Dicen que la mayor falta de
ortografía es la ingratitud, y es intención de estas letras evitarla, y es que
el pasado 26 de octubre , en la tarde noche de un caluroso jueves , tuve el
privilegio de asistir a una ceremonia de las que no se prodigan, de las que no
abundan, donde una familia de empresarios, de esos empresarios que se
arremangan la camisa, los Cosmen Alonso, Manuel y Amalita, y sus hijos Manuel , Gemma y Antonio, invitaron a
sus amigos , entre los que me encuentro, a revivir recuerdos y a compartir
proyectos e ilusiones, y es que el Hotel Principado, unos de los ilustres y
clásicos hoteles del Oviedo de siempre, cumple ochenta años y con tal motivo, para agradecer tan larga
trayectoria, reunieron allí más de 300
personas, de todos los estamentos de la sociedad ovetense y asturiana:
autoridades, políticos, empresarios, periodistas, antiguos empleados, familiares, amigos y muchos vecinos de Cangas…Para deleitarnos se sirvió abundante y documentada palabra, vino
español con variadas y sabrosas viandas, agradable velada y las sorpresas que la ocasión siempre brinda.
Inició el turno de la palabra don
Manuel Cosmen Alonso, hijo, que después de agradecer la fidelidad y
lealtad que la sociedad ovetense y
asturiana ha depositado siempre en el Hotel,
habló de los cambios realizados y de su intención de que las
instalaciones respondan a las exigencias de los tiempos actuales , de esta
ciudad y de su selecta clientela. Nos detalló las inversiones y trabajos
efectuadas, centrándose en su menú informático, exigencia de los nuevos tiempos
y de la llamada economía del conocimiento, pero sin olvidar lo más importante y
es que después de “ochenta años de
andadura estamos deseando sorprenderos con la misma ilusión que el primer día”.
Después le tocó el turno al ilustre periodista malayés Don Evaristo Arce Piniella, que después de
evocar recuerdos y vivencias de su época de estudiante , de profesional , concluye afirmando que el Principado es un hotel señor,
y de ello dan testimonio las muchas personas que por el mismo han
pasado. Le siguió el periodista tinetense
y ovetense de adopción don Carlos Rodríguez que
nos habla de la segunda edición de
su libro “Historia del Hotel
Principado”, nuevamente editado y ampliado para esta ocasión, donde nos da a
conocer personas, hechos y
acontecimientos que ponen de
relieve la estrecha vinculación entre la ciudad de Oviedo y el Hotel
Principado, que ha alojado a personas como el presidente argentino don Juan Domingo Perón, don Fulgencio
Batista, doña Carmen Polo, don Pedro Saínz Rodríguez ,don José María Gil
Robles, don Alejandro Casona, José Hierro y el mismísimo Camilo José Cela entre
otros muchos; por sus dependencias han pasado personas don Adolfo Suárez,
Alfonso Guerra, Rafael Alberti, Francisco Ayala. En sus salones se han fallados
los premios literarios “Ciudad de Oviedo “ y “Tigre Juan”, y celebrado las
cenas culturales del colectivo Tribuna Ciudadana, y esto
sin meternos en el mundo de la ópera, verdadera tarjeta de presentación del
Hotel. Cierra el turno de la palabra el ilustre alcalde de Oviedo don
Wenceslao López, quien con un tono
cariñoso y cercano agradece a la
familia Cosmen que confíen en Oviedo y contribuyan a su mejora. Desea que
perdure el éxito que avalan estos ochenta años, y concluye con una pregunta
curiosa que nos hacemos todos en un día tan señalado. ¿Qué nos dirían esas
paredes si pudieran hablar?¿Qué hablaría El Cordobés con su mozo de espadas o
Lola Flores con sus castañuelas ? Quizás algún día la técnica nos lo descubra.
Acabado el turno de la palabra, sin
que casi se bajaran del atril, empezaron los camareros a ofrecernos viandas y selectos y variados vinos – supongo que no faltaría el albarín de
Cangas o el tinto- ,espumosos, refrescos...
A partir de ahí, empezaba una larga y relajada celebración que todos
aprovechamos para saludar al amigo, familiar, vecino o compañero de
trabajo que hacía tiempo que no vemos, evocar o compartir experiencias, y por
allí saludando a cada uno de los presentes, la familia Cosmen.
No se pudo celebrar mejor la ocasión.
No siempre se cumplen ochenta años en cualquier faceta de la vida y más en el difícil
mundo de la empresa y en los tiempos que vivimos, pero aquí entra una faceta
singular, la del empresario de raza, la de la persona que es veinticuatro horas
empresario, que sabe de renuncias, de citas y encuentros en los días y a las
horas más inesperadas, la del que está dispuesto a cualquier esfuerzo por
llevar a cabo su proyecto, su ilusión, la del que no espera a mañana para
resolver un problema de hoy, la del que
está cerca cuando arrecian los problemas
y dificultades a sus amigos y empleados
– hospitales, funerales-; nunca los ha dejado tirados .La del Rey Mago que
saluda a un amigo en plena Cabalgata y hace que el hijo de éste, asombrado,
pregunté a su padre: ¿Papá, de qué conoces al Rey Mago? Todo esto y más es Manuel Cosmen Adelaida, y
todo esto lo aprendió en su Cangas natal y especialmente en casa de sus
padres , cuando de pequeño, sin apenas llegar al émbolo de la
máquina de gasolina, ya servía a sus vecinos.
Al inicio de estas letras os prometí
sorpresas y algunas no previstas, como que hoy cumplan ochenta años el Hotel
Principado, don Manuel Cosmen Adelaida y don Carlos Rodríguez. Que sea
precisamente el 80% el nivel de empleo que generan las empresas familiares en
Asturias… , pero hay un algo más que no se dice o si se dice no se ha hecho con
la suficiente fuerza y es que un día como hoy quiero recalcar la vinculación
que don Manuel Cosmen Adelaida tiene con el concejo de Siero, especialmente con
Lieres, de donde es su esposa Amalita Alonso Pacho, hija de la singular e inolvidable Esperanza,
donde pasa muchos veranos y demás tiempos de ocio desde hace más de cincuenta años, y donde siempre se ha
implicado como un lierense más. No hace mucho fue pregonero de las Fiestas del
Cristo del Agua. Podría enumerar muchas
cosas, pero siempre recordaré su inestimable ayuda para resolver la
incomunicación que el proyecto de la Autovía del Cantábrico generaba en la zona
de Les Faces, con serio quebranto para el vecindario.
Ochenta años no son nada y de ello
dan fe eminentes periodistas como don Emilio Romero que en uno de sus mejores
artículos decía : “ A mí no me importa nada que(las personas) vengan del pasado
o del “glorioso pasado”, sino que sean de ahora mismo, y no por razón de edad,
puesto que el censo de los jóvenes imbéciles cubre el firmamento; así como la
lista de viejos chochos no es escasa…”; yo más escueto, hago mías las palabras de Don
Quijote cuando dijo aquello de :“Hasta la muerte todo es vida”.
Esto toca a su fin, y hablar de la
calle San Francisco nº8, obliga a citar a Lena Rivero, la de “Nosotros, Los Rivero” – una de las mejores
novelas del s.XX -, que al volver a Oviedo después de una larga ausencia se encuentra con la siguiente sorpresa que
resuelve el taxista :”El Hotel Covadonga ya no existe. Hace años que se ha
cerrado. Pero si la señora lo desea, puedo llevarla al hotel Principado. Es
ahora el mejor de Oviedo…En la calle San Francisco…”
Manolo, Amalita y familia: ¡Muchas
gracias!
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