La respuesta a esta pregunta la sabemos todos: No. Somos una localidad próspera del interior
de Asturias , a unos veintitantos kilómetros de la costa. Los que vivimos en el
Lugones medio rural e industrial de los años 60 y principios de los 70, lo que
sí tuvimos fue río, el Blimales, con su
“playina” y “pozón”, donde nos bañábamos según capacidades y profundidades
durante el verano, después de una pequeña caminata; y alguna que otra vez,
también según las edades y siempre que hubiera tren y “perres” para el billete,
visitábamos la playa de San Lorenzo o la de San Juan de Nieva en el verano de
entonces, cuando Oviedo era una ciudad vacía. En tiempos más modernos, a partir
del 2.000, piscina climatizada. Nunca tuvimos en Siero la pretensión de tener
una playa artificial, pero mira por donde, ahora , gracias al Arte, concretamente
a la pintura, y al buen hacer , generosidad y amor al mar del pintor ovetense Don Urbano
García, originario de la costa occidental asturiana, el mar cobra actualidad en
Lugones y todo gracias a su cuidada exposición, donde hasta los marcos de sus
cuadros de color arena clara, armonizan con la temática de los mismos, que a grosso modo se pueden concretar en dos
bloques. El primero, a la entrada, en la pared derecha de la alargada y
rectangular Sala de Exposiciones, con chalanas, barcas, lanchas y llaut mallorquines, de sus viajes por las islas. El segundo
bloque, en la pared izquierda, tiene como protagonista al mar, genética y
actividades: olas, espumas, mar rizada, marejadas ,temporales en el Cantábrico
y galernas, fondo marino y pedrero. Y como telón de fondo y emblema de su
fuerza, poder e incluso muerte: “La costa da Morte”, cementerio de muchas
ilusiones y proyectos, y testimonio de la dura lucha por la vida en el entorno
marino, y más en estos duros momentos cuando las gentes del mar hacen suyo el
enorme dolor de las gentes de Marín y
alrededores, por el hundimiento de su
barco “Villa de Pitanxo” en aguas de Terranova, y a quien rememora , como era
de esperar, un sensible y humano pintor
del mar, como Urbano .
No es la primera exposición de este prestigioso docente –
profesor del Colegio Los Robles- , artista autodidacta en sus tiempos libres,
experto belenista , pintor del paisaje astur y de sus gentes, que cuando menos
lo esperamos nos sorprende con una muestra como ésta, donde realismo e
impresionismo, unido a su capacidad de observación y a una importante carga
vivencial, nos deja cuadros como éstos de una factura muy personal, donde se
atisba la influencia de pintores como Manolo Linares, alguna de cuyas temáticas-
paisanos/as del campo- suele recrear con
mucho acierto.
En esta exposición que tiene como título “ De nuestro mar y
nuestra gente”, sorprende el cromatismo del agua, con diferente tonalidades,
según sea el día, hora y lugar. No es lo mismo el agua clara del Mediterráneo
que el azul intenso, oscuro, tormentoso del Cantábrico, así como el azul de las aguas tranquilas y serenas de Puerto Vega y de Navia, compañeras de infancia. La observación
cuando se carga de vida y sentimiento cobra más fuerza e intensidad, y más
cuando se ama realmente la naturaleza , pues como muy bien dice Van Gogh “quien
ama la naturaleza encuentra la belleza en todas partes”, y esto le ocurre a Urbano que convierte la ola del mar, sus bailes y peinados, en temática de sus
cuadros. Otro tanto puede decirse del cromatismo , con sus azules oxidados de
sus lanchas, barcas y chalanas, junto al blanco roto y algún rojo intenso
erosionado que impregna las maderas de barcas varadas o boca abajo que sestean
en la arena de la playa.
Lugones no tiene mar, pero desde el 7 hasta el 25 de marzo respirará ambiente
marino, apacible, sereno, tranquilo en su Sala de Exposiciones del Centro
Polivalente, y todo esto es posible
gracias a la creatividad y pericia humana – en este caso a Urbano- que alimentada de recuerdos, vivencias,
sentimientos, enseñanzas y disciplinas da viva a todo lo que le rodea : tablas,
botes, chalas y llauts; espumas, olas, galernas…y es que la imaginación bien
utilizada es el motor de todo: arte, letras, investigación, progreso de los pueblos , y más
en estos tiempos en que algunos quieren
domar el mar y embotellarlo en botellas.
Nunca tan necesaria aquella vieja expresión de “la
imaginación al poder”, pero una imaginación bien entendida , e impedir que conductas inhumanas y cerriles decidan el destino de la Humanidad, y más
concretamente de Europa. El mar que siempre ha sido símbolo de libertad y
protagonista de la vida lugonense durante estos
días, nos recuerda lo que el eximio don Quijote dijo: “La libertad, Sancho, es uno de los más
preciosos dones que a los hombres dieron los cielos…por la libertad así como
por la honra se puede y se debe aventurar la vida…”.
Los recursos de las ventas de estos cuadros van destinados al
pueblo de ucraniano , cuya defensa reclama cada pintura colgada. ¡Muchas
gracias, Urbano!
José
Antonio Noval Cueto.
P.D “Si mi voz
muriera en tierra, / llevadla al nivel
del mar
Y dejadla en la ribera. ´
Llevadla al
nivel del mar / y nombradla capitana
de un blanco
bajel de guerra./ ¡Oh mi voz condecorada
con la
insignia marinera…!
(Rafael Alberti)
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