Que una poetisa chilena, de gran fama y fuerza expresiva, se
haya hecho oír en la homilía del día grande del Cristo de Santa Ana, debe
hacernos pensar a todos. No está tan solo nuestro Cristo cuando le recitan
versos, y son muchos los poetas que le han cantado, cantan y cantarán, véase Lope de Vega, Quevedo, Pemán, Unamuno ,Federico García Lorca, Gerardo Diego
y otros , pero con los citados me basta
para recordar la actualidad de Cristo y la perennidad de su mensaje, ya que es el
mismo hoy y siempre y tiene en su mérito dar su vida por la salvación de cada uno de nosotros y aun así, no siempre se lo reconocemos y menos agradecemos, pero
nuestro Padre sabe de que pasta estamos hechos, conoce nuestra debilidad, e insiste en su perdón y misericordia.
Este año la novena se centró en la figura de San José, ya que
estamos en plena celebración del centenario josefino ,bajo el epígrafe de
“Jesús, el hijo de José”, que se fue desglosando en diferentes apartados para
cada día, desde “Con corazón de Padre”, “Padre amado” “Padre en la ternura”
“Padre en la obediencia” “Padre en la acogida”, Padre de la valentía creativa”,
“Padre trabajador”, “Padre en la sombra”, ”Levántate, toma contigo al niño y a su madre”. La Iglesia llena- los aforos
limitan su capacidad-, hubo que hacer acopio de sillas, las misas cuidadas y
arropadas por coro y palabra, presidida por el Santo Cristo de Santa Ana, que
desde su Cruz y Trono, sito al final de la zona derecha del templo, con la
cabeza caída y desfallecido, sigue la ceremonia y recibe la devoción de los
fieles, que le hablan, le piden y ruegan, y todos los días la Oración Especial
a sus pies. Se palpa emoción y veneración en el ambiente. Es una liturgia muy
participativa y viva; las miradas trasmiten
fe, devoción. Todos saben que Cristo es el camino y la puerta como bien
dice San Juan.
Durante la novena hemos contado con Don Fermín y Don Sergio,
de la Unidad Pastoral de Pola de Siero;
con tres sacerdotes hijos de la parroquia como Don Andrés, Don Eustasio
(Tito) y Don Marcos; con los sacerdotes de San Pedro de Gijón, don Javier Gómez
Cuesta y Don José Antonio Álvarez Álvarez; con Don Luis José Fernández
Candanedo, párroco de Laviana; con Don Sergio Martínez Mendaro, Rector del
Seminario de Oviedo y antiguo párroco de Pola de Siero, y con Don Adolfo Mariño
Gutiérrez, Abad del Real Sitio de Covadonga… Todos ellos desde el ambón, con sus
notas, nos han ayudado a comprender,
ahondar y engrandecer la importante figura de San José, el abogado de los
imposibles, el santo de Santa Teresa y de san Josemaría Escrivá, el padre en la
sombra de Dios y modelo de esposo, carpintero , emigrante en Egipto y obediente a los designios de Dios; el padre
de la valentía creativa. Estaba todo tan
bien hilado que se respondieron muchas respuestas y al concluir la novena se ha
descubierto la grandeza de un santo, José, padre de Jesús, imprescindible en la
vida del Señor, del que los Evangelios
dicen poco y menos palabras suyas.
Todo ello hizo que el domingo, 26, surgiera la explosión de
afectos, de sentimientos, cuando el Abad
de Covadonga, después de glosar la figura de San José como padre de Dios, de
Jesús, tuviera el acierto de concluir su homilía con el poema de Gabriela
Mistral, Premio Nobel de Literatura del año 1945,titulado “Poema al Cristo del Calvario”, cuyos
últimos versos dicen : “Y sólo pido, no
pedirte nada / estar aquí, junto a tu imagen muerta, / ir aprendiendo que el
dolor es sólo / la llave santa de tu santa puerta”.
Todo ello ha permitido que el Cristo de Santa Ana se haya
sumado no solo a la propuesta de que
Asturias sea capital mundial de la poesía, sino que además nos haya recordado
la importancia que tiene la cruz, en plena eclosión hedonista, en la vida del
cristiano. Estos versos llenos de creatividad y fe , que llegan de allende los
mares y que nosotros hacemos nuestros, nos recuerdan que somos HIJOS DE DIOS y
como tal debemos comportarnos.
Estas vivencias de fe – imprescindible oído atento- no serían
posibles sin la devoción y esfuerzos que hacen la directiva del Cristo de Santa
Ana , cofrades y Parroquia de San Pedro Apóstol para que Cristo de Santa Ana siga siendo uno
de los pilares fundamentales de la vida
polesa.
“…Salve, Santísimo Cristo de Santa Ana,
que desde tu Capilla bendita de Pola de Siero,
presides nuestra vidas y sabes de nuestras penas, alegrías y
necesidades…”
José Antonio
Noval Cueto.
P.D Pastor , que
con tus silbos amorosos
me
despertaste del profundo sueño;
tú, que
hiciste cayado dese leño
en que
tiendes los brazos perezosos;
vuelve los
ojos a mi fe piadosos,
pues te
confieso por mi amor y dueño…