En épocas de incertidumbre, desencanto y ante la situación
delicada que vivimos me veo en la obligación de escribir estas letras que solo
tratan de aportar un poco de luz en medio de este mundo caótico y confuso que
nos rodea , donde parece que todo vale
, y no eludir la obligación que todos
tenemos de ser libres y serlo de verdad.
Decía el cantautor argentino Jorge Cafrune que “la sangre tiene razones que hacen
engordan las venas”, y esto nos pasa a muchos españoles que vemos la deriva que
lleva nuestra nación, que día a día incrementa nuestra presión arterial y no va
a haber venas que la soporten y todo sin
que medie la menor explicación solvente y menos soluciones. Somos un barco con
timón compartido y las consecuencias de una navegación así son previsiblemente
negativas. No hace mucho, allá por 2008, vivimos una situación semejante y los
efectos demoledores de aquella locura, de aquellos falsos brotes verdes los
padecimos todos y algunos de sus efectos aún perduran. Ahora, se ha reeditado
la edición, con más intensidad y fuerza, con más radicalidad y tensión, con más
cocineros y beneficiarios- todos se necesitan; solos no son nada-, y por el medio una pandemia que ya ha dejado más de
cien mil fallecidos en España, un Gobierno débil, incoherente que huye de los
problemas (Londres/Trípoli) y una situación
económica alarmante que ha llevado al Ejecutivo a querer apropiarse de los
dineros sobrantes de los ayuntamientos, algo que ha impedido la valiente
reacción de algunos alcaldes, que dejaron en evidencia al alcalde de Vigo,
Presidente de la Federación Española de Concejos, Sr. Abel Caballero, por su
servilismo .
Cada día tiene su propio afán y en la política española se
puede decir que cada día tenemos un nuevo problema, -llámese Venezuela,
Marruecos, Cataluña, Europa, ERTEs, PARO,
MISERIA, DOLOR… - que se suma a los anteriores, y nos desilusiona y frustra, y que hace que nuestro prestigio exterior se
reduzca a la mínima expresión, y esto no es bueno en un país que vive especialmente del turismo , del
automóvil, del dinero e inversión extranjera, en resumen ,de la confianza que
genere, y que necesita imperiosamente
trabajo para sus ciudadanos, - más de cuatro millones de parados- , pero
especialmente para las generaciones jóvenes que ven mermadas sus posibilidades
de futuro hasta el extremo , y lo grave es que nadie tiene intención de
remediarlo, como si el problema no existiera, cuando los comedores sociales,
los alberges, los bancos de alimentos y demás organismos de cooperación están
tan desbordados como las listas de espera de
los hospitales, y el número de los indigentes y personas sin recursos aumenta.
Recordemos que un paquete de detergente familiar tiene menos peso y ronda los 10
euros o que el precio de la luz, antes subía por los
temporales de invierno, ahora ya en mayo y veremos... Las únicas respuestas que
se airean hablan de la España del 2050 o de la nueva creación de la Agencia
Espacial Española .
Creo que hay suficiente motivos para tomarse la política en
serio y no dar esa sensación de
carnaval, de trueque, de estafa, de corte frívola en que se ha convertido
nuestro Parlamento Nacional y más, cuando hay tantas necesidades y necesitados.
Queremos gestión, no tensión. Esa deseable y benéfica seriedad debe empezar por
respetar el marco jurídico que entre todos nos hemos dado, con mucho esfuerzo y
sangre, y que tanto progreso y modernidad trajo a España y que la ha convertido
en un Estado de Derecho, donde la ley es la garantía suprema de seguridad,
concordia y progreso para sus ciudadanos, y todo a raíz de la aprobación en
referéndum de la Constitución del 78.
Digo todo esto ahora que es intención del Presidente de
Gobierno, Sr. Sánchez, aprobar los indultos a los encausados y sentenciados por
la sublevación o rebelión del 1-0 en Cataluña, cuando está demostrado que no
pueden alegar ignorancia, se les avisó reiteradamente de sus consecuencias y a
pesar de todo sacaron a Policía y Guardia Civil de sus hoteles y les alojaron
en barcos del puerto, alguno hasta tuvo que jubilarse, y a pesar de la gravedad
de los hechos aún afirman “que lo volverán hacer”. No hay arrepentimiento, y parece
que, por muchos argumentos que demos, es voluntad del Presidente cumplir con
los pactos de la moción de censura que facilitaron su investidura y permanencia
en el Gobierno e indultarlos. Cuando firmó la sociedad de Gobierno sabía
quienes eran sus socios y lo que pretendían. Sabía el riesgo que corría y que corríamos. A
mí me han enseñado que en política no vale todo y que lo que se firma se
cumple. Y en esas estamos. Tiene que elegir entre cumplir su compromiso y
tensionar y debilitar más a España , complicarnos la vida más a los españoles y
hacernos más desiguales o romper con sus socios y buscar un camino nuevo que
pasa por unas nuevas elecciones, aunque no dé tiempo para cambiar la ley
electoral que tanto poder da a los nacionalistas y que bloquea y tensiona a
España. Objetivo prioritario que se debe marcar cualquier futuro gobierno
responsable y que vele por los intereses de todos. Los problemas de España, si
siguiéramos el ejemplo alemán, durarían veinticuatro horas y pasan por el
necesario entendimiento entre PSOE y PP. Si cree resolver el problema catalán con
esos indultos permita que le recuerde unas palabras muy personales de Antonio
Machado a su novia Guiomar: “ Los catalanes no nos han ayudado a traer la
República, pero ellos serán los que se la lleven…Creo con Don Miguel de Unamuno
que el Estatuto es, en lo referente a Hacienda, un verdadero atraco, y en lo
tocante a enseñanza algo verdaderamente intolerable. Creo, sin embargo, que
todavía cabe una reacción a favor de España, que no conceda a Cataluña sino lo
justo: uno moderada autonomía y nada más…”. Estas palabras escritas en los años
30 hablan por sí solas.
El socialismo está en franca decadencia en Italia, en Francia
y si el Sr. Sánchez persiste en sus propósitos no tardando mucho lo estará en
España. Recuerde la travesía del desierto del PSOE después de la nefasta era
Zapatero . Más recientemente, mire lo que pasó en Madrid. Algo se habrá hecho mal
y no fue el bueno de Ángel Gabilondo, que si de algo pecó, a su edad, fue de
excesiva obediencia… Ya no estamos en los tiempos en que el PSOE, hiciera lo
que hiciera, tenía inmunidad. Ahora, los ciudadanos están muy pendientes de
pago del crédito de su coche, vivienda, de la cesta de la compra, de su trabajo, de su
futuro y dan la inmunidad a quien la merece por su entrega y dedicación a la
colectividad, no a unos pocos. ¿Puede un llamarse democrático un partido que no
respeta el Estado de Derecho que él mismo apoyó? Ya tengo cierta edad y recuerdo que mi difunta
madre, siempre que salía relucir el tema político, citaba unas palabras que
escuchó de joven en un martes electoral en la Pola de los años 30 y que decían:
“Ya no sirve subir al poder personas de mayor inteligencia, sino que lo que hace falta es personas que tengan
conciencia”, palabras del diputado socialista fallecido en el exilio mejicano y
en su día ministro de Fomento, don Álvaro de Alborno. ¿Cómo cotiza hoy la
conciencia? Las empresas del IBEX superan los 9.000 puntos.
José
Antonio Noval Cueto.
P.D Esta es la inquietud convertida en letras que os tenía
que trasladar un día como hoy. El futuro depende de nosotros. ¡Feliz fin de
semana!
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