Hoy que se disuelven las Cámaras y después de hacer repaso de
esta alocada y borrascosa legislatura me viene a la memoria una brillante
intervención de la portavoz de Coalición Canaria, doña Ana Oromas, que después
de pedir neuronas y sentido común, en vez de impresoras y camisetas, debido a
la falta de altura de las muchas de las fuerzas políticas presentes en el
hemiciclo, concluye su intervención con las palabras que dan título a este
escrito.
En esta época de agitación y desprecio a la inteligencia y
dignidad de los españoles, donde la Política ha quedado recluida en las
alcantarillas y se ha impuesto el todo vale para acceder al poder- incluso se
defiende una democracia sin leyes - y se
ha llegado a tal nivel de engaño que casi hay que pedir perdón por utilizar la
palabra España, término que algunos, muchos, interesadamente identifican
con la España franquista, y una vez más hay que acudir a los padres de
la patria, a los padres del espíritu, a Cervantes, quien en su tragedia “El cerco
de Numancia”, escrita en 1585, convierte en personaje a España y en uno de sus parlamentos nos dice: “Alto,
sereno y espacioso cielo… muévate a
compasión mi amargo duelo y, pues, al afligido favoreces, favoréceme a mí…que
soy la sola y desdichada España…”, y el río Duero, su interlocutor le responde:
“ Madre querida, España, rato había que oí en mis oídos tus querellas…que no
podrán las sombras del olvido obscurecer el sol de tus hazañas…”
Han pasado más de cuatrocientos treinta y cuatro años y la
queja persiste, permanece, aumenta. No se puede mentar la soga en casa del
ahorcado y menos en este país que algunos irreverentes y lunáticos, sin el
menor fundamento, consideran apátrida,
salvaje, sin identidad, sin historia, y como única documentación exhiben la mentira, la manipulación, la falsificación
y el atropello.
Hace unos días, en plena época de la información que más
desinforma, una periodista de prestigio ha tenido el coraje de reconocer que más del
60% de las noticias que se publican son falsas, e incluso, según alguno de sus colegas, más. En medio de esta fuerte tormenta, el
indefenso ciudadano abre el paraguas y espera triste y resignadamente que escampe.
Se ha dado cuenta que últimamente todo vale para conseguir el voto y que la
mentira alienta ilusiones, deseos, sentimientos que la verdad y la realidad
frustran, de ahí que con noticas falsas se aliente la funesta manera de pensar.
Ya no hay hombres ni mujeres, ni ancianos ni jóvenes e incluso últimamente coge
fuerza la tesis de que Cristóbal Colón nació en Pontevedra. ¿Quién da más?
Después para rasgarnos las vestiduras pedimos en educación en valores.
El pasado 22 de febrero el Presidente de Gobierno , don Pedro
Sánchez Pérez-Castejón, ha tenido el detalle de rendir homenaje a Don Antonio
Machado en Collioure (Francia), al cumplirse ochenta años de su fallecimiento
en esa localidad. Y es precisamente este gran poeta, patrimonio espiritual de
todo bien nacido y especialmente de todo español de pro, quien nos va a
recordar que así como España existe, también existe la verdad, y de ello da
testimonio un sobre escrito hallado en su bolso
que decía: “Es tierra de España. Si muero en este pueblo, quiero que me
entierren con ella”, y sobre la tan perseguida y ultrajada verdad habla su
famoso su proverbio que dice:” ¿Tu verdad? No, la verdad; y ven conmigo a
buscarla. La tuya guárdatela…”
En los días previos a unas decisivas elecciones generales lo
mínimo y único que pedimos – del ancho de vía de la Variante que hablen los que
saben – es que la VERDAD sea la protagonista. ESPAÑA NO SE MERECE UN GOBIERNO
QUE MIENTA, y es que , por desgracia, últimamente, la mentira tiene muchos
discípulos.
José Antonio Noval
Cueto.
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