“ A votar…"

Durante muchos años se han silenciado de manera interesada muchos temas o asuntos que han puesto en peligro los cimientos de nuestra nación, y  no contentos con esto y ahora que España se la juega – debemos un 100% del PIB, el paro nos asola, el déficit de la Seguridad Social es preocupante, el abandono escolar no se frena, la clase media se empobrece, se margina… - nuevamente los responsables de esta situación, voraces tigres económicos  que no cesan de  alimentarse del sudor y esfuerzo  de todos nosotros , empiezan  a airear encuestas interesadas de intención de voto  con el objetivo de domesticar al votante y llevarlo a su redil…¡A veces da la impresión que los políticos son unos títeres manejados por grupos de presión nacionales o internacionales!, pues, no nos engañemos,  de que a España le vaya mal, algún otro se beneficia . Y ocurre todo esto en precampaña y cuando se publica el Barómetro del CIS del mes de mayo sobre la intención de voto   , según trabajo de campo realizado los primeros días del mes de abril,  concretamente del 1 al 10.

La presión no ha hecho nada más que empezar y siempre con intenciones aviesas y basta para ello comparar titulares de prensa, donde la objetividad y la sana y deseable reflexión escasean y lo único que se busca es inducir el voto en una determinada dirección, sin importarles el derecho a una información objetiva, veraz y contrastada que merecen los lectores y votantes. Me recuerda esto que no  hace mucho que la Junta Electoral central prohibió que se hicieran inauguraciones un mes antes de las elecciones para garantizar la limpieza de las mismas, pues la deseable y amparada libertad de expresión es incompatible con la mentira, la manipulación y la villanía informativa.

Escribo estas letras desde el máximo respeto a la libertad y  desde el derecho que tiene toda persona a votar a quien quiera y sabedor que en esta 2ª vuelta  de las elecciones celebradas el pasado diciembre, después de 158 días, el voto se carga de responsabilidad, pues España necesita cuanto antes un Gobierno, más aún un Gobierno responsable, pues de todos es sabido que la situación que vivimos no es buena y basta para ello recordar los niveles de paro que soportamos; dicho en castizo, no estamos para bromas y no viene mal marcarse metas, prioridades , evitar lamentos posteriores y si hay que votar con la nariz apretada, hacerlo, pues ningún partido está inmaculado, aunque es verdad que unos más que otros. Y digo todo esto porque el Barómetro del CIS nos dice que más del  35% de los votos se obtienen, bien durante la campaña electoral (más del 25%)  o bien casi un 10% el día mismo de las elecciones. Datos estos importantes si recordamos que el Partido vencedor de las pasadas elecciones obtuvo el 28'4 % de los votos emitidos, y es aquí donde creo oportuno  hacer algunas precisiones:

1/ Es una 2ª Vuelta. La primera vez que se da desde nuestra historia democrática. Ahora ya no se trata de castigar con el voto, sino de acertar. Nos jugamos mucho.

2/ La delicada situación que vivimos invita a no abstenerse. Nos necesitamos.

3/ Después de cuatro meses de imagen, engaños y abusos que los españoles soportamos estoicamente, tenemos información suficiente y si ésta obliga a cambiar el voto, hágase.No contribuyamos con nuestro voto a aupar ambiciones desmedidas y gobiernos de pandereta. 

4/ En una 2ª Vuelta, aunque con 4 opciones, es normal que el voto sea volátil, cambie , pues se trata de tener de una vez un Gobierno a la altura de los tiempos que vivimos, y es esto lo que me hace desconfiar de todas las encuestas interesadas que circulan por la geografía española y que propugnan el inmovilismo.

Ha llegado el momento de iniciar la regeneración de la vida española, que las siglas de los partidos resplandezcan de limpieza , transparencia y  honorabilidad , y que un rayo de optimismo impregne la vida española.

En las pasadas elecciones griegas un comentarista de televisión le preguntó a un ciudadano  que a quién votaría, y éste raudo y seguro dijo que votaría al menos inútil y al que menos dañe cause a su país.

                                            ¡Consejo muy oportuno!

                                                        José Antonio Noval Cueto