Hay fechas que no se deben olvidar y que dan origen a nuestra
identidad y conforman la esencia de lo que somos o contribuyen a ello. Así, es
normal que todo sierense recuerde que cada 16 de octubre se cumplen años de la
fundación del Concejo de Siero al ejecutar el señor de la zona, Don Rodrigo Álvarez
de Asturias, un 16 de octubre de 1310, la orden dada en su día por el rey
Alfonso X el Sabio, allá por 1280, para
crear la Puebla de Siero. Y otra fecha
que debe quedar incrustada en nuestro subconsciente es la del 10 de febrero de
1886 cuando la Congregación de Hermanitas de Ancianos Desamparados abre su Casa-Residencia Nuestra Señora de Covadonga en Pola de Siero,lo que la hace una de las instituciones más antiguas del Concejo.
Don Fermín, el párroco de San Pedro, en la misa de la tarde del 10 de febrero nos recordaba
que tal día como hoy se cumplían 135 años de la creación del Asilo o Residencia de Pola de Siero y ya que la situación sanitaria que
vivimos es la que es, que obliga a extremar las precauciones, que limita los
acercamientos y visitas, quiero con mis palabras evitar el silencio de una fecha
tan importante para el municipio y concretamente para Pola y agradecer el mucho
bien que han hecho, hacen y van a seguir haciendo en su apostolado de “la otra orilla” las hermanitas de Pola, a pesar de las muchas dificultades o anomalías
que surjan - uno se imagina las muy difíciles situaciones que han vivido y aún viven en estos tiempos de pandemia- , pues saben que no están solas ,cuentan con nuestro aplauso y apoyo, y especialmente con la protección del Señor que vela por todas ellas,
de ahí sus testimonios diarios de santidad. Son sus Hijas y como tales se
comportan.
Han sido muchas mis visitas al Asilo y espero que sean muchas
más, una vez que la situación lo permita. Con ellas celebré los 125 años de su
inauguración, la alegría del nombramiento como Hijas Adoptivas de Siero de Sor
Lidia y Sor Isaura - siempre que entro
en el Asilo dirijo mi cabeza hacia la zona de
recepción esperando encontrar la sonrisa bondadosa y acogedora de Sor Isaura. Falleció un 17 de agosto y yo estaba fuera de
Asturias. Sentí no estar presente . A Sor Lidia , mujer de mucho trabajo y mucha fe, la saludo siempre
que voy- . Participé en muchas reuniones de la Fundación Florencio Rodríguez y en
una de ellas tuvimos el privilegio de degustar el buen orujo que había traído Sor Isaura de su Orense natal. La
ocasión lo merecía. En la Residencia coincidía muchas veces con
Juan Rodríguez, Juan , que todo vitalidad y entusiasmo ayudaba a las
Hermanitas en todo lo que fuera necesario y fue clave en la puesta en marcha
nuevamente del Belén, paralizado desde la muerte de don Belarmino, después de protegerlo debidamente y subsanar algunas
carencias que tenía, y todo se logró gracias a la ilusión y empeño de la
entonces superiora, Sor Sergia, y a la importante subvención que concedió el Principado en época de don Sergio Marqués. Podría seguir
contando más anécdotas que irán saliendo en otro momento, pues creo que son muchas las páginas pendientes de escritura, ya que sus paredes guardan muchas vidas y vivencias que seguro saldrán a la superficie cuando menos se espere. Quiero silenciar el silencio y reiterar mi agradecimiento a las Hermanitas, ya que estoy seguro que en este recinto sagrado y humano hasta las piedras hablan, tanto o más que ese cuadro del Corazón de Jesús que cuelga de uno de sus pasillos y que salió incólume del incendio, pero antes me van a permitir que concluya con una
pequeña reflexión que estos días ronda mi cabeza y que como tal la dijo, aún
sabiendo que es mera hipótesis.
La inercia de la vida, las obligaciones, precipitaciones mundanas, el mucho ruido que a todos nos aturde, hacen que se nos
escapen contenidos o valoraciones que, ahora, súbitamente me vienen. Y esto me
paso el 11 de febrero, festividad de la Virgen de Lourdes. Nunca
me había percatado de la cercanía de fechas entre la apertura del Asilo de Pola y Lourdes, y ello me
ha llevado a plantearme si la Virgen de Lourdes, con sus dieciocho apariciones
a Bernardette en febrero de 1858 no habrá influido en el carisma de la madre fundadora de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars, con
plaza en Pola de Siero, que abrió su primera Casa-Residencia en Barbastro el 3
de octubre de 1872, localidad situada en el Pirineo español(Huesca), a 213 kilómetros
de Lourdes, departamento Altos Pirineos franceses, a unas 3 horas de viaje. Parece que todo surge en el Pirineo.
El bien no hace ruido, pero los hechos hablan por sí solos:
135 años entre nosotros y una abundante y excelente siembra de BIEN. ¡Muchas gracias!¡ Que Dios se lo pague!
José Antonio Noval Cueto.
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