Estos meses de este atípico verano es frecuente que al
encontrarte los amigos o conocidos e intercambiar el correspondiente saludo,
surja la pregunta:
- ¿Oye, Jose, este verano, dónde vas de vacaciones?
-
Yo,
este año, como casi siempre – digo- paso
las vacaciones en Traspando.
Después de la perplejidad que provoca en algunos la
respuesta, viene la explicación y es que los que tenemos el privilegio de tener
casa en el pueblo, siempre recalamos en ella y a todas las edades, cuando los
hijos son niños y cuando los niños son ya nuestros nietos. Últimamente a
algunos les da por llamarle Trespando, pero yo digo Traspando , como lo oí de
niño, pueblo ubicado en la carretera La Secada-Gargantada, y que hasta no hace
mucho aparecía con las dos denominaciones, una a la entrada y la otra a la
salida del mismo.
En otras fechas y mejores tiempos, siempre que pasaba el puente de la Asunción, o del 15 de
agosto, Traspando era noticia por sus fiestas de la Virgen del Carmen, donde la
patrona del pueblo era pasada en andas por sus calles y siempre que venía un
predicador surgía la curiosidad de esta devoción mariana marinera en un pueblo
minero, agricultor y ganadero como es éste. Desde tiempos inmemoriales se airea
esa copla que dice “La Virgen del Carmen quiere que la bajen de lo alto, que
quiere estar en el valle/pueblo de Traspando”, y desde no hace mucho era famosa
la sana competencia que se generaba entre Feleches y Traspando al paso de la
procesión de la Virgen del Carmen por su zona con pólvora y voladores. De
tiempos inmemoriales las jornadas de boxeo, la carrera ciclista de
profesionales o más recientemente las exitosas veladas de teatro en el patio de
la escuela , que con unos medios muy elementales, hacen que estos pasen
desapercibidos gracias a la profesionalidad de los artistas del Grupo de Teatro
de Valdesoto. .
Pero Traspando es también mi pueblo de vacaciones,- a menos
de veinte minutos de Oviedo, Gijón; a diez de Pola-,de unas vacaciones
tranquilas, serenas, relajantes,- no tenemos bar ni tienda, pero tenemos coche
o bicicleta- , donde la suave brisa de la mañana o el cencerru de la vaca
favorece la lectura e inspira al que escribe, y al que se puede acceder desde
la senda del Nora, en dirección a Lieres. Una vez en el mismo uno puede dirigirse, por
la izquierda, hacia la Capilla, el Llamargon , La Gallega, La Cigüeta y
visionar toda la llanada de Lieres y Feleches, o bien entrar por la derecha
hacia La Quintana, subir al Cantu y desde la Fuente de la Figal otear toda la
zona de Aramil e incluso el Mercado de Ganados
y Torres de la entrada de Pola. Estas dos principales sendas o travesías, con
bellas panorámicas, cómodas y de poca duración , permiten alteraciones que
alargan el recorrido.
Hablar de Traspando es hablar de minería y la mejor prueba de
ello es el resto del casquillete del pozo Toral, barrio de la localidad que aún
conserva vestigios de su pasado minero, cercano a la Brañuca y Puñide, donde
uno puede encontrarse con una pequeña barriada minera, en otro tiempo
perteneciente a Duro Felguera, y una de esas personas afables que alegran la
vida con su humor y vivencias, me refiero al singular Julín Parajón, oviedista
de pro, que hasta no hace mucho pintaba de azul y blanco los varales de sus
fincas. Próximos a la localidad se encontraban también los enclaves mineros del
Pozo de la Vega, Pumarabule, Mosquitera y Solvay. Como dato curioso sirva que
una de las primeras escuelas privadas del Concejo de Siero se ubicaron en Traspando,
cuando los mineros del Toral contrataban maestros para sus hijos que ellos
mismos pagaban.
Ahora que hay tantas alternativas de turismo, de vacaciones,
quizás sea llegado el momento de plantearse si uno quiere de verdad descansar,
relajar o tensionarse y en qué momento. Los que busquen lo primero, descansar,
dormir plácidamente por mucho que madrugue el gallo franciscano y despertarse con
la sensación de haber descansado ,lo tiene fácil, a menos de veinte minutos de
Oviedo y Gijón, en el concejo de Siero, está el bonito pueblo de Traspando y
otros como éste: Lamuño, Feleches, Lieres...
Hace muchos años al empezar el curso, a mi hijo le
preguntaron sus profesores:
-
¿Qué
tal Pablo de vacaciones?
-
Y
él respondió: Yo en Traspando…(Los
paseos en yegua, en tractor, los partidos en la escuela, las jornadas de
bicicleta y hierba, los baños en la piscina del Toral…) se condensaban en estas
palabras.
Yo, con estas letras solo quise
evocar muchas jornadas de felices y serenas vacaciones, hasta con rica y fresca
agua, la de la fuente de la Facienda, y
pedir , ahora que vienen dineros de Europa, que me limpien el Nora. ¿No sería
maravilloso que todos , mayores y pequeños, pudiéramos bañarnos en el Nora,
junto al puente de Rivalles?
José Antonio Noval Cueto.
Me encanta tu artículo José Antonio. El año pasado también pasé las vacaciones en Traspando, una paz inmensa en la Brañuca. Las circunstancias no me lo han permitido este ejercicio, pero en Oviedo disfruté del bollu, sidra y casadiella que la Asociación de Vecinos de Traspando nos brindó. Nunca me supieron tan bien, supongo que será por la reminiscencia de fiesta. Ojalá la volvamos a celebrar en 2022 y se repita esa foto de la procesión. Un cordial saludo
ResponderEliminar¡Muchas gracias Cristina por tus motivadoras palabras! En esas palabras he intentado trasmitir muchos recuerdos que me traen las fiestas del Carmen y mis vivencias y vacaciones en Traspando. Esperemos que podamos volver a celebrar el Carmen como se merece y , por supuesto, en Traspando siempre me encuentro bien, siempre estoy de vacaciones. Feliz día. Un abrazo
EliminarEn Trespando (topónimo oficial) nadie dice Trasoando.
ResponderEliminar