Uno ya tiene cierta edad y ha tratado con muchas personas de
diferente edad, ideología y condición
social, y desde muy pequeño ha tenido el
privilegio de escuchar e informarse de las alegrías , dificultades y angustias
de las muchas personas – protagonistas de la lucha su vida- que paraban en el bar de mis padres, en los
tiempos en que se hablaba y se compartía lo poco o mucho que había – en
un mostrador siempre se aprende mucho- , recuerda que los supervivientes de la
guerra, quizás por aquello de no caldear
la situación o alterar la convivencia, quizás por miedo, por frustración o por
otros motivos que se me escapan, no
solían hablar del conflicto . Bastante tenían con subsistir, alegrar el día con
su porrón o su media botella de vino y
pelear por un futuro mejor ; no obstante, en las pocas veces que el tema salía
y cuando se hablaba del 34 y de su fracaso, recuerdo que Tomás el guarda no sé
por qué siempre le echaba la culpa a Cataluña. Fallaron –decía- , nos
engañaron, no cumplieron lo prometido. A un niño de la época de Rin-Tin-Rin, de
Bonanza o de los legendarios partidos Inter-Madrid, estas cosas no le preocupaban , pero ahora
cuando la desvergüenza, el descaro, el abuso , la mentira ,la manipulación , la intimidación , la violencia e incluso la
burla son herramientas políticas, empieza a entender las cosas y más después
del comunicado de hoy del ministerio de Defensa que alerta que algún país
europeo, concretamente Rusia, maniobra para desestabilizar a Cataluña, a España
y es que recibir tantos millones de turistas – nuestra principal fuente de
ingresos- , más de ochenta y dos millones el año pasado, a alguno parece que le
molesta.
Uno que viaja más con
los libros que con los pies, la primera vez que estuvo en Barcelona se asombró
al descubrir los misterios más elementales de la ciencia en su excelente Museo
de Ciencias, al ver la obra impresionista y colorista de alguna ‘romerías’ de
Darío de Regoyos en su Museo de Arte Moderno, al admirar la genialidad de
Picasso en su Casa-Museo de Barcelona o al contemplar la obra de Antonio Gaudí
con su celestial Sagrada Familia…pero para mí el aliento vital de Barcelona, de
Catalunya me lo apartan sus gentes, las personas que he conocido, y es que en
aquel Lugones fabril y expansivo de los 70, de la época de los Planes de
Desarrollo, era muy frecuente que viniesen a la localidad muchos técnicos de
diferentes lugares de España para instalar nuevas empresas o ampliar las
existentes. De entre todos estos guardo un grato e imborrable recuerdo de un
grupo catalán que nos visitaba con frecuencia, capitaneados por el sr .Modesto
y el sr. Vicente, personas prudentes ,
discretas, de exquisita y agradable conversación, y con las que podías hablar de cualquier
tema, pues siempre te sorprendían con su mucho saber y experiencia. Eran unos buenos representantes del llamado
“seny” catalán, de ese saber estar y de esa prudencia catalana, que siempre
cotiza al alza, donde quiera que uno
esté, y que prestigia a Cataluña y lo catalán.
Hoy , ante tanta locura catalana, cincuenta años después, aquel
niño de entonces, recurre a ellos para conservar su imagen, su bello recuerdo, y es que la Cataluña que se nos
ofrece no se ajusta al rigor y seriedad que yo conocí, y es que eso que un
Presidente desleal, trilero y huido quiera volver a serlo o que algunos presos
sean diputados no se ajusta mucho a
razón y a la imagen de un Cataluña seria, responsable, vital y emprendedora, y
más en los tiempos que vivimos, donde la más leve sospecha aleja inversión e
inversores, y cuando las propias
instituciones infectadas de tanta carcoma y de tanto arribismo son incapaces
de reaccionar. De seguir así, ¿a dónde vamos? Aún no estamos en tiempos de
Carnaval.
Una explicación a esto, si es que de verdad la historia se
repite o se puede repetir, me la ofreció ayer el escritor ampurdanés Josep Pla
– uno de mis preferidos- y todo gracias
a la sugerencia de mi amigo Jordi, respetable y solvente, que me aconsejo que me hiciera con el libro “
Tres periodistas en la revolución de Asturias” donde en una de sus Crónicas
(Octubre del 34) , titulada “El momento actual “ Pla nos dice: ““Los hombres de
Esquerra, que gobernaban en la Generalitat de Cataluña, a pesar de la magnífica
posición de privilegio que disfrutaban dentro del régimen, han creído que tenían que ligar su suerte a la política
de los hombres más destructivos…Se han equivocado, y lo han pagado caro…Han
comprometido , sobre todo, lo que tendría que haber sido sagrado para todos los
catalanes de buena fe: la política de la Autonomía…Diremos que sólo eliminando
la frivolidad política que hemos vivido últimamente se podrá corregir el camino
emprendido…”, y en otra de sus crónicas nos cuenta: “ La Huelga General comenzó
el día 5 y fue, en toda Asturias, pacífica y generalmente fría. La huelga
empezó a adquirir un aspecto revolucionario el día 6, a las once de la noche,
es decir, cuando se comenzó a saber en estas tierras lo que decían en Barcelona
los representantes de la Generalitat”…ese mismo día 6 también se encontraba en
Barcelona el señor Azaña.
Leído lo leído, ya empiezo a entender porque Tomás el guarda
tenía tanta fijación con Cataluña. Por lo demás que cada uno interprete. Las
valoraciones de Josep Pla, son eso ,
valoraciones de un excelente periodista catalán. Yo sólo deseo que se recupere
el “seny” y que mi recuerdo de infancia se mantenga.
José Antonio Noval Cueto
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