cruz con la imagen de Cristo crucificado con las palabras: “Tengo sed, Tú me la has dado”.

Hoy, 7 de marzo, mientras leo el libro de la periodista londinense Anne Sebba, titulado “Madre Teresa más allá de la imagen”, me llegan las siguientes noticias, que casualmente coinciden con el  tema. Un antiguo alumno me invita a sumarme a una Novena de Oración de la Madre Teresa; más tarde , por Facebook , me entero que 4 hermanas de las Misioneras de la Caridad han sido asesinadas en la ciudad yemení  de Aden, y  poco después otro amigo comparte un texto que dice: “ Hay más hambre en el mundo por falta de amor que de pan”, autora, la Madre Teresa.

Que yo a estas alturas de la película, veintitrés años después del fallecimiento de la Madre Teresa de Calcuta o mejor dicho Santa Teresa de Calcuta, pretenda descubrir algo nuevo, está fuera de todo pronóstico, ya que  de ella tenemos cumplida y actualizada información, pero hoy vuelve a ser protagonista  de estas páginas por la lectura del libro antes citado.

Libro que me encontré en la sección de Religión de una librería de viejo y que compré a un precio irrisorio y por dos motivos: a/ Una biografía de la Madre Teresa siempre hace bien y b/ Estamos en Cuaresma y arrepentidos quiere el Señor. Está editado en 1998,  y lo publicó en España, en 2004, ABC en su sección  “Biblioteca ABC:  Protagonistas de la Historia” . Tiene un bonito prólogo del cardenal Arzobispo de Sevilla don Carlos Amigo Vallejo, donde entre otras cosas dice :”La Madre Teresa  sentaba cátedra de las mejores lecciones de humanidad y de sabiduría cristiana”.  Con estas premisas me lo compro por poco más que el precio de un café.

Pero una vez en casa empiezan las sorpresas,  así en el prólogo de la primera edición la autora, desconocida para mí, nos dice que empezó a recabar información para escribir el libro en 1994, que se propone analizar las críticas y las alabanzas de la Madre Teresa y  que el interior del Edificio Central de la Orden o Cuartel General , como ella lo califica,  da una sensación de “eternidad soporífera”…El uso de adjetivos valorativos y sorprendentes desde las primeras páginas, anticipa el decurso del mismo, y ante esta situación a uno le quedan dos caminos: dejarlo o bien descubrir que argumentos va a utilizar la autora para intentar  denigrar a la Madre Teresa, y por esa sencilla razón continué su lectura, para a partir de la misma escribir estas palabra de aviso, de alarma e incluso de defensa, si fuera necesario, pero recalcando que no se compre un libro sin la debida información, por muchos  adornos  que tenga.

