martes, 26 de febrero de 2019

“Pregúntame por los Carnavales…”



Suelo ver poco la televisión y lo único los telediarios, ya  el de la 15:00 horas o el de las 21:00 horas de Antena 3 que  a veces lo alterno con el de la 1, para contrastar noticias o buscar noticias diferentes. El otro día, en Antena 3, comentan el desahucio de una vivienda madrileña que al fin ha podido ser desalojada, después de otras dos tentativas anteriores fallidas. Las imágenes duras y desagradables hablan por sí solas y nos intranquilizan a todos, pues uno que  afortunadamente aún no conoce la dureza del colchón de asfalto y puede preservar su intimidad y la de los suyos  entre sus cuatro paredes,  no deja de reconocer que la vida juega malas pasadas y que lo que ha ocurrido a tu vecino, también te puede pasar a ti.

 Después de las imágenes se nos ofrece una rueda de prensa con la Alcaldesa de Madrid, Sra. Carmena, que al preguntarle por el tema, sin contestar, les indica a los periodistas que le pregunten por los Carnavales. Quedé bloqueado. No me entraba en la cabeza que una persona que siempre hizo gala de ser defensora de los menesterosos y desahuciados, nos haya endilgado esa despreciativa respuesta. En este momento en que relato estos hechos aún dudo que la información que se nos haya ofrecido fuese completa, alterada y es que el tema cobra tintes de gravedad. No salgo de mi asombro. Como si el tema no fuera importante. Recuerdo que en el 3º Trimestre del 2018, las ejecuciones judiciales por desahucios ascendieron en Madrid a la cifra de 1.238 y la autonomía que desde hace algunos años las abandera  es Cataluña, con 2.531 en ese mismo periodo.

Desde el año 2007, inicios de la crisis, hasta la actualidad se cuentan por miles las familias que se han quedado sin trabajo, sin vivienda, sin futuro. Todavía este año 2018 según la Plataforma Antidesahucios se superaron las 70.000 ejecuciones, siendo mayor el número de los desahuciados por impago de alquiler. En todo este tiempo se han celebrado tres elecciones municipales y autonómicas, cuatro elecciones generales y aun así el tema está como está.

Siempre he pedido que la sociedad y la política vayan de la mano, que respiren al unísono, ya que es la única manera de evitar problemas y esperanzar al ciudadano, pero lamentablemente no es así y ahora nos encontramos con los niveles de desafección y desencanto que tiene la ciudadanía y donde mejor se pudo apreciar es en la respuesta dada a un problema tan grave y de tanta envergadura como el de las familias que al quedar sin trabajo, sin hogar, sin recursos, no pueden hacer frente a sus obligaciones contraídas.

En una época de crisis aguda, que algunos (PSOE) no sólo ocultaron sino que complicaron con ficticios planes E que nos endeudaban más  y cuando las cifras de paro alcanzaban niveles escalofriantes, la única respuesta que se nos dio fueron los llamados “Juzgados Expres Desahucios” - los primeros se aprobaron en setiembre de 2007 centrados más en los alquileres- ,  mientras saneaban las Cajas y Bancos con aportaciones millonarias de miles de millones de euros.  Con la llegada del PP al Gobierno se siguieron dando esas necesarias subvenciones que evitasen la quiebra del sistema bancario y poco a poco se fue visualizando el problema de los desahucios y alguna normativa se puso en marcha para evitar la tragedia, aunque como siempre no se supo comunicar.

Soy de los que cree que la seguridad jurídica es la mayor garantía que puede ofrecer un Estado a sus ciudadanos y esta debe preservarse, pero aun así creo que quienes han hecho estas aportaciones económicas tan cuantiosas a las Cajas y a la Banca, supongo que algo podrían pedir, sugerir con la sana intención de atemperar, aplazar, diluir  esa sangría económica que conducía  a muchas familias a la ruina, a la miseria y en algunos casos, bastantes, desesperados, a la muerte. Sé que el tema no era fácil, pero debía intentarse, y también aplicar algunas directivas europeas que ya  estaban  en vigor y que supongo que por  desconocimiento del problema y su importancia,   no se aplicaban.

No es ninguna exageración ratificar que esa inoperancia facilito las cosas a los populistas, a los demagogos, a los que buscan cualquier pretexto para desestabilizar y hacerse con su cuota de poder, y así no tardando mucho se vieron los resultados en las alcaldías de Barcelona y Madrid. Aquí se inició el fin del bipartidismo. Hoy la crisis económica ha remitido, el paro se ha reducido a la mitad, cifra aún alta, más de tres millones, pero los desahucios persisten y nos hemos encontrado un año 2018 con casi 70.000 ejecuciones judiciales – la mayoría por impago de alquileres- , de ahí mi estupor ante la respuesta que una alcaldesa tan sensible como Carmena nos ofreció en el telediario, donde una vez más se comprueba que predicar no es dar trigo, y que como bien dicen los textos evangélicos: “Por sus obras les conoceréis”.

Esta reflexión que han provocado esas imágenes televisivas vale también para la alcaldesa de la ciudad de más desahucios, Barcelona”, donde se comprueba que no es lo mismo venir a Nava, en agosto de 2008, a impedir un desahucio, que evitarlos en su ciudad natal.

De todo se deduce que ninguna fuerza política tiene el patrimonio de lo social, serán sus hechos los que lo avalen su coherencia y rigor, y una vez más  se comprueba que la mejor labor social que uno puede hacer es que abunde el trabajo y que éste tenga la remuneración que dignifique a una persona. De todo se deduce que  nadie regala nada. Un saludo

                          José Antonio Noval Cueto.



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