Tratamos
de entender o descubrir la realidad, pero ésta se nos escapa. Hay muchas
personas o entidades sociales que lo impiden o tratan de impedirlo , llámense políticos, burócratas, banqueros,
juristas, periodistas…y la víctima, el sujeto a engañar o silenciar siempre es
el mismo: el pueblo, que perplejo, resignado y frustrado, no entiende. Se le
escapa la realidad, su realidad, no sabe si son churras o merinas, si son
molinos de viento o veloz caballería, si sus preocupaciones son reales o
virtuales…pero, de vez en cuando se rompe el espejismo, se ve tierra, aparece
una luz, una bocanada de aire fresco,
una frase contundente, expresiva, simple, esperada, que se preña de razón y
traduce el sentir de todos o casi todos, del albañil, del marinero, del contable…
de ese hombre de a pie, que tiene a su hijo trabajando en las atarazanas del
puerto de Barcelona, y es que después que tanto tronar y tronar con la pasión de catalanes, después los muchos
espacios radiofónicos y televisivos dedicados al tema, después de los muchos
sesudos informes jurídicos y de las muchas sesiones plenarios celebradas, la
verdad, la verdad más evidente, sonora y expresiva es pronunciada por una chica
joven, valiente y temeraria, con gran poder de convocatoria y audiencia, que
hace suyo lo que todos o casi todos los españoles, perdón por el uso de este
término, pensamos y callamos, y es que
la verdad visible y transvisible, evidente, es que Cataluña es España.¡Tantos
esfuerzos y gastos para este desenlace!
Al
fin se ha resuelto el enigma y nuevamente tenemos que lamentar que nuestra
memoria sea flaca y tenga que venir una chica de Madrid, a recordarnos que
Cataluña es España, y que no tiene explicación que España sea la única nación
nacida en el Renacimiento que aún duda, quinientas años después, de su
existencia .La fuerza del testimonio de Belén Esteban también conocida o apodada
como la “princesa del pueblo” es que sus palabras han sido pronunciadas en la
misma Barcelona, ciudad, en su día, sede de la empresa editorial hispánica, y
que se precia de haber tenido como vecinos a personalidades como Mario Vargas
Llosa o el fallecido Gabriel García Márquez. Ciudad donde en un viaje de
estudios, de los de antes, descubrí en su Museo de Arte Moderno la obra
singular de Darío de Regoyos.
Desconozco
el perfil político de Belén Esteban, en otro tiempo esposa del torero Jesulín
de Ubrique, pero no se puede negar sus conocimientos del marketing o de la
oportunidad, y digo todo esto porque sus palabras concisas, precisas y rotundas
fueron pronunciadas en un momento adecuado, a raíz de la presentación de su
libro “Ambiciones y Reflexiones”, título muy adecuado para el momento que
vivimos, pues es de lamentar que la ambición desmedida del gremio de
zapateros, maragales y montillas haya
permitido que la ola nacionalista alcance la altura que tiene y ponga en
peligro el bienestar y progreso de todos, y que a pesar del daño causado todavía alguno se atreva a salir en campaña y su Partido lo aplauda.
.
Belén ,ya va siendo hora de llamar a las cosas por su nombre, de perseguir y denunciar
al irresponsable que juega con el futuro de todos, al que cree que en Política
todo vale, todo sirve para conseguir un voto. Ya va siendo hora de pedir
explicaciones y demandar responsabilidades a aquellos políticos, que en su
ambición , en su locura, juegan con las cosas de comer y más aún con el pasado,
presente y futuro de todos, con nuestro honor y dignidad como Nación.
Una
vez más se demuestra que hacen más por la gloria de España la rumba catalana,
el flamenco, la pintura de Dalí, las novelas de Mendoza, la Roja ,
Nadal, Alonso, la prensa del corazón, el sol, las playas, el jamón y la
butifarra… que las visitas diarias a Barcelona de los Ministros del Estado, que
las muchas ruedas de prensa que prodigan el elevado séquito de pensantes que anidan
en el Parlamento nacional, que de tanta reflexión se han olvidado del sentir
popular y del precio del café de las 11.
Belén,
gracias por tu temple y coraje, y permíteme
recordar unas palabras que viene bien a la ocasión y que escribió no hace mucho un alemán, de nombre Hermann Hesse y que dicen: :”Es traición sacrificar el sentido de la verdad, la honradez intelectual, la fidelidad a las leyes …en aras de cualquier otro interés”.
La
aportación de Belén Esteban en plena celebración del III Centenario de la Nación catalana ha sido excepcional, beneficiosa, útil. Lamento que por premuras de tiempo no hayamos podido plantar un roble como la ocasión pedía, pero en otro momento será. ¡Muchas gracias!
José Antonio Noval Cueto.