domingo, 18 de mayo de 2025

El último de la saga: José Manuel Camino Rodríguez ("La Nueva España Digital de Siero, 18.V.2025")

 

En una tarde de lujo, de paraíso, de sol, luz, brisa perezosa y temperatura óptima, una llamada de teléfono me habla de despedida, descanso , adiós y es que José Manuel Camino Rodriguez, más conocido como Pepe el Cantu, uno de los vecinos más singulares de Traspando, emprende viaje hacia el cielo. La Virgen del Carmen a quien tantas veces portó sobre sus hombros en las fiestas parroquiales le tiene reservado pasaje y estancia. Pepe el Cantu, el fiu de Camila y Gelín, después de una prolongada vida entre nosotros, dentro de unos días cumplía 97 años, emprende camino de regreso a Casa, para encontrarse con sus padres y hermanos y demás familia, y a estas horas de la noche me obliga a cambiar de plan y escribir estas palabras agradecidas. No es la primera vez que le dedicó unas palabras a Pepe, ¿algún motivo habrá? ¿algo habrá hecho bien?

 De él se podrían decir muchas cosas, pues en una larga vida como la suya no le han faltado avatares, sorpresas, alegrías y penas. Basta situarse en el año 1928, cuando el paro asolaba la parroquia y la única solución era las Américas. Trabajador en plena adolescencia, barrenista de Pumarabule, zapatero, ganadero, cocinero – su arroz con langostino era de primera- campesino, chigrero – se le conoce también por “Molinón”-, buen vecino ,amante y protector de los suyos; jugador de baraja, tenemos buenos en la parroquia,  del Oviedo y del Madrid. Persona muy participativa, siempre dispuesta a colaborar y a ayudar en lo que fuera menester.

Siempre le recordaré sentado debajo de su “figal” , con su botella de sidra,- esos “culinos “ eran especiales y a temperatura adecuada-  desde la atalaya del Cantu, su paraíso en la tierra, o con su pequeño tractor Goldoni, de color naranja, que compartía con su hermano Joaquín, en el que a falta de coche recorría feliz los barrios del pueblo, ya para llevar bidones de agua al ganado o para portar hierba, lecheras… El Cantu era un lugar de encuentro, al que acudíamos todos, ya para reparar zapatos , ya para simplemente hablar del  precio de la leche, de la subida de las pensiones, de la luz pública, del agua o del saneamiento, de Butrageño o Vinicius o de la próxima boda…En Traspando tenemos un problema y es que a pesar de su buena comunicación, no tenemos bar y esto es algo que afecta a muchas zonas rurales……En esas conversaciones salían a relucir vivencias y recuerdos. Así su viaje al Balneario de Ledesma para celebrar la Santina,  sus aventuras con los mosquitos en Matalascañas  y la añoranza de su “ figal” o  sus actuaciones estelares en Benidorm, pero siempre añoraba el  Cantu y su figal y su Fuente de La Figal, situada un poco más arriba, en la que celebramos algún que otro banquete, en el que el elemento imprescindible era la sidra. También evocamos sus triunfos en la Playa del Aguilar y su visita a Ribadesella o su oportuna participación en el programa de la RTPA “Pueblos”; donde dio muestras de su trabajo como zapatero… En el debe tiene que nunca cruzó el Atlántico, a pesar de que una señora de aquellas tierras le invitó. Siempre le recordaré por el buen trato, alegría y nobleza que desprendía. Era una persona de fiar y eso no es poco. Últimamente, ya en casa de su sobrina Marta en Collao, su gran ilusión eran sus visitas los martes y viernes a la Pola, y de su gran pasión: la Lotería Nacional, en la que fue afortunado, después de intentarlo durante casi toda su vida. En estos últimos meses de enfermedad, de ingresos y altas, sabedor del privilegio de sus muchos años solía decirme: “Soy el más viejo de la planta”.

Al comienzo de este escrito hablé de despedida, descanso, pero no de fallecimiento, de muerte, por la sencilla razón de que las personas que han pasado por la vida haciendo el bien como él, ayudando, socorriendo, perdonando, no mueren, siempre acompañan a uno, y es que por donde has pasado, con tu asturiano castellanizado y nervioso, siempre has generado afecto. ¡Por algo será! ¡Ha sido un privilegio compartir tantos momentos de amistad y compañía contigo! ¡Que Dios te tenga en la Gloria!       D.E. P.

 Perdóname Pepe, no puedo permanecer callado.  ¡Un fuerte abrazo!

 

                                                  José Antonio Noval Cueto.

 

P.D     “Quiero abrir en los muros una puerta. Eso quiero. Eso deseo. Clamo.  Grito. Lloro. Deseo…” (Pablo Neruda)









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