El libro , con dos prólogos iniciales,  se estructura en trece capítulos y un epílogo, donde abundan las críticas subjetivas, sospechas y ataques a la menor oportunidad que surja, aunque de vez en cuando reconoce méritos y hechos.   Nos cuenta, en relación a la Madre Teresa,  que “su convicción y confianza en Dios nunca vacilaron y se vieron reforzadas por el apremio y necesidades que veía a su alrededor”, y así en diciembre de 1948 da los primeros pasos para fundar la Orden de Misioneras de la Caridad y el 22 de agosto  de 1.952 inaugura Nirmal Hriday, su primera casa; en abril de 1955 su primer Hogar Infantil “Shishu Bhavan y en 1956 su primera clínica móvil para combatir la lepra…En febrero de 1965 su santidad Pablo VI autoriza que la Congregación se convierta en Sociedad de Derecho Pontificio y ejercer su apostolado fuera de la India, y así abre su primera casa en Cocorote (Venezuela), y a partir de ahí, poco a poco, llega el reconocimiento internacional: Premios como el “Padma Shrii en la India (1962)”, Premio Templeton por el Progreso de la Religión en Londres o el Premio Nobel de la Paz en 1979…pero una vez afianza y contrastada su dedicación a los pobres y su buen hacer, la lengua fraudulenta hace su aparición: murmuración, descalificaciones, medias verdades, ataques virulentos, compañas organizadas…  y es que, a pesar que en un momento en el capítulo séptimo, uno persona se pregunta que “si una mujer extremadamente buena como la Madre Teresa no se libra de las calumnias, ¿quién se salva?", no obstante de esto se alimenta el libro  para tratar de empequeñecer  y desvalorar a la Santa, y para ello cualquier tema o circunstancia le sirve, que si la Madre defiende la vida , ataca  el aborto y dice “es el mayor destructor de la paz porque es una guerra directa, una matanza directa, un asesinato directo cometido por la propia madre”, que si se opuso a la ordenación de mujeres, que si en sus centros no tienen televisión , periódicos o demás materiales de lectura, que si no quiere Madres con títulos superiores, que si otras órdenes como las clarisas tienen un funcionamiento más adecuado, que si el trato a los moribundos se diferencia poco de los hospicios medievales, que si no informa acerca de la eutanasia voluntaria, que cómo se puede hablar de un Dios justo que permite guerras mundiales, que si no apoya las enseñanzas anticonceptivas, que si no promociona y defiende los derechos de la mujer, que no permite las adopciones con familias que practican la contracepción, que si hizo uso de la sanidad privada, que nunca se ocupó de la situación de la mujer en la Iglesia, que si Calcuta no debía nada a la Madre Teresa, que si nunca alentó la lucha de los pobres contra los ricos que los explotan, que nunca se preocupó del progreso de los más pobres, que si algunas monjas que han dejado su Orden la critican o argumentos tan subjetivos como este de “su astuta habilidad para relacionarse con líderes poderosos, no todos políticos, demuestra que no es del todo "espiritual"…

Me costó acabar el libro, pues faltaba la deseable imparcialidad, pero aun así los supuestos argumentos ideológicos no tienen la solvencia exigible, y me da pie a pensar que la autora y la Madre Teresa juegan en dos ligas diferentes. La autora no sé si católica o no, de serlo,  quiere un catolicismo a su medida ; la Madre Teresa, un catolicismo coherente y leal, y es que criticar que una monja no apoye el aborto, los métodos anticonceptivos ni la eutanasia activa es jugar en divisiones o terrenos de juego diferentes. No obstante he de reconocer que el libro nos deja perlas tan interesantes como estas que ayudan a preparar la Cuaresma y  que ahora cito: “No soy yo, sino Cristo que vive en mí” “Espero que a su manera intente demostrarle al mundo , que nunca es tarde para hacer algo hermoso por Dios”, “ Tenemos intención de atenderles con amor porque cada uno de ellos es Jesús disfrazado de angustia”(a los enfermos de Sida), “Cuando tenemos los cuerpos destrozados de los hambrientos e indigentes, tocamos a Cristo”, “No soy nada, salvo un lápiz de Dios en las manos de Dios” “No se puede servir a dos amos. Una vez alguien me preguntó si era mejor dar pescado o cañas de pescar a la gente que tiene hambre. Pero los que acuden a mí están enfermos y moribundos; están tan débiles que ni siquiera pueden sostener una caña de pescar” “Las obras de amor son obras de paz”, todas ellas de la Madre Teresa. Su sucesora, la Madre Nirmala al hacerle una pregunta sobre ella al acabar el funeral dijo: “ La Madre Teresa respondió a la llamada de Jesús lo mejor que supo. Gracias a su absoluta entrega a Él , el Señor ha hecho miles y miles de milagros que nosotras hemos presenciado”.

Para concluir esta letras permitidme que haga mías unas palabras que Emile Ciorán cita en sus “Cuadernos” , que pueden venirnos bien y que a continuación transcribo: “España no habría tenido historia sin el catolicismo: habría sido un desorden permanente, un caos ininterrumpido. La Iglesia supo contener la locura de ese pueblo y concretarlo…” Un saludo.

                                              José Antonio Noval Cueto.


viernes, 20 de marzo de 2020

¡¡¡Camarero!!!....¿Qué?




