No estaba previsto en el calendario que la Iglesia de San
Pedro Apóstol de Pola tuviera tanto protagonismo este año, dedicado de manera
especial a la difusión y devoción de la figura de San José, discreto y humilde carpintero,
esposo de María y padre protector del niño Jesús, modelo de padre y esposo,
patrono de carpinteros, emigrantes, de niños no nacidos y de la “buena muerte”.
Titular de muchas parroquias, capillas , entre ellas la de San José de
Traspando, mi segunda casa, y a quien siempre se venera, de una manera u otra.
Recuerdo que ese día don Belisario siempre traía predicador que solía hablar de
las bondades del Santo.
Este año siguen marcando la agenda las anómalas y trágicas circunstancias de la COVID-19 ,y a
ellas se suman los temporales de
diciembre (Filomena) que han producido
serios daños en la Iglesia de Pola y han
obligado y obligan a vecinos y
feligreses de Pola de Siero y alrededores a movilizarse y recabar apoyos y ayudas para subsanar y reparar lo estropeado, que no
es poco -la 1ª fase asciende a 236.000 euros-. A día de hoy, ya hemos recaudado más de
90.000 euros y esperamos que esta generosidad vaya a más para iniciar las obras
cuanto antes.
Desde que en marzo se inició el trabajo de la Comisión pro
Obras de la Iglesia, San Pedro ha celebrado reuniones, dado ruedas de prensa,
informado a los fieles, visitado al Alcalde, pegado carteles, tocado
conciencias, visitado Bancos, repartido formularios de aportaciones mensuales para
obras , ha suplicado y suplica ayuda. También ha mandado avisos, sugerencias
al estilo Pedro, llenas de sinceridad y trasparencia, directas y sentidas, acordes
con los tiempos que vivimos y es que, como todo buen pescador , sabe de las
grandezas y miserias del mar, de sus alegrías y de sus penas, de las bondades y
ruindades humanas, y que para cimentar su casa, la Iglesia, prefiere más
piedras que arena, hechos que palabras.
Durante estos meses ,a pesar de los lógicos momentos de incertidumbre,
hemos vividos alegrías y repartido aplausos que justifican estas letras. Hemos
vividos momentos tan especiales que las palabras se quedan cortas. Así, un 23
de mayo, día de Pentecostés o día en que los Apóstoles recibieron el impulso
del Espíritu Santo, un feligrés nuestro , don Marcos Argüelles Montes era
ordenado sacerdote en la catedral de Oviedo mientras una bandera blanca
lucía en la torre de nuestra Iglesia. El
domingo siguiente, 30 de Mayo, en un ambiente de reencuentro y
agradecimiento oficiaba su primera misa en su templo de San
Pedro Apóstol y recibía el cariño, felicitación y apoyo de
todos. Ceremonia larga, como era de
esperar, pero donde no faltó detalle y una vez más se evidenció la belleza y grandeza
de la liturgia católica.
Los aplausos no han
hecho más que empezar y en este mes de junio continuaron y continúan. EL pasado
sábado, 19 de junio, festividad de san Remigio y San Modesto, la Iglesia de San
Pedro , con los aforos renovados, se llenaba y se cargaba de alegría, guitarra
, palabras y cantos, para arropar a ocho jóvenes que acompañados de sus
familias, padrinos y amigos iban a recibir el Sacramento de la Confirmación, que
evidencia la grandeza de ser Hijos de Dios y les da la fuerza necesaria para
difundir y defender la fe y confesar el nombre de Cristo. Ceremonia ágil,
participativa y solemne, lo que no siempre es fácil, y que comenzó con las protocolarias
palabras de “Reverendo Padre”, pronunciadas por el párroco, Don Fermín, en tono
ceremonioso y grave, para dirigirse al Ministro de la Ceremonia , don José
Julio Velasco, Ministro de la Ceremonia,
vicario episcopal de la zona centro, que
en suplencia del Sr. Obispo, Don Jesús Sanz, elaboró y pronunció una Homilía de
las que hacen época, digna de publicar, donde no faltaron certezas, sugerencias, avisos, ánimos, y todo ello dicho de una manera sencilla, directa,
bella, medida, sopesada y sosegada, marcando los tiempos y recalcando aquellos
aspectos más importantes, y es que cuando Dios habla por boca de un sacerdote
la fuerza de su mensaje llega a todos ¡Ojalá hoy oigáis la voz del Señor …como
la hemos oído hoy!…¡Ojalá sus palabras calen, perduren!. Llevados aún por su eco
nos adentramos en el momento clave o
crismación de los confirmandos, de los ungidos, de los nuevos Cristo, nuevos
Mesías, y para ello hay que acudir a las palabras rituales que el oficiante dirige a cada confirmando:
-
“Recibe
por esta señal el don del Espíritu Santo…La paz sea contigo…”
Concluido el rito
principal, prosigue la misa con la oración de los fieles o peticiones que en
esta ocasión hacen los confirmandos, Consagración, Eucaristía y termina la
ceremonia con las palabras de agradecimiento a sacerdotes, catequistas, padres
, amigos y demás fieles, que trasmiten
la alegría de quienes se saben templo del Espíritu Santo y la quieren compartir
con todos. Queda para otro momento, como bien decía don José Julio, y por los
motivos que todos conocemos, el culete de sidra y el pincho de tortilla, algo
que quizás no se prodigaba mucho en los tiempos de Jesús…
Parece que aún perduran los aplausos en San Pedro, cuando al
día siguiente , domingo, 20 de junio, nuevamente,
en la misa de catequesis , a las 11.30, vuelven a arreciar con tal intensidad
que parece que se derrumba la nave central, y todo porque una catequista invitó
a los presentes, especialmente niños, a que expresaran la alegría de amar y
sentirse amados por el Señor con sus palmas.
Aún nos esperan más aplausos. Hoy domingo, día 27 de junio,
celebraremos la festividad del titular de la parroquia, San Pedro, con la
solemnidad que se merece y por la tarde, concretamente a las siete, la Parroquia
recibe la visita de la Virgen Peregrina o Virgen Inmaculada de Éfeso que llegó
a España el pasado 1 de mayo y que va en peregrinación a Santiago de Compostela.
Recaló en Asturias el día de San Antonio, 13 de junio y ya pasó por Arenas de
Cabrales, Covadonga, Arriondas, Colunga...Ni que decir tiene que fieles y
vecinos le daremos la acogida que se
merece con nuestra presencia, rezo,
petición y aplauso.
¡Que la Virgen
Peregrina nos ayude a superar las dificultades del diario vivir y nos estimule
a ser coherentes con lo que decimos creer!, pues es el mejor mensaje que
podemos legar a las generaciones venideras, como en su día lo hizo todo un
canciller inglés, Santo Tomás Moro , Patrono de los políticos, al ser decapitado
un 6 de julio de 1535 por no plegarse a los caprichos de su rey. Y es que
difícilmente podemos cambiar el mundo si antes no cambiamos nosotros.
Como veis los aplausos
no paran, quedan muchos más, entre ellos el del “ramu”, pero como siempre,
depende de nosotros.
¡Feliz día de San
Pedro!
José
Antonio Noval Cueto.