jueves, 21 de mayo de 2020

“Reconstruir España”



Cualquier humilde y reflexivo observador de lo que está ocurriendo en España, en los últimos tiempos, llega a conclusiones espeluznantes. Empieza a ver, comprender que no todo es blanco ni negro, azul ni rojo, que hay otras tonalidades que también tienen su importancia, e incluso el tan usado concepto de las dos Españas quizás sea incompleto, que puede haber tantas Españas como personas empadronadas en nuestro país. En estos episodios diarios de lucha por el poder, por el procedimiento que sea y por más muertes que hay reconocidas – casi 28.000- y donde la ley es un mero trámite burocrático, sin capacidad de penar y obligar, uno empieza a entender la reciente historia europea y más concretamente la española.

Cuando la ley no obliga ni pena tenemos hornos crematorios, checas, gulags, tiro en la nuca…Cuando la ley no obliga todo se justifica en el interés más inmediato de la ambición personal. Cuando de niño te contaban o te proyectaban los horrores del nazismo  y se vislumbraba que todo había ocurrido por negligencia, dejadez o colaboración del pueblo alemán, te parecía imposible. No podía entender cómo se podía llegar a tal nivel de crueldad, de odio, de muerte – ninguna idea está autorizada para matar-, pero, hoy, con más edad y viendo lo que veo, sospecho que la lucha por el poder todo lo justifica incluso la muerte, y hace bueno  cualquier método , independientemente de sus consecuencias y resultados, aunque siga sin compartirlo.

Ahora viendo el acontecer de la España diaria donde la mentira ,el engaño, la manipulación, la intimidación y la violencia son herramientas corrientes, donde la verdad se proporciona a cuenta gotas, en pequeñas esencias, empiezo a percibir  que ser neutral empieza a ser imposible. Ahora empiezo a entender que no hay Guerra Civil de vencedores ni de vencidos, sino  simplemente  Guerra  y que  toda guerra  tiene su cuota de maldad, de muerte, de genocidio; que en toda guerra los perdedores son todos, que todos dejan perfume y llegan a justificar la necesidad de matar e incluso se atreven a decir que hay muertos de primera y de segunda, o muertes necesarias e innecesarias según sean del enemigo o de los suyos.

Ahora que ser neutral empieza a ser difícil, me atrevo a escribir estas palabras y es que no puedo entender que después de casi 28.000 fallecidos por el coronavirus, no centremos los objetivos y de todos el único importante se llama ESPAÑA y sus gentes, y éste debe estar por encima de todo interés político o estrategia de partido, pues si estos se dicen creados y fundados para servir a España;  si no lo hacen,  entonces  ¿a quién sirven?

Hace unos días se formó la “Comisión de la Reconstrucción”, que buscará o pondrá los cimientos de la recuperación de esta España desolada y arruinada. Mucho me temo que va a quedar en mero artificio publicitario, en meras palabras y pretextos, y es que para querer resolver un problema hay que reconocerlo, asumir errores, fallos, responsabilidades, y aquí, de momento se está funcionando con  la técnica infantil del “Tú más”, y con este método poco camino se hace. Se funciona con el criterio de ocultar, de dejar que pase el tiempo, el problema, la bola  y permanecer en el timón.

Creo que va siendo hora de reconocer los hechos y de cuál debe ser nuestro papel en el mundo – muchas de nuestras decisiones dependen de la UE, incluso el dinero que necesitamos- y a partir de ahí, marcar y defender nuestra tesis, que debe empezar por reconocer que España existe, que nuestros antepasados – desde vascos a extremeños, catalanes y andaluces, castellanos y asturianos…- han contribuido con su sudor y sangre a que se afiance y progrese, y una vez despejada  esta incógnita, empezar a hacer los deberes. Solo desde la existencia y el orgullo de ser y vivir se puede reconstruir, y es el momento de plantearse la pregunta básica de todo aspirante político de si se puede reconstruir con quiénes quieren romper y trocear  España . La respuesta es fácil, sobran explicaciones. Son muchos los españoles, entre los que me encuentro, que no entendemos que el Presidente Sánchez persista en las alianzas que tiene, salvo  otras razones de inteligencia y fuerza mayor que no pueda desvelar.

Se llama a reconstruir España, su futuro, su economía, su influencia internacional y seguro que de las diferentes subcomisiones saldrán ideas o sugerencias interesantes, pero uno, alarmado por lo que ve y oye, se atreve a trasladar una sugerencia o petición que espero sea del agrado y provecho de todos. Creo que ha llegado el momento de decir  :BASTA. Esto no puede seguir así, démosle a ESPAÑA la estructura jurídica necesaria para empezar a andar, y ésta debe empezar por promulgar una nueva ley electoral que responda a las ansias e inquietudes de todos nosotros. Una nueva ley electoral que evite la situación de bloqueo existente y que impida que los nacionalistas- los que quieren romper España- decidan- cruel paradoja- los destinos de todos nosotros. Que se haga una Ley donde los españoles seamos iguales en derechos y obligaciones y no, como ahora, donde se ha institucionalizado que existen españoles de 1ª o 2ª  según el lugar de origen o procedencia. En resumen, mal podemos reconstruir, si no protegemos lo que somos y tenemos. ¡Queremos una democracia real, no virtual!


                                  José Antonio Noval Cueto.






No hay comentarios:

Publicar un comentario