En una tarde de lujo, de paraíso, de sol, luz, brisa perezosa
y temperatura óptima, una llamada de teléfono me habla de despedida, descanso ,
adiós y es que José Manuel Camino Rodriguez, más conocido como Pepe el Cantu,
uno de los vecinos más singulares de Traspando, emprende viaje hacia el cielo.
La Virgen del Carmen a quien tantas veces portó sobre sus hombros en las fiestas
parroquiales le tiene reservado pasaje y estancia. Pepe el Cantu, el fiu de
Camila y Gelín, después de una prolongada vida entre nosotros, dentro de unos
días cumplía 97 años, emprende camino de regreso a Casa, para encontrarse con
sus padres y hermanos y demás familia, y a estas horas de la noche me obliga a
cambiar de plan y escribir estas palabras agradecidas. No es la primera vez que
le dedicó unas palabras a Pepe, ¿algún motivo habrá? ¿algo habrá hecho bien?
De él se podrían decir
muchas cosas, pues en una larga vida como la suya no le han faltado avatares, sorpresas,
alegrías y penas. Basta situarse en el año 1928, cuando el paro asolaba la
parroquia y la única solución era las Américas. Trabajador en plena
adolescencia, barrenista de Pumarabule, zapatero, ganadero, cocinero – su arroz
con langostino era de primera- campesino, chigrero – se le conoce también por
“Molinón”-, buen vecino ,amante y protector de los suyos; jugador de baraja,
tenemos buenos en la parroquia, del
Oviedo y del Madrid. Persona muy participativa, siempre dispuesta a colaborar y
a ayudar en lo que fuera menester.
Siempre le recordaré sentado debajo de su “figal” , con su
botella de sidra,- esos “culinos “ eran especiales y a temperatura adecuada- desde la atalaya del Cantu, su paraíso en la
tierra, o con su pequeño tractor Goldoni, de color naranja, que compartía con
su hermano Joaquín, en el que a falta de coche recorría feliz los barrios del
pueblo, ya para llevar bidones de agua al ganado o para portar hierba, lecheras…
El Cantu era un lugar de encuentro, al que acudíamos todos, ya para reparar
zapatos , ya para simplemente hablar del
precio de la leche, de la subida de las pensiones, de la luz pública,
del agua o del saneamiento, de Butrageño o Vinicius o de la próxima boda…En
Traspando tenemos un problema y es que a pesar de su buena comunicación, no
tenemos bar y esto es algo que afecta a muchas zonas rurales……En esas
conversaciones salían a relucir vivencias y recuerdos. Así su viaje al
Balneario de Ledesma para celebrar la Santina,
sus aventuras con los mosquitos en Matalascañas y la añoranza de su “ figal” o sus actuaciones estelares en Benidorm, pero
siempre añoraba el Cantu y su figal y su
Fuente de La Figal, situada un poco más arriba, en la que celebramos algún que
otro banquete, en el que el elemento imprescindible era la sidra. También evocamos
sus triunfos en la Playa del Aguilar y su visita a Ribadesella o su oportuna
participación en el programa de la RTPA “Pueblos”; donde dio muestras de su
trabajo como zapatero… En el debe tiene que nunca cruzó el Atlántico, a pesar
de que una señora de aquellas tierras le invitó. Siempre le recordaré por el
buen trato, alegría y nobleza que desprendía. Era una persona de fiar y eso no
es poco. Últimamente, ya en casa de su sobrina Marta en Collao, su gran ilusión
eran sus visitas los martes y viernes a la Pola, y de su gran pasión: la
Lotería Nacional, en la que fue afortunado, después de intentarlo durante casi
toda su vida. En estos últimos meses de enfermedad, de ingresos y altas,
sabedor del privilegio de sus muchos años solía decirme: “Soy el más viejo de
la planta”.
Al comienzo de este escrito hablé de despedida, descanso,
pero no de fallecimiento, de muerte, por la sencilla razón de que las personas
que han pasado por la vida haciendo el bien como él, ayudando, socorriendo, perdonando,
no mueren, siempre acompañan a uno, y es que por donde has pasado, con tu
asturiano castellanizado y nervioso, siempre has generado afecto. ¡Por algo
será! ¡Ha sido un privilegio compartir tantos momentos de amistad y compañía
contigo! ¡Que Dios te tenga en la Gloria!
D.E. P.
Perdóname Pepe, no
puedo permanecer callado. ¡Un fuerte
abrazo!
José Antonio Noval Cueto.
P.D “Quiero abrir
en los muros una puerta. Eso quiero. Eso deseo. Clamo. Grito. Lloro. Deseo…” (Pablo Neruda)
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