Se dice que toda
peregrinación tiene como objetivo recordar y reforzar nuestra condición de
peregrino de la vida, darle un toque más profundo a nuestra existencia,
enderezar o retocar lo que haya que retocar, encontrarse uno consigo mismo,
algo tan necesario en tiempos de tanta confusión y ruido , y proseguir la ruta.
Desde Alfonso II el Casto , considerado el Primer Peregrino de Santiago, hasta
la actualidad han sido muchas las personas que han peregrinado a Santiago en
estos doce siglos de existencia, y creo no exagerar si digo que toda persona
que visita Galicia, a poco que pueda, visita a Santiago.
La vitalidad del Camino no ha sido siempre la misma y
sorprende el empuje que coge en estos tiempos de increencias y nihilismo ,
quizás por aquello de que “si yo callo, hablarán las piedras”, y esto creo que
se debe a múltiples factores que aunados pueden explicar el auge actual. Ya el
peso de la historia, de la tradición- doce siglos de peregrinaciones p- , las
conversaciones de café, las políticas de difusión de la Xunta en época de
Xacobeo, las metas volantes de la Vuelta a España y especialmente la
perspicacia y oportunidad política de Don Marcelino Oreja Aguirre, que al ser
nombrado Secretario General del Consejo de Europa en su discurso de la toma de
posesión, año 1984, propuso que “El
Camino de Santiago” fuera declarado “Primer Itinerario Cultural Europeo” y puso
en auge el llamado “Turismo cultural”. La propuesta tuvo tanto éxito que en
2004 obtuvo el galardón de “Príncipe de
Asturias de la Concordia”.
No hay duda que la Administración estuvo ágil y que la
sociedad civil respondió a la llamada como se esperaba, y prueba de ella es el
renacer y auge del Camino de Santiago en todas las regiones y los muchos modos
nuevos de ejecución.
Todo ello se ha reflejado en la vida de nuestro Concejo que
tiene en su capital, Pola, uno de los albergues más bonitos del Camino de Santiago,
que , inaugurado en 2010, en sus once años de existencia ya ha hospedado a más
de 13.500 personas, y desde hace unos meses en la Iglesia de San Pedro Apóstol,
sita en pleno Camino, tenemos y veneramos la Imagen de Santiago Peregrino.
La mejor prueba de cuanto digo la tuvimos el pasado 27 de
junio cuando nuestra Iglesia acogió a la
Virgen Peregrina de Éfeso en su peregrinación
a Santiago y antes de continuar viaje hacia Oviedo. Fue acogida como se acoge a
una Madre. La Iglesia llena de fieles, con mucha alegría ,mucha luz y mucho
incienso, con oración y gozo, con suplicas y pesares, con lágrimas y sonrisas,
con emoción y entrega. No siempre se tiene en Casa a la Madre del Cielo en la
persona de Nuestra Señora Inmaculada de Éfeso. Misa, oraciones, fotos -estaba
majestuosa en su Trono improvisado, acompañada de la imagen de Santiago-, noche.
Al día siguiente, a las 10, partía rumbo a Oviedo. Palabras de gratitud y
despedida. Sacada entre cuatro portadores, ligera, esbelta, bella y blanca, agradecida
y feliz, nos daba su bendición y protección. Ya en las afueras del templo
nuevamente miradas, lágrimas, aplausos, besos. La Hermandad de los Estudiantes,
en turnos de cuatro, iba portando la imagen por la calle Celleruelo arriba,
destino a Oviedo. Desde las ventanas, asombrados, la seguían, mientras Ella se
balanceaba feliz al paso de sus porteadores. Los coches se apartaban, cedían el
paso, esperaban y es que como decía un porteador “La Madre no se aparta”, va
siempre con nosotros, en las alegrías y en las penas, en la salud y en la
enfermedad. Debajo de las andas se respiraba y aspiraba felicidad, protección y
la seguridad que da una Madre a pesar del esfuerzo y del largo camino a
realizar. Se saben en buenas manos y nunca mejor ocasión que esa jaculatoria
que dice: “Madre no te merezco, pero te necesito”.
En el Libro de Visitas de San Pedro Apóstol de Pola de Siero
consta que la Virgen Inmaculada de Éfeso un domingo, 27 de junio de 2021, de
paso para Santiago de Compostela, pernoctó en nuestro Iglesia e infundió ánimo
y alegría a todos, siendo el presbítero
que la recibió, acogió y despidió don Sergio Santa Rondón.
José
Antonio Noval Cueto.
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