domingo, 4 de diciembre de 2016

“Sois un peligro público…”

Nos venden seguridad y ésta no existe. Desde que el ser humano pisa la tierra, la zozobra, la inseguridad preside su vida y basta para ello centrarse en el sector más productivo de nuestra economía, el turismo, el llamado petróleo nacional, que depende de factores tan volátiles como el clima, la seguridad, los pilotos y los controladores aéreos, limpieza, huelgas …, y todos sabemos que cualquier factor , por pequeño que nos parezca, puede acabar con la gallina de los huevos de oro y ejemplos de lo que digo tenemos muchos y próximos, y  todo esto sin ser responsabilidad directa nuestra.

Hace ya un tiempo, como quien dice ayer, en la España del 600 y del 850, era muy frecuente en nuestras carreteras la imagen del dominguero, esa persona que sólo cogía su auto el domingo, y cargado de ensalada, empanada, tortilla  se dirigía a nuestras playas u otros lugares de recreo, con una conducción insegura y lenta, que generaba grandes retenciones de tráfico y que , con cierta frecuencia, su impericia convertía  la impaciencia en accidente. De ahí esa expresión tan repetida de:

-      -   Fulano de tal es un peligro público en la carretera.

Todos los años, los coches de más de cuatro años, tienen que pasar la Inspección Técnica de Vehículos, previo un pago de casi 40 euros, y sólo se autoriza su rodadura si cumple los niveles de seguridad permitidos. Esta media preventiva de evitar accidentes también se está aplicando en algunos ayuntamientos a los edificios  o inmuebles de cierta edad, más de veinticinco años, como estructuras, fachadas, techumbres, cornisas, balcones…y ahora, en este patio de Monipodio  en que se ha convertido la política española, urge a la representación política, sea del partido que sea, arbitrar y aplicar unas medidas de seguridad, de higiene democrática que devuelva la frescura, la alegría y la esperanza a la política española, en resumen, a todos nosotros.

Esta petición que aquí expongo no es mía, ya se la oí en un discurso de Navidad al rey Don Juan Carlos cuando reconocía que las soluciones a los problemas del momento debían partir de la clase política, pero poco se ha avanzado en ello, salvo permitir la aparición de dos nuevas fuerzas políticas, donde unos, Ciudadanos, parece que quieren devolver la ilusión a los ciudadanos, y otros, Podemos,  buscan el asalto y conquista del Poder como un fin en sí mismo y único, pero los españoles han descubierto a tiempo sus verdaderas intenciones y el pasado 26 de junio de 2016  les han puesto un freno, les han dicho hasta aquí hemos llegado , que no pueden confiar en quien hace de la presión, de la tergiversación sus herramientas de trabajo, en quien sólo busca contentar a todos para obtener el voto y en quien hace del Parlamento , sede de la soberanía popular, un circo, un teatro, donde importa menos solucionar problemas que crearlos, pues saben que si rompen, si desestabilizan, si destruyen aumenta la desesperación y eso les beneficia electoralmente.

Es cierto que no todos  los capítulos de la política española de los últimos años han sido ejemplarizantes, es cierto que temas que debían haberse divulgado se han silenciado e incrementado, es cierto que todos y cuando digo todos es todos, han utilizado a los ciudadanos como rehenes de sus caprichos o intereses y que no siempre la verdad, la verdad objetiva, real y palpable se ha respetado, y que España y los españoles han sido un pretexto para otros fines, objetivos, llámese partido, aparato, programa, ideología. Es cierto que los intereses económicos han coaccionado o tratado de coaccionar la política española, como también ocurre en todos los países del orbe mundial, pero ya ha llegado el momento de deslindar quien se preocupa y le preocupa España y los españoles o quien los usa para saciar sus ansias de poder. Ya va siendo hora de deslindar quien le interesa el presente , el futuro y el bienestar de sus vecinos  o quien vive anclado en el rencor, en el pasado.

Hay muchos peligros públicos en la vida española, es necesario denunciarlos  y arbitrar unos mecanismos de control que eviten su proliferación. A esa tarea estamos obligados y llamados todos, pero para ello es necesario que la prensa respete el derecho que tiene todo ciudadano a recibir una información objetiva y veraz.

                        José Antonio Noval  Cueto


P.D  En 1934 la película “Enemigo público número 1”, dirigida por Van Dyke  y  George Cukor obtuvo el Óscar a la mejor historia original, y uno de sus protagonistas fue W.Clark Gable, el llamado “Rey de Hollywood”, nacido en Cádiz-Ohio 1901.

No hay comentarios:

Publicar un comentario