Ahora que el Derecho Administrativo, el que regula las relaciones entre
Administración y administrados, está en auge, es muy frecuente que en cada oficina del Estado se acumulen multitud
de reclamaciones, de escritos, de expedientes donde el particular exige sus
“Daños y perjuicios” por los quebrantos o daños sufridos por tardía respuesta,
lista de espera, errores garrafales o abusos en la tramitación de algún
expediente – generalmente provocados por prisas o engaños- que le obligan a defenderse
mediante escrito de queja y reclamación
, que ya tiene hasta formulario típico. Desconozco la cuantía que esto supone
anualmente para las arcas del Estado, pero a tenor de lo que se publica en el
BOE y en prensa, supongo que asciende a cantidades importantes, que necesitamos para investigación, vivienda,
pensiones y otros menesteres…
En este caso mi reclamación convertida en escrito sólo quiere
dejar constancia del engaño, desprecio y abuso al que hemos estado sometidos
los españoles por la ambición desmedida de alguien que no ha tenido reparo en
asumir responsabilidades y riesgos que han tenido en un vilo a toda la
ciudadanía y puesto en peligro la estabilidad que entre todos nos hemos dado
desde el origen de la Transición y hasta la misma Unidad de España. Últimamente
desde todos los sectores educativos se alerta a los padres – quizás permisivos
en exceso- que el ‘no ‘ existe, que no se puede decir que ‘sí’ a todo tipo de
caprichos de nuestros hijos, y algo semejante ocurrió el pasado 1 de junio cuando don Pedro Sánchez
López-Castejón llegó a la jefatura del Estado con el apoyo de grupos políticos
poco recomendables.
No ha acabado el embarazo, hubo que preparar el quirófano y
esperar que la incubadora del Estado permita que la criatura llamada España
tenga la fuerza y vitalidad que todos deseamos a partir del próximo 28 de
abril, y eso que los tiempos son
cambiantes, la economía y la política europea se tambalean, y en el horizonte
las fauces del populismo amenazan devorarlo todo. Es lógico que todo político
quiera esperar y aspirar al poder, obtenerlo para llevar adelante sus
proyectos, programas e ilusiones, pero no a costa de cualquier precio, y es
aquí donde entro en el catálogo de las reclamaciones.
No tiene la más mínima justificación que el Sr. Sánchez López-Castejón se haya hecho con la presidencia del Gobierno con el apoyo de
fuerzas políticas antisistema, y máxime cuando él mismo autorizó la aplicación
del artículo 155 que suspendía la autonomía catalana. La cosa como era de
esperar ha saltado por los aires y el Presidente no puede alegar ignorancia, sabía
dónde se metía, quienes eran sus socios y que buscaban, pero aun así mandaba
más sus aspiraciones personales que el bienestar y tranquilidad de sus
ciudadanos y hubiera perdurado en su propósito si no hubiera un juicio por el
medio, el del “procés”. Cualquier persona de buena fe cuando crea una sociedad
con varios socios lo primero que hace es informarse, conocer su pasado y
aspiraciones, y exigirles un mínimo de
credibilidad y fidelidad, pero eso no le importó ni le preocupó, su único
objetivo era llegar a la Moncloa como fuera y a costa de quien fuera. Todos
sabíamos, sin necesidad de la UCO, que
sus socios no superaban la prueba del algodón. Y de ahí vienen los males que
nos asolan. Baste recordar que de diciembre a febrero el número de hombres
parados ha ascendido en 22.981 personas y el de mujeres en 63.762. La situación
según los economistas cobra tintes de los años 2007-2008, principios de la
crisis, y lo más grave, dicho por una persona poco sospechosa como el cineasta
Pedro Almodóvar es que:” el país no funciona…Lo más decepcionante es
que los problemas de los ciudadanos parece que han desaparecido de los
programas políticos”.
Esta es la situación en la que nos encontramos. Una vez más
se demuestra que a España entre todos la mataron y es que todos, no se salva
uno, se rigen por la triple norma de: primero yo, después mi partido y en el
último lugar: España. Ahora ya empiezo a comprender que mis mayores se atemorizasen
al oír palabra POLITICA.
Ha pasado el tiempo y recuerdo la conversación mantenida con
Julio en la playa de Santamarina (Ribadesella) sobre las causas y orígenes de
las ambiciones de poder. El costo de este periplo político de poco más de ocho
meses me es desconocido, me bastaría con que se nos dijera la cuantía del
Consejo de Ministro celebrado en Barcelona en diciembre del 2018.¡ Seguro que
hubiera bastado para dar alimentos y
juguetes a muchos niños necesitados!
¿Quién se benefició de este gobierno débil, titubeante y
contradictorio? ¿Las eléctricas, la gasolina, el diésel o las energías
alternativas? ¿Cómo el PNV pasó de aprobar los presupuestos de Rajoy a dinamitarlo
en el término de una semana?...Hay más preguntas que piden respuesta, las dejo
para otro momento.
José Antonio Noval Cueto.
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