sábado, 4 de junio de 2016

“María de Molina y Siero…” En recuerdo y agradecimiento a don Juan Ignacio Ruiz de la Peña Solar.


Resultado de imagen de Imágenes de los 700 años de Siero

He dudado en titular este escrito, pero al fin me he decidido por “María de Molina”, una de las mujeres claves de finales del siglo XIII y principios del XIV, pues fue reina, esposa de Sancho IV el Bravo , durante los años  1284 a 1295; después, a la muerte de éste,  Reina Madre o Regente durante los años 1295 a 1301, hasta que su hijo Fernando IV  el Emplazado fue nombrado rey , y finalmente,  a la muerte de este y su esposa Constanza, Reina-Abuela-Regente desde 1313  hasta su muerte, para proteger los derechos dinásticos de su nieto, el futuro Alfonso XI de Castilla.

Supongo que según lees  estas líneas te plantearás el porqué de estos contenidos y más en una época tan agitada ,eléctrica y repetitiva  como la que vivimos, donde se habla de fútbol,  paro,  pensiones,  política…y la única respuesta que te puedo dar es la casualidad,  circunstancia fortuita de que no hace mucho, de visita por Madrid y al  circular por una de sus arterias principales me topó con el bello nombre de María de Molina, y de manera inmediata el subconsciente me situó en  Asturias, Siero , Noreña  y  ¿por qué? Porque un señor poderosa de la época (finales del s. XIII y principios del XIV), de nombre Rodrigo Álvarez de Asturias y no de las Asturias, como en su día me precisó don Ignacio Ruiz de la Peña,  fue uno de sus más estrechos colaboradores, que después de algunas vaivenes   iniciales contribuyó a  que ella, María de Molina,  protegiera a  su hijo y a su nieto. Y en este doy para que tú des, algo típico de toda negociación política, María de Molina autoriza que Rodrigo Álvarez de Asturias ponga en vigor , aplique , un 16 de octubre de 1310,  o sea cuarenta años después, la Carta Puebla aprobada por el Alfonso X el Sabio, un 14 de agosto de 1270 .

Todo esto que les cuento, apreciados lectores, lo hemos recordado y celebrado en Siero un 16 de octubre de 2010,  gracias a la ayuda y colaboración prestada por el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), siendo su Presidente, don Juan Ignacio Ruiz de la Peña Solar,  que desde el primer momento, desde la primera llamada de teléfono hizo lo posible y lo imposible para que este día, esta fecha, quedé grabada en el colectivo sierense como hito fundacional que es del concejo. En aquel día, setecientos años después, no faltó música, coro, baile, sidra, menú medieval y ciclo de conferencias, bajo su  experta dirección.  En los documentos escritos municipales  se estampó la fecha fundacional y en el balcón de la Casa Consistorial pendían telas impresas  que evocaban los 700 años, y como centro de todo, aquel sábado de octubre, un Pleno extraordinario donde resonaron las sabias y certeras palabras de Don  Ignacio al citar a don Rodrigo Álvarez de las Asturias con “ordénase la efectiva ejecución de la decisión regia…” y donde cada portavoz municipal pudo expresar sus sentimientos y deseos. No era la primera vez que el Ayuntamiento de Siero celebraba esta efemérides, también lo hizo en 1970.

Han pasado casi seis años y el pasado 10 de mayo la prensa regional comunicaba la muerte de don Juan Ignacio Ruiz de la Peña, y una vez más se ha hecho realidad, por desgracia,  lo que todos sabemos y Jorge Manrique tan bien expresó   de “ Recuerde el alma dormida/, avive el seso y despierte/, contemplando/ cómo se pasa la vida /cómo se viene la muerte/ tan callando…”…Han pasado casi seis años y estas palabras quieren dar fe de una de las experiencias más emotivas que se han vivido en Siero y todo ello ha sido posible gracias a la generosidad y ayuda de Don Juan Ignacio Ruiz de la Peña Solar, y de ello deben ser sabedores todos, especialmente los de Siero. ¡Muchas gracias, Don Ignacio!


                                   José Antonio Noval Cueto.

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