No hace mucho, en estas mismas páginas, comentaba la proeza
realizada por el órgano Grenzing de San Pedro de Pola de Siero cuando nos dio
a conocer su anatomía y sus potencialidades, con la palabra certera de Nacho
Fonseca y el sonido de los tubos accionado por Emilio Huerta, de modo que al
concluir el concierto- explicación, mi asombrado nieto me preguntó:
-Tito, ¿Por qué el órgano no canta?
- No te preocupes – le contesté de manera apresurada- que
todo se andará con el tiempo y seguro que terminará cantando.
Cuando aún perviven los ecos de aquel concierto la Asociación
Pro-Órgano, en la colaboración con la parroquia de San Pedro, Conservatorio
Superior de Música de Oviedo, Fundación Municipal de Cultura, Gerhard Grenzing,
nos ofreció el pasado sábado, 7 de marzo, a las 20:00h y en la Iglesia de San
Pedro, un singular y exclusivo concierto de Trombón y Órgano, y digo lo de
singular porque no es frecuente que uno pueda escuchar un Concierto con tan
insólitos instrumentos y con selección muy especializada de piezas, ya
renacentistas, barrocas o de casi reciente creación(s. XX) .
Constó el concierto de seis piezas. La duración del mismo fue
la adecuada, cercana a una hora. Se cuidaron todos los detalles desde la misma
presentación inicial a cargo del párroco don Juan Hevia Fisas, o las
explicaciones previas de cada pieza a cargo de sus intérpretes. Empezó el mismo
con Ludwig van Beethoven, ahora que se conmemora el 250 aniversario de su nacimiento, con su
obra “Drei Equale für vier Posaunen”, compuesta para Cuarteto de Trombones, y
después continuó con “La Hieronyma”, del compositor barroco Giovanni
Martino Cesare, que tiene la
peculiaridad de ser la composición más antiguo de trombón, después que éste
supliera al sacabuche.
Fue un concierto muy exclusivo – ahora que tanto cotiza lo
exclusivo- donde pudimos escuchar sonidos muy puros, casi vírgenes, ya que no
es frecuente que se produzca ese protagonismo exclusivo y combinación de órgano y trombón, que interpreten piezas de difícil ejecución y
no muy conocidas, y que para ello contemos con profesores y alumnos de las
Aulas de Trombón y Órgano del Conservatorio Superior de Música Eduardo Martínez
Torner de Oviedo. ¡Todo un auténtico lujo!
De todo este selecto repertorio hubo dos piezas que me llevaron a lugares donde la imaginación
tiene su asiento y me refiero a la titulada “Salve María”, del reconocido
compositor de óperas Giuseppe Saverio Raffaele Mercadante, compuesta para
trombón y órgano, que me llevó a compararla con otras de idéntica temática y
más conocidas. La otra es “Romanze” de Otto Hóser, compositor contemporáneo ,
fallecido en 1959, también compuesta para trombón y órgano, de temática amoroso
y de tan elevados sentimientos que hubo momentos que uno creía encontrarse a
los amantes andando y bailando por el pasillo central de la iglesia. El
paroxismo llegó a su plenitud al identificarse la pureza sentimental y musical.
En el apartado de destreza musical he de citar la soberbia interpretación de la
organista Adriana Pichardo Gallas, sabiamente asesorada por su profesora doña
Elisa García Gutiérrez, que interpretó la conocida y difícil pieza barroca del
compositor Pablo Bruna titulada “Tiento de 1º tono de mano derecha y al medio a
dos tiples”.
El pasado 7 de marzo he tenido el privilegio de asistir a un
concierto donde la sublimidad y la exclusividad fueron sus señales y que esto
ocurra en la Pola no tiene que sorprendernos, sino al contrario, alentar y
animarnos más, pues de todos es sabido que una de las señales de identidad de
Pola es la música y de ello dan fe alguna de las personas venidas para la
ocasión. ¡Enhorabuena y mi más sentido agradecimiento a todos aquellos que
hacen posible que conciertos de este nivel tengan su asiento en Pola de Siero!
¡Un fuerte abrazo!
José Antonio Noval Cueto.
P.D El órgano de la Iglesia de San Pedro de Pola
de Siero sigue tocando, y no sólo en las ceremonias u oficios religiosos.
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