sábado, 6 de agosto de 2022

“Agua va…”("La Nueva España Digital de Siero, 7 de agosto de 2.022")

 

Una de las peticiones más reiteradas por los romeros del Carmín cuando bajan de los “praos de la Sobatiella”  es la de “agua, agua, agua…”, y siempre hay vecinos comprensivos y generosos que desde la ventana de sus casas complacen a la multitud acalorada y exhausta, sin fuerzas, con sus refrescantes y vitalizadores calderos de agua. No tiene que sorprender que el agua sea protagonista de estas líneas en la tierra del “paraguas”, que es Asturias,  y más, con la que está cayendo, cuando la media del   agua de nuestros embalses apenas supera el 40% de su capacidad.

Y es que el agua es un bien escaso, y más el agua dulce, que no alcanza el 6% de las reservas de aguas mundiales, y en la que Asturias es  privilegiada , aunque quizás no lo apreciemos y valoremos como se debe, pues no se entiende el abandono que tienen nuestros ríos, verdadera riqueza  de nuestro Paraíso natural. No están muy lejos los tiempos en que un Alfonso Guerra, poderoso vicepresidente de Gobierno en su día, anunció y estudió la posibilidad de trasladar, mediante canalizaciones subterráneas,  agua del Norte para el famélico Sur….pero sólo quedó en tentativa o propuesta novedosa y sorprendente. Hoy, pasadas unas décadas, cuando la técnica consigue casi lo imposible,- como que los órganos de un cerdo resuciten-, no dejamos de ver cierta lógica en la propuesta, ya que si de Argel nos viene gas, quizás también sea técnicamente posible lanzar agua del Norte al Sur. Hace unos años, el poderoso ideólogo de Podemos, el Sr. Monedero, a una pregunta del periodista sobre cuál era el principal problema que tenía España, respondió sin titubear que “la desertización”.  El  incremento de terreno improductivo aumenta de año en año, y ya alcanza la quinta parte del territorio español. Ya se habla de la España vaciada y de la España habitada. Huelga decir que nuestros políticos, tan centrados en lo inmediato, no han hecho nada para detener y solucionar el problema.

Ya, más pegados al terreno, el agua ha vuelto a ser noticia en Siero, ya por las averías periódicas que tienen que resolver el Servicio de Agua en la ladera que va desde Rivalles a Traspando, o más recientemente, casi   al mismo tiempo que escribo estas palabras, la grave avería de agua que dejó sin suministro a casi 15.000 personas entre Llanera y Siero. Sé que los ayuntamientos han acometido últimamente importantes inversiones en la red de aguas, pero lo que es indudable es que nuestra red tiene  pérdidas y éstas deben resolverse, deben ser una prioridad,  pues nuestro escaso oro blanco debe tener la máxima protección y cuidado, y ello  redunda en calidad de vida, salud y ahorro económico al vecindario que es quien, a la postre , paga  las pérdidas que se producen  en el suministro .

Ahora que estamos de vacaciones quizás sea un buen momento para conocer en profundidad Asturias y dejarse caer por aquellos concejos en los que las centrales hidrográficas tienen su importancia. Así, hace ya un tiempo, tuve la oportunidad de visitar la Central Hidroeléctrica de la Malva, en Somiedo, y lo allí visto y vivido- gracias a las explicaciones que un técnico nos daba-, jamás lo olvidaré y comprendí que ejecutar una inversión innovadora y osada   como aquella, en 1917, era como construir las mismas pirámides de Egipto. ¿Quién me iba a decir a mí que mucha de la electricidad que consumía en mi casa, de niño, procedía de ahí? Con motivo de su centenario una placa da cuenta de quiénes fueron esos impulsores visionarios (Policarpo Herrero, José Tartiere y el ingeniero Narciso Hernández Vaquero…) ¡Auténtico lujo para esta región!

No quisiera concluir estas letras sin hacer una petición a los responsables de nuestro Ayuntamiento. Todos los veranos, desde hace más de cuarenta, cuando llegaba el verano y venía de las faenas de la hierba, me proveía del agua más rica y refrescante que he tomado en mi vida, - un agua que no desmerecería de ninguna Carta de Aguas de restaurante de postín-  y a una temperatura que encajaba muy bien con el cansancio que traía. Hace ya algunos años hubo quién planteó la posibilidad de embotellarla. Hace unos días fui a la fuente, la de la Facienda, pegada al arroyo del Toral – cerca de mi casa- y el agua no corría. El tubo de agua estaba ciego, seco, y en el frontal de la misma un aviso que decía: “Agua no apta para el consumo humano”. ¿Podría resolverse el problema? Durante muchas décadas fue una de las delicias de mi veraneo rural y campesino.

                 

                                       José Antonio Noval Cueto.

P.D Hace unos días un periodista del “Financial Times” se sorprendía que la vendimia en Jerez comenzase el 28 de julio.

                           



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