“Consejos vendo y para
mí no tengo…”
Dicen que quien madruga Dios
le ayuda y eso me ha pasado a mí, en el día de hoy, cuando leo el texto
de San Lucas 16,1.8 que narra la astucia de un siervo que busca evadirse de las
responsabilidades que tiene ante su señor; engaño que el propio dueño alaba y dice que :”…los hijos de este mundo son más
astutos que los hijos de la luz…”. Conclusión que he tenido presente a lo largo
del día y que he enlazado con las certeras palabras de Amado Nervo cuando afirmaba
que “la mayoría de los fracasos en la vida viene por querer adelantar los
éxitos”, que traducido a romance del pueblo “quien mucho corre, resbala…”
Nuevamente se demuestra que predicar no es dar trigo y que el
ejemplo es la mejor carta de presentación de todos y de todo, ya de personas,
ya de creencias, y todos sabemos que
muchas ideologías del siglo XX han caído en desgracia, y siempre o casi
siempre la culpa fue personal, y es que los pecados del alma y tentaciones de siempre son: Mundo, Demonio y Carne, que acuden veloces y exuberantes donde reside el poder.
No hace mucho un político nacional de gran fama al juzgar la
denuncia mamporrera de los nuevos grupos políticos que se presentaban ante la
opinión pública, como si fueran caballeros andantes dispuestos a sacrificar sus
vidas en defensa del bien y de la comunidad, pidió a los periodistas que les dieran tiempo y que quizás algunos de estos cuando le pusieran la “panoya en la boca” no tendrían la firmeza y entereza que blasonan y airean, muy en la
línea del dicho popular de “Si quieres conocer a Juanillo, dale un puestillo”.
No ha pasado mucho tiempo y las conductas de algunos de estos
ya hacen agua, y de ello nos han dado
cumplida información los medios de comunicación, que nuevamente en plena semana
de difuntos publican, con documentación contrastada, que el aspirante a
Secretario General de Podemos Madrid, don Ramón Espinar Merino, revendió su apartamento de protección oficial
en Alcobendas ,que casi no usó, y obtuvo un beneficio
nada despreciable – el sueldo de más de
un año y medio de un mileurista -.
Hace ya algún tiempo José María cuando comentábamos temas
espinosos de la actualidad me decía que uno
puede ser amigo pero no cómplice , y por desgracia y para frustración de todos,
están cayendo en esa categoría muchos
compañeros de Ramón cuando justifican lo
injustificable y buscan mil patrañas para evadir y ocultar los hechos, la
verdad. Puede haber coincidencias
interesadas, pero lo que nunca debe ningunearse es la verdad, y los hechos
airados sonrojan sin profundizar mucho en ello.
La verdad no es subjetiva, sino objetiva y ésta plantea las siguientes
preguntas entre otras muchas: a/ ¿Es políticamente aceptable “hacerse “ con un
piso-apartamento de protección oficial, o sea destinado para personas o
familias de situación económica no muy boyante, y revenderlo para obtener
pingües beneficios? ¿Hacer esto no supone alterar las bases de adjudicación de
estas viviendas? ¿Qué dirán los excluidos de las mismas y necesitados de ella?
¿Son admisibles conductas políticas que con la necesidad de los demás hacen
negocio? ¿Esto no nos recuerda aquella época del absolutismo francés donde el
rey Luis XIV o “Rey Sol” anunciaba aquello de
“todo para el pueblo pero sin el pueblo? El tema da para más, pero me conformo con lo expuesto, y vuelvo a acudir a San Lucas 18,0-15 cuando dice: "...el que es deshonesto en lo poco, también es deshonesto en lo mucho...".
Una vez más me reafirmo en el lema de esta columna “Despacito
y buena letra, que el hacer las cosas bien, importa más que el hacerlas” y ruego e imploro que se dignifique la
política y que aquellas personas que tienen el tejado de vidrio y que no se
representan a sí mismas, por respeto a
sus votantes: Váyanse. No hace mucho en Alemania la ministra de Educación
dimitió cuando se demostró que su tesis doctoral elaborada hacía treinta años había
sido plagiada. ¡A ver si el ejemplo cunde!
José Antonio
Noval Cueto.
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