Cuando uno avanza en años se da cuenta que el único
patrimonio que tiene es el tiempo que le queda de vida, y hace que uno lo
priorice, lo valore más e incluso se convierta en cuatrero u avaro del mismo;
en resumen, intenta no malgastarlo. Según este postulado el tiempo que le
dediqué a las pasadas elecciones catalanas ha sido mínimo – tanta mentiras ,
abusos , manipulaciones, promesas incumplidas y desprecios a la ley no lo
merecen- e incluso llego a plantearme si merecen estas letras que escribo para
evitar caer en la desesperanza y no contribuir al juego político que busca
intencionadamente el desánimo de la ciudadanía – cuantos menos sensibilidad
social haya mejor para mis objetivos- y así cumplir mi cuota de ciudadano
responsable conmigo mismo y con los
demás .
Titulares los justos y el mismo día 14 había que buscar un
antídoto, un medicamento que combatiera y protegiera de tanto circo mediático y la solución la encontré en “El
Quijote”, y más concretamente en los capítulos que tratan de su estancia en
Barcelona , a donde llegan la víspera de San Juan, contemplan por primera vez el
mar “parecióles espaciosísimo y largo, harto más que las lagunas de Ruidera,
que en la Mancha habían visto…” y al amanecer son agasajados por los amigos de
Roque Guinart que les conducen a la casa de su guía y señor principal de la
ciudad don Antonio Moreno. De estos seis capítulos (LXI a LXVI inclusive) que
narran la estancia de Don Quijote y Sancho en Barcelona, el lance principal y
clave en el desenlace del libro más importante de nuestra literatura fue la
lucha entre Don Quijote y el Caballero de la Blanca Luna y el motivo del
combate no es otro que defender la belleza de sus damas.
Hoy ,después de más de cuatrocientos años , se reanuda el combate, no
por la belleza de Dulcinea, sino por el poder y dineros del Estado, por la
influencia política y por el apoyo de Gobierno. La época de los balances
fiscales ha desaparecido, lo de que todos somos iguales ante la ley un mero
slogan publicitario. Se repite la paradoja de que España va a depender de quien
la quiere romper. ¿Alguien me lo puede traducir, explicar? Acontecimientos y
sentencias recientes lo avalan…Esto es el mundo al revés y aún así hay quien
aplaude y consiente.
Vivimos una situación difícil, la pandemia lo ha complicado
más aún y sigue sin haber la reacción
política, la única que esperan y desean los ciudadanos juiciosos entre los que
me encuentro. Todos sabemos que esa desilusión, frustración y miedo se pueden
atenuar, encaminar y resolver siempre que se aplique la lógica, el sentido
común, y más ahora cuando nuestro futuro depende de los dineros de Europa – sin
ellos quedamos sin respiración- y todo esto es lo que echamos de menos, cuando
vemos que la solución parece que pasa por dar fuego al pirómano.¿ Es tan
difícil que los bomberos(PSOE,PP y otros) se pongan de acuerdo en unos mínimos
necesarios para que este país, llamado España, arranque, recupere la cordura y solvencia que tanto
necesita?¿Pensar que la salvación de España dependa del Frente Popular de Sánchez, Iglesias, Rufián, Urkullu y Otegui no es mucho pedir y confiar?
¡No todo vale en política y menos que se incrementen las
desigualdades porque quien dice combatirlas!¿Existe el PSOE o está subsumido en el PSC? ¿Tienen los mismos objetivos?
Es buena y necesaria la sana ambición política que lleva a
uno a querer, a aspirar , a ser Presidente de Gobierno , de Autonomía o
Concejo, pero siempre que ello redunde
en beneficie a todos, no en perjuicio de todos y a costa de la división y
tensión entre todos nosotros, y esto es lo que está pasando últimamente, donde
con el mayor descaro y desprecio ha llegado a compararse a Puigdemont con el
exilio español, con el mismísimo Antonio Machado. Ya que estamos en épocas de
rebajas y dineros, me gustaría saber a cuánto ascendieron los costes del
macrojucio del“procés”, por si alguien tuviera que pagar su importe.
He leído los capítulos de Don Quijote, esencia de España y
sus gentes, y no encontré ninguna pancarta, cartel o misiva que atisbara e
indicara independencia. Barcelona dio la bienvenida “al espejo, el farol, la
estrella y el norte de toda la caballería andante, donde más largamente se
contiene . Bien sea venido, dijo, el valeroso Don Quijote de la Mancha: no el
falso, no el ficticio, no el apócrifo…”
y precisamente aquí, en Barcelona, Don Quijote recuperó la cordura que
tanto necesita la política española. Recuerdo que su autor fue el alcalaíno don
Miguel de Cervantes Saavedra, nacido en septiembre de 1547. Hay documento que lo acredita por si alguno lo pusiera en duda.
José Antonio
Noval Cueto.