He dudado si escribir estas palabras y más cuando un aviso urgente del móvil me indica que en España ya hemos superado los 1000 fallecidos por el coronavirus y esta debe ser nuestra mayor preocupación, pero me parece, por desgracia,  que la batalla no ha hecho más que empezar y que tenemos que prepararnos no sólo para la lucha, que ya es mucho, pues el enemigo de momento es invencible e invisible, sino también para la victoria, y con esta intención  escribo estas letras que buscan levantar la moral, la confianza, el optimismo e incluso un poco de alegría que afiance nuestra certeza en el triunfo, aunque de momento el número de víctimas va en aumento;  y a ello me han obligado mis vecinos de la calle Fausto Vigil, que desde hace unos días, a las 20.00, abren sus ventanas y aplauden agradecidos a todos aquellos colectivos que están en la vanguardia de la lucha contra el virus (sanitarios, farmacéuticos,  fuerzas de seguridad , cajeras y reponedores, transportistas…y  por extensión todos los ciudadanos responsables, pues como decía hoy el teniente general Don Fernando López del Pozo, Jefe del Mando de Operaciones, todos somos soldados en esta guerra).

Este movimiento surgido en Italia y extendido ahora por España empezó lento, pero desde hace dos días, concretamente el pasado 18 de marzo y especialmente, ayer, día 19 ha cobrado tal intensidad y fuerza que no se puede silenciar y estas palabras , mejor o peor, lo confirman.

Ayer, como todos los días,  a las 20.00 horas suenan los primeros aplausos, tímidos, pero poco a poco arrecian  ,aumentan y cuando  el volumen y persistencia de los mismos es alto se escuchan voces que dicen :” Picachón, Picachón, Picachón…” que el aludido, experto dj y vecino de la calle, responde con ráfagas de luces sobre las fachadas y con un música, limpia, pura, de canciones cuyas letras enardecen, alientan, motivan, alegran y nos afianzan en la deseada victoria. En las ventanas aplauden, levantan manos, los más precavidos graban, inmortalizan los hechos, los más jóvenes bailan, balancean sus cuerpos, y aún, con la que está cayendo,  se ríe, que no es poco. Y todo esto durante casi veinte minutos. Se nota que es San José, Día del Padre, y la ocasión lo merecía.

Una vez más la música y canciones de antes y de ahora marcaron la ruta. No todas las conocía. De ellas  “Resistiré” del Duo Dinámico,   “Madre Tierra” de Chaynne , muy tarareada y bailada cuando dice: “Oye,abre tus ojos, mira hacia arriba, disfruta de las cosas buenas que tiene la vida” y  nos recuerda que “siempre que llueve escampa” o Melendi con su “Porque Asturias es mi patria y sincera su bandera. Covadonga, la Santina más bonita de la tierra”, que fue el momento de más identidad y fuerza , y que coincide, precisamente, con la presencia en nuestra calle de dos furgonetas y una ambulancia  de Protección Civil. Se bajan de los coches, quitan su boina para saludar el vecindario  , y éste  agradecido ,explota en aplausos.
Entre canción y canción, una voz de micrófono  pregunta:

¡¡¡Camarero…..!!!
-         ¿Qué?
-         Champiñones…

Yo,  agradezco a todos los vecinos de la calle Fausto Vigil y a Picachón que me permitan cargan las pilas, sonreír, hacer más llevadero este encierro y afianzarme más en la victoria . Nos vemos hoy  a las 20.00 horas.
       -¡¡¡Camarero…..!!!
-                      ¿Qué?...

-         Una infusión de optimismo y esperanza. VENCEREMOS. MUCHAS GRACIAS

P.D.   Estas letras están escritas con la única intención de aunar esfuerzos e insuflar un poco de optimismo en estos aciagos momentos. ¡Que no perdamos la confianza!¡Que todos juntos podemos!  Un saludo


                                José Antonio Noval Cueto.




miércoles, 18 de marzo de 2020

“Disciplina social…”


  
En esta situación límite que vivimos hay palabras que justifican estas letras, y de ello dan prueba los casi dieciocho millones de media de personas que han seguido la comparecencia televisiva del presidente de Gobierno Don Pedro Sánchez Pérez-Castejón el pasado sábado, 14 de marzo, a media tarde, tras declarar el Estado de Alarma en todo el territorio español ( cuota de pantalla del 80,9%). Ayer, 17 de marzo, hubo otra para anunciar importantes medidas económicas,  pero es la del sábado la que genera estas letras. Y todo ello debido a que “España se enfrenta a una emergencia de salud pública que requiere decisiones extraordinarias”.

