Por la boca muere el pez y por nuestras obras y hechos nos
conocemos, y más en este mercado persa en que se ha convertido el mundo - donde
hemos llegado a poner precio a los ecosistemas que nos rodean y que nos
permiten vivir y a que el agua cotice en
la bolsa de Wall Stree y vaya camino de
convertirse en el oro blanco del futuro - y en el que no tiene que sorprender que uno busque
ayuda, orientación, brújula para recorrer el camino de la vida y de que entre las muchas noticias y vivencias que
tenemos, uno extraiga sus certezas y
conclusiones .
Una de ellas es que ya no hay ideologías. La única ideología
es el poder. Lo importante es conseguirlo por el procedimiento que sea, y una
vez logrado, detentarlo y conservarlo como sea. Lo de política previsible y lo
de que los programas electorales son contratos que uno firma con la sociedad y
si fuere necesario ante notario, ya son cosas del pasado, así como lo de la
necesaria División de Poderes y protección del Estado de Derecho. Hoy sólo me
preocupa el presente, el pasado no me interesa y el futuro no me importa. La
enorme deuda que dejemos que la paguen las generaciones venideras – en julio
llega al máximo histórico de 1,486 billones de euros-. Una mentira más , una
mentira menos, una promesa más o menos no altera mis objetivos: PODER…Estamos en plena vigencia de la
política volcánica , e incluso ya hay quien habla de política cainita. Los
desfavorecidos y descamisados son terapias mentales que sólo aparecen en
momentos de duda existencial y para tranquilizar la conciencia. Sólo desde esta
premisa de PODER se puede entender que el Partido que más dice defender la
igualdad de todos los españoles, esté generando las mayores desigualdades y
diferencias entre regiones y entre personas desde hace muchos años y lo que es
más grave, con el silencio cómplice de dirigentes y militantes. Es más
importante la SIGLA que España y los españoles.
No están lejos los tiempos de los juzgados express de la época de Zapatero para agilizar los
desahucios, ni tampoco la poca sensibilidad del PP de frenar o dilatar su
ejecución, después proteger los depósitos bancarios de los clientes con dinero
público, y de estos errores y olvidos se aprovechó quien todos sabemos y buenos
quebraderos de cabeza nos está dando. Ningún partido político tiene la
exclusiva de lo social, son los hechos quienes constatan y evidencian dicha sensibilidad,
y no viene mal recordar que la mejor labor social que puede hacer un Gobierno
es generar trabajo, riqueza , emplearla bien y gestionar de modo eficiente ...
Hace unos días el Señor Núñez Feijóo tuvo el acierto – esto
se debió hacer ya mucho antes – de
denunciar y evidenciar la tributación abusiva de IVA que sufrimos todos los
ciudadanos, con más o menos riqueza – la mayoría dependemos de un salario…- y
pedir su rebaja, ya que son muchas las familias que no llegan a fin de mes. Es
inconcebible que productos de primera necesidad como el teléfono, lejía,
detergentes y demás productos de limpieza, servilletas de papel…tengan un IVA
del 21%, de modo que en una compra de cincuenta euros, casi cinco se vayan para
Hacienda. Es bueno que el Gobierno se preocupe por la recaudación, pero más de
las posibilidades y limitaciones económicas de sus ciudadanos, y esto da la
impresión, a raíz de los últimos acontecimientos que ha quedado muy en segundo
plano…¡Bienvenidos a la política real después de cuatro años de gobierno! La de
los garbanzos, la de la letra de fin de mes, la de la conciliación laboral de
la mujer, la de las listas de espera de nuestros hospitales, la de los gastos
escolares de este mes de septiembre y las dificultades para hacer frente a ellos…Este
país necesita recuperar la confianza que los ciudadanos han perdido, ya que en su indigencia se
sienten abandonados, engañados y silenciados por todos los poderes, desde
Gobierno, Partidos Políticos, Prensa y Sindicatos;
que a alguien le duelan de verdad sus problemas, sus carencias, sus
necesidades…
Últimamente para recuperar credibilidad algún partido
político ha resucitado el ataque a los ricos y dice que la responsabilidad de
todos los males que nos aquejan se debe a ellos, que no cotizan lo suficiente.
Yo no sé si los ricos pagan mucho o poco, o si gastan mucho o poco, pero sí sé
que pueden gastar más que el resto de los mortales, y si gastan más, pagan más IVA, y eso favorece la
recaudación. Ignoro cuántos ricos hay y
a partir de qué cantidad se puede tener el estatuto de rico. Sé que este mismo
método o intenciones se empleó en otras
ocasiones y que lo recaudado fue poco, irrelevante…Sin entrar en más
profundidades y deseando que la Política real sea la principal preocupación de
nuestros políticos, recuerdo unas
palabras de Cantinflas que vienen bien al caso: “Que hay más o menos ricos no
me importa, lo que no quiero es que haya pobres”, y añado, que no hay españoles
de primera y españoles de segunda, simplemente españoles sujetos a la Ley en un
Estado de Derecho .
José Antonio Noval Cueto.