viernes, 4 de noviembre de 2016

“Consejos vendo y para mí no tengo…”

Dicen que quien madruga Dios  le ayuda y eso me ha pasado a mí, en el día de hoy, cuando leo el texto de San Lucas 16,1.8 que narra la astucia de un siervo que busca evadirse de las responsabilidades que tiene ante su señor; engaño que  el propio dueño alaba y dice  que  :”…los hijos de este mundo son más astutos que los hijos de la luz…”. Conclusión que he tenido presente a lo largo del día y que he enlazado con las certeras palabras de Amado Nervo cuando afirmaba que “la mayoría de los fracasos en la vida viene por querer adelantar los éxitos”, que traducido a romance del pueblo “quien mucho corre, resbala…”

Nuevamente se demuestra que predicar no es dar trigo y que el ejemplo es la mejor carta de presentación de todos y de todo, ya de personas, ya de creencias, y  todos sabemos que muchas ideologías del siglo XX han caído en desgracia, y  siempre o casi siempre la culpa fue personal, y es que los pecados del alma y tentaciones de  siempre son: Mundo, Demonio y Carne,  que  acuden veloces y exuberantes  donde reside el poder.

No hace mucho un político nacional de gran fama al juzgar la denuncia mamporrera de los nuevos grupos políticos que se presentaban ante la opinión pública, como si fueran caballeros andantes dispuestos a sacrificar sus vidas en defensa del bien y de la comunidad, pidió a los periodistas que les dieran tiempo y que quizás algunos de estos cuando le pusieran la “panoya  en la boca” no tendrían la firmeza  y entereza que blasonan y airean, muy en la línea del dicho popular de “Si quieres conocer a Juanillo, dale un puestillo”.

No ha pasado mucho tiempo y las conductas de algunos de estos ya hacen agua, y de ello nos  han dado cumplida información los medios de comunicación, que nuevamente en plena semana de difuntos publican, con documentación contrastada, que el aspirante a Secretario General de Podemos Madrid, don Ramón Espinar Merino,  revendió su apartamento de protección oficial en  Alcobendas  ,que  casi no usó, y obtuvo un beneficio nada despreciable – el sueldo  de más de un año y medio de un mileurista -. 

Hace ya algún tiempo José María cuando comentábamos temas espinosos de la actualidad  me decía que uno puede ser amigo  pero no cómplice , y  por desgracia y para frustración de todos, están cayendo  en esa categoría muchos compañeros de  Ramón cuando justifican lo injustificable y buscan mil patrañas para evadir y ocultar los hechos, la verdad.  Puede haber coincidencias interesadas, pero lo que nunca debe ningunearse es la verdad, y los hechos airados sonrojan sin profundizar mucho en ello.  La verdad no es subjetiva, sino objetiva y ésta plantea las siguientes preguntas entre otras muchas: a/ ¿Es políticamente aceptable “hacerse “ con un piso-apartamento de protección oficial, o sea destinado para personas o familias de situación económica no muy boyante, y revenderlo para obtener pingües beneficios? ¿Hacer esto no supone alterar las bases de adjudicación de estas viviendas? ¿Qué dirán los excluidos de las mismas y necesitados de ella? ¿Son admisibles conductas políticas que con la necesidad de los demás hacen negocio? ¿Esto no nos recuerda aquella época del absolutismo francés donde el rey Luis XIV o “Rey Sol” anunciaba aquello de  “todo para el pueblo pero sin el pueblo? El tema da para más, pero me conformo con lo expuesto, y vuelvo a acudir  a San Lucas 18,0-15 cuando dice: "...el que es deshonesto en lo poco, también es deshonesto en lo mucho...".

Una vez más me reafirmo en el lema de esta columna “Despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien, importa más que el hacerlas”  y ruego e imploro que se dignifique la política y que aquellas personas que tienen el tejado de vidrio y que no se representan  a sí mismas, por respeto a sus votantes: Váyanse. No hace mucho en Alemania la ministra de Educación dimitió cuando se demostró que su tesis doctoral elaborada hacía treinta años había sido plagiada. ¡A ver si el ejemplo cunde!


                                  José Antonio Noval Cueto.

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