En casi cincuenta y dos minutos hemos pasado de la política virtual a la política real. De la locura al arrepentimiento, reflexión y colaboración, y todo de la mano de un presidente tenso, casi angustiado, que ve la que se nos viene encima, que como nuevo Moisés nos dejó las Tablas de la Ley  y nos dice: la salvación está en manos de cada uno de nosotros. Aquí, según el Presidente, no hay “colores políticos, no hay ideologías, no hay territorios…”.

 Hacía tiempo que no se citaban las palabras “España”(unas de cinco veces)”Gobierno de España”(otras cinco)” y la palabra “españoles”, citada explícitamente al menos en dos ocasiones, aunque se sobreentendía en cada oración o frase pronunciada. Hacía tiempo que no se decían verdades tan rotundas como que el Gobierno de España era la autoridad competente en todo el territorio , que aprendiéramos de los 40 años de Constitución, que recordáramos la generosidad y entrega de nuestros mayores en la crisis económica del 2008, que agradeciéramos el trabajo y esfuerzo de muchos colectivos que están en primera línea de combate para detener al virus(sanitarios, fuerzas de seguridad, farmacias, tiendas de alimentación, conductores...), con el riesgo que eso supone, o el altruismo de muchas personas y colectivos (empresarios, autónomos, periodistas, donantes de sangre, cuidadores, familias…)que hacen lo posible y lo imposible para que la situación no se nos vaya de las manos.

El Presidente también nos recordó algo que practicamos y sabemos desde hace décadas y que fue emblema de un exitoso programa de televisión titulado “La unión hace la fuerza”, y que  “Tenemos por delante semanas difíciles, de esfuerzos y sacrificios… Debemos actuar con unidad, responsabilidad y disciplina social”.

Que nos diga esto y en una situación límite un Presidente que hasta ahora ha hecho de la mentira, del enfrentamiento, de la desigualdad entre regiones y personas, de la desigualdad de oportunidades,  de la tensión social y de la falsas promesas sus armas de combate, no quita importancia a lo dicho, sino que lo afirma. Yo, al menos, voy a darle el beneficio de la duda, y que haga lo posible o lo imposible para que como decía “cada casa de España tenga la certeza de que mañana esto habrá pasado”. Tiempo habrá de dar explicaciones, pero antes de concluir no viene mal recordar unas sabias palabras de Ortega y Gasset cuando dijo: “Quien no sabe de Política es tonto, pero quien todo lo politiza es más tonto todavía”, y algo de esto nos ha pasado últimamente. Recuerden – según palabras del propio Presidente- que  “Debemos actuar con responsabilidad, disciplina social y sentido de comunidad. Sé que somos capaces de hacerlo unidos”.


                                          José Antonio Noval Cueto.


sábado, 14 de marzo de 2020

“ Y el órgano sigue tocando…”




No hace mucho, en estas mismas páginas, comentaba la proeza realizada por el órgano Grenzing de San Pedro de Pola de Siero cuando   nos dio a conocer su anatomía y sus potencialidades, con la palabra certera de Nacho Fonseca y el sonido de los tubos accionado por Emilio Huerta, de modo que al concluir el concierto- explicación, mi asombrado nieto me preguntó:

-Tito, ¿Por qué el órgano no canta?

- No te preocupes – le contesté de manera apresurada- que todo se andará con el tiempo y seguro que terminará cantando.

Cuando aún perviven los ecos de aquel concierto la Asociación Pro-Órgano, en la colaboración con la parroquia de San Pedro, Conservatorio Superior de Música de Oviedo, Fundación Municipal de Cultura, Gerhard Grenzing, nos ofreció el pasado sábado, 7 de marzo, a las 20:00h y en la Iglesia de San Pedro, un singular y exclusivo concierto de Trombón y Órgano, y digo lo de singular porque no es frecuente que uno pueda escuchar un Concierto con tan insólitos instrumentos y con selección muy especializada de piezas, ya renacentistas, barrocas o de casi reciente creación(s. XX) .

