¡Era hora! Aún escuecen mis ojos las imágenes irrespetuosas y
ñonas de la señora Mas fotografiando a su marido junto a una urna de cartón o las provocadoras palabras del
mismo al final del simulacro electoral al declararse máximo responsable del
evento, y que constituyen una falta de respeto a todos los españoles y
especialmente al resto de los catalanes que ese día no votaron, que son la
mayoría, y singularmente a los más necesitados que contemplan con estupor en que
malgastan su tiempo y sus recursos los que dicen preocuparse de su futuro –
recuerdo que Cataluña es una de las autonomías donde más crece el número de
personas sin hogar, ni recursos…- .
Es cierto que tenemos un problema político, pero no de financiación, -pues desde el 90 se han
suscrito unos siete pactos de
financiación, el del año 2002 por unanimidad, se les han dado nuevas competencias con su correspondiente presupuesto e incluso se les han incrementado los porcentajes de impuestos importantes en ese periodo y no han servido para nada,
pues al día siguiente ya era poco ,- y el problema político es que unos dicen una
cosa en Cataluña y otra en Andalucía , o traducido al lenguaje de la calle para unos es más importante su granero de votos, sus ansias de poder –recordemos la
época de Montilla, Maragall- que el
cumplimiento de la Ley y la defensa de la integridad territorial. La nueva fuerza
emergente, PODEMOS, se agazapa en el mero formalismo, defiende el derecho a la
consulta, pero no dicen si acatan las consecuencias de la misma y si van a
defender y proteger la inobjetable unidad de España. Al respecto sólo puedo
decir que experimentos los justos, según manda el sentido común y a ser
posible con gaseosa, y basta para ello recordar las tensiones innecesarias que
generó el referéndum sobre la OTAN y las consecuencias fatales que hubiera
tenido para España si hubiera triunfado el NO. Consulta que fue uno de los errores más graves cometido por el ex- presidente Sr. González y reconocido por
él mismo.
No hace mucho un prestigioso columnista decía que España estaba en el
quirófano y no tenía cirujanos. Hoy, unos días después, la realidad es diferente,
y es que desde el campo del Derecho ha surgido un cirujano que con la Ley como bisturí y ceñido con la verdad de los hechos intenta recuperar la
dignidad de las instituciones y por extensión la de todos los españoles que contemplamos
avergonzados como se atropellaba la Ley, o sea nuestro marco de convivencia, un
9 de noviembre de 2014, veinticinco años después de la caída del muro de Berlín.
José Antonio Noval Cueto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario