sábado, 27 de julio de 2024

“Un poco de seguridad…”("La Nueva España Digital de Siero, 28-VII-2024")

Hoy me encontré con estas oportunas palabras de Jeremías (7,1-11) que nos invita a no fiarnos de las palabras ilusorias, que enmendemos nuestra conducta y  acciones, y es que ya va siendo hora que cada uno acepte sus responsabilidades, ahora que está de moda- quizás siempre lo ha estado - echarle la culpa al vecino, y es que con tanto endiosamiento de la técnica y de la inteligencia artificial,  la ceguera mental va a más y la capacidad de pensar está bajo mínimos, por no decir que en serio peligro de extinción, ya que nuestro único parámetro de funcionamiento es gozo o no gozo, disfruto o no disfruto…y un camino por la vida con ese único ingrediente conduce a donde todos sabemos: ser un juguete roto, y en esta sociedad del espectáculo abundan muchos .¡Aún estamos a tiempo de evitarlo, baste que nos planteemos qué somos y cómo queremos ser!¡Busquemos un poco de coherencia, de seguridad dentro de nuestras limitaciones...!  Debemos intentar que nuestro futuro no dependa en exceso del azar, de la lotería…

Si tuviera que reproducir las muchas palabras ilusorias que uno se tropieza día a día, este artículo no tendría fin, y más ahora que está de moda convertir la mentira en verdad, sin el menor pudor. Así  el otro día el ya excandidato a la Presidencia de los Estados Unidos, el Sr. Biden decía: “La democracia es más importante que la ambición personal”, después de verse obligado por su partido a cesar en la carrera presidencial. Ya en España, me sorprendieron las palabras del portavoz socialista Pachi López al decir que Pedro Sánchez es la dignidad democrática, en plena polémica judicial entre el juez Peinado y la investigada Begoña Gómez, esposa del presidente. Ejemplos como estos los tenemos a diario, todos los días, de ahí que algunas palabras como “democracia, ley, progreso, libertad, transparencia, igualdad…”se van quedando vacías, sin contenido, ya no mueven y menos conmueven. Son meras palabras.  Algo que los que hemos participado en la Transición democrática no admitimos, pues siempre creímos que era posible y es posible una convivencia centrada en la ley, en el diálogo, en el consenso.

En mi artículo anterior os decía que somos poquita cosa, que el menor inconveniente nos complica y limita la vida, que la seguridad total no existe,  y lo hemos visto reciente que un fallo de Microsoft tumba lo sistemas de bancos, aerolíneas y medios del mundo, - se cifran las pérdidas en más de 80.000 millones de euros-  y hace unos días en Gijón, un incendio de una media hora dejó a personas encerradas en los ascensores, los semáforos sin funcionar y trenes parados, ayer con los trenes en Francia con las Olimpiadas… pero aun así no debemos renunciar a nuestra capacidad de pensar, que es lo que nos tipifica como seres humanos.  Y esto debe partir de una educación que sirva, proteja y dignifique al ser humano, y en la que la técnica tenga su importancia, pero que nunca le supla, sino que le sirva, le ayude. Que respete la tradición, conozca el pasado, pues solo así se puede construir un presente esperanzador y algo de esto se está dejando de lado en la actualidad. No somos inmortales, ni eternos. La alegría existe, como también el dolor. Hay momentos buenos y menos buenos, y para todo ello debemos prepararnos. No somos eternamente jóvenes como se les inculca hoy…Hay primavera, verano, otoño e invierno…

Espejismos cuantos menos mejor. Lo que se consigue siempre es con trabajo, esfuerzo, sentido común y buena gestión, y eso es lo que pedimos los ciudadanos de a pie a nuestros dirigentes. Polémicas las justas, cuantas menos mejor…Los números hablan por sí solos y nos obligan a pensar: Bruselas desembolsa a España 9.883 millones de euros del cuarto pago de fondos europeos. Recordemos que el dinero público tiene dueño: nosotros. ¡Usen bien!

 

                                  José Antonio Noval Cueto.

P.D Coincidencias de la vida, ahora que está tan de moda el tema de la emigración, acabo de leerme “Diario de un emigrante” de Miguel Delibes. Como siempre, no defrauda.







 

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