martes, 1 de enero de 2013

“Una Exposición con sorpresa incorporada”


No es frecuente encontrarse con sorpresas y más aún, cuando no se esperan. A veces tenemos el error de creer que sólo existe lo que se publica, pero después, repito, cuando menos se ansia, uno se encuentra datos o huellas que le hacen pensar y replantearse lo que conoce e incluso a dudar de la misma  realidad.

 Suele decirse que la mejor manera de combatir el nacionalismo es viajando, - de ahí que algunos digan que la ciudad menos americana de todas es Nueva York-, pero con ser cierto esto, hay otras formas de atacarlo, y la más racional es acudir a la cultura, a nuestra Historia, conocerla y profundizar en ella, pues ya decía Herodoto que  la Historia era maestra de la vida. Digo toda esto a raíz de mi visita a la Exposición “Goya y el infante Don Luis: el exilio y el reino”, que ubicada en el mismo Palacio Real de Madrid se abrió al público el pasado 30 de octubre y el 20 de Enero de 2.013 cierra sus puertas. Son muchos los aspectos que podría comentar de esta soberbia exposición, didácticamente estructura en diez salas, donde uno puede ver desde cuadros de Goya, Francisco Bayeu, José de Madrazo, Lorenzo Tiepolo, Francesco Sasso, los espléndidos bodegones de Luis Menéndez, e incluso cuadros de José de Ribera entre otros muchos pintores…pero hoy me vais a permitir, que por deformación profesional, os hablé de un pintor menos conocido y no de su técnica pictórica. Me refiero a Luis Paret y Alcázar, madrileño, de tendencia rococó, de quien podemos contemplar en la muestra cuadros como “El rezó del Rosario”,”La naranjera” ”La oropéndola”  o paisajes de la costa vasca como “Vista del Arenal de Bilbao”
“ Vista de la Concha de San Sebastián” (1786), o “Vista del Puerto de Pasajes”(1.786), entre otros…y es precisamente la temática de este cuadro la que provoca estas letras, pues después de tanto bombardeo nacionalista, después de tanto soberanismo, uno ha llegado a pensar que la bandera de España y lo que ésta simboliza era una leyenda auspiciada por Franco y sus seguidores; pero de repente descubre que dentro de los elementos que conforman la trama argumental del cuadro “Vista del Puerto de Pasajes”(1.786), se observa una embarcación amarrada a puerto, que luce, con tranquilidad, sin perjuicio, en su popa la bandera de España. Esta iconografía me ha dejado descolocado y me ha hecho pensar en la esencia y verdad del nacionalismo Si antes podía fondear y pintarse un barco con la bandera de España en la costa vasca, ¿por qué motivos hoy le ponemos tantos inconvenientes al emblema de nuestra nación, la bandera de España? Si esto ocurría ya a finales del s.XVIII,¿ por qué hemos llegado a la situación actual? Alguien tendrá que explicarlo. Perdonadme por el atrevimiento de plantear una tesis política, bajo el pretexto de visitar una exposición de Goya, pero la noticia que os he comentado me ha dejado desconcertado.

                          José Antonio Noval Cueto.

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