sábado, 21 de diciembre de 2024

“Gloria a Dios en lo más alto del cielo…”("La Nueva España Digital de Siero, 22 de diciembre de 2024")

A estas alturas de la película y después de muchos artículos y años, es de todos sabido que la temática me viene dada, que yo no puedo silenciar, callar  el acontecimiento más importante que sigue sacudiendo a toda la Tierra, a toda la Cristiandad entre la que me encuentro, a pesar de mis errores, vanidades y miserias,  y  es que todo un Dios se hace hombre para salvarnos y yo, mientras pueda, quiero hacer mi ofrenda en forma de palabras, pues si al Principio solo era la Palabra, también al final será la Palabra la que sentencie si nos hemos ajustado al guion o no, si nuestra conducta ha ayudado a extender la Buena Noticia o simplemente nos hemos lavado las manos, que es lo que más abunda, lo que se llama hoy lo políticamente correcto. En momentos de duda, de zozobra, viene bien recordar las palabras del agnóstico Ortega y Gasset cuando dice: “Si Dios se ha hecho hombre es que ser hombre es lo más importante que se puede ser”. Reflexión muy oportuna en tiempos tan cismáticos como los actuales, en los que entre tanto endiosamiento técnico- ya ocurrió algo parecido a principios del siglo XX- y auge de la Inteligencia Artificial se quiere reducir al ser humano a mero objeto u máquina de placer o gozo. ¿Se dignifica hoy al ser humano? Siempre ha seducido al Hombre salirse del Paraíso y levantar la Torre de Babel. Las consecuencias las conocemos todos. ¿Subsistiremos los herbívoros entre tantos carnívoros? Ya llevamos casi tres años de guerra en Europa y parece que esto va a más: Bombardeos rusos a Kiev.

La espera se nos hace imposible. Estamos nerviosos, ansiosos, buscamos evasiones que atemperen o preparen la llegada con buena música: villancicos, conciertos- impresionante la puesta en escena e interpretación de la ópera “Aída” en Oviedo- ;  combatimos el vacío, la soledad, con  mucha luz en avenidas, calles , balcones e incluso en la cuidada capilla de San José de Traspando . Desbordamos aeropuertos, (hoy viernes, el aeropuerto de Asturias desde las 7.30 de la mañana era un hervidero de gentes que llegaban, las más; y otras que se iban, y en las estanterías de las tiendas (productos de Siero, de Asturias: dulces de Colloto, moscovitas, teverganas, palmeras de Unquera…). Los más invaden carreteras y circulan kilómetros y kilómetros para regresar a sus orígenes, verse con los suyos, compartir  y agradecer lo que son y han recibido entre cenas y comidas. ¡Dicen que es de bien nacidos ser agradecidos!  Todos en mayor o menor medida celebramos el nacimiento del Niño-Dios, ya meditando y celebrando en templos y hogares, ya en las calles y plazas. La IX Exposición de Belenes del Mundo, sita en la Plaza de Abastos de Pola de Siero, apuesta para la continuidad y por la innovación.  Hay algunos excepcionales tanto por su originalidad, como por los materiales que usa. El Grupo Filatélico de Siero en su matasello navideño opta por lo más clásico.

El acontecimiento no deja indiferente a nadie. Hablamos. Reímos. Lloramos ante el plato vacío, pues suele hacer ausencias, recuerdos, - 365 días son muchos días y ocurren muchas cosas, buenas y malas, y tenemos que soportarlas, llevarlas-. La vida es una mezcla de penas y alegrías, de éxitos y fracasos. ¡Que los sepamos llevar! No siempre se gana, no todo es alegría y gozo. Dialogamos, proyectamos, deseamos, imploramos y jugamos con ventaja, pues sabemos que Dios es muy misericordioso, nos cuida, protege y busca nuestra salvación, sólo nos pide humildad, reconocer lo poco que somos, que le dejemos hacer o dicho en palabra de Santa Teresa : “Dejad hacer al Señor de la casa”.

Hace ya dos mil veinticuatro años que unos pastores que cuidaban de su rebaño en las montañas de Belén, ante el pesebre del Niño-Dios, gentes recias y esforzadas, se llenaron de temor ante el resplandor de una voz divina y un Ángel  que les dijo: “ No tenéis que temer…y es que hoy os ha nacido en la ciudad de David el Salvador, que es el Cristo o Mesías el Señor nuestro…Gloria a Dios en lo más alto de los cielos , y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad…”.

Hoy, nosotros, en tiempos del rey Felipe VI y siendo Pedro Sánchez Presidente de España, celebramos esa efemérides como se corresponde, con cierta inquietud, nerviosismo, asombro y mucha dosis de esperanza, pues Dios no está mudo.

                                                       ¡Feliz Navidad!

 

                                                        José Antonio Noval Cueto.

 

P.D Hace unos días la Hermana Esperanza recomendaba que durante el Adviento leyéramos el Evangelio de San Lucas. Estoy en ello y ayer leía este párrafo de la novela “El pobre de Asís” del escritor griego Nikos Kazantzaki que por su oportunidad te transcribo:

“Las palabras que me has dirigió el otro día eran fuego, han quemado y purificado el corazón-

-        No son mías, padre Silvestre, son palabras de Cristo.

-        Sí, son palabras de Cristo, hermano Francisco, pero las has repetido de tal manera que me han parecido escucharlas por primera vez, como si nunca hubiese leído el Evangelio. Lo leía, sin embargo, todos los días, pero sin ver entonces más que simples palabras, palabras que no ardían…”

“Gloria a Dios en lo más alto del cielo y paz a los hombres de buena voluntad…”




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