Hoy sábado, cuando las Navidades tocan a su fin y se inicia
la etapa de rebajas para ludópatas y demás tribu; - las tarjetas de crédito
echan humo, ya que el que más o el que menos se permite algún que otro capricho( buen
vino, champán, cordero, pescado, jamón, turrón, roscón…) - , está uno comatoso, aletargado, cansado y
hasta con cierta desesperanza con sólo
pensar que el lunes,9 de enero , le espera la vuelta al trabajo, al estudio : responsabilidades, obligaciones,
madrugones, tensiones , esfuerzo, cansancio… Reina en todos una cierta inquietud
no exenta de desesperanza que lleva a preguntarnos, en pleno invasión de
Ucrania y guerra en Europa, qué nos traerá en su mochila el año nuevo y es que
por muchas luces que pongan en mi ciudad no me aportan la seguridad que
necesito, y es que son muchas las dudas, las angustias que uno ha ido sorteando y eso que cada año se anuncia
antes la Navidad, aumenta el número de árboles y belenes…pero es tal la
velocidad que imprimimos al último mes del año que el tiempo se nos va entre
viajes, comidas, cenas y demás encuentros o saraos , que se nos hace difícil
pensar, hablar , dialogar , agradecer y suplicar al Niño-Dios, y eso sin tener
en cuenta los muchos sinsentidos y tensiones generadas por la clase política los
últimos días.
Pero aún así, hoy sábado, víspera de la víspera, con ese
cielo opaco que anuncia agua, quiero agradecer que sus majestades los Reyes
Magos de Oriente el pasado 5 de enero a las 12 del mediodía hayan tenido la
deferencia de hacer una breve escala en la Iglesia de San Pedro de Pola de
Siero , después de los muchos kilómetros
recorridos y por recorrer, para llevar su alegría y su esperanza-ellos también
siguen a una Estrella- a las muchas
personas allí reunidas: niños , abuelos, padres, y recordarnos la necesidad de
ser buenos, de mejorar, de perdonar, de arrepentirse para alcanzar el ansiado regalo, juguete, premio,
deseada paz y mejora de pueblos y
personas, y es que como bien dice el apóstol San Mateo 18,3: “ En verdad os
digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de
los cielos”.
Hacía muchos años que
los Reyes no visitaban y recibían en la Iglesia de San Pedro y fue todo un
éxito, a pesar de los inconvenientes propios de una Iglesia en obras. Las
miradas de los niños y no tan niños lo decían todo. Sus pupilas trasmitían
alegría, felicidad de la buena, esperanza de la que tan necesitados estamos, de
la que incluso se puede pesar. La ceremonia puntual y breve, suficiente y majestuosa,
y a ello contribuyó las palabras medidas y precisas del ágil y atlético rey
Melchor con escrupuloso respeto a la Tradición. Don Fermín y don Sergio no
cabían de gozo. Alcalde y demás responsables políticos también.
En este apartado navideño, a pesar de las mejoras introducidas,
entre ellas el incremento de zonas y luces iluminadas, creo que aún debemos ir
a más, y ahora que tantos concejos publicitan su espíritu belenista, Pola de
Siero, con uno de los Belenes más importantes de Asturias, como es el de la
Residencia de Nuestra Señora de Covadonga (Asilo), debe hacer suya, con más
intensidad y fuerza, la bandera del Belenismo , máximo cuando tenemos en la
ciudad personas como Juan José Domínguez Carazo, cronista y reconocido
belenista, y cuando tenemos una exposición permanente en la Plaza de Abastos
titulada “Belenes del Mundo”.
Los logros de este año deben ir a más, y a ello puede ayudar
la música, en una ciudad como Pola, de gran tradición musical, y con un
Auditorio en el que los certámenes de villancicos deberían jugar un papel
importante en las Navidades. ¡Quizás sea llegado el momento de pedir que el Coro
Gitano de Jerez o la misma Carmen Linares nos deleiten con sus villancicos! Y a
modo de sugerencia, si a la entrada de Gijón y de Villaviciosa luce un gran
letrero luminoso de “Feliz Navidad”, que para el año próximo figure también a la entrada de Pola, pues guste o no guste,
celebramos la Natividad del Señor o nacimiento de todo un Dios que se hace hombre
para salvarnos.
José Antonio Noval Cueto.
P.D En este mi primer escrito del año 2023 y en un
año marcado por una intensa carga
electoral, solo pido a los responsables políticos que se nos trate a los
españoles, entre los que me encuentro, como personas maduras, responsables y
merecedoras de información, verdad, respeto y consideración…O dicho de otro
modo : “Que antes de engañar se lo piensen muchas veces, ya que la Democracia
no se sustenta ni fortifica con mentiras”.
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