El pasado domingo ,16 de mayo, inició su andadura la sección
digital de la Nueva España de Siero y tuvo el acierto de poner en su portada
una foto de la fuente del Pavo Real del Parque Alfonso X el Sabio de Pola de
Siero, sita al final del mismo y cerca de la antigua Casa de Cultura, reconvertida
hoy en oficinas municipales de Urbanismo, y es precisamente esa foto la que da
pie a estas letras que os envío. Esta fuente junto con la Plaza de Abastos y el
Paraguas remodelado de la Estación de Autobuses son los lugares más visitados y
fotografiados de Pola de Siero.
Hablar del pavo real
es hablar del variado y original colorido de su plumaje, de sus elegantes
andares de gastador de una naturaleza viva, palpitante, limpia, suave y sensual;
de un mundo que invita al descanso, al deleite, en épocas tan angustiosas y estresantes
como las que vivimos , y eso que nuestro pavo real es muy particular, necesita
el agua y vapor para transmitir vida, ilusión, fantasía; sin agua, apagado, tiene un aspecto
mortecino, triste, ruinoso.
Hace unos días hablaba de los altos impuestos de la lejía y
de las mascarillas en tiempos de Covid, y ahora la fuente del Pavo Real me obliga a hablar del
agua y sus posibilidades, ahora que las vacunas empiezan a aportar la
necesaria tranquilidad que todos deseamos. Que el agua dulce es un bien escaso
es de sobra conocido – no llega al 5% del volumen del agua existente- y que
Asturias es una de esas regiones favorecidas por el líquido elemento lo
sabemos, pero quizás no le damos la importancia que tuvo y tiene el oro blanco
o agua, sirva de ejemplo la energía hidráulica o generada por agua, que permite que la luz
llegue a mi casa.
Mientras escribo esto,
me gustaría que ninguna de las 29 parroquias de Siero tuviera problemas de agua
y que el saneamiento integral del concejo esté culminando, pues de ello depende
el futuro de un municipio de unos 211 kilómetros cuadrados de extensión y casi cincuenta y dos mil vecinos- de la fibra
óptica y de la cobertura móvil hablaremos en otro momento- . Sé que durante estos años se ha hecho un gran
esfuerzo y deseo que se siga en esa línea. Asturias se publicita como “Paraíso
natural”, y los hechos deben acompañar a las palabras, y mucho depende, en gran
medida , de nosotros (uso responsable del agua, cuidado de la naturaleza…),
pero también de la responsabilidad, rigor y visión política.
La fuente del Pavo Real invita a soñar y más un día como hoy
de auténtico mayo, donde la luz y sol engrandecen y embellecen el entorno e
invitan a soñar realidades posibles,
esas que hacen a uno sentirse satisfecho y esperanzado. En un día así, ¿a quién
no le gustaría bañarse en las aguas del río de su infancia y pescar truchas , cangrejos como en otros
tiempos? ¿puede haber un ‘paraíso natural’ sin cauces y aguas limpias, y donde
sea posible navegables? El pasado no se puede recuperar, pero sí limpiar lo
sucio y descontaminar lo pútrido e insalubre. Estas ideas vienen a mi cabeza
mientras paseo por la senda del Nora, río totémico de Siero, y escucho la
sinfonía natural e imprevista que la propia naturaleza interpreta, con gorjeos
de pájaros y murmullos de aguas, y de vez en cuando las prosas y estrofas de
Cándido o los versos de Rufino.
Las ventajas que tendríamos en Siero si los ríos estuvieran
inmaculados, limpios, serían múltiples, incalculables, todas. Volverían a moler
los molinos, habría más merenderos, más bañistas, más pescadores, más piraguas,
más vecinos, más turistas, más alegría, más fiesta, más vida, más ilusión y
optimismo. Con solo pensarlo se me hace
la boca agua y más ahora que se acerca el verano y la temporada promete, aunque
solo sea con el turismo nacional, como el año pasado, y es que Asturias se va
haciendo un hueco dentro del turismo de calidad, y Siero, a poco que lo pelee,
por su situación y diversidad, por su cultura, gentes, conductas y costumbres,
también. Debemos aprovechar todas las oportunidades y recursos y más ahora que
la pandemia ha hecho un estrago considerable en todos los sectores.
Suele decirse que en épocas de crisis, de destrucción económica
como la que padecemos, surgen oportunidades y debemos aprovecharlas. Si fue un
error dejar inactiva la Comarca del Nora, que tantos esfuerzos costó y que
tantas ventajas podría haber aportado, ahora tenemos una oportunidad que no
podemos perder y es hacer un uso eficaz de las ayudas europeas que van a llegar
a España para su reconstrucción y puesta en marcha, y entre esos proyectos no
debe faltar el de la limpieza de cauces y aguas de los ríos de nuestra
Asturias. ¡Hagamos un esfuerzo, nos va
en ello la vida! No se puede entender a
Siero sin el Nora y sus ríos. Si algo ha dejado claro la COVID es que la mejor
vacuna es una sociedad sana, limpia y saludable. ¡Hagámoslo posible para que
todas las fuentes tengan agua!
José
Antonio Noval Cueto.
Qué bonito lo cuentas!. Tus frases transforman problemas ambientales, en un canto a la naturaleza .
ResponderEliminar¡Muchas gracias!, Orlindes, por tus motivadoras palabras. Un fuerte abrazo para todos.
EliminarTengo varias fotos de ella. Es la fuente más original que conozco
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