Constó el concierto de seis piezas. La duración del mismo fue la adecuada, cercana a una hora. Se cuidaron todos los detalles desde la misma presentación inicial a cargo del párroco don Juan Hevia Fisas, o las explicaciones previas de cada pieza a cargo de sus intérpretes. Empezó el mismo con Ludwig van Beethoven, ahora que se conmemora  el 250 aniversario de su nacimiento, con su obra “Drei Equale für vier Posaunen”, compuesta para Cuarteto de Trombones, y después continuó con “La Hieronyma”, del compositor barroco Giovanni Martino  Cesare, que tiene la peculiaridad de ser la composición más antiguo de trombón, después que éste supliera al sacabuche.

Fue un concierto muy exclusivo – ahora que tanto cotiza lo exclusivo- donde pudimos escuchar sonidos muy puros, casi vírgenes, ya que no es frecuente que se produzca ese protagonismo exclusivo y  combinación de órgano y trombón,  que interpreten piezas de difícil ejecución y no muy conocidas, y que para ello contemos con profesores y alumnos de las Aulas de Trombón y Órgano del Conservatorio Superior de Música Eduardo Martínez Torner de Oviedo. ¡Todo un auténtico lujo!

De todo este selecto repertorio hubo dos piezas que me llevaron a lugares donde la imaginación tiene su asiento y me refiero a la titulada “Salve María”, del reconocido compositor de óperas Giuseppe Saverio Raffaele Mercadante, compuesta para trombón y órgano, que me llevó a compararla con otras de idéntica temática y más conocidas. La otra es “Romanze” de Otto Hóser, compositor contemporáneo , fallecido en 1959, también compuesta para trombón y órgano, de temática amoroso y de tan elevados sentimientos que hubo momentos que uno creía encontrarse a los amantes andando y bailando por el pasillo central de la iglesia. El paroxismo llegó a su plenitud al identificarse la pureza sentimental y musical. En el apartado de destreza musical he de citar la soberbia interpretación de la organista Adriana Pichardo Gallas, sabiamente asesorada por su profesora doña Elisa García Gutiérrez, que interpretó la conocida y difícil pieza barroca del compositor Pablo Bruna titulada “Tiento de 1º tono de mano derecha y al medio a dos tiples”.

El pasado 7 de marzo he tenido el privilegio de asistir a un concierto donde la sublimidad y la exclusividad fueron sus señales y que esto ocurra en la Pola no tiene que sorprendernos, sino al contrario, alentar y animarnos más, pues de todos es sabido que una de las señales de identidad de Pola es la música y de ello dan fe alguna de las personas venidas para la ocasión. ¡Enhorabuena y mi más sentido agradecimiento a todos aquellos que hacen posible que conciertos de este nivel tengan su asiento en Pola de Siero! ¡Un fuerte abrazo!
                                            
                                José Antonio Noval Cueto.

 P.D  El órgano de la Iglesia de San Pedro de Pola de Siero sigue tocando, y no sólo en las ceremonias u oficios religiosos.




domingo, 1 de marzo de 2020

“Y llegó la piqueta…”





Era una muerte anunciada y no por eso deja de ser muerte – me costó mucho entender porque nuestras abuelas rezaban por una buena muerte-, y toda muerte provoca lamento, desolación, ruptura. Se ve que los cuidados intensivos no eran la solución, que la única terapia era la piqueta, el derribo, a fin que brote nueva vida, fuerza, dinamismo…Me avisaron del suceso el martes, 25 de febrero, a media mañana.

-         José, están tirando el Bar Madrid. Lo lamento, pues se va una parte importante de tu vida.

