Que estamos asistiendo a uno de los episodios más
vergonzantes y frustrantes de la Historia de España está en la mente de muchos,
por no decir de casi todos, que
avergonzados observamos como en busca de un poder que las urnas no han
otorgado, se hace lo posible y lo imposible, se justifica hasta lo
injustificable, se suprimen y se elaboran normas o leyes a medida de las
necesidades del cliente, se silencian y
perdonan delitos que los propios infractores dicen volver a repetir a la menor
oportunidad que se les presente, y todo ello en nombre de una supuesta
‘convivencia’ que ellos mismos llevan alterando y tensando desde los inicios de
la Transición y que van a seguir alterando, siempre que la ocasión lo permita y
la sequía no apriete; estabilidad que el propio partido socialista catalán alteró
con decisiones poco afortunadas en la época de Zapatero con el nuevo Estatuto
catalán de 2006, que posteriormente tuvo que enmendar el Tribunal Constitucional y que ha incrementado más aún
el problema. Que un partido que hace de la igualdad su emblema ideológica,
permita y apoye que no todos los
españoles seamos iguales ante la ley sorprende, es toda una claudicación de
principios, un renunciar a sus esencias, un auténtico desprecio y ataque al Estado
de Derecho, que entre todos nos dimos , con tantas dificultades, renuncias y
buenos propósitos a lo largo de más de cuarenta y cinco años, y esto es lo que
está ocurriendo y va ocurrir, por muchos
mensajes y declaraciones triunfalistas que se nos haga llegar, mientras nuestro
Presidente se halla ausente, de viaje por Brasil y Chile…En Política y escribo
Política con mayúscula no vale todo…Una vez más las ideas y las necesidades de
poder se enfrentan, son incompatibles. Una vez más quedan las siglas, las
etiquetas, el poder, el beneficio, mientras se silencian y tapian las ideas y
la coherencia de quienes las practican. Y es que parece ser que una vez subidos
al coche del poder, cuesta mucho bajarse y comer el menú del día, cuando no el
pincho de media mañana.
Mientras esto ocurre, se extiende por toda España nuevamente
el mapa de la corrupción, y más concretamente la corrupción en plena pandemia,
cuando se abusaba del decreto-ley, de las contrataciones a dedo, sin
publicidad, mientras nos aislaban a todos; de las ruedas de prensa selectas –
no se permitía el acceso a toda la prensa- y preguntas pocas y previa censura ;
los sanitarios eran héroes que se jugaban la vida por todos nosotros- han sido
muchos los fallecidos y los que han quedado con secuelas- ; los tanatorios no
daban abasto: no había sitio para tanta
muerte y fotos las menos, que lo que no se publica, no existe; y todo ello mientras el pueblo llano, agradecido, animaba y estimulaba con aplausos y entonaba
su “ Resistiré…” Pero, siempre parece que surge un pero en la vida española, mientras
unos sufrían , penaban y morían, otros
negociaban lo suyo, la compra y el porcentaje de beneficio, algo muy catalán
como en su día se denunció en su
parlamento, al hablar del peaje a pagar en la contratación de obras o
servicios, que si el 3% , que si el 9% …
La semana pasada alertaba que se veían por el horizonte
indicios de responsabilidades políticas de mucha importancia y estas cada día
van a más, asustan y evidencia la bajeza moral que nos invade. Dos han sido las
palabras que han copado las portadas de los medios de comunicación: amnistía y
corrupción o corrupción y amnistía, y tienen por protagonistas a una misma
región y a un partido. Alguien debe dar explicaciones, al menos eso es lo que
pensamos las personas de a pie. ¿Es este el Estado de Derecho que nos hemos
dado?
Hace unos días en uno de sus versos Bousoño decía que “La
verdadera fuerza está en la verdad” y es esta idea la que me lleva a escribir
estas letras y deciros que no todo vale en Política, que dos por dos son
cuatro, por mucho que alguno se empeñe en decir que tres y media o cinco. Si
alguien defiende esos postulados, desconfiar, pensar mal, algo busca, y no el
bien de todos. Esta es la enseñanza fundamental que saqué en mis años de
actividad política.
La situación es muy delicada y da la impresión que solo los Tribunales
y Europa pueden frenar el problema. Europa pudo haber resuelto este problema en
época de Mariano Rajoy y no lo hizo, ¿lo hará ahora? ¿Le importa a Europa lo
que le ocurra a España? ¿ Un competidor menos?... Los Tribunales lo tienen muy
difícil, se necesitan héroes. ¿Los hay?
En estos momentos tristes y desilusionantes de la vida
española, Bousoño en uno de sus versos dice: “TODA emoción se origina y se hunde en la realidad, arraiga como un
árbol en ella…”. ¡Por favor, no mientan más! Respeten nuestra inteligencia.
Sean previsibles, de modo que uno pueda libre y reflexivamente ejercer su
derecho a voto. Este es mi imprescindible decálogo ciudadano: dos por dos son
cuatro. Esta semana me deja la siguiente pregunta “¿Por qué no hay líneas rojas
en la política española?”
José Antonio Noval Cueto.
P.D “Miré los muros
de la patria mía,
si un tiempo
fuertes, ya desmoronados
de la carrera
de la edad cansados,
por quien
caduca ya su valentía…
vencida de la
edad sentí mi espada,
y no hallé cosa
en que poner los ojos
que no fuese
recuerdo de la muerte.
(Francisco de
Quevedo)
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