En plena Cuaresma y cuando los israelitas abandonan Egipto
con destino a Jerusalén, en Sevilla y con destino a Génova 13, la familia
popular al son de “oliñas veñen…oliñas e
vaan…”, dan el espaldarazo definitivo a Alberto Núñez Feijoo, que con 98,335%
de los votos emitidos se convierte en el nuevo Presidente del Partido Popular y abre
un nuevo horizonte en la historia de España, en la que el PP se la juega todo, hasta su propia existencia, ya que debe recuperar el crédito perdida y evitar el
posible 'sorpasso' de VOX, pues desde la
muerte en soledad de Rita Barberá en un hotel madrileño, próximo al Congreso de
Diputados, no ha parado de perder apoyos; y este es el momento de decir que no todo vale en política, que hay otras
políticas y otros políticos que conecten con la sociedad y se preocupen de
ella, de que la vaya bien, que pueda llegar a final de mes, que le den la seguridad y confianza de la que tanto carecemos, pues nunca la sociedad se ha
sentido tanta sola, tan abandonada y tan despreciada por el poder, donde por
justificar se justifica hasta lo imposible, y este es el reto del niño de “Os Peares”, Orense, licenciado en Derecho por la
Universidad de Santiago y antiguo alumno de los Hermanos Maristas de León.
Hay muchas maneras de hacer política, pero en líneas
generales se pueden reducir a dos: las que tensionan y las que gestionan, y
Alberto Núñez Feijóo ha escogida la segunda opción, las políticas de gestión,
las que se preocupan por solucionar y resolver los problemas del día a día del
ciudadano, y así se lo ha hecho saber a Pedro Sánchez, en la entrevista de tres
horas que han mantenido. Llega la hora de los ciudadanos, del precio del
aceite, del pan, de la luz, de la gasolina, de todo aquello que haga posible
que la vida sea más llevadera para el grueso de los mortales. Un buen
Presidente debe saber cuánto cuesta un café y el billete del Metro…No podemos
ser el país de Europa donde más suben los impuestos, donde más sube la vida, donde
más déficit – el mayor de Europa- y una deuda pública que se aproxima al 120%
del PIB. No basta con recaudar, algo hay que hacer. La recaudación fiscal ha
aumentado en 230.000 millones de euros, un 23%, y la vida de los ciudadanos
cada día se hace más difícil. ¿Algo debemos hacer? Dicen los expertos que subir impuestos es
peligroso, nos hace menos competitivos y esto acarrea cierres, paro… España es
el único país europeo donde suben…¿Bajarlos dicen otros que es irresponsable?
En lo que coinciden todos es en cambiar el sistema fiscal, que no es operativo y
en evitar el gasto innecesario, controlar el gasto, gastar menos y en lo que de
verdad es necesario. ¿Se hace?
Que llevamos casi tres años de tensión nadie lo puede negar y
basta fijarse en los apoyos que tiene el PSOE para poder gobernar desde la
desigualdad y desde la arbitrariedad, que llega incluso a afectar a todas las
instituciones del Estado, ya sean administrativas, ya judiciales, con la
consiguiente falta de estabilidad que tanto
daño nos hace a nivel interno y tanta mala imagen nos traslada al exterior, del
que tanto dependemos -Fondos Europeos-, que no se fían de nosotros e incluso
recuerdan aquel viejo lema de un bazar inglés que decía “ ”Abstenerse
hispanos”.
Feijóo en su primera vista a la Moncloa ha marcado una nueva
ruta, un nuevo camino para el caladero de votos: lo cotidiano, lo que de verdad
preocupa al vecino, al ciudadano, el precio de la cesta de la compra, la
reducción del IVA en aquellos productos básicos y necesarios (luz, teléfono,
lejía, mascarillas…). No se contenta con la estrategia de recaudar como sea,
también se preocupa del control del gasto, de cómo gastar menos, de cómo hacer que los bolsillos tengan
más dinero, de que no se malgastan “los cuartos” que tanto necesitamos, y es
por ahí por donde quieren los ciudadanos que vayamos, y es que el dinero no se
reproduce por sí solo, que los créditos hay que pagarlos y que de seguir así
llegará el día que no tengamos ni crédito y más ahora que el Banco Central
Europea anuncia que va a dejar de comprar deuda pública a los estados miembros.
Esta es más o menos la situación que vivimos y padecemos, y a
la que hemos de poner fin. En épocas de polémicas interesadas, vía despiste,
como la de las comprar de las mascarillas, cuando casi todo quisque se ha
saltado la ley de contratos en aquellos desolados tiempos de pandemia para
hacerse con mascarillas, que incomprensiblemente no existían en España,- es execrable
que con el dolor y la necesidad de muchos se enriquezcan unos facinerosos que
no alcanzan la categoría de persona- . Es hora de
centrar el tiro, de evitar entre todos el colapso que se avecina, sea cual sea la ideología de cada uno, y más ahora que hasta el propio Estado del
Bienestar está en entredicho – véanse las listas abultadas de espera médicas- y
hacer realidad aquel viejo dicho de un campesino asturiano a su nieto, de “Si no
se siembran las patatas, no se comen”, y a eso nos debemos dedicar, y dejar en
el olvido aquellas viejas e interesadas campañas pacifistas de “no a la OTAN”,
que tan han beneficiado y benefician a nuestros enemigos. ¿Qué sería de
nosotros, en estos momentos, si no estuviéramos en la OTAN?
La política es el arte de lo real, de hacer posible lo
posible, y en esa dirección debe ir Feijóo y todo gobernante que se precie, y
así lo entendemos, de ahí que premiemos su propuesta de que gobierne la lista
más votada, si de verdad queremos que se respete el voto que los vecinos han
dejado en las urnas, pues eso de que Rufián decida por nosotros, no nos parece
muy correcto ni ético, sino un auténtico despropósito que no puede ser
autorizado por ninguna ideología por mucha
ambición de poder que tenga. Los partidos no pueden ser una agencia de empleo y
es hora que de verdad evidencien su compromiso con España y con todos los
españoles.
Después de más de quince
días de andadura, las encuestas realizadas indican que las propuestas de Feijóo
cuentan con el apoyo popular, ya es uno de los líderes más valorados. ¡La
política no puede estar desconectada de la sociedad, ni ésta de la política!
¡Hagamos todos un esfuerzo!
José Antonio Noval
Cueto.
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