Ahora que la lectura de libros impresos va a más, que
aumentan las librerías de viejo y las de segunda mano, que se crean nuevas
editoriales, - me alegra que la Feria del Libro de Gijón haya sido un éxito-me
viene a la cabeza la pregunta que dos mujeres de cierta edad se hacían a la
entrada de la Iglesia de las Clarisas de Villaviciosa antes de la misa
vespertina del sábado, al ver tantos viandantes y turistas por los alrededores.
-
Luisa,
- dijo una - ¿Por qué la gente tendrá tan necesidad de moverse?
Pregunta que tratan de responder y hacer realidad todos los
empresarios del sector hostelero y hotelero de la región, con atenciones y un
esmerado servicio, pues en ello les va la vida, la propia subsistencia, la
cuenta de resultados, dentro que es una economía movible, porosa, muy
susceptible a las circunstancias y vaivenes de la propia vida…Les influye todo,
y por supuesto que los aviones, trenes y autobuses sean puntuales.
Hay muchas formas de viajar y también muchas maneras de
panificar las vacaciones. Los hay quien las prefiere agitadas, de madrugones,
zapatillas, visitas, público, bocadillo, algún bailongo, si cabe, y dormida
reparadora; los que las prefieren tranquilas, sosegadas: buena brisa, tertulia,
comida y sobremesa, y quienes alteran ambas modalidades, además del clásico “sol
y playa” tan extendido desde hace décadas. Yo, desde mi tranquilo retiro
veraniego de La Facienda(Traspando) viajo, - por medio de mis lecturas que me
ayudan a conocer y comprender mejor al ser humano, sus miserias y
grandezas-, a otras latitudes, a otras épocas , a otras
culturas. Siempre me planteo el tipo de lectura y el ritmo de la misma. No todo
me vale, y más ahora en tiempos de Evita Perón y sus secuaces. Cada libro tiene
su velocidad, su ritmo. Los hay que exigen pocas páginas al día, y otros, de
más aventura y acción, con velocidad más frenética. Si son míos, los subrayo;
si no, acompaño cuartilla para tomar notas.
Llegado a este punto en plena crisis de valores, de
deshumanización, de desprecio de lo que hemos sido y somos, hay dos libros que
todo occidental, que todo español debe conocer y leer y me refiero a dos
clásicos, sin los cuales no se puede entender lo que somos, y me refiero a “La
Sagrada Biblia”, manual del occidente cristiano y El Quijote, manual del sentir hispano, de casi
600 millones de hablantes. No está mal que presidan los anaqueles del mueble-bar
del salón de estar, pero mejor que se lean, y siempre en pequeñas dosis, pocas
páginas al día. Siempre hay una primera vez. Nunca es tarde para sorprenderse,
para valorar lo que somos. No tienen desperdicio.
Así hoy, 6 de julio, la Biblia en sus Salmos 84 y 85 nos dice
:” El Amor y la Verdad se encontrarán,
la Justicia y la Paz se abrazarán; la Verdad brotará de la tierra y la Justicia
mirará desde el cielo…La Justicia irá delante de él, y la Paz, sobre la huella
de sus pasos…¿Se puede decir más para los tiempos que vivimos, donde las
palabras Amor, Verdad, Justicia, Paz se están quedando sin contenido? Por su
parte, Don Quijote en su capítulo XLII dio a Sancho Panza estos consejos antes
de ser gobernador de la Ínsula Barataria:" Primeramente ¡oh hijo! Has de temer
a Dios; porque en el temerle está toda la sabiduría, y siendo sabio no podrás
errar en nada. Lo segundo, has de poner los ojos en quien eres, procurando
conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede
imaginarse…Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de
decir que vienes de labradores…Si tomas por medio a la virtud y te precias de
hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a los que los tiene principales
y señores; porque la sangre se hereda, y la virtud se conquista, y la virtud
vale por sí sola lo que la sangre no vale…” Podría poner más pruebas de la
actualidad de estos libros, pero que bien nos iría se cumpliéramos con ellas…No
se puede entender España y comprenderla sin leer el Quijote, y es que los
españoles necesitamos una ilusión, un ideal , un porqué por el que vivir, un
caballero andante que haga posible lo imposible y esto exige honor, honra,
honestidad, verdad, libertad…ingredientes escasos e incluso diría que en
peligro de extinción. De todo esto que
digo han dado fe los casi once millones de espectadores que en la
prórroga del partido siguieron los avatares de nuestra selección y disfrutaron
de su trabajado triunfo.
No quisiera concluir estas palabras sin expresar mi más
sentido pésame por el fallecimiento del sacerdote naveto Don Alberto Torga y
Llamedo, nacido en Vegadali, un 11 de enero de 1933, y cuyo libro de memorias”
Artículos y noticias sin censura”, de 706 páginas, tengo encima de mi mesa
cuando escribo estas letras, y que me ha prestado una feligresa de Narzana
(Sariego) . Apenas estoy iniciando su lectura ya me encontré con información
interesante sobre temas que hoy nos preocupan , así el titulado: ”Requisitos
para venir a trabajar a los Países Bajos” donde dice :”Actualmente, el único
camino que le queda a un español o española que quiera venir a trabajar a los
Países Bajos es o bien conseguir en el consulado neerlandés en España de la
demarcación de la residencia o en la embajada neerlandesa en Madrid un permiso
de residencia provisional o bien conseguir un contrato de trabajo legalizado
por ambos gobiernos, el español y el neerlandés…”. En el prólogo hace suyas
unas palabras de su santidad San Juan Pablo II muy oportunas que dicen: “Todo
ser humano tiene un derecho inviolable y absolutamente inalienable, entre otras
cosas, a tener una objetiva información de los sucesos públicos”. ¡Muchas
gracias Don Alberto!¡Que Dios te tenga en la gloria!
José Antonio Noval Cueto.
P.D. En 1920 se
proclama la obligación de la lectura diaria de “El Quijote” en las escuelas , y
todavía a finales de los años 90 en los armarios de algunas escuelas de Siero
se conservaban ejemplares de “El Quijote”, en edición escolar. Ya en el siglo XVIII se publican en Francia e
Inglaterra ediciones abreviadas e ilustradas de “El Quijote” para niños y jóvenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario