“Pórtate bien, Trompita…”
Dice el escritor Bernardo Atxaga que “ la política se ha
transmutado en publicidad” y recomienda que “el que quiera estudiar política
que se matricule en publicidad” y no
hace falta ir muy lejos para darle la razón, pues basta fijarse en los gestos y
lucha de vestuario que se está produciendo entre quienes quieren subir al poder;
que si pajarita, que traje sin corbata o recepciones reales en camisa blanca o
negra como si la corbata o la pajarita bastara para indicar la capacidad
intelectual y honestidad de una persona. Cuando yo era niño todos aspirábamos a una
camisa y corbata, ya con chaqueta o con jersey de pico. La pajarita la
dejábamos para maestros ilustres como Ortega, Marañón, Luis Calvo…. Ahora sólo
importa la imagen, los gestos, las imitaciones y muy de cuando en cuando
algunas palabras con doble sentido , opacas
o provocativas, pero pocas y justas, no vaya a ser que nos traigan problemas,
pues ya se sabe aquello de que “quien mucho habla, mucho yerra …” . Se evita toda tentativa de boato , se usan bolígrafos “bic”, relojes de poco nivel , ropa
de rebajas. ¡Cuidemos las apariencias y especialmente en prensa y televisión!.
Lo importante es dar la sensación de austero, de honesto, de ser de los
nuestros , como la mayoría - no hace mucho hubo quien quiso lograr una
Alcaldía importante de Asturias diciendo que su madre había trabajado como
asistenta del hogar- , y si nuestros
orígenes son ilustres que no se sepan. Una vez instalados en la esfera privada o en lugares donde la
imagen no llega, jamón de calidad, buen vino y aromático aceite. Esto no es
nada nuevo y ya ocurrió en los inicios de la Transición y ahora se vuelve a repetir
.
Hace algunos meses un profesor
, al comentar la problemática que se estaba originando en las aulas, nos decía
que hay niños que llegan a los colegios a las seis años y desconocen lo que es
recibir un “no” y que las consecuencias que esto provoca en el aprendizaje del
alumno son muy perjudiciales. Y algo de esto está ocurriendo en la negociación
de los pactos de gobierno, donde todo es imagen e imitación y basta para ello
seguir la trayectoria del aspirante a Gobierno, don Pedro Sánchez
Pérez-Castejón y su maestro, Pablo Iglesias Turrión , que se anticipa cuando le
interesa – “recuerda que quiero ser
Vicepresidente y que te defenderé a degüello, y que necesito tantos ministerios
como votos obtuve”-, que cambia de
vestuario cuando le apetece, como ya hacía nuestro eximio Valle Inclán – de
momento no ha usado zapatillas en las recepciones importantes – , que le anima
y le reprocha cuando le conviene – “Pedro
depende de ti, si quieres puedes, pero ya sabes tienes que evitar a Ciudadanos.
Mi grupo y yo vamos a ser generosos,
pues sabemos que esta oportunidad no la podemos perder”. Y mientras la ceremonia de publicidad e
imagen persiste, la corrupción sigue invadiendo las principales instituciones
del Estado (Ayuntamientos, Autonomías, Partidos…), y los españoles de a pie
esperando inútilmente la solución de nuestros problemas, principalmente el
paro. ¿Cómo aumentar el empleo
productivo y evitar que la Seguridad
Social pierda , como en enero ,204.043 personas? ¿Vamos a seguir con inútiles guerras de la
memoria mientras nuestro desfase entre ingresos y gastos asciendía a la preocupante
cifra de 41.800 millones de euros en noviembre de 2015? Podría seguir
planteando preguntas, pero en esta ceremonia de engaño y confusión en que se
están convirtiendo los pactos, pediría que toda promesa venga acompañada de su
cuantificación económico y el modo de obtenerla, pues de todos es sabido que
los pactos suelen tener contabilidad B, que es la verdaderamente obliga y no se
comunica.
Telediario va, tertulia viene, las bolsas bajando, Deutsche
Bank – principal banco de Alemania- en situación delicada y España sin
gobierno, sin ilusión, sin ánimo, y ante este situación de inercia y desamparo no sé por qué suena en mi la cabeza la canción
de mi nieto Álvaro :”Tengo un elefante que se llama Trompita…”
José Antonio Noval Cueto
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