Desconozco los motivos o causas por las que vienen a mi cabeza unas palabras pronunciadas en la Pola republicana de los años 30 por don
Álvaro de Albornoz cuando decía aquello de “No hace falta subir al poder
hombres de mayor inteligencia, sino
hombres que tengan conciencia …” ( en aquel entonces las mujeres aún estaban
silenciadas), y es que viendo lo que vemos, o mejor dicho lo que se airea y se
publica – debe haber aún hechos de mayor gravedad- , uno tiene que buscar
refugio, protección, defensa, ante tanta
omisión , robo, abuso, violación, mentira, falsas verdades, y es que a mi edad,
aún mantengo y defiendo el criterio de
que no todo vale, y que si algo debe
preocuparnos es la defensa y protección de la dignidad de las personas, sea
cual sea su procedencia, clase social y manera de pensar.
Hoy nos hemos
despertado con la buena noticia de que nuestra economía ha subido en el primer
trimestre el 0’7% , que la paga de pensionistas y viudas se incrementará
respectivamente en casi 15 y 25 euros , pero ni aun así brilla el sol ni brota la alegría. Faltan
otros ingredientes como sentirse querido, respetado, protegido, en resumen,
digno, y es que uno observa con pesar que los abusos van a más , que crecen los silencios, que no se publica
todo y que las ruedas de prensa sin
preguntas proliferan y si esto no fuera bastante, ni siquiera se
respeta el voto que se deposita en las urnas – la reforma de la ley electoral :
listas abiertas, segunda vuelta… para otro momento-.
La comida está sosa, necesita sal, picante, verdad, dignidad,
conciencia, y es aquí donde uno tiene que pararse, pues sin conciencia personal
y colectiva no hay nación , región , concejo que resista, y a esta tarea se nos
llama. Es urgente. No es la primera vez que he denunciado que durante algunas
décadas hemos confundido el bienestar y el progreso económico con el progreso
real, verdadero, que no es otro que el moral, y hechos recientes dan
prueba de nuestro error. Hoy , por desgracia, las portadas de prensa hablan de “camadas,
manadas, piaras, jaurías, de sementales…”, pero afortunadamente el hombre y la
mujer es algo más que eso.
Y ante esto que pasa es lógico que uno se pregunte ¿qué tipo
de ciudadano queremos? ¿qué tipo de persona formamos? ¿Sólo con Tecnología e
Informática? ¿Sólo con Humanidades, Moral y Ética? ¿Máquina o Hombre? … Creo que la respuesta la sabemos todos, nos obliga, pide sentido común y hacer valer con hechos que el
ser más importante sobre la Tierra es el ser humano y que todo debe girar en
torno a él . A lo largo del año se organizan campañas de sensibilización para
combatir la obesidad de nuestros jóvenes, su nivel de colesterol, diabetes…pero
pocas he visto donde se preocupen de su salud mental, de su nivel moral y de
los mensajes que reciben y consecuencias de los mismos, pues todos dejan huella,
como el viejo Eloy , uno de los protagonistas de Miguel Delibés, que me llevó a tomar agua nada más levantarme por la mañana como él hacía . ¡Cuántas novelas incorporan páginas y capítulos
innecesarios para facilitar su compra!¡Cuántas películas incorporan dosis
innecesarias de violencia, sexo para
incrementar la taquilla!...¿Alguien se preocupa de los efectos y daños colaterales? Últimamente
el Servicio de Salud del Principado ha dado el toque de alarma ante el
incremento de suicidios.
Ha llegado el momento de implantar, de reivindicar una
asignatura fundamental para la persistencia de la especie, del ser humano, y
esta lleva el nombre de DIGNIDAD y sin
ella ni yo hubiera escrito estas letras y ni siquiera hubiera nacido. Esta
DIGNIDAD pide , demanda, una esmerada
educación de la conciencia, que diferencia el BIEN del MAL, la VIDA de la
MUERTE.
José Antonio Noval Cueto.