No son palabras mías, sino de un joven que se dirige a la madre de un colega, que espera en el Hospital para ser atendida por doctor/a y que hago mías para titular este artículo, con el objetivo de extender ese deseo a todos nosotros, ya que la segunda quincena de enero ha empezado furibunda y sembrando mucho dolor a nuestro alrededor. Ya sea con la muerte súbita de Adríán Vigil Gutiérrez, antiguo alumno del Colegio, persona noble y transparente como el cristal, vecino de Pola y a quien despedíamos a la media tarde del lunes, 17 de enero, en Paraes, Bimenes. Sin apenas recuperarnos del dolor y de la sorpresa ,al día siguiente, 18 de enero, fallecía también de manera inesperada don Eustasio Sánchez Fonseca, Tito, sacerdote de la Unidad Pastoral de Pola de Siero, que fallecía en su casa de Valdesoto. Sacerdote contra la droga, discípulo de Jesús de Nazaret a quien siempre citaba como ejemplo o referencia en sus homilías y conversaciones. El día 20 de enero, en la parroquia de San Pedro Apóstol de Pola, por la tarde, despedíamos a Don Carlos Antuña Martínez , impulsor y presidente durante décadas de la Hermandad de Donantes de Sangre de Siero, persona cercana, de trato cordial, sonriente, con quien conversaba en esos vinos del mediodía y a quien siempre recordaré por la ilusión que ponía en las campañas anuales de donación y la alegría que experimentaba cuando año tras año aumentaba el número de donaciones
.
Pero la vida sigue y los humanos, que nos sabemos frágiles, somos
conscientes que en nuestra trayectoria vital hay espinas y rosas, aunque
últimamente abundan más las espinas, en forma de contagios, enfermedades, jóvenes
en paro (casi un 38%) o familias en
exclusión. El Informe de Cáritas debe de ser de obligada lectura, pues que tengamos
unos 11 millones de personas en el umbral de la pobreza, casi un 23% de la
población española, no nos puede dejar indiferentes. Y si a todo esto añadimos
las veleidades de nuestros dirigentes políticos convertidas en tablas
electorales, encuestas o movimientos de tropas en el mar Negro, Ucrania… el
margen para la esperanza se reduce Seguimos esperando ese golpe de suerte que
nos motive, que nos dé seguridad y estabilidad, pero de momento no viene. Lo
único que nos puede dar cierta
tranquilidad es la promesa de Barbón cuando dice y cito textualmente: “ Sólo
aceptaré el modelo de financiación si Asturias recibe más que ahora…”
Hoy, 28 de enero, en la tarde noche del día de Santo Tomás de
Aquino, patrono de los Teólogos, el
llamado en su día “buey silencioso”, cuyos mugidos no dejan de oírse desde el
año 1225, autor de la “Suma Teológica” y de bella oración “Adoro te devote”
cuando escribo estas letras, nuevamente
el dolor, la pena, me ha llevado hasta el bonito pueblo de la montaña
cabraliega, de Arangas, para despedir a
un antiguo alumno, buen futbolista -mañana, sábado, sus amigos le harán un
homenaje en el campo del Arenal”Tragamón”- buen amigo y excelente persona, Luis
Manuel Victorero Sánchez ,” Chechi” , de 34 años, que después de una dolorosa
enfermedad, nos convocaba a las 13 horas del mediodía para despedirle y rogarle
a Dios que le proteja, que le tenga de su mano, que no le suelte, y a todo ello
nos ayudó la sentida celebración del sacerdote don Pedro y la lectura y
explicación de los escogidos textos sagrados, que nos invitaban a creer en la Resurrección
del Señor y seguir sus mandatos, ya que si no nuestra fe es vana.
Han pasado más de diez años desde que una tarde noche de un
sábado de otoño, en la casa de Cultura de Lugones, en una de esas jornadas
culturales memorables organizadas por la Agrupación Folclórica Principado, los
presentes percibíamos la belleza y plasticidad de la ceremonia del baile y
exposición del Ramo que hacían las personas de Arangas. Hoy, la pena, el dolor,
me ha traído a Arangas para decir adiós a uno de sus hijos, exalumno, buen
amigo y excelente persona.
¡Que Dios te tenga en la Gloria que bien merecida la tienes!
José Antonio Noval Cueto.
P.D
“Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
Un hachazo invisible y homicida,
Un empujón brutal te ha derribado…”(Miguel Hernández)