-         Gracias, Alberto, sabía que estaba en las últimas, que le quedaban pocos días de vida. No hace mucho  la prensa informaba de las intenciones del promotor de iniciar la construcción de un grupo de viviendas en la parcela. Mañana tengo que ir a Lugones y pasaré por allí. No obstante he de decirte que mientras viva esos recuerdos y vivencias , muy gratos y felices, me acompañarán siempre, irán conmigo a donde quiera que vaya. Son mis señas de identidad y he de decirte que uno de los títulos del que más orgulloso me siento es el de ser José el del Bar Madrid, en atención a que mis padres regentaron ese bar desde  el 13 de mayo de 1957, día en que yo cumplía tres años hasta alcance los treinta, a  mediados de los años 80.

Al día siguiente, 26 de febrero, hacia las 11 de la mañana, pasé por allí y vi como una pala primero y después una cesta con martillo derribaban lo poco que quedaba en pie del inmueble, la parte baja del mismo. La única consolación que te queda es reconocer que nada es eterno. No somos de aquí, no somos propietarios de nada, somos meros administradores de algo que se nos da y cuando menos lo pensamos se nos quita, cae, desaparece, muere. Saqué las fotos que evidencian e inmortalizan el hecho, y aún las tengo delante de mí cuando escribo estas palabras que trasmite  un corazón repleto de  recuerdos, vivencias que han conformado mi vida y han contribuido a ser lo que soy.

Este inmueble que ya no existe, era mi paraíso de infancia, una auténtica escuela de vida. Allí, en esa España de los 60 y 70  supe de coplas y toná – se cantaba en los bares con sidra, vino o con lo que fuese. Una vez creí escuchar al mismo Antonio Molino cuando el bar estaba más lleno, y era Pedro , un vecino de Pruvia,  que le imitaba a la perfección. Desde ese momento me di cuenta que podía haber muchos Antonios, pero las circunstancias hacían que sólo uno triunfase. Allí mismo escuche a un vecino del Pontón de Vaqueros que lo mismo cantaba toná que flamenco para admiración y asombro de algún que otro andaluz presente; con más frecuencia nos deleitaban Pepón el soldador, con su canción hecha sidra, y el entonces joven, Fermín el de la Fresneda,  y un día de esos de prisa, de carretera, el conocido cantante Luis Gardey probó les fabes que mi madre hacía con tanto mimo- . Este bar que ya no existe fue testigo de leyendas como la de aquel vendedor de lotería, a quien yo en mi imaginación llamaba el Mariscal,  que ,rigurosamente vestido de traje azul con rebites dorados en sus mangas y camisa con corbata , se sentaba en una mesa, pedía el vino de rigor  y expandía los billetes de lotería encima de la mesa para su venta ;  de  Lolín, el “ probe de les medallas” , que extendía su mano de cliente a cliente, y siempre se las apañaba para apoyarse en el pasamanos de  la barra y conseguir que alguien le convidase. Parece ser que de “probe”, según apareció años después en la prensa, tenía poco. A Justo el Molín, que con su boca medio abierta y el baile de sus manos, me causaba miedo y hacía que me guardase debajo de la barra. El ya citado Pepón el soldador y su inseparable amigo de fatigas Quince el Chatarrero, gijonés inteligente, que se libró de una segura muerte en los campos de concentración alemanes, arrojándose del tren en marcha.

