Creo que no sea frecuente que un artículo no lleve título,
pero que éste se titule “Sin título” la culpa la tiene un eximio pintor poleso,
Casimiro Baragaña, cuya exposición inaugurada el pasado 28 de abril y ubicada en la amplia y
cómoda Sala de Exposiciones de la Casa de Cultura de Pola de Siero visité el
pasado miércoles y ha sido y es un
deleite para los sentidos y una evidente
muestra de calidad, de esplendor artístico, y
para ello basta con pararse y sorprenderse ante cada uno de los 45
cuadros que la componen , con temáticas de siempre,(paisajes, bodegones,
desnudos femeninos, temática religiosa…), -de los que cinco , de temáticas
varias, aparecen con el título de “Sin
título”- , pero impregnadas de novedad,
de ingenio, de originalidad, de arte, que constatan una vez más que éste no
necesita argumentos, basta dejarse llevar, observar, plasmar, ya que el mérito
del buen artística consiste en transformar en belleza todo lo que le rodea,
aunque sean los troncos espigados y blancos de un pequeño bosque, pero con las
medidas y simetrías adecuadas e impregnados del colorido oportuno, según la
estación del año o según el momento del día. Una vez más se demuestra que así
como una buena narración no necesita argumento, ya que uno sucumbe ante el
embrujo, imaginación y habilidad del buen escritor, un buen pintor puede
convertir en arte todo lo que se proponga, basta que tenga una buena técnica,
una buena dosis de observación, creatividad -algo muy personal y al alcance de
pocos- y cierta dosis de innovación. Y todo esto se conjuga en la persona de
Casimiro Baragaña.
Si no puede haber buen
escritor sin lecturas – el artista nace y se hace-, otro tanto se puede decir
del pintor, que además de ejercitar las técnicas aprendidas , debe conocer y
ver mucha pintura, estar al tanto de las modas y movimientos que han marcado y
marcan la evolución pictórica, y una vez conocidas y dominadas, innovar, dar
el salto, y esto pocos lo pueden hacer y entre ellos Casimiro, y la mejor prueba de esa evolución y salto lo
ofrece esta esmerada y cuidada exposición que documenta y da fe de “Casimiro
Baragaña: La expresividad de un legado”.
Yo, con conocimientos limitados sobre el tema, pretendo
únicamente trasmitiros, osado de mí, la
impresión que he experimentado al
visitar la selecta muestra, donde juega un papel importante, no solo su elaborada
técnica, si no su capacidad de
observación, evidente en toda su obra y especialmente en sus paisajes y en sus árboles secos,
blancos, viejos; en la porosidad de sus cortezas y el variado colorido de las
mismas, así como su poder creativo. No siempre se pueden visionar naturalezas
en azul, otoños en rojo …o bodegones en rojo y negro o con ‘pez
azul’ o con ‘pez rojo’; figuras humanas
como “Muchacha en rojo”,“…en azul”, “Muchacha al atardecer”’, o paisaje
industrial y minero como “El Lavadero de la mina Encarna”, con su colorido de
rojo y negro , y en la temática religiosa “La última cena”…La mayoría de sus
pinturas son al óleo sobre tela, y alguna sobre tabla.
Casimiro ha dejado un legado artístico del máximo nivel que
no deja indiferente a nadie y es de agradecer que exposiciones como ésta lo recuerden.
El público responde y, sin grandes tumultos, pero con un goteo constante, acude a la Sala y, pertrechado de papel y
lápiz, toma nota de las muchas aportaciones y genialidades del pintor , véase
ya su evolución artística de una etapa figurativa a otra más geométrica, o las
novedades de sus bodegones y de sus paisajes,
con los árboles que se tiñen de azul, de rojo o el suave colorido de sus
‘matas de muérdago…
La exposición demuestra una vez más que Pola de Siero es el
museo permanente de este gran pintor, tan nuestro, Casimiro, cuyas grandes
obras encuentran residencia tanto en la Iglesia de San Pedro Apóstol de Pola de
Siero ( etapa más figurativa) o en el propio Ayuntamiento ( etapa más
geométrica y abstracta). Patrimonio que debería ampliarse con nuevas
incorporaciones y con la búsqueda de una Sala Permanente del mismo para
disfrute de todos. La posible ubicación todos la tenemos en la cabeza, y no
lejos del propio Ayuntamiento, en pleno parque. ¡Muchas gracias Casimiro! Ahora
nos toca a todos preservar tu legado.
Quiero felicitar a la
Fundación Municipal de Cultura por esta magna exposición que esta concitando
muchas visitas, hasta el punto que se han acabado los folletos ilustrativos de
la misma, donde resalta la excelente introducción de Luis Feás Costilla
“Casimiro Baragaña, maestro del desdibujo”, que facilita la visita y da las
claves de su pintura.
Antes de concluir estas palabras y al hilo de las últimas
noticias que han acaecido durante la tarde noche de ayer viernes, 20 de mayo,
un lector de periódicos como yo y amante del buen periodismo – soy de los que
compra un periódico por leer un buen columnista o un buen artículo- , del periodismo riguroso, objetivo e independiente,
que tiene como único patrón y norma la verdad, se congratula y alegra que
Asturias, concretamente Avilés, tenga en la dirección de uno de los mejores
diarios madrileños, de tirada nacional, como
es El Mundo, a uno de los suyos. Me refiero a Joaquín Manso, periodista
avilesino de dilatada y contrastada experiencia. ¡Enhorabuena! ¡Te deseo mucha
suerte en esta nueva responsabilidad! Un abrazo.
José Antonio Noval Cueto.
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