sábado, 29 de octubre de 2016

“La calle del Perdón….”



En pleno Jubileo de la Misericordia y después de ochenta años de iniciarse la Guerra Civil- yo aún la escribo con mayúsculas;  algún alumno mío quizás porque le queda ya muy lejos, la suele escribir con minúscula- esperaba que alguna de las autoridades patrias tuviera la ocurrencia de que alguna de sus calles llevara  el nombre de calle del Perdón o de la Misericordia  y eso que siempre he defendido que el nombre de nuestras calles se asignara a aquellas personas que hayan dejado una huella perdurable de buen hacer y entrega entre sus vecinos, pero ya que hasta el nombre de las calles sirve para la confrontación política y la división, y más en un país donde el deporte nacional es la envidia, empiezo a entender porque en algunas épocas nuestro Consistorio  ha buscado nombres o topónimos de la zona que no dieran lugar a la polémica, así tenemos calles que titulan: “Peligros” “Danza Prima”, en Pola; “Los Laureles” “Los Robles”, en el Berrón; “Asturias” ”Buen Suceso”, en Lugones o “ Del Silencio” “De la Armonía”, en La Fresneda, entre otras muchas…

 Me viene esta reflexión ahora que las fuerzas internacionales rodean Mosul y recordar que  los talibanes han hecho  todo lo posible e imposible por hacer desaparecer todo vestigio humano y cultural que no se adapte a sus postulados, a su credo, y esto que  vemos en Irak y nos asusta  , a  otros niveles y en otras esferas  ha pasado y pasa en nuestra querida España, donde existen fuerzas políticas que si de ellas dependiese desaparecería el mismo nombre de España y toda connotación española,  por mucho que últimamente se recurra acertadamente a Unamuno. Tarea  difícil de lograr, un imposible diría yo, pero ya hay alguno dispuesto a cambiar el argumento del Quijote e impedir que luche con el bachiller Sansón Carrasco en Barcelona. El mejor ejemplo de esto es la persecución  que un día sí y otro también sufre la fiesta de los toros, por mucho que poetas como Lorca y Alberti la hayan cantado o que Goya y Picasso la hayan pintado, y lo hacen no por defender al débil toro- algunos reservan mesa para saborear su carne- sino por lo que tiene de identidad española. De seguir en esta dinámica  el jamón ibérico  y las jornadas gastronómicas de caza peligran, y mientras  el hambriento sin comida.

Falta menos de un mes para concluir el Jubileo de la Misericordia, concretamente el próximo 20 de noviembre, y en España en el mundo político da la impresión que sus efectos no han sido muy benéficos  y me baso para ello en que hasta hoy, 29 de octubre, día en que a las 20:22 horas don Mariano Rajoy Brey ha sido investido Presidente, ha imperado el bloqueo, la reja, la mampara, el rencor, la división, la lucha cainita por el poder,  y con esas premisas es muy difícil crear unas condiciones que favorezcan el perdón, la misericordia, el diálogo,  y que den nombre a  nuestras calles. Las Navidades pasadas recibí una tarjeta de felicitación de un antiguo compañero de estudios que me remitía desde la C/ Del Perdón, en el barrio de Salamanca-Uruguay de Santa Cruz de Tenerife.

 Visto lo visto aún estamos a tiempo de repasar las obras de misericordia corporales y espirituales  , algunas tan elementales como dar de comer al hambriento, dar refugio al necesitado, enseñar al que no sabe, perdonar. El periodista y sacerdote P. Martín Descalzo solía preguntarse “¿Por qué el corazón del hombre tiene tantos deseos de paz y se alimenta de odio?”. Y yo me pregunto ¿quién alimenta el odio?...En Siero tenemos una plaza y un parque que llevan el nombre de “la Paz”, una en Pola y otra en Lugones respectivamente. No tenemos ninguna calle que se llame “del Rencor” “del Odio”, queremos vivir en paz, con dignidad y futuro  , y afortunadamente respetamos las creencias de cada uno.


                         José Antonio Noval Cueto


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