 No eran tiempos fáciles, aunque abundaba el trabajo y más aquí, en Lugones. Uno podía cambiar de empresa con relativa facilidad, aunque los salarios fueran escasos, no daban mi para pagar la pensión de los muchos que procedentes de otras zonas de España, especialmente de León y Castilla, Galicia, Andalucía, Extremadura se asentaban aquí, y las horas extras de sábados y domingos paliaban la situación. No hace mucho, un pregonero del Carbayu, Gonzalo el de López, dijo con mucho acierto que uno de los méritos que tenía y tiene  Lugones es que aquí nadie se siente forastero. En aquel entonces  las necesidades se centraban exclusivamente en comer, vestir y un techo donde dormir, y como diversiones principales el cine, para los más jóvenes, y para los mayores la baraja, ya al tute, ya al subastado, donde se jugaba lo que la partida consumiera, generalmente media botella o medio litro de vino, que salían más barato que en pintas. Algunos más arriesgados jugaban al 43 a uno o  dos reales, y en torno a ellos se acumulaban los espectadores para observar sus jugadas  y comprobar donde se acumulaba el dinero, la ganancia. Algunos, más discretos, según aumentaban las ganancias, las metían debajo del tapete. Hacían verdaderos esfuerzos mentales para llevar los triunfos, tantos, salidas del contrario, y siempre, el que jugaba bien y era prudente tenía ventaja, aunque las cartas no viniesen, así recuerdo a Sandalio, Emilio Casilones, Demetrio, Cali, Infiesta, Olivo, Lera, Morán,  Avelino, mi padre…No eran tiempos fáciles, pero lo poco que teníamos se compartía, todos nos preocupábamos de todos, se trataba de subsistir y en verano, si la economía lo permitía, ir a la playa en el tren y algún que otro privilegiado ir a secar a León…Los más pequeños jugábamos al escondite, pío-campo,  banzones ,   chapas por la acera o pelota, mientras  los mayores avivaban y sellaban su amistad en torno a una copa de anís corriente, orujo  o guinda, como hacían Laurentino y  Basilio todas las mañanas de su jubilación en la única mesa situada a la izquierda según se entraba y pegada a la barra.

En estos casi treinta años, el pequeño bar aumento, tuvo su propio comedor, su tendejón para colgar las bicicletas e incluso una pequeña chabola, en el patio trasero, para engordar uno o dos cerdos que se alimentaban con las sobras de comida. También tuvimos nuestro buzón de quinielas que semana tras semana alimentaba las ilusiones de todos  y más desde que se conoció el caso del campesino castellano, de nombre Gabino, que logró una suculenta cantidad de dinero con su quiniela, casi treinta millones de pesetas, que en los años 60 era una cifra exorbitante y fue precisamente la quiniela quien nos proporcionó una importante alegría a todos, ya que mi hermana Esperanza, “La Nena”, poco antes de casarse, también logró una cantidad importante a mediados de los años 60 y toda gracias a que el Barcelona perdió en casa con un colista. En el bar se calentaban las fiambreras de los obreros – abundaba la jornada laboral partida. La carretera Oviedo-Avilés, hoy Avenida Conde de Santa Bárbara era un reguero de personas enfundas en sus monos o con su chaqueta mahón que salían de 12 a 13 horas a comer, y siempre precedidos por los preceptivos toques de sirena- .Se daban comidas, lo que hoy se conoce menú del día, en donde en el primero de los dos platos a elegir, siempre había “fabes”, que era el más demandado   . Los domingos juego de la lotería, perindola y para digerirlo bien tapas de mejillones, pulpo – entonces a precios muy baratos-, oricios, bígaros, hígado encebollado, carne guisada, callos, bistec… También tuvimos pensión, y allí tuvieron  su aposento no sólo los guardias civiles que venían trasladados a la localidad, sino multitud de técnicos y operarios de montajes, de la construcción que trabajan en la zona, transportistas, viajantes y, en el mes de julio, a estudiantes universitarios integrantes de un Campo de Trabajo  en la Didier, que les venía muy bien como experiencia humana y  posterior encaje en el mundo laboral. Procedían de todas las partes de España y supongo que para ellos como para nosotros era un intercambio enriquecedor, interesante.

Durante estos casi treinta años sucedieron muchas cosas que no se pueden resumir en este artículo, pero voy a destacar algunas, que por diferentes motivos, más recuerdo:
a/ Inicio de la Televisión en España. Fuimos uno de los primeros bares que la tuvieron. Recuerdo que cuando regresaba del colegio y se emitían los míticos partidos de fútbol Inter-Madrid, no podía entrar en el bar de lleno que estaba. Con el tiempo fue casi obligatorio que todo bar tuviera su televisión, y de este modo se formaban dos ambientes: a/ el de las partidas de cartas  y b/ Los que seguían la televisión, y a veces, en el fragor de la batalla, se generaban conflictos entre ambos, de modo que recuerdo las palabras que mi padre, Avelino, cuando le  decía a mi madre:

-         Consuelo, baja la televisión, que es una auténtica comedura de tarro.

Palabras que hoy hago mías al comprobar que sea ha convertido en una caja fraude.

b/ Llegada de la coca-cola. Las primeras que tomé , siendo un niño, me parecieron puro jarabe, pero después gracias a las campañas de publicidad y premios, las bolsas nevera de playa, balones, camisetas, y la incorporación de la nevera, me parecieron más sabrosas, y con el tiempo se hicieron imprescindibles para casi todos.

c/ La compra de la cafetera, de tres cuerpos, Faema E-61, que sin tener que tirar de las altas palancas de otras cafeteras que cansaban  los brazos, hacía una café riquísimo. Un auténtico crema. No sé por qué los clientes siempre pedían que los hiciera mi padre. Lo cierto es que había diferencia de que los hiciese él o nosotros.

d/ Ampliación de la carretera y nueva redistribución del Cruce Nuevo que redujo el espacio, encorseto en negocio con una valla y traslado la parada del autobús a otra zona, con el lógico quebranto económico . Con el paso de los años, a finales de los noventa, se pudo revertir al situación, quitar la valla, ampliar la acera y dar más amplitud y fluidez a la zona.

e/ La utilización de las cocinas de gas butano y el consumo de pollo al ajillo. Podría citar más sucesos, pero el espacio apremio, y lo más importante que me ha ocurrido en esos años ha sido conocer y aprender de muchas personas humildes, sencillas, sufridas – recuerdo los esfuerzos de muchos operarios de Metales que soportaban lo insoportable para no perder su paga de asistencia anual al trabajo que cobraban por  Navidad -  nobles, que me han brindado su amistad y han compartido y hemos compartido muchos proyectos e ilusiones, y esto no tiene precio. En el apartado de anécdotas gastronómicas los bollos preñados de morcilla que hacía Enrique el Molineru para sorprender a sus amigos y conocidos al salir de la panadería.

f) Por último,  un 20 de noviembre de 1975, a eso de las seis de la mañana, cuando tenía la radio puesta y servía la copa de anís corriente a un cliente,  se suspendió la emisión, sonó la musiquilla que avisa de grandes noticias, y oímos al presidente de Gobierno don Carlos Arias Navarro, que con voz entrecortada por la emoción,  nos comunicaba: “Españoles, Franco  ha muerto”.

Podría decir más cosas, pero no debo abusar de vuestra confianza y quiero concluir este escrito-epitafio recordando que el Bar Madrid fue además de bar, centro de reunión, lugar de encuentro,  donde los juglares de la zona nos hablaban de sus aventuras y desventuras de la guerra de Sidi-Ifni, gracias a Falo, testigo de los hechos, o escuchábamos las propuestas imaginativas de Antonio Bobes con sus culebras en los  días de excesivo sol, y ya entonces, como ahora, el tema central era el fútbol, que si el Sporting o el Oviedo, Biempica, Pocholo, Puente, Sánchez Lage, Paquito,Uria…Había  incluso un locutorio improvisado, teléfono público ,  cuyo número creo que era el 56. Avisábamos de cualquier contingencia, hasta  de si la novia le esperaba.

Parece que todo esto que cuento sucedió hace mucho, pero a mí me parece que fue ayer, aunque la realidad me dice que han pasado años y la mejor evidencia la dan las escasas cartas de avión que hoy se escriben, sustituidas por el correo electrónico y el WhatsApp .

El martillo sigue su trabajo , ya queda poco que tirar, el solar ya se ve diáfano, abierto, luminoso y a mí después de este desahogo melancólico y lastimero  solo me queda desear  Paz y  Gloria, y que los nuevos moradores  de las futuras viviendas sean tan felices como yo lo he sido en aquellos tiempos, y todo gracias a que he tenido una familia de la que siempre me he sentido orgulloso y a que he compartido y vivido con personas tan maravillosas que se asoman a la ventana de mi cabeza frecuentemente y más ahora que escribo estas palabras.  ¡A todos muchas gracias! ¡Un fuerte abrazo!

                              José Antonio Noval Cueto.